sábado, 28 de abril de 2012

El Primero de Mayo en Argentina según el legendario anarquista Osvaldo Bayer


Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora”. 

Escrito por el independentista cubano José Martí, entonces corresponsal en Chicago para el diario La Nación de Argentina, relatando parte de lo que fue el ahorcamiento de los anarquistas que participaron del Primero de Mayo de 1886



Andrés Figueroa Cornejo

En una clase magistral a salón colmado, el inagotable luchador social, anarquista, historiador, escritor y periodista Osvaldo Bayer, ofreció una completa exposición nombrada ‘1890-2012, historia del Primero de Mayo en la Argentina, de los anarquistas a los piqueteros’.

“Bienvenida, querida ‘Galle’” fue lo primero que dijo el autor de ‘La Patagonia Rebelde’, cuando avizoró entre los concurrentes a  Karina Germano             recientemente liberada condicionalmente de un cautiverio político de una década.

El conocido periodista Herman Schiller perseguido por Mauricio Macri, jefe de gobierno de  la Ciudad de Buenos Aires, quien ahora silenció el  programa  ‘Leña al Fuego’ que Herman conduce, fue el encargado de las moderaciones. Schiller, reconocido hombre de la izquierda argentina, miembro de la comunidad judía y amigo incombustible de la causa del pueblo palestino, presentó tanto a Ovaldo Bayer, como también al diputado Alejandro Bodart (MST en Proyecto Sur).

CHICAGO, AÑO CERO

Osvaldo Bayer dedicó la primera parte de su alocución a evocar el origen genuino del Primero de Mayo. Su voz segura y pausada expresó, “1886…¡Qué acontecimiento histórico! La primera huelga por las 8 horas de trabajo en Chicago y cómo quedo para siempre en la historia. Nadie recuerda cuando el capitalismo hizo sus primeros actos en la Edad Media; nadie recuerda a los ‘célebres generales’. Pero permanentemente se recuerda la lucha de los Mártires de Chicago. Personajes increíbles: cuánta generosidad, cuántos sueños convertidos en realidad”. Y agrega que “El Congreso de la Internacional Socialista en Ginebra resolvió en 1866 iniciar el combate por las 8 horas de trabajo. Los primeros que cumplieron con el acuerdo fueron los sindicatos norteamericanos de Chicago, que en aquel tiempo eran todos de filiación anarquista. Así decidieron hacer el primer paro el Primero de Mayo de 1886 por la implementación de las 8 horas de trabajo. Decían que el ser humano también precisa de tiempo para otras cosas. 8 horas de trabajo, 8 horas de sueño, 8 horas para el hogar y los hijos. La huelga fue total, menos una empresa que pagó a rompehuelgas un alto monto para que no salieran a la calle. Se efectuó el paro el Primero de Mayo, y al día siguiente la policía salió a reprimir a 50 mil obreros. Hasta ese momento, se trabajaba 10, 12, 14, 16 horas al día, y existían lugares que llegaban a las 17 horas. Principalmente en los oficios ‘de abajo’ que hacían las mujeres textiles. El 3 de mayo, pese a la represión, los obreros realizaron una gran manifestación en la fábrica Mc Cormick, donde no adhirieron al movimiento por un pago. Allí habló en un mal inglés, el anarquista alemán August Spies, explicando las razones de esa lucha en honor de los trabajadores. Entonces comenzó una batalla entre los huelguistas y los rompehuelgas financiados por una empresa. Ese día, la policía asesinó a 6 obreros y dejó decenas de heridos. Fue el momento en que otro anarquista alemán, apellidado Fischer, redactor del Diario de los Trabajadores, imprimió 25 mil volantes donde se explicaban las implicancias de ganar las 8 horas de trabajo. Decía: ‘Trabajadores, la guerra de clases ha comenzado. Al terror blanco, respondamos con el terror rojo si es necesario. Enfrentemos a los patrones. Tened coraje, esclavos, levantaos’. El 5 de mayo se produjo una manifestación inmensa en el Haymarket. En ese lugar alguien arrojó una bomba y mató a un policía, y los uniformados abrieron fuego contra los miles de obreros, cuyo número de fallecidos jamás fue conocido. Inmediatamente, el gobierno norteamericano estableció el Estado de Sitio. Se aprisionaron a centenares de obreros, y se responsabilizó a 8 anarquistas por el lanzamiento de la bomba. El juicio se inició el 21 de junio de 1886. Tres de los anarquistas fueron encarcelados. El inglés de 39 años y obrero textil, Samuel Fielden, recibió cadena perpetua. El norteamericano de 36 años, vendedor, Oscar Neebe, fue castigado con 15 años de trabajo forzado. A un tipógrafo alemán de 33 años le dieron cadena perpetua. Los otros cinco imputados fueron condenados a la pena de muerte por la horca: Georg Engel, tipógrafo alemán de 50 años; Adolf Fischer, periodista de 30 años; el periodista alemán de 30 años, August Vincent Spies; Louis Lingg, carpintero alemán de 22 años que se suicidó antes de marchar a la horca para no darles en el gusto a sus verdugos; y Albert Parsons, inglés y periodista de 39 años, que no había estado en la huelga, pero se había adherido, durante el juicio manifestó que aprobaba todo lo que habían hecho los huelguistas. Sus nombres quedaron para siempre. En Argentina ninguno de los mártires de Chicago lleva el nombre de una calle.”

El autor de ‘Exilio’, continúa acentuando los aspectos que significaron con mayor crudeza la precipitación de los acontecimientos cuando indica que “Posteriormente hubo un gran movimiento empresarial donde se despidieron a miles de trabajadores de las fábricas, heridos de bala, procesados y torturados. La mayoría, por supuesto, eran inmigrantes: alemanes, irlandeses, rusos, italianos y polacos. Sin embargo, poco a poco, comenzaron los paros en todas las fábricas por las 8 horas de trabajo. Y año tras año, fábrica tras fábrica, se fueron conquistando las 8 horas de trabajo. Y los organismos internacionales, tanto socialistas, como anarquistas, proclamaron el Día Internacional de los Trabajadores el Primero de Mayo”.

LA HORA DE ARGENTINA

Osvaldo Bayer posteriormente se concentra en la materia particular del encuentro, comunicando que “En Argentina, el primer acto se realizó en 1890 por iniciativa del Club Socialista Alemán Vorwärts (“Adelante”). Se convocó a todas las teorías políticas de izquierda de entonces. Fueron invitados los anarquistas, los sindicalistas revolucionarios (que poco tenían de revolucionarios). Esas fueron las tres grandes agrupaciones que constituyeron el movimiento obrero argentino”, y añadió que “Al primer acto concurrieron 2 mil obreros y cada uno de los oradores habló en su idioma: alemán, italiano, francés y el último en español. El conservador diario La Nación publicó que ‘no sé por qué se reúnen y hablan en distintos idiomas. Si no se entienden, ¿para qué se reúnen?’, en vez de decir lo contrario. Que a pesar de que no se entendían, fue gigante la solidaridad y marcharon juntos. Pronto llegaría el idioma que los ataría. Además, La Nación escribió que ‘concurrieron pocos argentinos, eran casi todos extranjeros’. Y justamente, esas ideologías del movimiento obrero habían sido traídas por los inmigrantes”.

