martes, 30 de marzo de 2010

Chile: Como si Piñera quisiera derribar un pájaro con un misil


1. Hace 25 años se ejecutó el asesinato político de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo mientras participaban en manifestaciones contra la dictadura de Pinochet, en la comuna de Estación Central en Santiago. Ese 29 de marzo, con el paso del tiempo se convirtió en el Día del Joven Combatiente, una fecha que busca memoriar y proyectar las causas de las muchachas y muchachos que han ofrendado sus vidas en la lucha larga por un Chile de iguales y libres.

2. Ahora el 29 de marzo de 2010, sospechosamente magnificado y premeditadamente criminalizado por el gobierno de Piñera, se convierte en excusa para imponer el toque de queda en la ciudad de Concepción, la más devastada por el terremoto- maremoto del pasado 27 de febrero.

3. El ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, en medio de operativos policiales en la comuna de Estación Central, señaló que “Este gobierno tiene una política muy clara en materia de orden público y seguridad ciudadana”. Por eso el mismo Piñera pasó revista en el cuartel de Fuerzas Especiales de carabineros el 28 de marzo, fortaleciendo con 2 mil efectivos más el habitual y fuerte contingente uniformado que pasea por las calles de la capital. El 29 de marzo, el despliegue de tanquetas, buses y agentes de carabineros contó con sonora alarma, 900 lugares fuertemente resguardados, nuevas cámaras de vigilancia, y la generación de un clima artificial de ensayo bélico. Como si quisieran derribar un pájaro con un misil.

4. Lo cierto, es que el 28 de marzo, en Antofagasta, al norte del país, en tanto se realizaba una actividad cultural con niños y jóvenes, un acto de memoria y recreación popular, alrededor de 20 agentes policiales irrumpieron violentamente, golpeando y deteniendo a 25 personas. Asimismo, al día siguiente, en Dichato, Concepción, 6 muchachos fueron detenidos por militares en horas de toque de queda. Y en diversos sectores de Santiago, la sobrerreacción policial se tradujo en represión instantánea, gases para adultos, jóvenes y niños, sin mediar provocación alguna. En Villa Francia, donde fueron asesinados los hermanos Vergara, la marcha tradicional de vecinos fue disuelta antes de finalizar. En las poblaciones La Pincoya, La Victoria, y en las comunas populares de Cerro Navia, Pudahuel, San Bernardo y Renca hubo fogatas.

5. Por su parte, el obispo de Temuco, monseñor Manuel Camilo Vial, criticó al gobierno por ocuparse de super blindar la seguridad, en vez de “realizar un llamado a luchar contra los problemas que está viviendo el país, como la pobreza o la marginación” y ayudar a quienes están sufriendo por las consecuencias del terremoto.

6. ¿Qué está pasando? ¿Será que los de arriba temen que tanto malestar social acumulado comience a manifestarse espontáneamente? ¿Y que, en consecuencia, Chile pierda su lugar en el ranking diseñado por las evaluadoras de riesgo y los inversionistas transnacionales comiencen a mirar a Chile como un paisito más latinoamericano que paradisíaco para la explotación desenfrenada de gente y recursos? ¿Nos pareceremos más a los peruanos y bolivianos que a los ingleses? ¿Será que el concepto de seguridad de la derecha tradicional tenga sólo de palo y plomo, y no comprenda que el disgusto social e incluso la delincuencia son efectos de la mala vida y no una cojera evolucionista, natural y sin remedio? El Estado de excepción y toque de queda en Concepción se decretó antes de que la Concertación entregara el Ejecutivo a Piñera. ¿La derecha tradicional compite policialmente con la administración anterior? ¿Olvida la derecha tradicional que la opresión combinada con la injusticia social, la desigualdad y la pobreza alimentan legítimamente la insubordinación de los de abajo? Este artículo breve se termina durante los primeros minutos del 30 de marzo. La sobreactuación policial implementada por Piñera, hasta hoy, sólo ha generado asfixias infantiles debido a los gases lacrimógenos, detenciones y más indignación.

Andrés Figueroa Cornejo

Marzo 30 de 2010


domingo, 28 de marzo de 2010

Chilenos expresan su solidaridad al pueblo cubano y sus dirigentes



Una delegación autoconvocada de casi un centenar de personas, representante de diversas organizaciones político-sociales, se apostó en el frontis de la Embajada de Cuba en Chile con el fin de manifestar su solidaridad "ante la nueva embestida del gobierno norteamericano" contra la isla a propósito de la utilización de la muerte de un delincuente común como supuesto disidente del gobierno revolucionario.

