sábado, 17 de diciembre de 2016

Chile. Caso Mauricio Hernández Norambuena: “Hoy es el comienzo del fin de su cautiverio feroz”

“Bailé, con el aire bailé / Al abrirse las celdas / Y ver a mi padre volver / Lloré, bailé.”
José Seves

Andrés Figueroa Cornejo   

Actualmente Mauricio Hernández Norambuena se encuentra confinado en la Prisión Federal de Mossoró, en Río Grande del Norte, Brasil, a más de 5 mil kilómetros de Santiago de Chile, luego de casi 15 años de presidio en los más cruentos penales de la república carioca, acusado por su participación en la retención involuntaria de un empresario de ese país por motivos políticos, sin ningún compromiso de hechos de sangre.

Mauricio desde muy joven se integró a la lucha antifascista que libró el pueblo chileno en contra de la dictadura militar y cívica representada por Augusto Pinochet. Tanto en países del mundo que sufrieron genocidios descomunales bajo el horror del fascismo y el nazismo, como en los territorios de América Latina respecto de sus innumerables tiranías de fauces y bestias contra la mayoría oprimida, muchas personas que asumieron la misma conducta política y ética que Mauricio Hernández, hoy ocupan cargos públicos y reciben honores planetarios. Mauricio Hernández Norambuena, no. Muy por el contrario.

Frente a la resolución del ministro en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, el pasado 13 de diciembre, el abogado de Mauricio Hernández, Alberto Espinoza, expresó que “Antes que todo, la familia y los amigos de Hernández Norambuena, premios nacionales de diversas disciplinas, intelectuales chilenos e internacionales y destacadísimas personalidades del arte y la cultura del país, continuamos bregando por la libertad integral de Mauricio. Reconocemos como un gran avance la resolución del ministro Mario Carroza al momento de acoger parte de nuestra solicitud y resolver la prescripción gradual de las dos penas que mi defendido purgó hasta diciembre de 1996, rebajándolas en un grado y dejando cada una de ellas en 15 años y un día”.

-¿Por qué comporta un avance tan importante la rebaja penal?

“Porque con la resolución del juez Carroza se remueve un impedimento en relación a una condición que pone Brasil para la subsiguiente extradición a Chile de Mauricio Hernández. Una vez que la sentencia quede firme y ejecutoriada, Brasil debe dar cumplimiento al traslado de mi defendido a nuestro país.
Por otro lado, la familia de Mauricio presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que no sólo ya fue acogida a tramitación, sino que está en los momentos de la emisión del informe de fondo. En la práctica ello significa que la CIDH ha reconocido que existe una situación de violación de derechos humanos, en particular por el régimen carcelario que Brasil ha aplicado en contra de Hernández Norambuena. Lo que se espera es que en los próximos meses la CIDH presente una denuncia a la CorteInteramericana de Derechos Humanos con el propósito de condenar al Estado brasileño por lo relatado”.

-¿Qué acciones se necesitan ahora?

“Nosotros exhortamos al gobierno chileno para que reclame el cumplimiento de esta decisión judicial. Eso acelera su retorno al país. Aunque parezca contradictorio que mientras exigimos la libertad de Mauricio, ahora estemos en la lucha porque cumpla la pena en Chile, ello tiene una explicación bien concreta y urgente. En Brasil, Hernández Norambuena ha sido mantenido bajo el llamado Régimen Disciplinar Diferenciado (RDD), un sistema de tortura y confinamiento que busca el aniquilamiento físico y mental del detenido; un doble castigo basado en el aislamiento y la incomunicación que ha debido enfrentar con entereza sorprendente. Ese tipo de encierro permanente significa un conjunto de limitaciones, derecho a visita sólo a la familia directa, no acceso a los medios de comunicación, no contacto con otros internos. Solamente puede ver a los gendarmes de las respectivas cárceles donde ha permanecido y mirarlos a los ojos es motivo de un castigo superior.
Él se encuentra en una celda de aislamiento, de dos por tres metros, sin luz natural, donde está la cama y el baño, sin derecho a evacuación de su excusado si no lo dispone el custodio. Debe permanecer encerrado 22 ó 23 horas diarias. Habitualmente lo sacan a un pequeño patio una hora diaria. Mauricio es la única persona que en Brasil ha soportado el RDD de manera tan prolongada (casi 15 años).
Ya en Chile, podremos ofrecer en mejores condiciones las acciones tendientes a conseguir su más pronta libertad.”