Sin dejar de mostrar tristeza, el Doctor honoris causa de varias universidades nacionales, Osvaldo Bayer, observa que “Ya en 1899, desgraciadamente, se dividió el movimiento. Hubo un acto socialista y otro anarquista. En 1901 se fundó la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), anarquista; y en 1902, la Unión General de Trabajadores (UGT), socialista. Precisamente en 1902, el presidente de la Nación, Julio Roca, impuso la Ley de Residencia, la más cruel de la legislación argentina. A través de ella se expulsaba a todos los obreros extranjeros que practicaban ideologías ‘contrarias al ser nacional’. Se deportaba sólo al hombre y se quedaba en Argentina su mujer con los hijos, con el fin de que la esposa le dijera a su marido ‘no te metas en el sindicalismo que te van a echar, ¿y qué hago yo con los niños, cómo los alimentos?’ Entonces había muy poco trabajo para las mujeres. Fueron deportadas centenares y centenares de personas, casi todas españolas, italianas, algunas polacas, y casi todas de ideas anarquistas. En aquel tiempo, los inmigrantes vivían en conventillos en el barrio porteño de San Telmo, construidos por la gente del barrio norte. Conventillos para 140 personas con un solo excusado. Y en el baño pendía un cartel que decía que ‘se prohíbe a las mujeres y a los niños hacer uso del excusado entre las 05:00 y las 09:00 hrs.’, porque en ese horario los hombres formaban fila para hacer sus necesidades antes de partir al trabajo. Además se recomendaba a las mujeres comprarse escupideras para hacer sus necesidades en esas habitaciones de 2,5 por 3,5 metros donde vivía el matrimonio con todos los hijos. Esto retrata el sufrimiento de los primeros inmigrantes que llegaron de Europa.”

Bayer no deja de referirse a principios del siglo XX, enunciando que “En 1904, 70 mil obreros asistieron a la manifestación del Primero de Mayo. ¡Cuando Buenos Aires tenía una población de apenas 900 mil habitantes! Y no era un día de fiesta ni un feriado, había que ir a trabajar. Es decir, quien participaba en la conmemoración de los Mártires de Chicago corría el riesgo de ser despedido. Allí, Julio Roca, en el último año de su segundo mandato, ordenó la represión. La policía atacó a las columnas obreras y fue asesinado el marinero Juan Ocampo de 18 años. Los anarquistas tomaron el cuerpo de Juan Ocampo y lo llevaron al local del periódico La Protesta, donde lo velaron. Por la noche, el presidente y general Roca dictaminó el allanamiento policial del lugar. Los uniformados destruyeron las imprentas y se llevaron el cadáver de Juan que jamás volvió a aparecer. Fue el primer detenido desaparecido en la historia de Argentina. Pero no existe ni siquiera una callecita en un barrio obrero con su nombre” y continúa relatando que “En 1905 también habrá represión hasta 1909, donde se produjo la gran matanza del coronel Ramón Falcón en la Plaza Lorea en Buenos Aires. Marcharon 75 mil obreros. Caminaban por la calle Rivadavia ese Primero de Mayo y Falcón que se encontraba cerca, mandató a la fusilería de la policía para que recibiera a los trabajadores con fuego. Los obreros iban con sus mujeres y sus niños porque querían que vieran el recordatorio. Cayeron inmediatamente 6 obreros. Luego Falcón ordenó a la caballería atacar a sablazo duro. Se produjo una masacre. Los trabajadores se retiraron. Naturalmente, al día siguiente los diarios conservadores felicitaron a Falcón porque los obreros en vez de ir a trabajar, ‘molestaban ocupando las calles principales’. Oficialmente aseguraron que hubo 14 muertos y 80 heridos graves. Por supuesto, el 3 de mayo hubo un paro general. Y cuando los soldados vieron a los trabajadores cargando y acompañando los ataúdes de los recién muertos hacia La Chacarita se originó un tiroteo. La policía debió evacuar”.

SIMÓN

Bayer toma un respiro breve e insiste en que “Los obreros de entonces no eran nenes de pecho. En  noviembre de 1909, el joven anarquista de nacionalidad rusa, Simón Radowitzky, esperó al coronel Falcón a la salida de La Recoleta que iba en coche a caballo con su secretario, y le arrojó una bomba. El jefe de la policía voló por el aire y cayó muerto igual que su secretario. ¿Por qué la bomba? Porque los anarquistas sostenían que la bomba era la expresión de la ira del pueblo que ‘aguanta, pero termina por explotar’. Simón Radowitzky fue perseguido por la policía, intentó suicidarse de un tiro, pero no murió. Después de su apresamiento fue condenado a muerte. Pero el joven ruso demostró con su partida de nacimiento que apenas contaba 18 años, que para las leyes de entonces, lo situaban como un menor de edad, y los menores de edad no podían ser condenados a muerte. A cambio de ello, fue condenado a prisión perpetua en Ushuaia. Roca, imitando a los zares de Rusia, había convertido la cárcel de Ushuaia en Siberia, donde los prisioneros políticos y comunes morían de frío. En la época, se realizaban manifestaciones donde se denunciaba esta situación y poetas populares y payadores cantaban y hacían poesías en los actos políticos obreros al respecto ((…) “La conciencia y la cultura / una forma de educación / la ley es oposición a los derechos de gente / la razón más sorprendente la ley la absorbe y la niega / las leyes de esta alma ciega y el juez es un delincuente”). Simón Radowitzky pasó 21 años en Ushuaia. Tenía una resistencia impresionante y sobrevivió. En 1930, estando Yrigoyen en el poder, los anarquistas realizaron un paro, exigiendo la libertad de Simón. Como los panaderos adhirieron, Yrigoyen debió ceder. Antes de pisar el puerto de Buenos Aires, arteramente, Radowitzky fue expulsado a Uruguay donde permaneció preso durante varios meses hasta que, nuevamente deportado, se fue a Brasil. Y en 1935, cuando la República Española se encontraba a las puertas de la guerra civil contra el fascista Franco, Simón se ofreció para luchar, pero no como combatiente, sino para mensajero en el frente. Si triunfaba la República, el ruso le pidió a sus compañeros que quería terminar sus días fabricando juguetes para los niños”.

LAS MATANZAS 

El fundador de La Chispa, enfrenta los sucesos de la primera década de la centuria anterior, comentando que “En 1910, los ‘niños bien’ del barrio norte el Primero de Mayo asaltaron los periódicos anarquistas y La Vanguardia socialista e incendiaron los locales, las bibliotecas, y los sindicatos. En 1919 se produjo la Semana Trágica de enero. Los metalúrgicos se fueron a paro porque todavía laboraban 10 horas diarias (los panaderos consiguieron las 8 horas de trabajo en 1895, tras dejar a la ciudad sin pan una semana). El presidente Yrigoyen mandó la represión contra la huelga donde serían asesinados 4 metalúrgicos que quisieron impedir la actuación de la policía. Al día siguiente se desató el paro nacional de todos los gremios para enterrar a esos muertos. Nuevamente, la marcha obrera avanzó sobre La Chacarita a despedir a los mártires, y nuevamente fueron reprimidos por la policía. Ocurrió algo que jamás había pasado en la Ciudad de Buenos Aires: una batalla, pero esta vez, con obreros que ya usaban armas. Como los trabajadores estaban venciendo a la policía, Yrigoyen  cometió su peor error: ordenó el accionar del ejército en la calle Corrientes. Como la Revolución Soviética había acontecido sólo dos años antes, la gente bien del barrio norte temía una réplica en Argentina. Entonces, se originó la Liga Patriótica Argentina desde esa minoría privilegiada socialmente. Yrigoyen permitió que la policía los apoyara contra los inmigrantes judíos que vivían en el barrio Once, porque, como habían llegado con pasaportes rusos y la Revolución fue allá…Estalló una verdadera masacre contra los judíos, que entonces también llamaban ‘rusos’. Destruyeron sus tiendas, incendiaron por doquier, etc.”.

Bayer se detiene en la figura de Yrigoyen. “En la primera presidencia de Yrigoyen se producen las más grandes matanzas de obreros de la historia argentina, incluso más que en dictaduras, y eso que Yrigoyen fue electo ‘democráticamente’. Entre 1921 y 1922 fueron duramente reprimidas las huelgas patagónicas. Allí Yrigoyen envió al ejército, al 10 de caballería, a las órdenes del teniente coronel Varela, quienes fusilaron a alrededor de mil 500 peones rurales. La pena de muerte había sido eliminada en 1918, pero se inventó la categoría de ‘subversión’ contra los trabajadores. Pero una huelga obrera no es subversión. Eso es cuando se levantan los militares. Lo mismo ocurrió en la empresa de capitales británicos La Forestal, esta vez, contra los hacheros, casi todos pertenecientes a los pueblos originarios. Primero fueron castigados por la policía privada de la empresa, permitida por Yrigoyen. Como no pudieron contra los hacheros, entonces el gobierno envió al 12 de infantería”.

