sábado, 23 de mayo de 2015

Colombia y el Congreso de los Pueblos en Chile: “Queremos la articulación de la unidad de nuestros pueblos contra el capitalismo”

·        Entrevista con vocero internacional del Congreso de los Pueblos, el dirigente colombiano Ricardo Herrera.

·        ¿Qué haces aquí, Ricardo, en Santiago de Chile, reunidos ahora mismo a 10 minutos de La Moneda y a dos calles de la Estación Central, en plena Avenida Alameda? ¿Qué te trajo a esta ciudad sin luna y cenicienta? Háblame de Colombia, de la actualidad, y explícame por qué el futuro será de los oprimidos/as.

Andrés Figueroa Cornejo   

En Colombia, alrededor de un 25% de toda la población es campesina (5 millones 600 mil personas, 2 millones 400 mil de los pueblos originarios y 4 millones de afrodescendientes de un total de 12 millones de habitantes de la zona rural colombiana).
Ricardo Herrera es dirigente y líder campesino. Hace 23 años decidió vincularse a la lucha campesina y de los pueblos originarios, de los afrodescendientes, de las organizaciones sociales y populares del departamento de Antioquia en Colombia, en una zona cafetera. “Allí comencé con la creación de la Asociación Campesina de Antioquia entre 1992 y 93. Luego ya nos dimos cuenta de que era preciso construir una organización campesina a nivel nacional, y en 1995 nació el Coordinador Nacional Agrario de Colombia. El CNA es una agrupación en torno a la cual nos articulamos muchas organizaciones de diferentes regiones del país. Así también soy un vocero del Congreso de los Pueblos, www.congresodelospueblos.org ”

-¿Cuál es el objetivo del Congreso de los Pueblos?

“Edificar una propuesta para el campo colombiano basada en la lucha por la tierra, el territorio, la reforma agraria; la soberanía alimentaria, política y cultural; la solución al conflicto social y armado; la lucha contra los cultivos de uso ilícito, como la coca, la marihuana y la amapola; por la defensa de los derechos de los campesinos/as y el reconocimiento político del campesinado colombiano que no existe por parte del gobierno ni del Estado. En ninguna parte se referencia al campesino/a como un sujeto social y político, ni su aporte sustantivo en la producción de alimentos a la humanidad.”

-¿Qué es el Congreso de los Pueblos?

“Un proceso social y político amplio, convergente y articulado por asociaciones agrarias de pueblos originarios, afrodescendientes, estudiantes, mujeres, obreros, pobladores/as urbanos, jóvenes, niños/as, migrantes, gente de la disidencia sexual, ambientalistas, etc. Ya es un complejo más participativo e integral que el solo campesinado en lucha. El Congreso de los Pueblos trasciende las fronteras de Colombia. Se trata de una propuesta para los pueblos del mundo. Continuamos con América Latina y más allá. Ya estamos con parte del pueblo español, francés, suizo, canadiense, estadounidense, pero nunca con los gobiernos. Con Asia, Oriente Medio y África todavía el idioma nos dificulta la unidad. Comprendemos el combate a nivel planetario de todos/as aquellos/as que hemos sido sometidos/as por el patriarcado, por el imperialismo, por el capitalismo, por aquella minoría que viola todos nuestros derechos como personas, seres humanos y pueblos.”

-Pero, por ejemplo, la resistencia heroica del pueblo del Sahara Occidental en África del norte (https://comitesaharaui.wordpress.com/) carece de dificultades idiomáticas para hacer parte de este empeño, considerando que hablan tanto árabe como español…

“¡Pues entonces sería muy importante que pudiéramos tener un relacionamiento más directo con el pueblo saharaui! Entendemos la solidaridad como el entendimiento y la hermandad con el dolor del otro/a: dar lo que el otro necesita y no lo que nos sobra.”

“El capital no respeta la vida, ni los principios, ni la solidaridad”

-¿Cuál es proyecto estratégico del Congreso de los Pueblos?

“Construir una nueva sociedad, anticapitalista y socialista. Una sociedad donde se respeten los Derechos Humanos y capaz de crear una vida digna para la humanidad. La cuestión es cómo mejoramos las condiciones de vida de todos/as los habitantes del mundo.”

-¿Qué te parece a ti y al Congreso de los Pueblos como contradicción esencial de esta era, el capitalismo versus la humanidad?

“Consideramos que nuestros derechos han sido conculcados y que los servicios se han convertido en una mercancía manejada por el capitalismo. El capital no respeta la vida, ni los principios, ni la solidaridad. Lo primero que nosotros/as buscamos es que se respete la dignidad humana. Por ejemplo, para nosotros/as el derecho fundamental al agua es un bien común, mientras que para el capitalismo el agua es sólo una mercancía más, inaccesible para buena parte de nuestros pueblos. Nosotros queremos un proyecto humano y el capitalismo uno mercantilista.”

Los cristianos/as

-¿Y qué ocurre con los cristianos/as por la liberación? ¿Tienen sitio en el Congreso de los Pueblos?

“Al interior del Congreso participa la Coalición de Movimientos Sociales y Cristianos de Colombia.”

-¿Y de Brasil, pieza clave en América Latina?

“En Brasil sostenemos una importante coordinación con el Movimiento de los Sin Tierra (http://www.mst.org.br/), el Movimiento de Pequeños Agricultores (http://www.mpabrasil.org.br/), el Movimiento Contra las Represas. En esas agrupaciones existe un enorme territorio cristiano.”

La coordinación puesta en práctica

-¿Qué haces aquí, Ricardo, en Santiago de Chile, reunidos ahora mismo a 10 minutos de La Moneda y a dos calles de la Estación Central, en plena Avenida Alameda?

“Estoy en una misión que busca hacer visible y referenciar el proceso del Congreso de los Pueblos ante las organizaciones sociales y populares de Chile. Venimos a expresarles nuestra hermandad como pueblos oprimidos y la necesidad de la unidad para la liberación. Venimos a aprender, a intercambiar, a conocer nuestras respectivas experiencias, a invitarlos a visitar nuestros territorios. Venimos a compartirnos los medios y formas de comunicación que hablen desde nuestros propios pueblos y sus intereses. Queremos construir agendas de movilizaciones concretas entre pueblos hermanos y realizar campañas donde se manifieste la oportunidad de la creación práctica de una sociedad poscapitalista. De hecho, podemos coordinar una gran campaña por la defensa del agua en nuestros distintos territorios; contra las grandes transnacionales que expolian y saquean nuestros recursos; por el derecho a la autonomía e independencia de nuestros territorios.”

