- Entrevista con el líder qom, Félix Díaz.
“El sentimiento indígena tiene
en sus versos una modulación propia. Su canto es íntegramente suyo.”
Juan Carlos Mariátegui
Andrés
Figueroa Cornejo
El
lunes 10 de septiembre, el joven de 19 años, Chilagaloi, amaneció sin vida en
su propia casa.
“Lo
encontraron colgado, según dijeron” asegura el líder originario qom y figura
emblemática de la resistencia indígena en territorio argentino, Félix Díaz. “Lo
raro es que no se investigó a fondo. Y lo triste es que la policía de la provincia de Formosa
(extremo noroeste de Argentina) no quiere ingresar a terreno indígena porque
hay conflictos. Entonces el juez, a través de la médica forense que hizo la
autopsia del muchacho, escribió que lo halló ‘muerto por asfixia’. Es decir, de
golpe cambiaron la carátula de que el chico se suicidó.”
Félix
Díaz sólo está de paso por la Ciudad de Buenos Aires. Mientras en el Congreso Nacional
el kirchnerismo más duro impidió un voto de condena contra los innumerables
atentados que ha sufrido Félix impunemente
a lo largo de su empeño azul y el de su pueblo por sobrevivir; la legislatura de la
metrópolis, a instancias del único diputado de izquierda, Alejandro Bodart,
sancionó su apoyo y solidaridad con el qom. ¿Por qué? Porque el cortoplacismo
sin más principios que el mantenimiento de los cargos en la administración de
los gobiernos de la nación y las provincias, rige toda decisión política
partidista. Aquí, la táctica es la estrategia. Los leales a la Presidenta Cristina
Fernández de K, más allá del propio Partido Justicialista o expresión del
denominado ‘peronismo’ en general, gozan de prebendas y los que disienten –estén
más a la izquierda o más a la derecha, que no importa-, son fustigados.
Los
ultraliberales encabezados por el empresario y amigo de la derecha dura de
Colombia y Chile, Mauricio Macri, tienen un comportamiento igualmente pragmático
y oportunista. En Argentina manda el imperialismo transnacional en su fase de
la hegemonía del capital financiero, como en todo el mundo. Las formaciones políticas
criollas que administran esos intereses son simples concesionarias que venden
oferta de gobernabilidad a los que no se ven, a la gerencia planetaria cada vez
más concentrada del capitalismo.
Pero
en la comunidad qom hay un joven que ya no está.
-¿Y qué ocurrió realmente?
“Los
familiares no creen la versión del suicidio porque en el lugar donde lo
hallaron había mucho desparramo y forcejeo del joven contra un agresor.
Chilagaloi tenía heridas en las muñecas, cortes en los brazos y huellas de calzados
en su pieza que no correspondían a nadie de la vivienda; la puerta estaba
abierta, se rompió una radio. Los padres no están acostumbrados a esta
violencia. En las comunidades del interior donde están nuestros pueblos, nos
conocemos bien y los jóvenes son los mejores ejemplos de amistad, hermandad y
compañerismo. A ellos no les interesa la cuestión del enfrentamiento entre
partidos políticos. Este chico no fumaba ni bebía alcohol.”
-¿Qué hicieron las autoridades locales?
“Cuando
muere un indígena siempre surgen los políticos de la zona. Llevan mercadería,
ofrecen vehículos para traslados. Eso para nosotros es muy repudiable. Yo no
puedo creer en una persona que cuando uno está vivo y necesita apoyo, nunca te
da una mano; pero que cuando nos morimos o nos matan, aparece. (Enseñando fotos
del teléfono celular) Aquí puedes ver un arreglo floral del Partido
Justicialista y esta otra que dice Municipalidad de Laguna Blanca, el día del
funeral. Esas coronas de flores no son algo natural para un indígena. Nosotros
no las usamos. Es una muestra de burla, de desprecio. Ellos creen que adornando
una muerte nosotros vamos a confiar en ellos.”
-¿Y la justicia?
“A
mí me preocupa mucho porque la justicia no hace nada. Por ejemplo, Rogelio Cabrera denunció en el juzgado general
a un tal Hilario Chaparro. El último le
había dicho antes ‘Yo compré un
vehículo nuevo: anda a contarle a tu
hijo Daniel que si mañana tú te mueres, me avise para trasladar tu cajón hasta
el cementerio’. Por eso yo creo que la votación que se hizo hace un tiempo fue
más moral que verdadera. Nos sirve sí, para continuar nuestra resistencia en
medio de una lucha muy dura y desigual, donde incluso carecemos de agua y
recursos.”
“JUNTO A MÍ HAY PUEBLOS ENTEROS QUE
DEMANDAN SU EMANCIPACIÓN”
Félix
no siempre fue consciente de su condición indígena. “Yo más bien negaba que
pertenecía a mi pueblo”, confiesa. Pero
hace alrededor de una década, el qom se inscribió en una escuela de adultos en
Laguna Blanca hasta completar la primaria y tener un certificado de estudios
formales. Desde ese momento las cosas mutaron.