Refiriéndose a los inicios de la segunda década del 1900, Osvaldo Bayer recalca que “El Primero de Mayo de 1921 en Río Gallego (dos mil habitantes), en medio de la represión, afirmaron los dirigentes obreros antes de los crímenes patagónicos, ‘Compañeros, nuestro triunfo se avecina a pasos agigantados. Ya han sido puestos en libertad 15 de los compañeros presos. Quedan 12. De ellos aún 8 son los que el señor gobernador interino y secretario de la Sociedad Rural, alzándose contra las leyes, se niega a poner en libertad, desobedeciendo hasta las órdenes terminantes e imperativas del Poder Ejecutivo Nacional. Pero ya le llegará su hora y la justicia triunfará por sobre el capricho. La huelga continúa, lo mismo que el boicot. Ni una ni otra cesarán mientras no estén en libertad todos los compañeros. No hagáis caso de las mentiras que hacen circular muchos enemigos porque ellos no reparan en medios para obtener lo que no pueden conseguir por las vías legales que violan abiertamente. La marcha de la huelga os la daremos a conocer por medios adecuados y las noticias que os comuniquemos, buenas o malas, serán la expresión fiel de la verdad. Estamos dispuestos a obrar así porque tenemos conciencia de la responsabilidad que hemos contraído. Se pretende hacer de nuestra justa actitud una cuestión de nacionalidades. Compañeros, rechacen semejante absurdo porque los obreros no ven un enemigo en aquel que no sea un connacional, sino una víctima del capital que todo lo corrompe y lo avasalla. Los hombres, sean donde sean nacidos, somos todos iguales y por eso no puede haber entre nosotros diferencias de nacionalidades. Adelante, pues, hasta conseguir nuestro justiciero triunfo. Permanezcamos unidos que esto nos hará vencer las dificultades que nuestros enemigos nos crean. (La Lejana Patagonia)’.

Y afirmándose sobre unos pobres apuntes manuscritos, Bayer dice que “En 1919 Yrigoyen transformó el nombre del Día de los Trabajadores en Fiesta del Trabajo. ¿Fiesta para quién?  En 1925, el presidente de turno ubicó el Primero de Mayo como asueto nacional. Pasó a ser día de fiesta. ¿Para qué? Para que la gente se quedara en la cama y no hubiera más actos. En su segundo gobierno, Yrigoyen, en 1928, bautizó una plaza con el nombre Primero de Mayo para quedar bien con los sindicatos, y en Balvanera se erigió un monumento al trabajo que esculpió Roberto Soto”.

EL FACTOR PERÓN  

Bayer, como a través de un camino indeleble, avanza, señalando que “Durante la Década Infame que inauguró José Uriburu (1930), los gobiernos prohibieron la conmemoración del Primero de Mayo. Los obreros hicieron manifestaciones de todos modos, en medio de enormes peligros. Yo me acuerdo de pequeño de esos Primeros de Mayo. Los maestros nos pedían no salir a la calle en esa fecha. Nos decían que sólo ‘los revolucionarios salen a la calle’. En 1944, los comunistas hacían su acto separados de los socialistas y anarquistas. El anarquismo había perdido muchos adeptos. Comenzó la industrialización del país, sin inmigración europea y con criollos del interior de Argentina. La reacción luego los llamó ‘cabecitas negras’, invasores de la ciudad. Cambió la composición de los trabajadores. El Primero de Mayo de 1944 que organizaron los comunistas en Plaza Once, fue reprimida por la policía  y detenidos más de 100 comunistas. El Primero de Mayo de 1945, el ejército marchó sobre los actos para vigilar a los trabajadores”.

Aquí Bayer hace una inflexión. “En 1946 fue elegido presidente Juan Domingo Perón y la mutación fue profunda. Por primera vez, fue el presidente quien iba al Primero de Mayo. El 47’ el acto se efectuó en Plaza de Mayo. Perón y Evita salieron al balcón. Se perdió el carácter internacional y no se escucharon los cantos obreros ni la Internacional, sino que la música estuvo a cargo de compositores criollos. Habló el secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT), Evita y Perón. A los comunistas, socialistas y anarquistas se les permitió realizar manifestaciones lejos del centro de la Ciudad de Buenos Aires, y el día anterior al Primero de Mayo, el 30 de abril. Los actos se modificaron totalmente. Perón jamás se refirió a los Mártires de Chicago, sino que se dirigía sólo a los obreros argentinos y desde un prisma nacionalista y de apoyo a los sindicatos adeptos a él. Con el tiempo, se reconocieron sólo los sindicatos asociados a la CGT, la que fue reconocida por el Ministerio del Trabajo. El sindicalismo pasó a ser peronista. Quedó como Día del Trabajo y no de los Trabajadores, y definitivamente feriado. Todas las expresiones fueron para glorificación del líder y para hablar de las últimas leyes ligadas al mundo del trabajo. El peronismo, naturalmente no cambió el capitalismo. Se vivió un capitalismo con algunas leyes obreras, como el Estatuto del Peón Rural y otras. La primera parte del gobierno de Perón fue muy afín a la iglesia, pero con una relación muy contradictoria en el andar. En 1955, en el acto del Primero de Mayo, el secretario general de la CGT atacó a la iglesia católica, y se planteó que se lucharía por eliminar la enseñanza religiosa en las escuelas y  se separara la iglesia del Estado por vez primera. La iglesia católica fue siempre la iglesia oficial del Estado. Perón dijo entonces que si los obispos ‘han de irse, se irán’. Dos meses después caería. Así comenzó la dictadura de Lonardi y siguió la de Aramburu. Como el Partido Socialista estuvo con la dictadura de Aramburu, ellos organizaron el acto de 1956, como en tiempos anteriores al peronismo, pero reivindicaron a Mayo y a Caseros y marcharon hasta el monumento de Sáez Peña (!)”.  

Ya dedicándose a la plena modernidad histórica, Bayer comenta que “En 1964 los gremios siguieron siendo peronistas. Antes, el dictador Aramburu había permitido la realización del Congreso de la CGT en el cual se llevarían a cabo las elecciones de la central. Ahí surgen las 64 organizaciones sindicales peronistas, las 32 agrupaciones democráticas no peronistas y 7 que se distribuían entre comunistas y otras corrientes marxistas. Yo cubrí ese Congreso como periodista. Crecientemente se asentó una burocracia sindical muy fuerte. Tanto es así, que en 1964, con el gobierno de Illía, el Primero de Mayo los dirigentes sindicales ubicaron una corona de flores en el monumento a San Martín, con todo un sentido patriótico y totalmente ajeno a las causas que originaron la conmemoración. En esa ocasión, el sindicalista y político Andrés Framini prometió que Perón retornaría al país luego de visitar Egipto, India,y la China de Mao. Pero no fue así. En su exilio, Perón primero fue al Paraguay del tirano derechista Stroessner; se refugio en la Venezuela del dictador Pérez Jiménez. Cuando esos militares ya decaían, Perón se fue al Canal de Panamá de los norteamericanos; a la Republica Dominicana del tirano Trujillo –el peor de todos-. Como Trujillo tambaleaba, los adeptos de Perón informaron que partiría a Argelia, cuando ese pueblo estaba en plena lucha anticolonial contra Francia. Sin embargo, no se asiló en Argelia, sino que en la España de Franco. Este periplo mostró claramente lo que ocurriría después. Perón eligió a su secretario privado en Madrid fascista, el cabo de la policía federal argentina, López Rega. En el breve gobierno de Cámpora, Perón lo obligó a colocar a López Rega como ministro de Asistencia Social. Se trataba de un sujeto que carecía de toda preparación política. Su única especialidad era la represión. López Rega fue el creador de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), la máquina de matar que antecedió la dictadura de Videla”.