En el marco de la agresión comunicacional contra La Mayor de las Antillas, los parlamentarios del Partido Socialista chileno aprovecharon de atacar a Cuba y rechazar "las violaciones a los DDHH" en ese país que, en la actualidad, tiene un equipo médico enviado especialmente para auxiliar a los chilenos afectados por el terremoto-maremoto del pasado 27 de febrero.

La delegación de solidaridad chilena con el pueblo de Cuba y sus dirigentes, compuesta, entre otros, por la Brigada Socialista Salvador Allende, Mapu en Lucha, los Consejos Comunistas, el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, Movimiento Generación 80 y Unidad-MPT, señaló respecto de los parlamentarios socialistas que "Estos “paladines de los derechos humanos” no quieren recordar la responsabilidad directa del PDC en el golpe de Estado contra el Presidente Salvador Allende. Para ellos la cárcel de Guantánamo es una moda de trajes anaranjados y cadenas exóticas; callan los asesinatos de palestinos a manos de los sionistas; callan el genocidio norteamericano en Irak y Afganistán; callan la complicidad criminal de Uribe con el paramilitarismo colombiano ", y agregó que "En Chile, los asesinatos de comuneros mapuches, de jóvenes estudiantes o trabajadores forestales, son encubiertos por el Estado de derecho…y los “paladines” nada dicen. Los Presos Políticos Mapuche son juzgados por ley antiterrorista, lo que es rechazado por el Derecho Internacional…y los “paladines” nada dicen. Un poblador de Hualpén, bajo toque de queda y sin mediar provocación, es ejecutado por infantes de marina…y los “paladines” nada dicen. Y tampoco hablan sobre la impunidad con que viven los violadores a los derechos humanos en nuestro país. Para qué hablar de justicia social, de redistribución más equitativa del ingreso, de condiciones de trabajo justas…para ellos son cosas superadas, de tercemundistas ¡Así lo acabamos de demostrar frente al terremoto-maremoto!"

La delegación chilena se reunió en las afueras de la Embajada de Cuba el sábado 27, por más de una hora, y luego se retiró sin que ocurriera ningún incidente.

Andrés Figueroa Cornejo
Marzo 27 de 2010

sábado, 27 de marzo de 2010

ESTADO DEL ARTE EN CHILE


1. Desde el terremoto-maremoto, al menos la población de la zona centro sur del país está gobernada por el trastorno de estrés postraumático por razones obvias. De pocas cosas distintas se habla en la calle, el trabajo, la familia, los colegios, las universidades, los barrios y el transporte público. Abundan las conjeturas, los adivinos inescrupulosos, los discursos con retaguardia más o menos científica, cierta retórica callejera aparentemente religiosa y osadamente apocalíptica. Como los adultos tienen miedo, los niños están angustiados. Y como empezaron las clases escolares, los profesores se han convertido en contención psico-social frente al pavor de los niños y jóvenes, en medio de repetidas simulaciones de emergencia para preparar a los estudiantes ante cualquier eventualidad. Hay niños, de hecho, que prefieren estar en el colegio que en su casa. Naturalmente este servicio de humanidad profesoral no está considerado en la evaluación docente.

2. El terremoto-maremoto es, obviamente, una variable exógena al orden capitalista en Chile. De hecho, los militares y las instituciones asociadas a la catástrofe de este tipo tuvieron una reacción tardía y su eficacia ha sido cuestionada transversalmente por la ciudadanía. Fueron asaltados por sorpresa. En concreto, los primeros días después del mega sismo, reinó el terror, la paranoia amplificada, la falta de ayuda, el desorden institucional por arriba y la incertidumbre y el miedo, por abajo. Paulatinamente la ayuda estatal comenzó a distribuirse en zonas específicas dañadas por la tragedia. Sin embargo, entre la región del Maule y la del Bío-Bío (epicentros del sismo) existen alrededor de 1.800 localidades, caseríos, poblados, comunidades. La mayoría de ellas ha debido auto asistirse a través de la solidaridad ancestral y la genética cooperativa de los pueblos. Otro conjunto de territorios han sido sujetos de ayuda de organizaciones sociales, políticas, jóvenes, voluntariado con sensibilidad, sindicatos, bajo la consigna “Sólo el pueblo ayuda al pueblo”. Pero simplemente, en general, por arriba y por abajo, la ayuda resulta insuficiente. Es obvio que la calidad y sentido de la cooperación es totalmente inversa desde el Estado corporativo y subsidiario que desde la base social de inspiración emancipadora. Los de arriba requieren de la “normalidad” o bien utilizarán los efectos sísmicos para volver a la paz social y gobernabilidad incuestionable que demandan sus utilidades y emplearán la “reconstrucción nacional” para beneficio de las inversiones resumidas en la apropiación privada del trabajo colectivo; mientras, por abajo, los objetivos se asocian a una ética y política ligada al rearme del poder del pueblo.
En Chile, debido a las enormes desigualdades existentes, cuando llueve no todos se mojan. El 20 % más acaudalado de la población ha resistido sustantivamente mejor los efectos devastadores del sismo, mientras el 80 % restante –incluido los sectores medios que subjetivamente no se siente “pueblo”- han sufrido con ferocidad la embestida telúrica. Por arriba, las recriminaciones están a la orden del día; y por abajo, las fuerzas sociales organizadas de los trabajadores y el pueblo hacen esfuerzos enormes, en un conjunto integral que refleja al desnudo las descompensaciones todavía estructurales entre la mayoría que padece el capitalismo y los capitalistas.