Alicia Lira, Presidenta AFEP: “Mauricio arriesgó su seguridad para terminar con la cultura de la muerte”

La Presidenta de la Asociación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile (AFEP), Alicia Lira, manifestó que “nosotros reivindicamos la significación de la lucha de Mauricio Hernández Norambuena durante los peores años en que actuó el terrorismo de Estado en nuestro país. Él fue uno de los miles de chilenos y chilenas que resistieron empleando todas las formas de lucha en contra de la tiranía. Mauricio arriesgó su seguridad, su comodidad, su bienestar económico, para terminar con la cultura de la muerte. Por eso la AFEP es parte de la campaña por la restitución de todos los derechos que a él se le violentan en Brasil. Porque aquí, en medio de la impunidad que vivimos, es impresentable que se le nieguen los derechos a una persona que resistió dignamente a la dictadura, mientras que otros que exterminaron, violentaron, torturaron, quemaron a gente viva, gocen de total libertad. Mauricio debe volver a Chile y sus derechos y dignidad personal tienen que ser resguardadas. Nos alegramos de que Mauricio no sea uno más de los detenidos desaparecidos o de los ejecutados políticos en Chile.

La cultura y los intelectuales

La destacada actriz de teatro, cine y televisión, Catalina Saavedra, dijo que “como representante del mundo de la cultura, me solidarizo humanitariamente con la causa de Mauricio Hernández”.

Por su costado, el periodista y escritor Víctor Hugo Robles, “El Che de los Gay”, afirmó que “como representante del activismo que ha contribuido a ampliar la democracia sexual en Chile y desde el respeto de la diversidad política y del respeto a la integridad de nuestro propio cuerpo, nos hacemos cómplices de los luchadores sociales como Mauricio, que contribuyeron al fin de la dictadura. Por eso pedimos su libertad y el cuidado de su integridad física. Por eso estamos solidarizando con él y con su familia y nos hacemos parte de este movimiento nacional e internacional que exige su libertad”.

Laura Hernández: “Con Mauricio en Chile podremos defender por fin sus derechos conculcados en las cárceles de Brasil”

Por otro lado, la hermana y doctora en medicina de Mauricio Hernández, Laura Hernández, precisó que “este es el momento más cercano de tener a Mauricio entre nosotros. Aunque eventualmente él se encuentre en alguna cárcel de Chile, implicará facilitar la defensa de sus derechos que durante casi 15 años le han sido conculcados en Brasil. Cuando decimos que actualmente estamos bastante esperanzados tiene que ver con que jurídicamente nuestros argumentos resultan irrefutables y con que en nuestro país existe la posibilidad cierta de un indulto.
Pero también como familia de Mauricio Hernández sabemos que la situación puede tornarse adversa si es que las organizaciones sociales y los más diversos movimientos sociales no continúan denunciando la situación inhumana en la que se encuentra. Hoy es el comienzo del fin de este especial ensañamiento en contra de mi hermano, que no ocurre con otros prisioneros en Brasil ni con quienes cayeron con él. Al comienzo sólo solicitábamos, pedíamos. Hoy es la hora de la exigencia y de no bajar la guardia.”

Laura Hernández Norambuena finalizó su intervención comunicando que el próximo 28 de diciembre en el Museo de la Memoria (Matucana 501, Santiago, Chile) se efectuará un conversatorio sobre la situación de Mauricio; y el 29 de diciembre se realizará el lanzamiento de un libro que reseña desde la perspectiva de Mauricio la lucha armada que libró el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El texto se presentará en la Biblioteca Nacional (Alameda 651, Santiago, Chile).