-El internacionalismo está en el centro de sentido del Congreso de los Pueblos…

“El internacionalismo para nosotros/as significa la puesta en práctica de nuestros objetivos. Comprendemos la solidaridad como reciprocidad y sintonía política, económica, cultural, social, concretas.”

-¿Cuáles son los enemigos principales de los pueblos de América Latina?

“No sólo el imperialismo norteamericano. La explotación y el saqueo provocado por las transnacionales de cualquier procedencia también lo son. Para nosotros/as China tampoco es ninguna alternativa porque sus intereses en la región no buscan nuestro bien común. Aquí vemos una disputa mundial a nivel comercial: sean Estados empresariales como el usamericano, el chino, el europeo.”

“Queremos gobernar”

-¿Cuál es la inspiración primera del Congreso de los Pueblos?

“Los pueblos originarios. Aquellos/as hermanos/as indígenas que han concluido que solos no pueden hacer frente a enemigos tan poderosos. Ellos/as tomaron la iniciativa de este empeño que se ha vuelto tan amplio. Y en la última década en Colombia, las distintas organizaciones en lucha concluyeron que únicamente la unidad más ancha de los pueblos es la fuerza que demandan las transformaciones necesarias.”

-¿Qué pasa con el poder político para el Congreso de los Pueblos?

“El movimiento del Congreso de los Pueblos está en construcción y es social y político. Somos agrupaciones sociales que arrancan de la reivindicación, pero aspiramos a ser poder, a construir poder popular. Incluso la lucha electoral, al menos en Colombia, es un escenario más de disputa de poder. Queremos gobernar. Pero todo dirigente que llegue a un espacio de poder institucional debe estar absolutamente subordinado al movimiento popular, a sus propuestas y a sus intereses. Y no puede ser cualquier dirigente. Tiene que haber ganado su autoridad en el seno del movimiento popular, conduciéndose con la ética que exige la transformación social radical. De lo contrario, ese dirigente simplemente tiene que dejar su cargo. Jamás apoyaríamos a un candidato del sistema de partidos políticos dominante y que no provenga destacadamente de nuestra propia construcción social y política.”

“La paz es asunto de todos/as y la construyen los pueblos”

-¿Qué ocurre con los Diálogos de Paz entre el gobierno de Santos y parte de la insurgencia en Colombia que se desarrolla en La Habana, Cuba?

“El Congreso de los Pueblos está buscando la paz en Colombia. Esto es, resolver los problemas estructurales que son los causantes de que haya guerra en nuestro país. La insurgencia armada podrá detener su accionar, pero la violencia salida del terrorismo de Estado puede continuar. Si no participa el pueblo colombiano en los diálogos de paz, perdurará la violencia. Nosotros/as valoramos mucho que se esté en unos diálogos entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP, http://www.pazfarc-ep.org/)  porque nuestro pueblo es el que ha puesto las víctimas de la guerra.”

-¿El pueblo colombiano forman parte de los Diálogos de Paz?

“Podríamos decir que en parte sí, porque la insurgencia armada corresponde a una fracción del pueblo en su conjunto. Ahora, nosotros/as también estamos exigiendo al gobierno que convoque a las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (http://www.patrialibre.info/index.php/es/).”

-¿Y por qué no está el ELN en la mesa de diálogo?

“El gobierno parece considerar que tiene a las FARC-EP tan debilitadas que les está ‘ofreciendo’ una ‘posibilidad de sometimiento’. Y sobre el ELN, el gobierno dice que ‘no suena ni truena’. En la realidad, oímos a diario el accionar del ELN. El movimiento popular señala que si el gobierno se sienta con la insurgencia armada para la paz, que sea con toda, de lo contrario ya es un escenario incompleto. Pero sobre todo, en el Congreso de los Pueblos estimamos que ningún conflicto del mundo donde existe la guerra, la gente que habita los territorios más afectados puede dejar de participar en algún diálogo que realmente persiga la paz verdadera y duradera. Tiene que haber participación directa del pueblo colombiano, tanto de los organizados como de los no organizados. Al respecto, el problema se reduce a la voluntad política genuina del gobierno.”

-¿Qué ha manifestado el ELN a través de sus declaraciones públicas?

“Mientras que el gobierno de Santos dicta que el modelo económico no se va a tocar en el país, el ELN se niega al extractivismo destructivo, por ejemplo.”

-¿Se podría afirmar que en la mesa de diálogo el gobierno está pidiendo la rendición incondicional de la insurgencia?

“Sí.”

-¿Cuál es la esperanza del Congreso de los Pueblos en los Diálogos de Paz, entonces?

“Una esperanza ‘de baja intensidad’. El presidente Santos desea que Colombia, bajo la intensificación del actual modelo capitalista antipopular, ingrese a la lista de los 5 países más ricos del mundo. Y para eso hay que cumplir ciertos requisitos, claro. Que haya más inversión transnacional a través de la paz social sin participación popular. Esa es la paz de Santos: desmovilizar y desarmar a la insurgencia.”

-¿Y qué piensas que está ganando la insurgencia en la mesa de diálogo?

“La posibilidad de interlocutar y de expresarse. Fenómenos de los cuales carecía antes de los Diálogos de Paz en La Habana, Cuba.”

-Pero el gobierno de Santos también cobra notoriedad mundial…

“En efecto. Aparece como un gobierno que quiere la paz.”

-¿Cuál es la diferencia sustantiva entre el ex presidente Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos?

“Que Uribe quiso expropiar al pueblo por la fuerza y militarmente, y Santos lo quiere hacer jurídicamente. Santos quiere legalizar el despojo de 9 millones de hectáreas que en el gobierno de Uribe fueron arrebatadas por los paramilitares. Santos fue ministro de Defensa de Álvaro Uribe. El modelo se mantiene incólume e idéntico. Todo el plan de desarrollo aprobado este año está enfocado al extractivismo: el saqueo de nuestros recursos y bienes naturales. Por lo demás, Santos habla de paz mientras sigue comprando armas para la guerra.”