“Me
esforcé muchísimo. Agarraba mi bicicleta y salía del monte para llegar al
pueblo del gobernador donde estaba la escuela. En esas idas, una vez me
atropelló un coche que conducía un grupo de gente alcoholizada y me gritaron
que intentara denunciarlos. Ya entonces tenía un programa radial donde
entrevistaba a los miembros de la comunidad, cubría las marchas de los
campesinos, etc., que comenzó a distribuirse en red, amplificando la voz de los
indígenas. Ahí me di cuenta que los que mandan no quieren que hablemos en
nuestro idioma”. Y suma que “En otra ocasión, el Presidente Kirchner visitó
Formosa. Yo partí al acto oficial a Clorinda en bicicleta y con mi grabadora.
Cuando llegué, me paró la policía y me preguntó qué estaba haciendo, dónde iba;
que no estaba permitido el ingreso de cualquiera, así es que debía retornar por
donde había venido. Pero el acto era público. Ellos sabían lo de mi emisión
radial. Yo todavía les creía. Posteriormente, terminé mis estudios, pero el
ministro de educación de la provincia me comunicó que no serían legales hasta
dos años después, que tenía que tener paciencia. Las persecuciones y ataques en
mí contra arrancaron inmediatamente. Primero mataron el caballo de mi hijo y ya
perdí la cuenta de las agresiones criminales impunes que llegan hasta la última
que ocurrió hace unas semanas, cuando acabé en el hospital. Todas esas
situaciones indignantes esculpieron y potencian mi toma de consciencia.”
Ahora
Félix está volcado a la construcción de la Nación indígena.
-Ustedes están realizando un recorrido
por las comunidades del territorio con el objetivo final de convertirse en una
Nación autónoma…
“A
través de la experiencia que llevo a
cabo he podido levantar la bandera indígena, poniendo el cuerpo en la
lucha. No se requiere tanto recurso económico, sino más bien usar lo que cada
uno tiene, sus capacidades, sus propios medios. Eso trato de transmitir a mis
hermanos. En Formosa existen cuatro pueblos. Ocurre que el hermano que vive en
el Río Pilcomayo, limítrofe con Paraguay, cuando pasa al otro lado es tratado
como argentino y cuando cruza de nuevo le llaman paraguayo. No tienen
documentación, salvo los chicos que ahora nacen. Es lo pasa con los hermanos
mapuche entre Chile y Argentina. Lo que queremos es que nuestros pueblos sean
reconocidos como una Nación, con leyes propias, soberanía, autodeterminación.
Argentina es un país multicultural. Por eso no deberían existir problemas.”
-En territorio mapuche en Chile, sectores
cada vez más amplios, combaten y resisten la represión de mil formas para
constituirse en una Nación propia…
“En
principio, la idea es exigir al estado nacional y provincial que aplique
derechos ya establecidos en las constituciones (no olvidar que Argentina está
organizada federalmente, es decir, cada provincia tiene una Constitución
propia, además de la nacional que estaría sobre cada una de ellas). Mediante
esa herramienta jurídica, nosotros podemos al menos cobijar a los hermanos no
reconocidos como pueblos preexistentes en una provincia. Necesitamos que cada
pueblo se autogobierne.”
-¿Y en materia legal?
“En
Argentina lo que más se exige es la conformación de una personalidad jurídica.
Ese proceso debilita nuestra existencia. Las condiciones que nos imponen son engorrosas
y caras y, por tanto, se vuelve un obstáculo la legalización. Pero los pueblos
quieren mandarse a sí mismos. Perseguimos participación protagónica.”
-¿En qué etapa están del proyecto más
importante de un pueblo?
“Haciendo
un recorrido con tiempo con el fin de promover la recuperación de la identidad
indígena. Y también para re-conocer cómo estaban organizados nuestros pueblos.
Qué hacían las mujeres, los jóvenes, los mayores. Cuál era la aptitud y actitud
del liderazgo, qué función tenía. Cómo conseguían territorio, cómo estamos
ahora. Así uno descubre que el líder no era el patrón, no era el que decidía ni
negociaba. El líder era un vocero que se comunicaba con otro líder. La
autoridad máxima de los indígenas es el Consejo de mujeres, hombres, jóvenes;
esto es, un bloque importante donde se decide la política interna. Entonces
cuando tengamos la fuerza suficiente, estaremos en pie para exigir al Estado la
aplicación de aquella parte de la Constitución que menciona reconocer nuestra
preexistencia, cosmovisión y garantiza el desarrollo de los pueblos indígenas
que habitan Argentina.”
-¿Y las dificultades?
“A
los gobiernos provinciales y nacional les genera mucho miedo ese reconocimiento
porque cuestiona de raíz su padrinazgo y sus prácticas de sometimiento en
nuestra contra. Por ello nos persiguen. Sin embargo, el clamor profundo de los
indígenas nos llena de fuerzas para luchar. Además se equivocan cuando me ven
como si yo fuera el único mentor de la independencia indígena. Junto a mí hay
pueblos enteros que demandan su emancipación.”
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