3. De acuerdo a informaciones del gobierno de Piñera, las pequeñas y medianas empresas son las que más han utilizado las facultades legales para despedir trabajadores sin indemnización alguna. Aquí se habla de trabajadores con contrato al día, lo cual corresponde sólo a una fracción del empleo asalariado en Chile. Así, la fábrica textil Bío Bío ha despedido a 160 trabajadores; en Rancagua, 300 personas de Casino Monticelli; 160 de la cadena de alimentos Versluys de la Octava Región; en Asmar ya suman más de mil, los que pueden llegar fácilmente a 3.200 a fines de marzo; y 160 estibadores del Puerto de Talcahuano. 3 mil trabajadores de la termoeléctrica Bocamina II de Coronel quedaron en la calle. En general, según cifras oficiales, 27 mil pescadores entre las regiones de Valparaíso y la Araucanía no realizan sus faenas habituales. Sólo en la región del Bío Bío, los perjudicados directamente son 17 mil pescadores.
Todavía es muy temprano para cuantificar la destrucción de empleo devenido del terremoto, o aprovechado como argumento del capital para despedir gente. Lo único claro es que los números aumentan en tanto pasan los días.

4. Hace algunos días, Sebastián Piñera se refirió a algunas medidas contempladas en su plan de emergencia. En concreto dijo que se “favorecerá la autoconstrucción y fomentaremos la industria chilena de la construcción tanto de las viviendas tradicionales como prefabricadas, para lo cual ya estamos con muchas organizaciones para importar viviendas prefabricas”. Las medidas anunciadas son baratas, precarias, extraordinariamente transitorias, y van de la mano con eventuales endeudamientos (y las condiciones de la deuda) con el BID y otras instituciones rectoras del capital imperialista. Las viviendas prefabricadas de las que habla Piñera cuestan alrededor de 930 dólares cada una y, sin duda, malamente enfrentarán la crudeza del invierno en las zonas castigadas por el terremoto. Lo demás, corresponde a subsidios a la industria de la construcción y paliativos misérrimos en esta hora dura.

5. De acuerdo a los índices de la economía para la vitrina internacional, que jamás para la social, el PIB registró una caída de 1,5 %, el 2009. El sector pesquero bajó un 12, 2 % respecto de 2008, y la industria se contrajo un 7 %. Santander, Banco de Chile, BCI y Corpbanca (instituciones que hegemonizan el mercado bancario que opera en Chile), vivieron la contracción de créditos debido a los números del desempleo, y a que “la calidad crediticia de los clientes bajó y los bancos fueron más selectivos para entregar dinero.”
Sin embargo, luego del terremoto, las expectativas de crecimiento, según diversos analistas (sistémicos), se redujeron de un 4,5 % a un 3, 5 % para el 2010. La mitad del capital comercial agrupado en la Cámara de Comercio estima que sus ventas se derrumbarán este año. Por otra parte, las coberturas adicionales de los seguros ligadas a terremotos aumentaron entre un 30 % y un 70 %.

6. Sólo el 28 % de la industria cuprífera está en manos del Estado. El 72 % es privada y paga un impuesto específico al Fisco de un simbólico 5 %. Los asesores de Piñera estudian acordar con el cobre privado aumentar el impuesto a un 8 %, con una invariabilidad hasta el 2030. La extensión de la invariabilidad del impuesto se explicaría para asegurar a las mineras privadas que no habría un aumento impositivo antes de esa fecha (20 años “de tranquilidad” desde ahora).
Por su parte, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (la patronal SOFOFA), pidió al gobierno que “no se recurra a alzas de impuestos para financiar la reconstrucción”. A lo anterior, se suma, desde el Ministerio del Trabajo, encabezado por Camila Merino, que en algunas empresas “no se justifica” la creación de sindicatos.