*A  la conferencia de prensa asistieron Alicia Lira, Laura Hernández, Carla Pellegrin, Catalina Saavedra, Víctor Hugo Robles y Alberto Espinoza.

Foto gentileza de Marucela Ramírez

domingo, 11 de diciembre de 2016

Chile. Jaime Castillo Petruzzi: “Nuestra lucha es por el socialismo y el comunismo”

Entrevista con el internacionalista revolucionario chileno, luego de 23 años de cautiverio político en Perú

“Quien quiere hoy día combatir la mentira y la ignorancia y escribir la verdad, tiene que vencer por lo menos cinco dificultades. Deberá tener el valor de escribir la verdad, aun cuando sea reprimida por doquier; la perspicacia de reconocerla, aun cuando sea solapada por doquier; el arte de hacerla manejable como un arma; criterio para escoger a aquellos en cuyas manos se haga eficaz; astucia para propagarla entre éstos. Estas dificultades son grandes para aquellos que escriben bajo la férula del fascismo, pero existen también para aquellos que fueron expulsados o han huido, e incluso para aquellos que escriben en los países de la libertad burguesa.”
B. Brecht
 
Andrés Figueroa Cornejo  

En la sala de eventos de Le Monde diplomatique de Santiago de Chile, el revolucionario internacionalista de origen chileno, Jaime Castillo Petruzzi, ofreció una exposición sobre su perspectiva respecto de la lucha por la libertad de las y los prisioneros políticos de Chile y del mundo, y de las tareas de las y los revolucionarios en el país andino.

Jaime Castillo, ex militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria chileno, MIR, permaneció 23 años en las cárceles del Perú en su condición de militante del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, MRTA, de esa nación, y logró su libertad y retornar a Chile el 15 de octubre de 2016.

“Mi historia es la de miles y miles de jóvenes que vivieron la experiencia del gobierno de la Unidad Popular de 1970-73. Entonces resultaba inevitable participar en la contienda política. A la fecha del golpe de Estado yo era un muchacho de 17 años. Una de las experiencias que me marcó en el plano estrictamente personal fue la detención y desaparición de dos compañeros de curso del Liceo Nº 7 el 29 de junio de 1974. Ellos jamás habían tomado un arma siquiera cuando fueron apresados por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y el Ejército de la dictadura. Uno de los compañeros que también estaba considerado para ser hecho desaparecer era yo. Estuvieron al borde de capturarme”, arrancó su alocución el internacionalista y revolucionario socialista.

-¿Qué significó para ti la caída de tus jóvenes compañeros?

“Marcó un giro en mi vida. Entonces yo militaba en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y tenía responsabilidades políticas como joven de secundaria. Sin embargo, la situación que atravesaba el MIR en aquel momento era devastadora. La acción de la policía política de la tiranía había logrado atrapar a muchos militantes del MIR, como, obviamente, a militantes del conjunto de las organizaciones de izquierda de la época. En lo que a mí compete, la estructura a la que pertenecía se encontraba diezmada y el compañero de mí responsable me ordenó salir del país. Eso fue muy chocante porque el MIR tenía la política del ‘no asilarse’. Pero entonces la debilidad orgánica del MIR era terrible. Carecíamos de infraestructura, de documentación, etc. Y fue así que llegué a Francia.”

La hermandad con Víctor Polay

-Tu salida de Chile y arribo a Francia no fue el fin de nada…

“En Francia tuvimos la fortuna de conocer a muchísimos exiliados de América Latina, de Brasil, uruguayos, argentinos, peruanos. Fue entonces que me hermané con Víctor Polay Campos, actual Comandante General del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, MRTA del Perú, hoy detenido en la Prisión Militar de la Base Naval del Callao, junto al compañero Miguel Rincón Rincón, ambos condenados a 35 años de cautiverio.”