-¿Qué es la paz para el Congreso de los Pueblos?

“Justicia social. Cualquier hecho de injusticia es violatorio a nuestros derechos. La paz es asunto de todos/as y la construyen los pueblos. El disfrute de todo para todos/as. La paz es un estado de satisfacción que obtiene el ser humano al tener resuelto sus problemas y necesidades.”

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lunes, 18 de mayo de 2015

Chile: “El proyecto de ley de carrera docente del gobierno es lumpenesco y anticientífico”

Entrevista con Rodrigo Cornejo, Doctor en Psicología, académico de la Universidad de Chile, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas y de la Red de Estudios de Trabajo Docente, y miembro de la campaña “Para una Nueva Educación ¡a dignificar la Carrera Docente!”.

Andrés Figueroa Cornejo      

El otoño de Santiago de Chile 2015 transcurre frío, seco, sucio. Corren los tiempos de la crisis del sistema de partidos políticos dominante (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=198683) y de los intentos mediáticos de convertir el asesinato a balazos de dos jóvenes estudiantes en Valparaíso durante la última protesta por la Educación Pública en un hecho policial y de ‘seguridad ciudadana’, cuando se trata de la expresión de un liberalismo de rasgos fascistoides que facilita el crimen y la impunidad contra la lucha justa de los jóvenes.
Paralelamente, el pasado 20 de abril la presidenta Bachelet presentó su proyecto de ley para imponer un Sistema de Desarrollo Profesional Docente. Dentro de sus críticos desde el campo de la enseñanza está Rodrigo Cornejo, Doctor en Psicología, académico de la Universidad de Chile, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas y de la Red de Estudios de Trabajo Docente, y miembro de la campaña “Para una Nueva Educación ¡a dignificar la Carrera Docente!”.

-La carrera docente es una demanda histórica de los profesores/as de Chile. Sin embargo, el Proyecto de Ley que crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente de la presidenta Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría ha provocado una fuerte resistencia entre los educadores/as del país. ¿Por qué?

“En general, en la mayoría de los países capitalistas existen leyes laborales especiales para los profesores/as y a ellas se les denomina carrera docente, debido a la naturaleza del trabajo de los educadores/as, por su función y el proceso estratégico que cumplen socialmente. A ello se le ha llamado más o menos carrera docente. Esto es, a las formas docentes, a la incorporación al trabajo desde la universidad; a cómo se desarrolla la profesión ya trabajando (escalafones y modos de ascenso), a las capacitaciones y formación durante el trabajo, y finalmente, a las jubilaciones. Todo eso es una carrera docente en el lenguaje coloquial de los profesores/as. En los distintos países se traduce en un verdadero Código Laboral para los profesores/as (normativas sobre jubilación, horario, vacaciones, enfermedades profesionales, acceso a la cultura, etc.).”

-¿Con qué ejemplos puedes graficar lo anterior?

“Con lo que ocurre en Finlandia y Cuba. En esos países tienen muy claro que las clases son por la mañana y que por la tarde los niños, niñas y jóvenes tienen que descansar y jugar, y los docentes deben descansar, formarse y capacitarse. En Finlandia se promueve que los profesores/as tengan posgrados de investigación y en Cuba permanecen muy ligados a la universidad. Para que el trabajo matinal con los chicos/as sea bueno y productivo, tiene que existir un trabajo intelectual creativo, reflexivo y formativo necesariamente colectivo a lo largo de toda la carrera del maestro/a. En Chile no ocurre nada de esto.”

-¿Y los educadores/as y estudiantes deben rendir muchas pruebas estandarizadas?

“En Finlandia apenas son voluntarias y cuando las dan, les va súper bien. En Finlandia, de hecho, no hay un Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE) ni Evaluación Docente, como en Chile. Existe otro modelo educativo.”

-¿Cuál?

“Algunos le han llamado ‘La Cuarta Vía’ y consiste en recuperar la función social de la educación y pensar a la escuela como el lugar donde se despliega esa función social. Hay mucha confianza en las comunidades y su fortalecimiento.”

“La lógica del proyecto es mercantil”

-¿Qué tipo de docente promueve la ley de Bachelet, entonces?

“En ese ámbito hemos ingresado desde el Observatorio Chileno de Políticas Educativas (http://www.opech.cl/) y desde la Campaña “Para una Nueva Educación ¡a dignificar la Carrera Docente!” (https://www.facebook.com/pages/Para-Una-Nueva-Educaci%C3%B3n-a-Dignificar-La-Carrera-Docente/848673688518036) . Con el proyecto legal el gobierno no termina con las lógicas de mercado ni en la formación de pregrado ni en los servicios educativos; y simplemente se establecen cinco niveles entre los profesores/as: inicial, temprano, avanzado, superior y experto (los últimos dos son optativos). ¿Qué es lo nuevo? En algunos años más todos los docentes tendrán que ser evaluados para llegar a uno de esos niveles, y cada nivel redundaría en diferencias salariales importantes. Entre el primer y último nivel se duplicaría la remuneración. La ley impactaría en alrededor del 90% de los educadores/as: en los del sector municipal (público) de manera inmediata y en los del sector particular subvencionado, gradual y obligatoriamente.”

-Que los educadores/as obtengan mejores remuneraciones también es una reivindicación vieja…

“Ahora, desde la propia lógica del proyecto, que es mercantil, todavía la ley tiene que pasar por una serie de debates parlamentarios, comisiones y desconocemos cómo terminará. Además los incrementos salariales estarán sujetos a las partidas presupuestarias a escala nacional que también varían. Lo problemático, asimismo, es que el eventual mayor gasto en salario docente no lo va a tener que poner el sostenedor del establecimiento (concesionario privado de escuelas y liceos, que corresponde a un 45% de todo el sistema escolar y que sumado a los colegios privados-privados, alcanza un 53% de la totalidad educativa primaria y secundaria del país), sino que el Estado. Esta es una contradicción esencial del proyecto.”

