miércoles, 30 de julio de 2008

CHILE: TRABAJADORES DE SANTANDER BANEFE INICIAN HUELGA DE HAMBRE ANTE INTRANSIGENCIA EMPRESARIAL


En el marco de la huelga más larga de los trabajadores bancarios chilenos en casi 40 años, los empleados de la fuerza de venta Santander Banefe Multinegocios –parte del holding financiero Santander-, luego de 26 días de huelga legal, rechazaron la pobre oferta de la empresa a sus reivindicaciones y votaron la huelga de hambre.
En una larga asamblea general de trabajadores, después de recibir una propuesta por parte de la gerencia de Recursos Humanos del Grupo Santander España consistente en un bono de colación, de locomoción, un insignificante aumento del salario base, y un bono de fin de negociación muy distante del solicitado, los funcionarios bancarios desestimaron por unanimidad la propuesta empresarial, y resolvieron acentuar la movilización, votando una huelga de hambre que harán cinco trabajadores, públicamente, desde el martes 29 de julio.
La huelga de los más de 700 empleados de Santander Banefe es producto de un salario base que no alcanza los 100 dólares, la inexistencia de bonos de transporte y almuerzo, y la solicitud de un bono de término de conflicto de, al menos, un millón de pesos (2 mil dólares, aproximadamente). La intransigencia de la empresa financiera que más renta en Chile, y una de las que encabeza el ranking mundial del sector, ha sido acompañada de represión policial, golpizas a los trabajadores por vigilantes de la casa matriz del grupo, dirigentes sindicales hospitalizados, agresiones sexuales a trabajadoras y seguimientos armados a representantes de los funcionarios.
De acuerdo al último informe de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, entre enero y junio de 2008, la banca chilena alcanzó valores netos de 967,69 millones de dólares, esto es, un 5,55 % más que en el mismo período del año pasado.
En particular, el Banco Santander Chile, controlado por el grupo español Santander Central Hispano (SCH), se mantuvo en el primer lugar en cuanto a resultados, con un beneficio de 156.095 millones de pesos (unos 312,19 millones de dólares) y una rentabilidad del 25,65 por ciento sobre capital y reservas.
Cuando faltan pocos días para que la huelga legal de los empleados del Santander Banefe cumpla un mes, los trabajadores decidieron combinar la movilización activa con la huelga de hambre ante un conflicto prolongado arbitrariamente por la poderosa empresa. Durante una asamblea general, los funcionarios bancarios calificaron la oferta de la gerencia como “indecente”, y manifestaron en sus intervenciones y votos su voluntad de luchar unidos por demandas que van en el sentido de mejorar sus condiciones de vida y trabajo.
Luego de la explotación cuprífera, la industria bancaria es la actividad económica que más utilidades genera en Chile. Sus ganancias y expansión no guardan ninguna relación con el magro crecimiento de la economía, pese a la contracción crediticia aplicada por el área y el aumento de las tasas de interés impuesto por el Banco Central como receta para paliar la inflación creciente.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo
Julio 28 de 2008

CHILE: AHORA POLICÍA DE LA MONEDA REPRIME A TRABAJADORES DE SANTANDER BANEFE EN HUELGA



Cuando corre el día 26 de huelga legal de los más de 700 trabajadores de Santander Banefe Multinegocios, en medio de una manifestación absolutamente pacífica en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda enrejado, los empleados fueron brutalmente reprimidos por un fuerte contingente de Carabineros sin mediar motivo.
Junto a una huelga de hambre de cuatro dirigentes y trabajadores sindicalizados, los funcionarios decidieron expresar su descontento frente a la casa de gobierno chileno debido al silencio y la indolente actitud de las autoridades frente a un conflicto laboral donde el empresariado ha actuado con extraordinaria intransigencia y violencia.
El holding Santander España es el grupo financiero que más utilidades obtuvo en el período enero-junio de 2008, según la propia Superintendencia de Bancos, creciendo en más de un 25 % en su rentabilidad, entre capitales y reservas.
En la manifestación, los trabajadores vociferaron arengas exigiendo la intervención gubernamental ante las negativas reiteradas de la gerencia a sus demandas, las cuales se reducen a bonos de locomoción, colación, y término de negociación. Un 85 % de la fuerza de venta de Santander Banefe en huelga es femenina y cuenta con un salario base de $ 53 mil pesos mensuales (menos de 100 dólares, y menos de un tercio del salario mínimo).
Durante la protesta pacífica –en un lugar donde normalmente se realizan sin que sucedan incidentes-, los carabineros de Palacio se ensañaron con especial violencia contra los funcionarios bancarios, deteniendo a alrededor de 10 de ellos, entre dirigentes y empleados en huelga.
Por otra parte, de acuerdo a fuentes emanadas de la propia policía, mientras se termina esta nota, la gerencia de la casa matriz del grupo Santander está exigiendo a Fuerzas Especiales de carabineros el desalojo de los trabajadores allí apostados.
Mientras tanto, la huelga de hambre mantiene su carácter indefinido.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio 29 de 2008