Osvaldo Bayer, honestamente, señala las contradicciones internas del peronismo, contando que “En 1965 en Plaza Once se dio una enorme pelea entre los propios peronistas. Comenzaba a gestarse la izquierda del peronismo. La disputa llegó al punto que el general Onganía –que había volteado al miembro del Partido Radical y presidente nacional, IIlia- prohibió los actos del Primero de Mayo”, y suma que “El regreso de Perón produjo la Masacre de Ezeiza al interior de las corrientes del movimiento. Perón simplemente había tomado partido por la derecha. Famosa es la acusación de ‘jovenes imberbes’ que hizo a los Montoneros y las juventudes de izquierda”.

EL MENSAJE REBELDE

“Nuestro sindicalismo terminó en una burocracia tremenda. Han existido dirigentes que han durado 30 años en el poder. El actual secretario general de la CGT, por ejemplo, que no sé hace cuánto tiempo está, y aún desconocemos cuánto más estará. Además de la podredumbre signada por una gran corrupción. Hay dirigentes con amplias fortunas y los conocemos muy bien. ¡Pero qué claridad la de los primeros líderes sindicales, y la mala fortuna de sus muertes tan tempranas! En el pasado reciente, primero fueron perseguidos por la Triple A y después por la dictadura de los Detenidos Desaparecidos”.

Con sus 85 años de combate por la emancipación humana, Osvaldo Bayer, el rebelde, arroja un mensaje. “Volvió a la democracia y es preciso luchar desde abajo por más democracia. Que dictadores militares estén en la cárcel es un gran paso. Los 13 dictadores militares que sufrí en mi vida murieron en la cama, cobrando su sueldo de generales. El pueblo jamás salió a la calle cuando los militares se levantaron y destituyeron a los presidentes electos y todos nuestros presidentes derrocados, huyeron de la casa de gobierno. Algunos hasta en helicóptero desde la Casa Rosada. Falta muchísimo todavía para alcanzar una verdadera democracia. El futuro es nuestro. Imitemos a aquellos primeros dirigentes del Primero de Mayo que fueron asesinados por los dueños de la tierra y los dueños de todo, pero que continúan estando presentes en todo el mundo. Salve esos héroes.”


Abril 28 de 2012 

sábado, 21 de abril de 2012

“Argentinización” del petróleo: Las cosas en su sitio




Andrés Figueroa Cornejo


1. Si el contenido del Estado es síntesis de la hegemonía de la minoría capitalista, entonces sus políticas económicas, estratégicamente, expresan sus intereses. Incluso si el Estado siempre es representación –como en menor escala, cualquier territorio de relaciones de poder de una sociedad en un momento dado- de un campo en permanente disputa mientras existan clases sociales de intereses irreconciliables. Es decir, existe Estado porque existen clases sociales de intereses antagónicos. Que un buen día no haya Estado es síntoma simplemente de que no hay clases sociales. La maldición de que las grandes mayorías tengan que hacerse del Estado para implementar provisoriamente las tareas de planificación racional, orden y defensa, y promoción cultural, política y económica de sus intereses, es el trago amargo y tránsito hacia una sociedad gobernada directa y creativamente por la propia sociedad. Así y todo, ese Estado que todavía no existe, dada la acumulación histórica de los trabajadores y el pueblo, ya debe contener las formas de la democracia más radical y su control colectivo necesario para evitar, a como dé lugar,  la formación de una casta privilegiada que haga y diga a nombre de los intereses de las clases subalternas devenidas en hegemonía.  No vale la pena recordar los males de las experiencias no capitalistas del siglo XX; como en su momento, sí tiene sentido recordar sus aciertos respecto del capitalismo.

En general, bajo el capitalismo en su fase imperialista y para mantener su tasa de ganancia sobre el movimiento objetivo de la acumulación concentrada del valor socialmente producido versus la desigualdad realmente existente; del capitalismo gobernado por el momento financiero y especulativo sobre el resto de los momentos del capital; de la intensificación de la explotación del trabajo asalariado y la acumulación originaria incesante mediante el despojo de los recursos naturales y derechos sociales obtenidos en su fase anterior por la propia lucha de clases y relaciones de fuerza mundiales; el Estado funciona como arma, escudo y aval de las clases propietarias. Si las grandes mayorías tuvieran la organización y fuerzas suficientes, no sólo podrían arrancar superiores beneficios sociales del excedente de su propio trabajo acumulado por el Estado de los que mandan aún, sino que por dinámica objetiva –de la cual es parte sustantiva la voluntad y naturaleza de su propia conducción política, o conciencia resumida- tendrían que destruir el actual Estado, y construir otro en vistas a su extinción definitiva.


2. En Argentina y más allá, para los de arriba, la fiebre bipolar, maniquea, de caricatura de alto contraste, tiene como forma coyuntural la compra del 51 % de YPF por el Estado argentino. Por un lado, está el discurso multiplicado de un capitalismo acuartelado en sus fundamentos más primitivos y representado por el diario La Nación y su área de producción mediática de contenidos, que pone de modo delirante una medida política-económica casi a la altura de lo que significó la Revolución Cubana para los intereses de las clases dominantes. Soterradamente invoca a los cuarteles, dibuja a la versión peronista y pequeño burguesa del gobierno de turno como si fuera el Caballo de Troya de sus terrores y aleona a la oligarquía contra la iniciativa de la administración CFK. Es decir, sin contexto, sobreideologizadamente, sobreactuando, la conciencia más integrista de la clase mandante en Argentina –siempre dependiente, rentista y subordinada al gran capital sin patria-, excéntricamente, procura cautelar el programa abstracto, sin táctica y maximalista de los peores manuales del ultraliberalismo garabateados luego de la implosión de la URSS.

Por otra parte, el gobierno argentino, desde sus propios dispositivos mediáticos, transforma la compra y conversión en propiedad mixta de los recursos petroleros del país, en un acto soberanista también súper explotado en términos propagandísticos, cargado de emotividad “nacional” y argentinidad abstracta, sin sujeto. No importan tanto las causas, los procedimientos y los efectos que tendrá la medida de media recompra de lo que se privatizó en los 90’, sino más bien, su dramatización para un público infantilizado políticamente.


3. Independientemente de las maneras –aunque son inseparables de los contenidos salvo en su momento analítico-, desde los intereses históricos del pueblo trabajador, resulta un contrasentido situarse contra la medida del Ejecutivo, refrendada a veces clientelar y oportunistamente por el Legislativo entero ante los eventuales réditos electorales provenientes de la popularidad de la iniciativa. En términos inmediatos, ella era necesaria frente a la rapacidad de Repsol y la crisis energética del país que situaban sus intereses privados contra un capítulo delicado de la gobernabilidad y el mistificado “pacto social” por arriba. Asimismo, la readquisición del 51 % del petróleo a nivel nacional y provincial, avivan nuevamente el mito de la desconexión y la autarquía económica de Argentina en la época de la mundialización del capitalismo. La medida de alto impacto mediático, esperanza a un costado de la llamada izquierda nacionalista y de paso, opaca problemas cruciales como el trabajo informalizado y precario de la mayoría de la fuerza laboral, la profundización del modelo soyero y primario extractivo, la transnacionalización pura y dura de la economía argentina, la crisis educacional y sanitaria, la corrupción  y la relación social desigual del 80 / 20, donde el 80 % de los argentinos sobrevive al día, y el 20 % goza del trabajo ajeno, entre otras tragedias propias del capitalismo.

Resulta infantil que el anticapitalismo esté contra la medida. Como resulta infantil que algunos crean que existe una agenda secreta de horizonte socialista en la cabeza del grupo de interés que administra coyunturalmente el Estado. La ‘argentinización’ del petróleo es el límite del programa de gobierno, no su punto de partida hacia una sociedad post capitalista. Las transformaciones estructurales en beneficio de las clases expoliadas son un desafío de las propias clases expoliadas. No caen verticalmente desde la ocurrencia, buena voluntad, filantropía o conspiración propopular de una administración gubernativa sin pueblo. Las fronteras de la democracia representativa, formal, caudillista, palaciega, resultan acotadas por muy populistas que sean o parezcan ser.