Otro negocio lucrativo más en la educación

-¿Cómo pasaría el docente de un nivel a otro?

“A través de una evaluación individual, compuesta por una especie de calificación pedagógica que aún no está clara de qué se trata, y una prueba de contenidos.”

-¿Y quién realizaría las pruebas y evaluaciones?

“La ley sólo dice que el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) del Ministerio de Educación “visará” esos mecanismos. Esto es, se externalizarían, se concesionarían, se tercerizarían a agencias y empresas privadas las evaluaciones a los docentes. Al igual como ocurre con sus capacitaciones desde hace tiempo. El Estado, mediante el CPEIP, sólo se encargará de “timbrar” todo el proceso para que lo ejecuten los privados. En palabras del liberalismo de punta chileno, se abriría ‘un nuevo nicho de mercado en la educación’. Por otra parte, y está suficientemente probado por la realidad en todo el mundo, los oficios que tienen que ver con los afectos, con la emoción, con el sentido, con la construcción de confianzas, con procesos humanos complejos y con la ética, como el trabajo docente, son muy difíciles de evaluar. En general, los países, salvo Estados Unidos, no realizan evaluaciones docentes individuales.”

-¿Por qué?

“Si un profesor saca una muy buena nota en una prueba de contenidos, no hay ninguna evidencia cabal de que esa persona sea un buen pedagogo. Porque las Ciencias de la Pedagogía sí existen y sí establecen claramente las diferencias entre un profesional docente y otros profesionales. Y esta prueba corresponde a la mitad de la evaluación propuesta por el gobierno. La segunda parte corresponde a la evaluación de habilidades pedagógicas.”

-¿Y cómo se medirían las habilidades pedagógicas individuales?

“El profesor tendría que realizar una planificación pedagógica, ser grabado durante la realización de una clase, etc. Pero al respecto, la propia evidencia científica de los países capitalistas señala que la evaluación de habilidades pedagógicas también es muy arbitraria. Por ejemplo, nada garantiza que las planificaciones entregadas por el docente para ser evaluadas se efectúen en la realidad. La ciencia indica que el trabajo docente es un trabajo afectivo, moral y de vínculo que no puede evaluarse como se mide cualquier prueba de conocimientos.”

-¿Entonces?

“Aquí hay un problema de fondo y epistemológico: la ley quiere evaluar algo que por su naturaleza, no se puede evaluar. Por otro lado, para que los educadores/as realmente lleven a cabo un desempeño coordinado y colectivo para bien de los estudiantes, debe existir primero un sistema que lo favorezca y que lo apoye. Lo que sucedía en Chile antes del golpe de Estado de 1973 era parecido a ello. Lo que existe en Finlandia y en Canadá hoy, es parecido a ello. Y me refiero a países que cuentan con lo que suele llamarse ‘una buena gestión educacional’.”

“Con el cuchillo en la mano”

-¿Qué tipo de sistema escolar tiene Chile y que la nueva ley quiere seguir promoviendo entre los docentes, en consecuencia?

“Un sistema que no favorece la creación de una comunidad educativa que beneficie a estudiantes y profesores/as. Por el contrario, la nueva ley sólo lleva a que el docente trabaje solo, individualmente. Se plantea que la legislación seguirá el modelo de la ya existente Asignación Variable por Desempeño Individual (AVDI), una pequeña estructura de bonos que funciona en Chile. El AVDI lo paga el Estado a través de un monto establecido. Por tanto, ya observando la nueva ley, no es posible asegurar que el Estado tenga los recursos suficientes para pagar a todos los educadores/as bien evaluados en el nivel cinco, por ejemplo. Al igual que el AVDI, para el cumplimiento de la propia ley del gobierno no necesariamente están los dineros para financiarlo, o son limitados. Esto significa que los profesores/as van a tener que competir entre sí para acceder al nivel cinco de evaluación, y si una buena cantidad de ellos/as aprueba el nivel cinco, no alcanzará el presupuesto fijado para todos/as. En resumen: los docentes serán evaluados individual y no colectivamente, y además, los recursos para financiar los distintos niveles es acotado.”

-Por ejemplo…

“Un colegio de tamaño medio cuenta con treinta profesores/as. Imagina que ese ese establecimiento sólo haya dos cupos para acceder al nivel cinco. ¿Qué pasará? Al educador/a que postula le convendrá que a sus demás colegas que postulan con él, les vaya mal. Esto es, se instala la competencia en el peor de sus sentidos al interior de las comunidades educativas. Si la ley se aprueba tal como está significa la lápida de muerte para la comunidad educativa. Y eso conlleva problemáticas consecuencias para los estudiantes, los padres y apoderados/as.”

-Pero si la lógica ultra liberal del “yo me salvo solo y a como dé lugar” que rige en Chile desde la instauración de la tiranía hasta hoy termina de copar la educación, en la escuela primaría un orden lumpen…

“Suena brutal, pero eso ya está instalado entre los estudiantes a través del ‘ranking’ escolar. Ahora se quiere instalar definitivamente entre los profesores/as. Sistemas de evaluación de este tipo son nefastos para los trabajadores/as en general y para su salud mental, en particular.”

-¿Cómo significarías para el trabajo docente la aplicación de una ley así?

“Como anticientífica. Va a contrapelo de los avances, debates y consensos tensionados de las Ciencias de la Educación. La comunidad científico-docente ha concordado en que el oficio pedagógico es colectivo. Nunca el rendimiento de un niño, niña y joven depende de un profesor. Lo que realmente educa son las culturas escolares, la convivencia, la comunidad. El trabajo docente es eminentemente ético y moral: el docente que logra más posibilidades para que el estudiante aprenda (no que memorice), tiene un sentido trascendente respecto de su quehacer. Tiene un propósito moral que es colectivo y que se pregunta qué tipo de ser humano se busca formar. Para que exista posibilidad de aprendizaje tiene que haber un conjunto de propósitos compartidos por la comunidad. Eso implica colaborarse, ponerse de acuerdo. Asimismo, el trabajo docente es obligatoriamente afectivo y vincular. Lo que hace posible que un estudiante aprenda es la relación que establece con sus profesores/as. Todo lo anterior no se condice con que los trabajadores de la educación vayan con el ‘cuchillo en la mano’ en contra de sus pares a la hora de una evaluación. Por eso el proyecto de ley del gobierno es lumpenesco, contiene graves errores metodológicos, y es anticientífico.”