7. Desde el mundo de los trabajadores y los pueblos, la unidad política de las organizaciones y sectores anticapitalistas se vuelve un imperativo de estatura histórica. Es imprescindible arruinar demoledoramente la diáspora de empeños fragmentados, que todavía sumados, representan recién el titular hacia la construcción de una alternativa política independiente de la derecha tradicional y la Concertación. Destruir el egoísmo, el sectarismo, el vanguardismo autoproclamado, entre otras patologías políticas, requieren de medicina generosa y claro horizonte estratégico. Ahora mismo, ya se apuran readecuaciones respecto de los diagnósticos e incipientes plataformas de lucha, algunas de carácter programático, para enfrentar el terremoto, a la derecha tradicional y a la Concertación. Aquí está en juego la convicción de mayorías y poder para que en el futuro gobiernen los trabajadores y los pueblos. Las rencillas nimias, al tacho de la basura. La reunión de voluntades, a la orden del día.

Andrés Figueroa Cornejo
24 de marzo de 2010

jueves, 25 de marzo de 2010

SOLIDARIDAD CHILENA CON CUBA


A la opinión pública nacional e internacional

Los abajo firmantes nos hacemos el deber moral de dirigir estas palabras de solidaridad irreductible al Pueblo de Cuba, su gobierno y su partido.


Hace algunos días los diputados del actual Partido Socialista de Chile emitieron una declaración pública de rechazo a las “violaciones a los derechos humanos en Cuba”. Los senadores del mismo partido, Isabel Allende y Camilo Escalona, contribuyen con su voto para que el gobierno de Chile condene a Cuba. El diputado rastrero PPD, Eugenio Tuma, ataca a Cuba, como lo hace contra Venezuela y Bolivia. Los senadores democratacristianos concurren al Palacio de La Moneda a exigirle a Sebastián Piñera, que se ponga a la cabeza de la condena, quien complacido muestra su acuerdo con ellos. Concertación y Alianza juntas en los ataques a Cuba.

Estos personeros se han inscrito en la Operación de Inteligencia Política montada por el gobierno de Obama, ahora con la excusa de la muerte de un delincuente habitual, que por arte de magia y de dólares, devino en “mártir” de la “disidencia cubano-norteamericana”.

Estos “paladines de los derechos humanos”, no quieren recordar la responsabilidad directa del PDC en el golpe de Estado contra el Presidente Salvador Allende. Para ellos la cárcel de Guantánamo es una moda de trajes anaranjados y cadenas exóticas; callan los asesinatos de palestinos a manos de los sionistas; callan el genocidio norteamericano en Irak y Afganistán; callan la complicidad criminal de Uribe con el paramilitarismo colombiano.

En Chile, los asesinatos de comuneros mapuches, de jóvenes estudiantes o trabajadores forestales, son encubiertos por el Estado de derecho…y los “paladines” nada dicen. Los Presos Políticos Mapuche son juzgados por ley antiterrorista, lo que es rechazado por el Derecho Internacional…y los “paladines” nada dicen. Un poblador de Hualpén, bajo toque de queda y sin mediar provocación, es ejecutado por infantes de marina…y los “paladines” nada dicen. Y tampoco hablan sobre la impunidad con que viven los violadores a los derechos humanos en nuestro país. Para qué hablar de justicia social, de redistribución más equitativa del ingreso, de condiciones de trabajo justas…para ellos son cosas superadas, tercemundistas, no para nosotros. ¡Así lo acabamos de demostrar frente al terremoto-maremoto!
¿Qué pueden hablar ellos, la derecha, los dueños de Chile y los rastreros dirigentes de la Concertación , sobre Cuba? Nada.
Los altos niveles de desarrollo social, en temas vitales como salud, educación, deporte y cultura; su compromiso solidario internacional realizado de manera permanente como un valor imprescindible de la revolución ¡Son realidades indesmentibles!

Esa es la razón real de los constantes ataques a Cuba.
Qué desfachatez cuando hablan de represión, en un país como el nuestro, acostumbrado a palos, patadas, gases, guanacos, balines y tiros de las fuerzas policiales. Hablan de libertad de expresión en un país donde todos los medios de comunicación están en manos de los poderosos, como parte de la política de sometimiento del capitalismo.


Nosotros expresamos nuestra solidaridad, sabiendo que el pueblo cubano sabrá enfrentar este nuevo embate del imperio y sus lacayos. La Isla de la Solidaridad ha resistido durante 50 años, y lo hará por muchos más. Esta manifestación de amor con nuestros hermanos, la hacemos imbuidos por el espíritu de la verdad y la justicia. Jamás aceptaremos la prepotencia de aquellos que sojuzgan a nuestros pueblos.