-¿Por qué Víctor Polay y Perú?

“La amistad con Víctor Polay nació a fines de 1974 y perdura hasta hoy. Se trata de una relación donde más que compañeros, somos hermanos. Pasaron los años 70 y a mediados de 1986 yo fui destinado a trabajar con los compañeros del MRTA en el Perú, una organización nueva, joven. Los compañeros de la Dirección del MIR chileno me enviaron a colaborar con ellos y, como digo en tono de broma, lo que serían sólo tres meses se convirtieron en 30 años.”

-¿Qué impresión te dejó el Perú de la época?

“Cuando llagamos a Perú nos encontramos con un paraíso de lucha política y revolucionaria, de construcción de fuerzas sociales, políticas y militares. Fue una experiencia riquísima. Luego de tres años logramos participar en la irrupción de la guerrilla rural del MRTA. Eso fue gratificante de acuerdo a la experiencia del MIR en el intento guerrillero de Neltume que fue aplastada por la dictadura en Chile. Allí muchos compañeros combatieron en las más difíciles condiciones y fueron asesinados en la mayor de las desigualdades de condiciones y fuerzas. Muchos de ellos no cayeron en combate, sino que fueron simplemente masacrados.

Lo que nos tocó vivir en Perú entre 1986 e inicios de 1989 fue tremendamente fructífero en todos los niveles. La descomposición del régimen de Alan García y el crecimiento de las guerrillas tanto de Sendero Luminoso, como del MRTA, provocaron que el país se encontrara absolutamente convulsionado.”

“Los prisioneros políticos en Chile deben organizarse y lograr crear puentes de solidaridad con la sociedad”

-¿Y Chile?

“Yo retorné a Chile en octubre de 1989, después del plebiscito del Sí y el No, porque me encontraba en la última de las listas de 50 personas que no podían volver a territorio chileno. Esa lista se vino abajo después del plebiscito. La idea entonces era quedarme acá y hacer familia. Sin embargo, nos volvieron a llamar de Perú a mediados de 1990 para apoyar tareas asociadas a la liberación de compañeros prisioneros políticos. Allá la mayoría nos mantuvimos enteros como internacionalistas en medio de una cacería infame. Uno de ellos, Alejandro Astorga Valdés, todavía está prisionero en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Chile. Alejandro salió en libertad en Perú y volvió a Chile donde asumió tareas revolucionarias y en el desarrollo de ellas cayó detenido. Las visitas son los días jueves. Yo llamo a visitar a nuestros prisioneros políticos en Chile. Sólo sus familias y más cercanos amigos lo hacen. Es importante no abandonar a nuestros prisioneros. Ni a los que estábamos afuera que nunca nos sentimos abandonados. Es vital que esa tradición continúe en Chile. De hecho, el martes pasado participamos en una actividad de solidaridad con el compañero ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Mauricio Hernández Norambuena, que está detenido en las cárceles de Brasil. Mauricio Hernández está sometido a un cautiverio propio de un prisionero de guerra.  Son las mismas condiciones en las que se encuentran los máximos dirigentes del MRTA. Ellos están dominados por las fuerzas militares del Estado. En el caso del Perú, se trata de la Marina de Guerra. Los agentes van encapuchados, fuertemente armados y no les dirigen la palabra a los prisioneros. En el caso de Mauricio Hernández, si sólo mira al guardia es sancionado. ¿Qué es lo que ocurre en la CAS chilena? Se está denunciando que los hijos de los prisioneros políticos son sometidos a vejación y a inspecciones humillantes. ¿Cuál es el objetivo? Alejar a la familia y a los niños de los prisioneros políticos. En los menores se comienza a producir un rechazo de ir a visitar a su padre. Esto nosotros también lo sufrimos en el Perú y debimos resolverlo políticamente con mucha lucha en contra de la represión. Por eso los compañeros prisioneros políticos en Chile deben organizarse y lograr crear puentes de solidaridad con la sociedad. Me imagino que la prisión de los compañeros y compañeras mapuche debe regirse de igual manera. Lo peor de la cárcel política es el aislamiento.”