-La ley se aplicaría paulatinamente también al sector particular-subvencionado por el Estado, que desde el 2012 es más grande que el municipal-estatal. Si los docentes van pasando de un nivel a otro en un establecimiento particular-subvencionado, ¿quién paga?

“La ley es majadera al respecto: el Estado. De esta manera el gobierno tranquiliza a los sostenedores privados de la educación, pero a costa de una paradoja. La dependencia laboral del docente es con el sostenedor privado del establecimiento, sin embargo, los eventuales aumentos salariales serían financiados por el Estado, y los trabajadores/as docentes seguirían normados por el código laboral vigente. Entonces, un profesor/a bien evaluado de todos modos podría ser despedido en diciembre y ser recontratado en febrero del año siguiente. En resumidas cuentas, el proyecto de ley fortalece las arbitrariedades del lumpen-empresariado de la enseñanza. Además, en la mayoría de los países del mundo los educadores/as tienen un contrato directo con el Estado, no con un privado.”

-¿Qué intereses refleja el proyecto de ley, entonces?

“Refleja una sobreideologización liberal. Es ridículo y peligroso aplicar ideas sin contrastarlas con la realidad. Las ideas provienen del Management (gestión de procesos de negocio). Son una creación ‘del padre’ del capitalismo fundamentalista en Chile, Milton Friedman (‘Capitalismo y Libertad’). Se trata de un ‘deseo’, sin importar que sea científico o no, educativo o no. Un ‘deseo’ que consiste en que los seres humanos se saquen los ojos compitiendo entre sí, no importando las consecuencias ni la propia humanidad.”

lunes, 11 de mayo de 2015

Chile: El naufragio de la democracia secuestrada

Andrés Figueroa Cornejo      

En Chile la representación ejecutiva de las clases dominantes está compuesta por los grandes capitales (donde se encuentran los propietarios y accionistas de más del 90% de todos los medios de comunicación de masas), la oficialidad de las Fuerzas Armadas, las jefaturas del sistema de partidos políticos, la nomenclatura del clero católico y los intereses estratégicos del imperialismo norteamericano (tal como en México, Colombia, Perú, Honduras, Puerto Rico, sólo para mencionar los más evidentes de la región).

En el sistema-mundo, Chile es plataforma financiera y de servicios; extractivismo primario exportador minero, forestal, marino; agroindustria alimenticia, retailer y pieza clave del liberalismo de vanguardia. Los modos a través de los cuales el capital obtiene sus principales ganancias están asociados a la sobreexplotación humana, al saqueo de recursos naturales, al sistema financiero, las privatizaciones, el subsidio estatal y el ahorro previsional administrado privadamente por las AFP, y la deuda generalizada y con promesa de morosidad. El golpe de Estado de 1973 no restituyó ni el proyecto ni a la clase dominante que precedió al gobierno de Salvador Allende. Por el contrario, el país andino se convirtió en el campo de pruebas de la nueva fase y ofensiva económico-política del capitalismo desplegado posteriormente entre los 80 y 90 del siglo XX en casi todo el planeta. De un período nacional-desarrollista, Chile pasó a transformarse en el paradigma del liberalismo y sus relaciones sociales que actualmente hegemonizan a escala mundial en sus diversas variantes y cuyos polos dominantes se encuentran en los Estados-empresariales de Estados Unidos-Canadá, China, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia, India y Brasil.

En general y a nivel global, el capital financiero funciona como el momento tutelar de la reproducción del capitalismo sobre sus demás momentos (producción, intercambio (comercio) y consumo (distribución)). El momento financiero como centro de mandos de la acumulación del capital, dinamizado por las nuevas tecnologías en tiempo real (como ocurre en las bolsas y en la estructuración bancaria o industria de la deuda infinita e impagable), genera las mayores utilidades, la deuda, la concentración con tendencia monopólica del capital, y las crisis. Porque las crisis de sobreproducción y sobrecapacidad productiva están articuladas desde el capital ficticio, el endeudamiento y las burbujas financieras. Asimismo, el momento financiero del capital no corresponde a una parte de la totalidad del planeta capitalista. Es el momento que organiza la totalidad del movimiento del capital y sus industrias más rentables, como la armamentista, el narcotráfico, la red de trata de personas, la prostitución infantil, la energía (petróleo, agua, extractivismo), la deuda, la producción alimenticia y el conocimiento de punta (ciencia y tecnología).

Hoy Chile es presa de un fuerte decrecimiento debido a la caída internacional de los precios de los commodities y del cobre, su dependencia respecto del dólar norteamericano, la postergación de inversiones y donde, por su condición de economía periférica, cualquier crisis en los centros del capitalismo, en particular del imperialismo norteamericano, se multiplica como maldición sobre sus costas.

Las encuestas, Bachelet y las expresiones de la crisis

Como en la democracia nepotista, antipopular, elitista y secuestrada chilena no existen consultas político-populares de ninguna especie, entonces abundan las llamadas encuestas de “percepción” de la población. Adimark es una empresa de “estudios de mercado” que consensuadamente por y para los pocos de arriba, tiene prestigio y credibilidad.

De acuerdo a la encuesta de abril de 2015 de Adimark (http://www.adimark.cl/es/estudios/index.asp?id=280) , a casi 5 meses del estallido de los casos de corrupción que involucran a miembros de todo el sistema de partidos políticos dominante (Nueva Mayoría y Alianza, PRO incluido), o los dos rostros intercambiables del partido único que administra los intereses del gran capital), los resultados pusieron a la presidenta Michelle Bachelet con un 31% de aprobación y un histórico 64% de rechazo. El gobierno fue aprobado por un 26% y deplorado por un 70%.  En el ítem de Corrupción de organismos del Estado, la encuesta arrojó un 14% de aprobación y 84% de rechazo.

Nueva Mayoría obtuvo una aprobación del 24% y un 67% de desaprobación, mientras que la Alianza tuvo un 17% de aprobación. O sea que el conjunto de partidos políticos, oficialismo y oposición burguesas, sumaron un magro 41% de aprobación entre la población. Por su parte, ambas cámaras, parlamento y senado, lograron romper su propio récord con casi un 80% de rechazo.