Viva la Cuba de Martí y Fidel
Viva la Revolución Cubana

Convocamos a todos aquellos que solidarizan con Cuba a expresar su respaldo el Sábado 27 de Marzo, a las 12:00 horas, Los Leones 1346 (embajada de Cuba).


Movimiento Generación 80

Brigada Salvador Allende

Movimiento Acción Popular Unitaria

Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez

Asociación Indígena Mapu Ta Nüyün, Región de Kokimpu

Patricio Altamirano, Sociólogo

Víctor Quijada Pinto Presidente Sindicato Nacional ACHS

Unidad-MPT

Sindicato SITECO


domingo, 21 de marzo de 2010

CHILE: LAS CIFRAS, EL MIEDO, LA ESPERANZA


1. A 74 mil millones de dólares asciende la deuda externa privada y pública en Chile (11 mil millones más que el 2008). 50 mil millones corresponden a deuda privada y más de 24 mil millones a pública. A la última deben agregarse alrededor de 460 millones de dólares que actualmente gestiona el gobierno de Piñera con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por otra parte, los daños asociados al terremoto-maremoto, rayan los 30 mil millones de dólares.
2. El capitalismo chileno se sustenta sobre la exportación de recursos primarios, pobremente elaborados. Las exportaciones representan el 40% del PIB, y los productos básicos constituyen las tres cuartas partes de las exportaciones totales. El cobre por sí solo, ofrece un tercio de los ingresos del gobierno. La venta de recursos se distribuye entre China 14,2%, EE.UU. 11,3%, Japón 10,4%, Brasil 5,9%, Corea del Sur 5,7%, Holanda 5,2% e Italia 4,4%.
En general el PIB está compuesto por un 50,5% de industria; 44,7% de servicios; y un 4,8% de agricultura. Dentro de los productos industriales están la exportación de celulosa, metanol, productos químicos y agroalimentarios; y la industria forestal, del salmón y el vino. Por el lado del trabajo, en Chile hay casi 7,5 millones de personas asalariadas, de las cuales en la agricultura labora un 13,2%; un 23% en la industria; y un 63,9% en el sector servicios. Un 10 % de la fuerza de trabajo está cesante, según moderadas cifras oficiales.
3. Los dineros provenientes de la privatización del sistema nacional de pensiones (AFP) representaron casi el 26% del PIB en 2007. Sin embargo, la AFP , que se basa en la especulación y se erige sobre las ruinas del antiguo sistema de seguridad social, sólo cubre al 55 % de la población activa (mucho menos de 4 millones de personas). Y la enorme mayoría de los cotizantes recibirá una pensión mínima estatal porque sus ahorros simplemente no alcanzarán para otra cosa. La pensión mínima se trata de un monto que cubrirá los rigores de la subsistencia a la edad de las enfermedades y el desamparo. Sólo significa una cifra helada, mucho menor que el sueldo mínimo.
4. Por otro lado, las inversiones en el país, principalmente aterrizan en el sector de la minería y en el sector servicios (especialmente en electricidad, telecomunicaciones y banca). Las barreras arancelarias en el país prácticamente no existen (su arancel máximo es de un 6% y mantiene un IVA parejo de un 19%, dos puntos bajo el griego).
Los principios jurídicos rectores del Estatuto de la inversión extranjera son la no discriminación entre inversores nacionales y extranjeros (lo que en los hechos privilegia el capital transnacional debido a su tonelaje objetivo); ningún sector económico o región geográfica está reservada a los inversores nacionales (los cuales, por lo demás, están entramados sanguíneamente con las megacorporaciones imperialistas); no hay ningún límite de porcentaje o duración de la propiedad extranjera de empresas conjuntas, empresas nacionales, edificios o tierras (soberanía nacional 0 %); existe invariabilidad tributaria hasta por 10 años (lo único que sube mensualmente en Chile es el costo de la vida para la gente corriente); cuenta con repatriación ilimitada de beneficios y del capital (deslocalización 100 %); y libre acceso al mercado cambiario formal, al tipo de cambio más favorable. En términos de legislación laboral, en el país reina el subcontratismo, la flexibilidad, y la creciente extinción de las relaciones contractuales indefinidas, y, con fortuna, la sobrevivencia de un sindicalismo domesticado y sin capacidad de negociación con el capital. Las formas descritas no son más que la expresión jurídica de la supremacía del capital sobre el trabajo y reflejo de las relaciones de fuerza entre la hegemonía de la minoría propietaria sobre la gran mayoría condenada a vender su fuerza de trabajo a un precio que apenas alcanza para endeudarse.