-¿Cómo resistieron la prisión política ustedes?

“Si nosotros logramos en el Perú sobrevivir y mantenernos ecuánimes, en forma, fue gracias a la unidad del contingente que teníamos. Fuimos una sola y gran familia del MRTA. Hubo discusiones, variables, no todo era uniforme, por supuesto. Pero todo ello se dio dentro del concepto de la gran familia tupacamarista, y eso fue lo que nos hizo prevalecer. Nosotros fuimos sobrevivientes de la dictadura, del militarismo. Ello nos da una perspectiva de futuro porque una de las conclusiones centrales a la que arribamos fue que la lucha nuestra no fue en vano.  La lucha en la que tantas y tantos compañeros dieron su vida y otros dimos nuestra libertad, fue tras el objetivo de lograr el socialismo y el comunismo. Eso para nosotros sigue total y absolutamente vigente.”

“Las compañeras y compañeros interesados en abrir una vía revolucionaria deberían sentarse a conversar”

-Sin pedirte fórmulas ni recetas, ¿cómo te imaginas la posibilidad de la confluencia entre las y los insumisos en Chile?

“Con la unidad de los revolucionarios en el plano de hacer política concreta. Porque si algo hemos visto en Chile es una gran familia mirista dispersa y atomizada, lo mismo que las familias rodriguista y del Lautaro. Es bueno que existan muchas organizaciones con su tinte, su carácter y su especificidad; y que existan muchas publicaciones que apunten más o menos a lo mismo. Pero sin entrar en detalles, si observamos el concierto internacional percibimos una derechización, una fascistización creciente. Los ejemplos sobran. De este modo, en Chile, y ante la crisis de la Nueva mayoría, cada vez más se abren oportunidades para la opción popular. No obstante, en los dos meses que llevo de vuelta en Chile, y lo digo con enorme humildad y respeto, veo que cada iniciativa revolucionaria todavía se mantiene dentro de ‘su metro cuadrado’, cada cual en su propio esfuerzo. Es meritorio y saludable cada uno de esos empeños. Pero considero que cada uno de los esfuerzos locales debe dar un paso más hacia adelante e intentar unificarse con otros esfuerzos distintos a lo largo y ancho de Chile. Las diferencias son cuestiones a pulir al interior de un concepto de unidad amplia. Yo creo en la necesidad de la creación de un Frente Amplio donde converjan distintas organizaciones y propuestas. Es preciso ampliar nuestros criterios. El próximo año se viene una crisis tremenda. Las elecciones que vienen no van a solucionar, sino que a profundiza la crisis que ya estamos viviendo. Yo creo que las compañeras y compañeros interesados en abrir una vía revolucionaria deberían sentarse a conversar. Entiendo que han existido en el pasado diversos esfuerzos de unidad que no han fructificado y desconozco las razones. Pero una vez más habrá que realizar el intento, porque si algo tenemos los revolucionarios es que somos ‘porfiados’ y que no nos baja la cabeza nadie.

Cuando empezó el MIR éramos poquititos, cuando empezó el MRTA éramos poquititos. El primer Comité Central del MRTA lo componían 7 compañeros e inmediatamente después de su primer Congreso hicieron la primera acción. Así parten los esfuerzos orgánicos y políticos revolucionarios y en tanto dan con aciertos, se van sumando fuerzas.  Y los compañeros que han hecho esfuerzos, pero que han fracasado en ese camino, jamás, ¡pero jamás!, se les puede mirar con desdén, con desprecio, con lástima. Todos los prisioneros políticos de cualquier lugar del mundo cuyo cautiverio se debe a que tomaron las armas tras un proyecto revolucionario, son compañeros dignos, consecuentes, heroicos.”


Foto gentileza de Marucela Rodríguez