Como efecto de la colaboración en los desastres naturales en el norte del país, los bomberos, carabineros y el ejército alcanzaron una aprobación de alrededor de un 90%. Es preciso puntualizar que la nota positiva se debió a la ayuda a la gente en las catástrofes mencionadas y no a causa de la represión contra el pueblo movilizado ni contra la resistencia Mapuche.

En materia de trabajo, la desaprobación de la gestión gubernamental tocó el 61% de rechazo; en economía un 65% de rechazo; en transporte colectivo un 72% de desaprobación; casi un 70% de rechazo en el ámbito Mapuche; en gestión ambiental sacó un 62% de desaprobación; en el Transantiago casi un 80% de desaprobación; un 74% de rechazo en el sector de la salud y un 65% de desaprobación en educación.

El relato convenido por el poder como un todo para caracterizar su propio drama es de “crisis de confianza en la clase política”, delimitado convenientemente a los casos de corrupción de Soquimich, Penta y Caval. O sea, según las mismas leyes de la tiranía luego refinadas por los gobiernos civiles, su crisis sería primero moral y luego correspondería a una “clase” política. Sin embargo, la supremacía sin discusión de los intereses económicos del gran capital –transnacional y combinado con capitales de origen nativo- sobre cualquier cargo público que reclama el voto, no es un acontecimiento, una anécdota o un incidente. Es el modo hegemónico a nivel planetario a través del cual se desenvuelve el capitalismo en su presente fase. Con el fin violento del período nacional-desarrollista en América Latina, y en Chile en particular, los gobiernos civiles votados (salvo en Venezuela de Chávez y Maduro, y Bolivia de Morales, procesos devenidos de sendos levantamientos populares, como el ‘caracazo’ y la ‘guerra del agua’) que el marco de acción decisional de los ejecutivos y legislativos se encuentra acotado a la sola administración de un mismo sistema económico, político, cultural y social. Como la inflación, el voto ha sido devaluado estructuralmente porque así lo demanda la ganancia del capital.

Asimismo, los pocos dueños de todo hablan de “clase política”, cuando incluso en términos burgueses, la política en sistemas de representación electoral debe asociarse al derecho de cualquier persona a participar en igualdad de condiciones en la disputa de cargos públicos. Decir “clase política” es plantear explícitamente la existencia de una arquitectura social de castas inamovibles dentro de la cual la política es la especialidad de un grupo de autoproclamados administradores del Estado. Semejante discurso sólo ahonda aún más la distancia entre los funcionarios públicos elegibles y las grandes mayorías. Es cierto que la dictadura del capital históricamente ha requerido de una representación leal a sus intereses en el Estado cuya sola realidad ya expresa una sociedad dividida entre una minoría opresora y una mayoría oprimida. Lo particular en la actual coyuntura chilena es la revelación y el sinceramiento público de la lucha de clases y las relaciones de fuerza y de poder como las contradicciones reales que definen la política.

¿Por qué? Porque el relato encarnado en la figura de Michelle Bachelet respecto de reformas cosméticas en materia de derechos sociales (trabajo, educación, salud, impuestos, derechos indígenas, atención a las regiones e incluso “proceso constituyente”) no habría sido necesario sin las grandes protestas estudiantiles que arrancaron en los albores del siglo XXI y tuvieron su pico en el 2011. Fue la juventud sin porvenir, los secundarios de lo que va restando de la educación municipal destruida sistemáticamente por su apropiación privada, junto a un sector aspiracional de los universitarios; fue la lucha consistente del Pueblo Mapuche; fue la multiplicación del ambientalismo contra el extractivismo destructivo; fue el protagonismo de la mujer en todo el movimiento popular; fueron las grandes protestas en distintas regiones por el abandono estatal; fueron las huelgas de los trabajadores/as del subcontrato, los puertos y las forestales fuera de la legalidad, en conjunto, los procesos que ofrecieron las pistas programáticas de Bachelet (que ganó la presidencia con un 26% del electorado habilitado para sufragar, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=176975).

No obstante, y pese a que las luchas arriba mencionadas fueron convertidas en promesas electorales por cumplir, el descrédito popular de la democracia secuestrada chilena ya estaba instalado. A su vez, y como señala Antonio Gramsci, las expresiones políticas de las clases dominantes suelen “meterse al bolsillo” las demandas de las clases subalternas, de acuerdo a las relaciones de fuerza. Esto es, junto con intentar cooptar por todos los medios a los liderazgos colectivos, el poder recoge las reivindicaciones del pueblo en lucha y las retorna descafeinadas, vaciadas de transformación radical. A fin de cuentas, en tiempos de paz inestable, el objetivo del poder bajo el capitalismo es la gobernabilidad necesaria para su reproducción. Y en Chile actual, es la gobernabilidad para beneficio del capital inversionista y el acatamiento a las reglas del juego impuestas por la OCDE, el FMI y el Banco Mundial. Eso ha hecho Bachelet con cada una de las vociferadas reformas, mutadas finalmente en papel mojado. Por eso los trabajadores/as organizados continúan exigiendo un nuevo código laboral; por eso los estudiantes convocaron a una segunda protesta nacional por una educación gratuita y pública para el 14 de mayo próximo (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197756); por eso los Mapuche radicalizan su combate antiguo; por eso el ambientalismo consecuente sigue dando batallas por el agua y la sobrevivencia de las comunidades víctimas del extractivismo. Los casos de corrupción solamente coronan una verdad que el pueblo conocía desde hace tiempo. La presidenta nunca ha salido de la célebre frase que el escritor italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa puso en boca de su personaje Tancredi: ‘Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie’.