Ocurre que como la hegemonía precaria de los dueños de todo no ha tenido contratiempo alguno desde hace mucho tiempo, hasta una iniciativa que en rigor, no modifica el movimiento capitalista, resulta ‘peligrosa’. Y más por su ejemplo en otras latitudes que por lo que pierde en lo inmediato. Sin contar siquiera con los efectos de la crisis económica en curso y que en la actualidad hinca uno de sus centros en Europa y en España en particular. Efectivamente, existe una lógica de alarma y reacción del estatismo corporativo o del corporativismo y sus propios Estados ante cualquier ademán que pudiera eventualmente dañar sus intereses estructurales. La burguesía no teme el gesto de la reapropiación del 51 % de YPF. Teme un nuevo ciclo de luchas sociales y recomposición política de los trabajadores y empobrecidos del mundo. Teme a la revolución social, no a un impuesto a la lucha de clases. Teme que de la disputa y competencia destructiva intercapitalista se pase abiertamente a un período de combate político entre explotados y explotadores.

Por ello las fuerzas anticapitalistas, su amplitud obligatoriamente generosa, unitaria, abarcadora, con proyecto para el siglo XXI, vocación de mayorías y no lo contrario, deben saludar sobriamente la ‘argentinización’ del petróleo. Que nadie estime que las ruedas de la historia caminan por inercia hacia la felicidad humana y que un gobierno práctica y declarativamente capitalista realizará las tareas que le corresponden por necesidad y sin atajos a la voluntad de los populares. Tácticamente es conveniente para los pueblos la medida de CFK.

En cuanto el movimiento real de las clases subalternas en pugna y organización ante el capital cobre vigor, la iniciativa parcial, absolutamente insuficiente de la presente administración política argentina, será un precedente para cambiar radicalmente la vida.


4. En otro contexto, bajo otras relaciones de fuerza, en el Chile de los años 60’ y la ‘Alianza para el Progreso’ impulsada por el imperialismo norteamericano a través del demócratacristiano Eduardo Frei Montalva, se sindicalizó al campesinado, se realizó una reforma agraria, hubo una reforma educacional que amplió la cobertura de la enseñanza pública y se ‘chilenizó’ el cobre. Es decir, Frei Montalva –años después colaborador del golpe de Estado de 1973 y paladín de los intereses imperialistas en Chile-, compró el 51 % del cobre o ‘sueldo de Chile’. Ello facilitó con creces la nacionalización plena (casi el 100 %) del metal rojo cuando el gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular. Es cierto, lo descrito arriba no es transferible mecánicamente a lo que ocurre en el mundo y en la Argentina de 2012. Pero sí enseña al menos, que una medida que tenía como fin domesticar la lucha social mediante un proyecto desarrollista imposible bajo la dependencia de los polos imperialistas y la ausencia de una ‘burguesía nacional revolucionaria’, sí puede facilitar -desde una alternativa política proveniente del pueblo concreto y en movimiento, y bajo una conducción política que exprese sus intereses genuinos- transformaciones que apunten a la descalcificación del orden de la minoría, y la creación de poder de la hegemonía multidimensional de los más, de los todos.
   
          
21 de abril de 2012

sábado, 14 de abril de 2012

“En Argentina la mafia es directamente la clase política”


·        Entrevista con Carlos Chile, Secretario General de la Central de Trabajadores de Argentina de la Ciudad de Buenos Aires y líder del Movimiento Territorial de Liberación.







“Eres los Estados Unidos, 
eres el futuro invasor…
Crees que la vida es incendio, 
que el progreso es erupción; 
en donde pones la bala 
el porvenir pones. 
No.”

Rubén Darío, fragmento del poema ‘A Roosevelt’.

  


Andrés Figueroa Cornejo


La Central de Trabajadores de Argentina, dirigida por Pablo Micheli a escala nacional, enfrenta el desafío de edificar una agrupación capaz de dar cuenta de los actuales modos de la acumulación del capital y la organización del trabajo. Es decir, la CTA quiere ser una herramienta al servicio de los intereses históricos de los trabajadores, a años luz del sindicalismo tradicional, ineficaz, impotente ante las nuevas formas de explotación, obsecuente con los que mandan. La CTA quiere ser la organización de lo trabajadores del siglo XXI en Argentina.

El Secretario General de la CTA de la Ciudad de Buenos Aires proviene del movimiento social no sindical, y aunque es porteño de nacimiento y se llama Juan Carlos Huerta, todo el mundo lo conoce como Carlos Chile. “Mi nombre sintetiza mi vida”, dice el líder del Movimiento Territorial de Liberación –inspirado en la construcción creativa del poder popular- que de muchacho, antes del triunfo de la Unidad Popular en Chile, conoció a Salvador Allende en 1969 en un fundo tomado por los pobladores entre las comunas de San Bernardo y La Cisterna, el entonces, Campamento Venceremos, “en un acto sobre dos tambores de 200 litros y un tablón”, hoy Población Las Acacias. Fue militante del Partido Comunista, participó de la resistencia luego del golpe de Estado de 1973. En 1985,  cumpliendo tareas militantes a propósito del denominado “Caso Degollados” (http://www.youtube.com/watch?v=N80y3hWOEUo), fue hecho prisionero y estuvo en los cuarteles de la siniestra Central Nacional de Informaciones (CNI) de Pinochet, administrada entonces por Humberto Gordon Rubio  (http://www.memoriaviva.com/culpables/criminales_g/Gordon.htm). Allí Carlos Chile estuvo un mes desaparecido, sufriendo interrogatorios y  torturas, acusado por la supuesta autoría en la colocación de dos explosivos en la municipalidad de Las Condes. Fue liberado luego de duras gestiones del pueblo argentino hacía poco fuera del circuito de las dictaduras militares que, como peste, fueron impuestas por el imperialismo norteamericano en América Latina desde 1964 (Brasil), y que cobraron 250 mil desaparecidos en todo el Continente. Fue expulsado por la dictadura de Pinochet, pero también el primer presidente civil post tiranía, el demócrata cristiano Patricio Aylwin (golpista), mantuvo la prohibición de su ingreso al país andino. Ahora bien, sólo la semana pasada estuvo de visita en la región alzada popularmente de Aysén.

A comienzos del milenio “formamos el Movimiento Territorial de Liberación (MTL) con el objetivo de que se convirtiera en un referente político-social”, recuerda Carlos, “y a poco de crearlo, se fue llenando de pobres y de hambrientos, de gente sin casa, y fue volviéndose lo que más tarde se llamó movimiento piquetero. Actualmente el MTL goza de experiencias de trabajo autogestionado, vivienda autogestionada, barrio propio, como el de Monteagudo en Buenos Aires donde funciona la radio Sur (http://www.radiosur1027.org.ar/)”.

“DESDEÑO DE LOS MANUALES, LOS DOGMAS Y LAS VERDADES REVELADAS”

“La CTA intenta polemizar con la idea tradicional de que el trabajador sólo es aquel que tiene esa condición cuando labora. Pero para nosotros, trabajador es todo aquel que trabaja, que quiere trabajar y que trabajó. Por lo tanto, el universo es mucho más vasto que el convencional”, expresa Carlos Chile. 

-¿Cuál es la diferencia entre el movimiento social y los partidos políticos y los propios sindicatos clásicos?