5. Hoy las noticias de Chile están ligadas invariablemente a los efectos del terremoto-maremoto del pasado 27 de febrero. Aún se desconoce el número de personas fallecidas, desaparecidas y heridas. Sin embargo, es preciso no olvidar que antes y después del 27 de febrero, Chile ya sufría las consecuencias sistémicas de la crisis económica mundial (las cifras de desempleo, la reducción del PIB y las inversiones, la destrucción y concentración de fuerzas productivas, son fenómenos anteriores al sismo).
Al respecto, la exportación frutícola ha disminuido un 9,3 % en relación a la temporada anterior. Sólo las manzanas cayeron un 42 %, las peras un 35 %, y la uva de mesa un 23 %.
La industria salmonera proyectó que el 2010 sus exportaciones disminuirán en casi 70 mil toneladas “debido al virus ISA”. Sobre la producción salmonera vale señalar la gravedad que comportó la votación en el Congreso de la denominada Ley de Privatización del Mar Austral –justo antes de la llegada de Piñera al Ejecutivo-, que en concreto entrega a las empresas salmoneras quebradas miles de hectáreas de mar y borde costero contra hipotecas en beneficio de la banca a la que adeudan multimillonariamente los dueños del salmón. Naturalmente, tanto la industria del salmón, como la banca involucrada corresponden mayoritariamente a capitales transnacionales.
Ya venía cayendo verticalmente la producción y exportación de celulosa como consecuencia de la baja demanda internacional, cuando el terremoto, en la actualidad, es el argumento que emplea el capital para detener el 100 % de las faenas. Las mayores empresas de celulosa en Chile –Arauco y Constitución (grupo Angelini) y Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (grupo Matte), por lo menos, desactivaron las máquinas durante marzo, lo que equivaldría a 400 mil toneladas del producto bajo lo habitual en el 2010. El desempleo en el sector se multiplica tan vertiginosamente, que es difícil ofrecer cifras que duren la lectura del presente artículo.
En la Octava Región , uno de las zonas más dañadas por el terremoto-maremoto, según las autoridades, la industria pesquera quedó en un 5 % de lo que era. Se perdieron 300 millones de dólares y 13 mil puestos de trabajo.
La banca no podía quedarse atrás. Los dividendos de los créditos hipotecarios aumentarán el 2010 como efecto del alza de alrededor de un 30 % de las pólizas de seguros y reaseguradoras asociadas a la compra de una vivienda. Si aumenta el riesgo, aumenta el precio. Esa es la ley.
6. Mientras se termina de escribir esta modesta panorámica, el servicio de electricidad recién comienza a funcionar otra vez, luego de un apagón que afectó al 90 % del país. Las explicaciones de la autoridad son crípticas. Lo cierto es que producto del desastre y el tratamiento mediático del desastre en un Chile donde la TV, la prensa escrita y casi el dial completo es propiedad de los mismos dueños de todo, existe una suerte de estado de excepción y toque de queda en la cabeza de un gran porcentaje de chilenos, independientemente del impuesto efectivamente en la zona del Bío Bío. De la incertidumbre al temor, las maneras conductuales hablan de un terremoto anímico en gran parte de la población. En Santiago -a varios kilómetros del centro de los sismos- la hipersensibilidad ambiental y social son las páginas donde se inscribe el miedo, la superstición, la angustia. Sin duda, no hay mejor control social que el terror amplificado de algún descalabro potencial de la naturaleza, anunciado explícitamente a través de los medios de comunicación, y la práctica del rumor sin origen, ni ciencia. Una cosa es el discurso de la "unidad y reconstrucción nacional" para beneficio de Piñera, postergación de las demandas sociales, militarización y disciplinamiento cuartelario de la vida civil, y vulneración de los derechos cívicos elementales. Pero otro fenómeno es el miedo diseminado y la sensación ampliada de inseguridad.
Afortunadamente, la sobreactuación estatal (¿un ensayo?) es contrastada por un conjunto de iniciativas solidarias que arrancan de la base social y hasta familiar. Estudiantes, trabajadores organizados y familias populares se las arreglan para solidarizarse por gestión propia, sobre todo en aquellos lugares donde no llega jamás la limitada ayuda del Estado corporativo de Chile.
En efecto, aquí están algunas cifras y modos de la dominación y el miedo premeditado. Pero también vibra la esperanza y la cooperación popular, ese arsenal inabarcable de los pueblos.