lunes, 28 de julio de 2008

CHILE: LAS CONDICIONES DE LA BURGUESÍA Y EL DESAFÍO DE LOS EMPEÑOS ANTICAPITALISTAS

CHILE: LAS CONDICIONES DE LA BURGUESÍA Y EL DESAFÍO DE LOS EMPEÑOS ANTICAPITALISTAS


1. La experiencia grabada a fuego de los mil días de la Unidad Popular fue, entre muchas cosas, el resumen de un largo derrotero de luchas populares, altibajos, derrotas, maduraciones y aprendizajes colectivos, los cuales se tradujeron en múltiples fenómenos asociados al fortalecimiento de la Central Única de Trabajadores (CUT), el crecimiento de los partidos obreros y de los de origen pequeño burgués e inspiración socialista, y el agotamiento del proyecto imperialista vehiculado por la Democracia Cristiana de Frei Montalva (años después asesinado por la dictadura pinochetista, pese al apoyo brindado a la junta militar por la dirección de su tienda). Asimismo, el gobierno del doctor Salvador Allende (que obtuvo mayoría relativa ante una burguesía dividida, y cuya victoria debió ser refrendada condicionadamente por el Congreso Nacional) expresó los límites históricos del Estado burgués de impronta nacional desarrollista, en un marco internacional extraordinariamente gravitante para un país de 9 millones de habitantes, signado por la guerra fría, la revolución cubana, la guerra de Vietnam, y las luchas de liberación nacional anticolonialistas. La denominada “vía chilena al socialismo” confirmó trágicamente las leyes de hierro de la lucha de clases en una fórmula política que ofreció territorios y tiempo suficientes para el rearme de las clases dominantes. Nunca antes en el planeta, a través de elecciones generales y sobre un poderoso soporte de organización de sustantivas franjas de los trabajadores y el pueblo, gobierno alguno alcanzó nacionalizaciones y transformaciones de carácter estratégico en áreas de la economía intocables hasta entonces (cobre, banca, tierra), ni más serios intentos de redistribución de la riqueza y propulsión de derechos sociales, sin reprimir a la minoría oligárquica históricamente arriba. Sin la existencia de la descrita constelación de variables nacionales e internacionales (relativa simetría en la pugna capital / trabajo a escala mundial), habría resultado imposible imaginar siquiera el fenómeno de la Unidad Popular. Se estaba en presencia de un Estado fuerte que lograba influir notablemente en la economía y dotaba al conjunto social de un altísimo porcentaje de empleo fiscal, y frente a una burguesía golpeada duramente en Chile y el mundo ante el avance incontenible del campo de la conciencia y la organización de los trabajadores y el pueblo.. Si bien, Allende siempre notificó que su gobierno sería nacional, popular, antiimperialista y revolucionario, pero que sólo estaba construyendo las condiciones necesarias para implementar la hegemonía de relaciones de vida socialistas, los patrones y el imperio acudieron al recurso castrense para echar abajo el proyecto de sociedad más avanzado de la historia de los chilenos. Cuando ocurría el golpe de Estado de 1973, la intelectualidad tecno-económica amaestrada en las escuelas más ortodoxas del capitalismo en Usamérica, apenas balbuceaba el paradigma ultra liberal que implementaría, primero en Chile y luego en grandes extensiones del planeta, las nuevas modalidades y contenidos de la refundación del reinado del capital que transformarían estructuralmente el patrón de acumulación burgués, el Estado, la geo-política global y las relaciones de poder en todas sus dimensiones.
No por accidente, los fundamentos económicos emanados de los acuerdos de Bretton Woods en 1944 (“época dorada” del capitalismo denominado de bienestar, y período de creación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, prestamistas y formateadores político-económicos de los países dependientes), terminaron ante la crisis de la convertibilidad del dólar en oro en 1973. En Chile, con más de 10 años de anticipación, se impuso a sangre y fuego el paradigma neoliberal consolidado mediante el Consenso de Washington, que en sus claves nucleares instaló la liberalización del comercio internacional asimétrico, las privatizaciones de los recursos de propiedad estatal y social, y la financiarización de los derechos conquistados en el período anterior. El deseo devorador del capital y su movimiento creciente, expansivo y productor de desigualdades se sintetiza hoy, como nunca, en la hegemonía del capital financiero imperialista, transnacionalizado, monopólico y especulativo. Ante la descompensación de fuerzas entre el capital y el trabajo a favor del primero, el Estado de bienestar se convierte en pieza de museo y gobierna por medio de la versión más brutal y radicalizada del capitalismo que garantiza –a costa de humanidad y naturaleza- la ganancia demandada por la minoría dueña de todo.