“Cuando uno es parte del movimiento social se convierte en parte de la familia. En los partidos, los compañeros hacen visitas un par de veces por semana, haciendo elocuentes discursos sobre la revolución y se retiran. Cumplen con pagar las cotizaciones y vender la prensa, y en privado pueden ser unos bandidos que golpean a su mujer. Sin embargo, en los movimientos sociales no se puede mentir. Nos conocemos demasiado, porque convivimos. En todo caso, no conspiro contra los partidos: que cada cual haga su experiencia. Y estimo que la década de los 80’ es el período de mayor debate y producción intelectual de los movimientos sociales, con la educación popular, los Sin Tierra de Brasil, etc. Esto es, se originaron nuevos paradigmas desde Nuestra América. Aquí el aporte sustantivo del peruano Juan Carlos Mariátegui es sustantivo (“ni calco ni copia, sino creación heroica”). Uno de los resultados políticos más visibles es la Presidencia del originario Evo Morales en Bolivia.  Considero que los 80 fueron más ricos en los 60 y 70, excepto por la aparición de la Teología de la Liberación.”

-¿Cuál es tu concepción ideológica, entonces?

“Yo creo en la teoría práctica del ensayo y desdeño de los manuales, los dogmas y las verdades reveladas.”

-¿Cuál es tu lectura de la actual fase del capitalismo mundializado?

“En la década de los 80’ el capitalismo dio un salto de calidad bañado de sangre. La nueva táctica capitalista para garantizar su tasa de ganancia, destruye capital productivo, multiplica la exclusión social respecto del consumo. El liberalismo que hizo crisis en los 30’, se modificó luego de la desaparición de la URSS. Pero los que hicieron fiesta cuando cayó el muro de Berlín, olvidaron que los ladrillos se desplomaron para ambos lados. Por tanto, en medio del delirio exitista, el capitalismo imaginó que podría mantener sus privilegios incluso con la desaparición del trabajo. Como si el valor y la riqueza no emanaran justamente del trabajo. Se habló hasta del fin de la historia y las ideologías. De allí a la hegemonía del capital especulativo y su crisis en curso, sólo pasó poco tiempo.”    

“ARGENTINA TIENE UN GOBIERNO ‘GESTUAL’: COMO EL VIOLÍN, LO TOMA CON LA IZQUIERDA Y LO TOCA CON LA DERECHA”

-En Argentina resulta impresionante la opacidad de las cifras, la oscuridad respecto de la realidad que padecen las grandes mayorías, la reivindicación obscena del denominado “relato” –en el colmo del post modernismo, la manipulación a todo nivel, tanto del oficialismo como de la oposición burguesa; el discurso resuelto en una composición literaria de intereses de clase y de facciones de clase…

“Aquí existe un país virtual y otro real. Si la historia la cuentan los que ganan, entonces hay otra historia verdadera. Esa realidad se verifica en los ingenios azucareros, en el tabacal, en la disputa por la industria del petróleo, la megaminería, los pueblos originarios, la de los luchan por la soberanía de la flota fluvial argentina y de los puertos. Entre las visiones de Página 12 y La Nación (periódicos del oficialismo y de la oposición, respectivamente) existe la coincidencia de negar la realidad de las grandes mayorías. Nosotros no somos gobiernistas ni anti gobiernistas. No nos interesa discutir con quien administra el modelo en Argentina. Queremos polemizar con el modelo. Más allá de las diferencias nominales, los gobiernos de las provincias aplican el modelo a rajatabla, indiferenciadamente. Plantan soja, transfieren recursos naturales inconsultamente e hipotecan el futuro de todos mediante políticas que sólo benefician a corporaciones transnacionales y a la mafia política.”

-¿A qué te refieres con ‘mafia política’?

“En Estados Unidos existe una mafia siciliana, una china, una rusa, etc., que sostienen vínculos con la policía y con los políticos. En Argentina no hay mafias así. La mafia es directamente la clase política. Se trata de una asociación ilícita que gobierna el país. Y esa mafia matrimoniada con las multinacionales mediante una corrupción reconocida mundialmente, no tiene nada que ver con una Argentina anterior históricamente.”

-En el extranjero se vende una Argentina súper titán de los derechos humanos…

“Es innegable que Argentina es el único lugar de Latinoamérica donde se ha juzgado a un buen número de genocidas de la dictadura. Es un proceso fuertemente gestual, porque la mayoría sigue en libertad. De todos modos, no fue el Ejecutivo el que logró encarcelar criminales. Fue la fuerza y el clamor del pueblo. En ello no hay que equivocarse.”

-Sin embargo, las violaciones a los DDHH no terminaron con la dictadura militar y la ‘Triple A’ de algunos años antes (73’, 76’, hasta 1982)…

“Desde el gobierno se manifiesta un esfuerzo insostenible de acotar las violaciones a los DDHH a la época de la tiranía. Pero ocurre que durante los últimos 20 meses ya van 18 muertos en “democracia”, en manos de ‘patotas’ financiadas por la burocracia sindical, que, en rigor, actúan como sicarios de las multinacionales, como el caso de Ferrocarriles, del Indoamericano, en Ledesma, entre muchos.”

-¿Qué hay tras estos métodos?

“Eso está registrado en los documentos de Santa Fe I y II de Henry Kissinger, en la estrategia de las democracias tuteladas y restringidas de ‘tercerizar’ la represión a través del paramilitarismo que azota a Colombia, por ejemplo, pero que recorre todo el Continente.”

-¿Y qué papel juega el ejecutivo de turno?

“Es puramente gestual. Parte a Isla Margarita y firma un acuerdo con los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela, donde todos van con sus empresas petroleras estatales mientras Argentina representa a la corporación española Repsol, donde se conviene que la energía es un bien social e inmediatamente después la delegación argentina vuelve al país y otorga una concesión por 40 años más a la multinacional British Petroleum. Aquí el gobierno pone los huevos en un lugar y grita en otro lado. Esta gente cree que el gobierno es un violín: se toma con la izquierda y se toca con la derecha.”

“NUESTRA RESISTENCIA CENTENARIA HABILITA LA ESPERANZA DE LA OFENSIVA POPULAR”

-¿Qué busca la CTA?

“Como el sistema capitalista evoluciona, necesariamente la organización de los trabajadores debe hacerlo también. El sindicalismo paraestatal no ha evolucionado. Continúa con prácticas bandoleristas, economicistas. Es parte del problema ya. Si el capitalismo cierra las fábricas, las fábricas serán los barrios. Desde allí resistiremos. Si nos echan de las fábricas, ahora sabemos que existen nuevas formas de detener la economía.”

-¿Y la lucha de clases?

“Hace escaramuzas permanentemente. Solapada o explícitamente, dependiendo del contexto, y según los atributos del campo popular hasta convertirse abiertamente en guerra de clases. Mientras no se recompone el pueblo trabajador, el poder aplica la violencia con toda libertad, e incluso con el consenso de buena parte de la sociedad.”

-¿Quiénes pueden ingresar a la CTA, en un país donde, para beneficio del capital, más de la mitad de la fuerza de trabajo labora ilegalmente, ‘en negro’, sin derechos de ninguna especie, con salarios de hambre?

“Tenemos afiliación directa. Cualquier trabajador que pase por la vereda puede entrar y afiliarse libremente. Tiene derecho a voto y a ser electo por sufragio directo. No existe otra central de trabajadores así en el país. Las demás destacan a sus representantes en congresos, mediante delegados, indirectamente. Y a la CTA puede  asociarse cualquier trabajador que no haya colaborado con la represión dictatorial, ni nadie que sea probadamente corrupto y haya atentado contra los intereses de la clase.”

-¿Cuáles son los principios básicos de la CTA?

“Los trabajadores debemos autogobernarnos donde las prioridades están organizadas por las necesidades. La primera tarea es terminar con el hambre y la pobreza en Argentina. Es retribuir a nuestros viejos lo que aportaron al país. Retornar la dignidad a los jubilados. Por supuesto, realizar la reforma agraria. Por otra parte, los compañeros de Misiones no quieren represas; pero los que viven rodeados de predios y necesitan agua requieren represas. Las represas no son malas en sí. La cuestión es para qué, para quién, dónde y cómo. Combatimos para industrializar el país y cautelar la soberanía popular de nuestros recursos naturales (bienes comunes). Aquí crece la macroeconomía con retraso tecnológico, concentración capitalista y desigualdad social. Debemos liberarnos de la dependencia científica, y estamos en condiciones de hacerlo. Aquí sólo se está vendiendo la fertilidad del suelo y el agua. Queremos recuperar la economía agraria, las tierras de los pueblos originarios. Nosotros luchamos por una democracia de nuevo tipo; por forjar una nueva hegemonía social y construir masa crítica. Cuando decimos ‘trabajadores al poder’, significamos que nosotros debemos ser los sujetos protagónicos en la toma de las decisiones de nuestro presente y futuro.”