Contra la peste del olvido en Chile, urge precisar que Michelle Bachelet es hija del general de brigada aérea, Alberto Bachelet, muerto de un ataque al corazón mientras era torturado por agentes de la Inteligencia de la dictadura pinochetista por ser un oficial que no estuvo de acuerdo con el golpe de Estado. Michelle Bachelet durante la Unidad Popular de Allende, influida por el después detenido y desaparecido diputado y miembro del comité central del Partido Socialista, Carlos Lorca, comenzó a militar en esa tienda desde muy joven. Durante su exilio, prosiguió sus estudios de medicina en la entonces República Democrática de Alemania o Alemania Oriental donde se casó con Jorge Dávalos en 1977, también miembro del PS. Con Dávalos tuvo dos hijos (Sebastián y Francisca) y su matrimonio acabó en 1984. Bachelet volvió a Chile en 1979 y entre 1985 y 1987 sostuvo una relación emocional con el combatiente y uno de los voceros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=113276), Álex Vojkovic, quien murió en un extraño accidente automovilístico el 16 de octubre de 2014. Vojkovic realizó la vocería de la organización revolucionaria cuando ocurrió la internación de armas en la zona de Carrizal Bajo y el fallido intento de ajusticiar al tirano en 1986. En aquella época Bachelet estaba adscrita al Movimiento Democrático Popular (MDP), única agrupación que congregaba a todas las fuerzas de la izquierda radical contra la tiranía y que propagaba todas las formas de lucha. Su constitución fue tardía y relativamente breve, y se diluyó ante el debate de participar o no en el plebiscito de 1988, parte de la agenda de la propia junta militar gobernante. En la realidad, el “triunfo del No” a la extensión del mandato del régimen militar fue el resultado de un pacto interburgués digitado por el imperialismo norteamericano. Para el Pentágono la dictadura ya era un estorbo y un peligro ante las masivas protestas populares. Necesitaba que Chile volviera a los gobiernos civiles a condición de que se mantuviera el capitalismo de vanguardia del país y no fuera tocado Pinochet ni su entorno (pacto cumplido al pie de la letra por la inmensa mayoría de los mandarines de la oposición liberal posteriormente agrupada en la Concertación de Partidos por la Democracia, hasta el presente).

Sin embargo, y como sobran los casos en Chile, América Latina y el mundo, la historia y decisiones políticas de Michelle Bachelet sufrieron una sustantiva vuelta de tuerca política. En 1996, la actual mandataria estudió en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos en Chile (dirigido por oficiales que, a su vez, estudiaron las políticas de guerra en contra del pueblo en la Escuela de las Américas, hoy Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, http://es.wikipedia.org/wiki/Instituto_del_Hemisferio_Occidental_para_la_Cooperaci%C3%B3n_en_Seguridad) y luego en el Colegio Interamericano de Defensa en Washington (http://es.wikipedia.org/wiki/Colegio_Interamericano_de_Defensa), conducido directamente por instructores de las FFAA usamericanas. De esta última institución, tres de sus alumnos han terminado en la presidencia de sus países: Bachelet, Lucio Gutiérrez de Ecuador y el actual presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. ¿Sus conductas en común? Intensificación de las políticas capitalistas antipopulares, fidelización con el imperialismo norteamericano y corrupción. Casi está de más ilustrar la amistad y subordinación de Bachelet con el presidente Barak Obama.

Siempre dentro del mismo ámbito, en 2009, la presidenta chilena obtuvo la Insignia de Oro de Americas Sociaty ‘en reconocimiento de los logros sociales y económicos del gobierno chileno en tiempos de crisis global’. El acto se efectuó en el Council of the Americas presidido por el influyente archimillonario sionista David Rockefeller. El evento fue co-auspiciado por la minera canadiense Barrick Gold, la cual posee un puesto en el Council junto al Banco de Chile de la familia Luksic y la Celulosa Arauco de la familia Angelini. Otros miembros incluyen a CorpBanca, vinculada al empresario Álvaro Saieh, y El Mercurio SAP de Agustín Edwards Eastman, íntimo de Rockefeller, y uno de los artífices fundamentales del golpe de Estado de 1973.

Por ello no resulta extraño que el anuncio de cambios en el gabinete de gobierno realizado por Bachelet el pasado 7 de mayo de 2015 fuera mediante una entrevista con Mario Kreutzberger, ‘Don Francisco’, uno de los grandes sionistas en Chile y más allá, a través del canal 13 de televisión cuyo accionista mayoritario es el grupo Luksic. Todo cuadra y nada es accidental. Las señales “de confianza” fueron dadas hacia los intereses del gran empresariado, al capital financiero, al imperio norteamericano y al sionismo. Para los poderosos, garantías, para el pueblo chileno, circo.

Finalmente, el pirotécnico cambio de gabinete anunciado se tradujo el lunes 11 de mayo en un ‘parto de los montes’. Hubo cinco salida de ministros y 4 enroques entre los que ya estaban. ¿Lo predecible? El militante demócrata cristiano Jorge Burgos en la cartera del Interior; el socialista Marcelo Díaz, ex embajador en Argentina, a la vocería gubernamental; el PPD Jorge Insunza en la secretaría general de gobierno; y, tal vez el cambio más relevante para mayor tranquilidad del empresariado (y que significó la inmediata reacción positiva de la bolsa), la ubicación en el Ministerio de Hacienda del PPD Rodrigo Valdés, ex presidente del BancoEstado, asesor de Hacienda durante el gobierno de Ricardo Lagos, con un pasado de altas responsabilidades en el Banco Central, el Fondo Monetario Internacional, Barclays Capital y BTG Pactual. Esto es, un incuestionable amante del liberalismo reinante.

Las modificaciones formales de Bachelet terminaron por ratificar, sobre cualquier duda, el contenido de clase de su administración con superior nitidez. Los pocos de arriba, felices.

La iglesia y la lucha de clases

Chile está entre los cinco países con mayor población católica de América Latina. El Papa Francisco es jesuita y los jesuitas en Chile han jugado un rol importantísimo a nivel educacional, el cual se ha traducido en el egreso de sus establecimientos de estudio de relevantes figuras políticas (desde la Democracia Cristiana, la pinochetista UDI, hasta la izquierda revolucionaria (en sus aulas se educó hasta el periodista que suscribe este artículo)), como de distintos ámbitos de la vida nacional.