Andrés Figueroa Cornejo
Marzo 15 de 2010

jueves, 11 de marzo de 2010

REPORTE DE LA CATÁSTROFE EN CHILE


Daniel Riquelme Ruiz vivía en Hualpén, ciudad próxima a Talcahuano, uno de los territorios más devastado por el terremoto de la madrugada del 27 de febrero. Allí existe el estado de excepción y toque de queda impuesto por el gobierno saliente y vitoreado y mantenido por el entrante. La noche del 9 de marzo Daniel Riquelme salió en busca de cigarrillos, pero se encontró con una patrulla de la Armada. Su cuerpo fue encontrado sin vida, azul de golpes. "Se tomó la decisión tras comprobar que el hecho los vincularían (a los miembros de la Armada que iban en la patrulla), por lo que los antecedentes serían puestos a disposición del Ministerio Público", dijo elcomandante en jefe de la Segunda Zona Naval, contraalmirante Roberto Macchiavello.

El único gobierno de impronta genuinamente popular fue el liderado por Salvador Allende. Durante toda la historia de Chile siempre ha gobernado la oligarquía –liberal o conservadora-, un par de administraciones de inspiración desarrollista y pare de contar. Lo demás han sido ejecutivos –votados o no- que han representado proyectos de sociedad ligados a los intereses de fracciones de los mega propietarios, a su vez, dependientes de los polos centrales del capital, primero inglés, luego norteamericano. Con Piñera, se dice que la derecha tradicional no accedía electoralmente a la primera tutoría del gobierno desde 1958, es decir hace más de 50 años. Pero ello sólo es en términos formales, de acuerdo a cánones convencionales, acotados a una democracia vertical y coordenadas que poco o nada hablan de de las estrategias de subordinación imperialista y políticas antisociales, exclusión, represión y vigilancia, fuerza y consentimiento desde el Estado de contenido siempre burgués que ha marcado el derrotero chileno.

Cuando no existe alternativa política madura y potente desde los intereses de los trabajadores y el pueblo, o bien se llega a situaciones álgidas de lucha de clases sin pueblo blindado, como en la Unidad Popular, la reacción de los grandes dueños, la pura y dura, ordena primero por la fuerza y luego por la ley, la política que es el resumen de la economía. Su economía, sus intereses.

Producto de la tragedia sísmica que afectó a los pueblos desde la Quinta a la Novena regiones, el gobierno de la Concertación y ahora el de Piñera mantienen el estado de excepción que, concretamente, significa toque de queda, militares del Ejército y la Armada en las calles, y graves limitaciones a los derechos ciudadanos. El argumento estatal se sostiene sobre la mantención del orden público y la custodia de la gran propiedad privada. La cuestión es que la milicia porta armamento de guerra y estilos de sometimiento civil que, como es corriente, se emplean. La policía, los carabineros, de acuerdo a la decisión de las autoridades, parece haber sido sobrepasada por los efectos del terremoto. Otra tesis probable, es que, sobre todo en la ciudad de Concepción y su vecina Talcahuano, el despliegue castrense corresponda a un ejercicio ad hoc para refrescar el miedo popular, estirar las piernas camufladas, y acostumbrar a la ciudadanía a un estilo de vida cuartelario ante cualquier potencial riesgo de movimientos sociales, espontáneo u organizado. Porque, en realidad, los militares no evitan los terremotos. Sería buena cosa que sus energías fueran destacadas a la reconstrucción de las carreteras, escuelas y hospitales destruidos, en vez de apalear pobres y hacer guardia celosa de la gran propiedad. Sin embargo, hasta el momento, el contenido del recurso militar sólo se congracia con los amantes del castigo incivilizado y a discreción.

Por su parte, organizaciones sociales, vecinales, sindicatos, estudiantes, multiplican su solidaridad bajo la consigna de “Sólo el pueblo ayuda al pueblo”. Realizan levantamientos, diagnósticos, colaboración directa, distribución de ayuda y procuran potenciar la autoorganización desde abajo. Aún son iniciativas menudas, pero que guardan potencialmente el germen de la solidaridad organizada independientemente de las instituciones estatales. La distribución de la mercadería y el proceso de reconstrucción mismo, por arriba, simplemente aún no llega adecuadamente.

Ya existen voces que demandan medidas tendientes a limitar la especulación; terminar con el estado de excepción para volver paulatinamente a la normalidad; establecer las responsabilidades que le caben a las constructoras cuyas edificaciones habitacionales sufrieron daños estructurales; imponer impuestos específicos a las corporaciones y la industria del cobre (sólo un tercio está en manos del Estado) para beneficiar a la población más damnificada; y que el pago de las viviendas arruinadas sea retornado a la ciudadanía. Es decir, que el derecho a la vida se sobreponga al de la propiedad; y que la reconstrucción pública se encumbra sobre el negocio privado. Porque, entre muchas formas de aprovechamiento del capital en medio de la tragedia, está la oferta de créditos hipotecarios engordados por el aumento del precio de las aseguradoras más la repactación de las deudas habitacionales. Al respecto, la banca asociada a las constructoras privadas jamás duerme ni pierde.