-¿Y cómo se pasa de la resistencia a la ofensiva?

“Sin resistencia no habría perspectiva de triunfo. Nuestra resistencia centenaria habilita la esperanza de la ofensiva popular.”

“CONTINUAMOS SOSTENIENDO LA CONVICCIÓN DE QUE LA SUPERACIÓN DEL CAPITALISMO ES EL SOCIALISMO”

-Las fronteras no son una invención de los pueblos…

“Debemos terminar con las luchas encapsuladas de los pueblos de América Latina. Nosotros somos guevaristas, bolivarianos. Muchos y yo mismo, peleamos en Chile como en Centroamérica. Es urgente  el encuentro de los movimientos sociales en el ALBA.”

-¿Se puede pensar en la emancipación y bienestar de nuestros pueblos sin una nueva conducción que supere los límites nacionales?

“Antes que todo, hay que habilitar un nuevo pensamiento. Nosotros nos reafirmamos en que sólo los trabajadores, como clase social ampliada, pueden asumir los desafíos del porvenir de la humanidad. Y nos referimos a todos aquellos que viven de su trabajo y no del trabajo ajeno. En ese sentido, creemos que se están ofreciendo ensayos continentales que es preciso aquilatar en su diversidad. Hoy nuestra visión no es la de la década de los 70’. Continuamos sosteniendo la convicción de que la superación del capitalismo es el socialismo. Pero, aprendiendo de las derrotas, no estamos con la visión de un ‘socialismo estatista y súper centralizado’. Por eso la importancia del poder popular, de la pluriculturalidad, del antipatriarcalismo. Y es posible sintetizar, como tarea que camina, las experiencias actuales de América Latina. Y soy un convencido de que nosotros, los trabajadores y el pueblo, hacemos historia cuando perdemos y cuando ganamos. La clase trabajadora tiene que estar a la cabeza de las transformaciones liberadoras, pero no es la fuerza social exclusiva de la emancipación humana.”






14 de abril de 2012

jueves, 5 de abril de 2012

“La emancipación homosexual en Chile es irreversible”


  • Entrevista con Rolando Jiménez, líder del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH).


  • El papel protagónico y la historia de la organización por la defensa de las minorías sexuales más antigua, sólida y prestigiosa del país trasandino.

  • “Con el crimen de Daniel Zamudio en la sociedad chilena se marca un antes y un después.”

Rolando Jiménez 

“Hay tantos niños que van a nacer
Con una alita rota
Y yo quiero que vuelen compañero
Que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.

Pedro Lemebel


Andrés Figueroa Cornejo

Durante la cruenta tiranía pinochetista, Rolando Jiménez (49 años) fue miembro de las unidades de combate de las Juventudes Comunistas. Realizó sabotajes, estuvo preso incontables veces, fue relegado por largo tiempo en dos ocasiones, asumió dirigencias en la Coordinadora Metropolitana de Pobladores, y encabezó junto a otros la lucha social y la autodefensa del pueblo santiaguino en medio de la resistencia y las masivas protestas antidictatoriales.

-¿Cuál es tu historia como militante político de la izquierda?

“En 1976 ingresé al MAPU Obrero-Campesino. Luego se dividió porque unos estaban por la vía armada y otros no. De allí partí a militar a las Juventudes Comunistas en la zona norte de Santiago, en la población La Pincoya, donde vivía con mi familia.”

-En aquel tiempo no sabían que eras homosexual…

“Yo no cumplía con el estereotipo que tenía la cultura chilena respecto de los homosexuales. Seguramente no les cabía en la cabeza que un tipo que andaba poniendo bombas, que contaba con instrucción militar, que hacía barricadas en las calles, pudiera serlo. De hecho, muchos años después, a comienzos de los 90’, había gente de la izquierda en general que pensaba que yo estaba simplemente cumpliendo una labor política con la diversidad sexual, pero que yo no era homosexual.”

-¿Y cómo se resolvió el malentendido?

“En la medida en que fue desarrollándose el movimiento, ya no le cupo ninguna duda a nadie de mi condición sexual. Muchas personas que militaban en los partidos ‘dentro del closet’ (ocultando ser gay, lesbiana, bisexual o transexual) me reconocían con asombro.”



-¿Cuándo y cómo decidiste transparentar tu homosexualismo?

“Fue el resultado de varias circunstancias. Entre el 76 y el 86, olvidé mi sexualidad. Fui célibe 10 años. Estaba 100 % dedicado al combate contra la dictadura. Tenía conflictos con mi orientación sexual. Yo mismo pensaba que era incompatible luchar contra la tiranía y ser homosexual a la vez. Desde la izquierda se planteaba que la homosexualidad era una desviación más del capitalismo.”

-¿Qué hiciste?

“Un psicólogo me dijo claramente que sólo tenía dos posibilidades: o autoreprimirme y ser infeliz toda la vida o asumirlo de la mejor manera posible. Allí pasó que fui relegado por Pinochet a la localidad de Cañita, Río Frío, entre Puerto Montt y Puerto Varas. En ese lugar establecí una relación con alguien que duró los tres meses del castigo. Por fin me percaté de que era posible tener una pareja con quien dormir todas las noches, y que no era distinto que sostener un vínculo afectivo heterosexual. A poco andar, conocí a quien sería mi compañero por cinco años: otro militante de las Juventudes Comunistas. Nos fuimos a convivir y no le di explicaciones a nadie. Yo me imagino que todos se dieron cuenta de la situación, porque a la casa donde iban a parar miembros del Comité Central de las Juventudes y del Partido Comunista, había una sola cama. Las habladurías a mis espaldas se multiplicaron, pero nadie me enfrentó directamente. Apenas en una reunión, un militante lanzó una broma y yo le espeté que si deseaba hacerme alguna pregunta, no tenía ningún problema en contestarle.”

-En la época, la izquierda era tremendamente homofóbica…

“Por supuesto. Se tapaba el homosexualismo de artistas de la talla de Rolando Alarcón, Héctor Pavez, Víctor Jara, y de cuadros políticos de la estatura de Pedro Felipe Ramírez de la Izquierda Cristiana, uno de los diputados más jóvenes de la Unidad Popular y ministro de Salvador Allende. De hecho, a Ramírez lo ‘mataron’ políticamente por ello.”  

“LAS ORGANIZACIONES HOMOSEXUALES ERAN MÁS CLANDESTINAS QUE LOS PARTIDOS REVOLUCIONARIOS”

-¿Cuándo nació el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual y por qué?

“En 1989, para el VIII Congreso de las Juventudes Comunistas, yo andaba a media militancia. Los compañeros del Regional Norte (‘Semilla’) querían que yo fuera el secretario general. Pero dirigentes del partido, camino al lugar del Congreso, les dijeron a los compañeros que yo no podía tener ese cargo porque era ‘maricón’. Al mediodía se dejaron caer un grupo de dirigentes de las JJCC y del partido para evitar brutalmente mi elección. Entonces tomé mis cosas y me fui. Así terminó mi militancia en esa tienda. Ahora bien, la idea de crear el MOVILH surgió cuando vino el Papa Juan Pablo II a Chile, en 1987. Teníamos una planificación para aprovechar la coyuntura. Y en espera de un contacto en el centro de Santiago, me metí a un cine barato para hacer tiempo (el Capri). Al rato de empezar la película, entraron los carabineros a hacer una redada, pero no política. Intenté escapar y me atraparon en la calle. La policía nos llevó a la I Comisaría por ‘ofensas al pudor, la moral y las buenas costumbres’. Después supe que ese cine era frecuentado por gay’s para encontrarse o francamente tirar. Fui trasladado a la penitenciaría. El abogado de derechos humanos Hiram Villagra me sacó. En mis antiguas detenciones políticas, me habían dado palizas, aplicado electricidad, etc. Sin embargo, el trató que recibí de la policía y los gendarmes por razones ‘morales’ fue peor. Totalmente vejatorio y denigrante. En ese momento, por primera vez, pensé en organizar un equipo de compañeros para trabajar por los derechos de los homosexuales. Naturalmente fue una pura fantasía.”