El número uno de la oficialidad de la Iglesia Católica chilena es, hasta ahora, Ricardo Ezzati, quien ha padecido el cuestionamiento de una relevante fracción de la Iglesia Católica y de los católicos en general (http://www.theclinic.cl/2015/03/26/revuelta-en-la-uc-contra-ezzati-por-profesor-jesuita-despedido-60-academicos-arremeten-con-una-carta/), a causa de sus posiciones ultra conservadoras en todos los campos de la política pública, la protección de sacerdotes pedófilos y el castigo a la Iglesia de la opción por los pobres.

El buró de la Iglesia Católica es parte del directorio que comanda desde arriba, junto al gran empresariado, las FFAA y el sistema de partidos políticos dominante, guardianes ejecutivos del actual orden de las cosas en el país. Sin embargo, ocurre que las políticas del Papa Francisco tienen como fundamento una urgente renovación con el fin de salvar la crisis mundial de la Iglesia asociada a un ramillete de variables donde sobresalen los innumerables casos de pedofilia sacerdotal y el distanciamiento sideral entre la curia y los pueblos. De allí el perfil del Papa Francisco, su conducta y discurso tendientes a la actualización e influencia en los problemas más acuciantes del planeta. Al interior de esa estrategia de sobrevivencia y reposicionamiento de una de las instituciones más antiguas del mundo, Ricardo Ezzati no tiene cabida. Esto es, el daño que ha provocado y que provoca Ezzati al diseño político de la dirección del Vaticano, lo convierte en un obstáculo preciso de sortear lo antes posible.

La Iglesia Católica no es impermeable a la lucha de clases. En su interior, de manera histórica y sobre todo en América Latina, la Iglesia e incluso los jesuitas en particular, ha estado cruzada por las contradicciones propias de una sociedad dividida en clases sociales de intereses irreconciliables. ¿Cuántos sacerdotes han sido parte protagónica de insurrecciones, guerrillas, del poder popular, de las resistencias contra las tiranías, etc. en el continente? ¿Y en Chile? Innumerables. Aun, han practicado el internacionalismo popular, pagando con su vida la lucha por la liberación de los pueblos.

Entonces, por un lado, parte significativa de la Iglesia Católica oficial chilena debe estar reclamando con fuerza el alineamiento con la estrategia vaticana en curso con el fin de recobrar la autoridad moral sobre la sociedad chilena, y por otro, desde hace un tiempo que sacerdotes y seminaristas han retomado la tradición de conjuntar su compromiso con el Cristo trabajador y mapuche y humillado/a y empobrecido/a y en combate y el paraíso en la tierra.

Quien escribe el presente texto también es cristiano. Del Cristo de los de abajo. Y sabe cómo rima ese Cristo con la ética libertaria y rebelde. Como sabe que la pureza profiláctica o la ortodoxia o los manuales o los remedos históricos son materiales inútiles si no se adecúan a la realidad y dinámica concreta de los pueblos en su carrera por la conquista de una sociedad liberada del capitalismo inhumano.
Ezzati ya es el pasado hasta para los creyentes más moderados/as.

¿Y la organización de los trabajadores/as y los pueblos?

Al sur inmensamente mayoritario de la sociedad de clases, como en casi todo el mundo, la fragmentación premeditada o inconsciente del movimiento popular en Chile traba su densidad y protagonismo. Son incontables las agrupaciones anticapitalistas que intentan y edifican poder y luchas limitadas territorial y sectorialmente. La superación del “tribalismo” anticapitalista no sólo demanda un proyecto político de poder unitario y poscapitalista, una estrategia, las tácticas, una línea política de orientación colectiva (http://kaosenlared.net/chile-que-es-una-linea-politica-para-la-transformacion-social/). Todavía se trata de empeños en ‘Intranet’, desbrozados, compartimentados, ensimismados. Tan cierto como que no existe todavía el instrumento político de la revolución en Chile, es la ausencia de ataduras férreas entre las diversas expresiones del combate contra el capitalismo. La acción y reflexión conjunta de los denominados ‘movimientos sociales’ es la condición sin la cual no es posible constituirse en actor y sujeto de transformaciones estructurales. En verdad, no hay ‘movimientos sociales’, sino que un movimiento popular descoyuntado.

Siempre existe lucha de clases, lo que falta es conducción, victorias parciales, dirección unitaria de la totalidad de las batallas político-sociales. El sindicalismo que procura destruir el economicismo funcional, el antipatriarcado, el ambientalismo consecuente, la pelea dura de los pueblos originarios, los pobladores sin casa ni derechos sociales, los endeudados desde muy jóvenes, los estudiantes, el activismo de los Derechos Humanos, todas las caras resueltas contra la infamia, la alienación y la miseria más o menos encubierta, etc., tal como el enemigo de la humanidad que en Chile mantiene una unidad granítica, deben convertirse en una fuerza social total. De sus hijos/as mejores devendrán, por autoridad ganada en la práctica y las políticas correctas, la organización revolucionaria. De menos a más, de lo simple a lo complejo, de la unidad en la acción hasta la unidad política y orgánica. Desde la convicción de poder, la formación política, la práctica coherente y cada cual en su sitio.

Si bien la ética de quienes aspiran a cambiar la vida radicalmente está sintetizada esencialmente en los intereses históricos de los trabajadores/as y los pueblos, esa misma ética se sostiene sobre la solidaridad militante, la reciprocidad, la conducta insobornable, el colectivo sobre el individualismo, la democracia sobre el caudillismo, los intereses del pueblo sobre cualquier bandera, la crítica y autocrítica permanente, el amor y la disposición de combate, y la mismidad entre los público y lo privado.

Y un asunto añoso que resulta estratégico: el internacionalismo concreto y no sólo declarativo. Ante los poderes mundializados del liberalismo y el capital insaciable, ni siquiera los proyectos socialdemócratas son posibles en un solo país. La emancipación humana poscapitalista, por necesidad material, exige la coordinación metálica con los movimientos populares y las organizaciones revolucionarias del mundo. Y no por razones de ‘retaguardia’. Sino que por razones de sobrevida y garantía de duración y profundización de la sociedad futura en términos ampliados geopolítica y económicamente. Por cuestiones ligadas a la hegemonía de la humanidad sobre el capitalismo.

Toda la imaginación política e insubordinada al ruedo. No importa el tiempo que tome. Importa que se viva como un aquí y un ahora.