La comunidad nacional se encuentra altamente sensible ante las réplicas y la espectacularización televisiva de los acontecimientos. A ello se agrega la militarización de la catástrofe y el “movido” cambio de mando en el Congreso Nacional y un Piñera que en términos absolutos, no alcanza a representar un 30 % de la gente habilitada para votar en el país.

Andrés Figueroa Cornejo

11 de marzo de 2010

jueves, 4 de marzo de 2010

UN FAVOR A PROPÓSITO DEL TERREMOTO EN CHILE


Mi pueblo arde en las plazas públicas y las veredas, aterido por la inclemencia telúrica que cayó como una maldición en medio de la noche del 27 de febrero.
Mi pueblo es noble y sencillo. Como todos los pueblos del mundo. Sus madres persiguen el alimento para sus hijos. Así la noche agazapada huele a calor y hace invisible los terrores infantiles.
Es cierto, mi pueblo no está organizado como el ángulo matemático de las estructuras. Pero paulatinamente de despereza de tantos años de gorilas, primero, y luego de los administradores del egoísmo y la competencia y la concentración de la riqueza.
En medio de mi pueblo hay delincuentes, gente sin salida que busca el dinero perverso con el deseo secreto de ser rica un día –en el sentido de acumular muchas más mercancías que las precisas para vivir decorosamente y también ser famosa y dominar a otros-. Pero mi pueblo, los millones que trabajan sin contrato por un salario que alcanza apenas para endeudarse, son la mayoría. Mi pueblo no es sinverguenza, ni ladrón, ni asesino. Y los que delinquen son una fracción fabricada por la miseria y la ignorancia.
Los medios de comunicación de masas en Chile, especialmente la televisión, están bajo control absoluto de la minoría privilegiada que manda en la economía, en la política y que es dueña del Estado. Por eso mi pueblo siempre aparece en las pantallas como víctima sin vuelta o victimario, y los poderosos como gente de bien. Y la televisión -la recreación más barata que tiene mi pueblo- es el modo de domesticar, construir temor ambiental y opinión pública siempre favorable a la visión de las cosas que tienen los que poseen todo. Al respecto, la iglesia oficial y la educación formal no se quedan atrás.
En Chile los militares son la guardia armada de los intereses del capital y de la propiedad privada. Por eso en la hora de la desgracia y el terremoto, la oficialidad y la tropa ordenada por la oficialidad, es destacada para custodiar los supermercados y no para ponerse al servicio de los dolores de mi pueblo. Siempre resulta una paradoja extraña que la tropa, que es tan pueblo como el que más, se ponga del lado de la minoría.
Chile no es un país desarrollado. El terremoto devastó también el avisaje publicitario edificado por los poderes para el turismo financiero y el inversionismo transnacional. Chile sólo es exportador de cobre, un poco de madera, pecado, uvas y plataforma de negocios para la región. Es despojado de sus recursos naturales por fuerza y decreto. En Chile ni siquiera queda industria textil. El 60 % de los trabajadores vende algo para vivir y está subcontratado o simplemente no tiene contrato, ni seguridad social. El 80 % se atiende en el espanto de los hospitales públicos –cuyos trabajadores son mártires-, y educa a sus hijos, pagando lo que no tiene, a una enseñanza particular privada pobremente subvencionada por el Estado, la cual sólo repite hasta el hartazgo, las distancias de clase. Porque Chile es una sociedad de clases, y una de las más desiguales del planeta.
Pero mi pueblo también apura su armadura cuando las crisis económicas y naturales le golpean el pecho. Entonces se solidariza, se encuentra en la calle, se reconoce de a poco otra vez, se esperanza, se conduele y de tanto buscarse, comienza a espejearse en el otro como un igual.
Mi pueblo tiembla de ternura cuando está en apuros y entonces sus trozos empiezan a reunirse. Mi pueblo es noble y sencillo. Como todos los pueblos del mundo. Y aunque la televisión ensucie su pantalla con saqueos editados convenientemente para los intereses de los pocos, e incluso, aunque una fracción de mi pueblo habite la puerta mugrosa e individual de la delincuencia, hoy estuve en la calle viendo con gente que acampa en las calles de Santiago viejo a cantores populares y aplaudimos un documental proyectado contra una pared sobre unas mujeres colombianas y pobres que se autoorganizan ejemplarmente en ese territorio tan vasto y dolido.
Cuando usted observe o tenga noticias de mi pueblo no olvide, y es un pedido colectivo, que ha sido muy magullado por asuntos bien conocidos, pero que está hecho de materiales sensibles, amorosamente desordenados, igual que el pueblo suyo.
Andrés Figueroa Cornejo
Marzo 3 de 2010