-¿Y luego?

“Con mi pareja comenzamos a buscar organizaciones de homosexuales. Nos resultó muy difícil porque eran más clandestinas que los partidos revolucionarios. Encontramos la Corporación Chilena de Prevención del Sida, donde todos eran homosexuales. Nunca se identificaron como un organismo por los derechos de las minorías sexuales, por cierto. Entonces me ofrecí para organizar el Día del Orgullo Gay, y después propuse la creación de un movimiento propiamente tal. Esa fue otra fantasía. La institución, que ahora se llama Acción Gay, cuando se enteró de nuestro proyecto, nos echó, llena de pánico de la eventual aparición de un movimiento públicamente homosexual.”

-No los querían en ninguna parte...

“Estuvimos un par de años estudiando y aclarando conceptos respecto del ámbito, hasta alcanzar un cuerpo teórico sólido. Ya estábamos preparados. Se organizó un encuentro muy sui generis de activos gay’s en Concepción en 1991, y los 7 que éramos partimos con nuestros documentos y reflexiones. Allí conocí a Las Yeguas del Apocalipsis (http://www.memoriachilena.cl/temas/dest.asp?id=pedrolemebel(1955-)yeguas), a Pedro Lemebel y a Pancho, que estaban en la lucha cultural y yo en la poblacional.   Desde entonces no nos detuvimos más. De 7 sujetos, llegamos a 150 personas rápidamente. El 28 de junio de 1991 se originó formalmente el MOVILH. Dos años después ofrecimos nuestra primera conferencia de prensa, a rostro descubierto, sin máscaras, saliendo así del armario. Son 20 años desde entonces.”

“CON EL CRIMEN DE DANIEL ZAMUDIO EN LA SOCIEDAD CHILENA SE MARCA UN ANTES Y UN DESPUÉS”

El 3 de marzo de 2012, en la madrugada, fue encontrado el cuerpo castigado, pero aún con vida, del joven gay Daniel Zamudio Vera. Por la mañana la Policía de Investigaciones había tomado sus huellas y de ese modo se logró localizar a la familia. La noche del domingo 4 de marzo, una tía de Daniel llamó al MOVILH. Llegó a la sede de la organización más antigua y con más prestigio y experiencia en esta materia, la familia de muchacho, con el fin de presentar una denuncia. En ese momento no existían testigos ni antecedentes del modo en que procedió la golpiza feroz. La campaña mediante las redes sociales incendió al país. Daniel moriría el 24 de marzo.

En la actualidad, los responsables del crimen serán reformalizados el 23 de abril próximo, esta vez por el delito de homicidio calificado. Son cuatro personas, una de ellas, confesa ante el Juez de Garantía. Otro que también confesó ante el OS-9, se retractó ante el juez, y los otros dos afirman que estuvieron con Daniel, pero que se habrían marchado todos sin hacer nada. Es decir, una contradicción por donde se le mire. Dos de los responsables tienen detenciones y penas aflictivas previas por agresiones a inmigrantes y homosexuales.  

Rolando Jiménez manifiesta que “Siempre les advertí a los miembros del movimiento que tienen que prepararse porque mientras más avance el reconocimiento de nuestra causa, e incluso cuando estemos a punto de conseguir triunfos concretos en torno a la igualdad ante la ley (no como hasta ahora), lo más probable es que la violencia en nuestra contra se agudice. Sin embargo, jamás me imaginé que el golpe se diera sobre un muchacho de 24 años que no tenía nada que ver con nuestra organización en particular. Daniel era un muchacho común y corriente.”

-¿Había pasado antes?

“Hemos contado hasta 10 casos similares a los de Daniel, especialmente con personas travestis que han sido salvajemente golpeadas y otras asesinadas.”

-¿Qué significado le asignas al crimen de Daniel?

“Marca un antes y un después. Primero por la brutalidad que rodeó el hecho; y segundo, porque el caso de Daniel genera un momento de quiebre en nuestro proceso histórico como sociedad chilena en el contexto de la lucha de las minorías sexuales. Nosotros sólo en febrero dimos a conocer el informe anual de derechos humanos que realizamos desde hace una década, y allí se consignan tres asesinatos el 2011, donde la orientación sexual de la víctima fue una de las causales de los homicidios. Pasó sin pena ni gloria. Pero  cuando ocurrió lo de Daniel, la gente contempló cómo quedo su cuerpo, vio las esvásticas, muchos entendieron nítidamente  los niveles a los que puede llegar el odio contra alguien que sólo tiene una orientación sexual distinta. Esto ha generado una oleada de reacciones de indignación tanto en Chile, como en el mundo.”

-El viejo combate contra el patriarcado, la xenofobia y la homofobia está ligado a la creación de una hegemonía cultural muy difícil de conseguir…

“El hecho expresó ser un catalizador y un sentido común mayoritario que ya no está dispuesto a continuar tolerando la discriminación por orientación sexual, afectiva y racionalmente. Personalmente estimo que, en este caso, la mundialización ha colaborado con la destrucción del conservadurismo. Y los jóvenes de hoy son vanguardia de las transformaciones al respecto. Hace 5 años, el MOVILH no tenía reclamos de parejas homosexuales ante la discriminación. En el presente los jóvenes demandan y pelean sus derechos. Estoy seguro que la tasa de suicidios de muchachos y muchachas de minorías sexuales los últimos 10 años ha disminuido radicalmente.”  

-¿Cuáles son los enemigos principales de la emancipación homosexual en Chile?

“La alta jerarquía de la Iglesia y la derecha fundamentalista que está en una parte de Renovación Nacional (RN) y en otra parte de la Unión Demócrata Independiente (UDI). Con Bachelet tampoco avanzamos nada. Ella ofreció a leyes de uniones civiles, leyes antidiscriminatorias, y no movió un dedo por los derechos reproductivos, el aborto terapéutico, e incumplió lo demás. Para no hacer nada, se comprometió hasta con el Papa. Y por supuesto, los enemigos históricos de la liberación son la ignorancia, el prejuicio y el miedo a la diferencia.”

-¿Y en términos políticos más detallados?

“Nuestra causa es mucho más compleja que combatir a una dictadura militar o pseudo militar. Nuestra lucha tiene que ver con modificaciones culturales de mediano y largo plazo. Y la homofobia, en el campo político partidista, recorre desde la UDI hasta el PC. Por eso el MOVILH es autónomo.”

-La familia de Daniel es muy sencilla…

“El padre y la madre están sin trabajo y tienen cuatro hijos más. Por eso el     , 11 de abril en el Teatro Caupolicán se efectuará un gran acto con artistas de enorme prestigio nacional. Lo que se recaude será para la familia de Daniel. Asimismo, su cuerpo está en un nicho en el Cementerio General ahora, pero queremos adquirir un pequeño terreno para edificar una tumba individual y, al mismo tiempo, construir allí un memorial permanente para las víctimas de la homofobia.”


Nota del periodista: El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un informe de 2005 señaló que el MOVILH es responsable “de las acciones y logros más emblemáticos e importantes” en beneficio de la diversidad sexual en Chile. El 2010, el PNUD dedicó el Día Internacional de los Derechos Humanos a activistas de todo el mundo, resaltando entre otros, a Rolando Jiménez. En otras dos ocasiones, el MOVILH fue distinguido por la UNESCO por “sus buenas prácticas contra la discriminación”, mientras que Amnistía Internacional ha declarado al colectivo como “Representante de la República de la Conciencia”.



Abril 5 de 2012