2. Después de 35 años del fin de la experiencia trágica y luminosa de la “vía chilena al socialismo”, el país es administrado por los intereses del gran capital, bajo la hegemonía inhumana de las relaciones económicas, políticas, culturales, simbólicas y sociales del fetiche de la mercancía y la supuesta teoría del libre mercado (que en la práctica, promueve los oligopolios, la concentración de la riqueza y osifica la desigualdad de clases y la dependencia del capital financiero y especulativo). El pacto interburgués que puso término a la dictadura militar y abrió el actual período de gobiernos civiles, ha mantenido intactos los resortes profundos de los intereses del capital y su dinámica antipopular. Gobierno tras gobierno, la Concertación , primero acudiendo al temor de los cuartelazos, y luego actuando francamente desde el acomodo y la conveniencia, ha consolidado una sociedad estamental, sin derechos sociales asegurados para las grandes mayorías, y ha terminado de desmantelar y vender a privados las rémoras de la propiedad estatal. De esta manera, los gobiernos concertacionistas –cuya confianza la burguesía, recién a casi 20 años de elecciones, comienza a relativizar- han prometido cambios pro populares reiteradamente incumplidos; impedido la organización de los trabajadores y el pueblo; y castigado cualquier asomo de cabeza de los de abajo, muertos mediante. El Estado subsidiario, tutelado transitoriamente por la Concertación , ha reducido su “vocación popular” a insuficientes programas sociales, mientras en la realidad dominante ofrece señales de descomposición, envejecimiento de horizonte de sentido (si es que lo tuvo, más allá de la buena publicidad de los primeros años), corrupción, reformas aparentes, alienación, desastres en el ámbito educacional, sanitario y medioambiental, precariedad y pésimo pago del empleo; pan caro y mal circo.
De este modo, Chile padece la mutación y extinción del Estado tal como se conoció hasta 1973. El aparato fiscal, históricamente de contenido burgués, actualmente se expresa anémicamente en su peso burocrático, poderosamente en su papel militar, y defensor a ultranza de la propiedad privada en materia jurídica. ¿Qué puede ofrecer como objeto de demanda un Estado impotente, enrejado en las tramas de la subordinación del gran capital? ¿Qué más recursos le quedan a un Fisco, sino los ahorros millonarios devenidos del alza provisional del precio del cobre? Hoy el Estado parece ser una caja fuerte repleta de dólares para la contención parcial de eventuales conflictos sociales (Transantiago, Fondo de Estabilización del Precio Petróleo, bonos miseria) y útil como aval de los poderosos en aprietos; tiene el monopolio de la fuerza militar; es el guardia privado de la burguesía; y sostiene un parlamento monocorde y legitimador del poder de los privilegiados. La extraña transparencia sin contradicciones del rol del Estado chileno en una sociedad de clases, mandata la reconstrucción de las fuerzas anticapitalistas al calor de la lucha entre capital y trabajo, en sus maneras más desnudas, multidimensionales y originarias.

3. Las cifras oficiales de 2008 hablan que el promedio de los trabajadores gasta más de lo que gana y adeuda un año de salario; menos de la mitad de la fuerza laboral está contratada; apenas un 8,7 % puede negociar colectivamente (independientemente de los resultados de los convenios); el desempleo se empina sobre el 8 % a nivel nacional; la inflación para el 40 % más pobre está en un 20 %; la pobreza es femenina y juvenil; el subcontratismo y la precariedad laboral campean y el descrédito del sistema político supera el 50 %. Asimismo, la desaceleración económica producto de la crisis cíclica del capital financiero parasitario y del alza estructural de los precios de los alimentos y la energía, destruyen el poder adquisitivo de las remuneraciones, mientras el Banco Central aumenta las tasas de interés para paliar la inflación a costa de las grandes mayorías. Las proyecciones del Ministerio de Hacienda en materia de crecimiento varían a la baja en tanto pasan las semanas. Al respecto, el país crecerá alrededor de un 4 %, el número más bajo de la región.

4. Como resulta histórico –salvando algunas nuevas maneras-, los dispositivos materiales que reproducen el sostén cultural de la alienación requerida por el capital se encuentra en la escuela, el ejército, la iglesia, la empresa, el relato político dominante y el control monopólico de la clase en el poder de los medios de comunicación de masas (en especial, de la televisión). En su conjunto, los dispositivos de la alienación propalan la resignación, la igualación del consumo a la felicidad, la fatalidad del actual orden de cosas, el temor, la espectacularización de los acontecimientos y sus personajes, el espejismo de la enseñanza formal como palanca social, los metadiscursos para especialistas, la mala conciencia, la participación bajo control e irrelevante, el analfabetismo funcional, el consenso como imposición vertical, la lumpenización de las relaciones sociales, la idiotez indolente y el egoísmo.

5. Históricamente, las posibilidades de la construcción de la hegemonía de los intereses de los trabajadores y el pueblo están ligadas a las luchas concretas contra las relaciones de dominación, el capital y los patrones; la alfabetización política; la arquitectura sincrética, mestiza, creativa, cultural y simbólica devenida de las necesidades y experiencias concretas propias de las grandes mayorías; la religión liberadora; la ética insobornable; la solidaridad; la dignificación de los contenidos y formas genuinas de las clases dominadas; y la edificación incesante del malestar colectivo frente a los privilegios de la minoría en el poder.

6. Pero “¿De dónde saldrá el martillo, verdugo de esta cadena?”. Sobre todo de los trabajadores precarizados y tercerizados del conjunto de las áreas económicas; de los jóvenes excluidos; de los estudiantes arrojados al mal empleo y la expoliación; de las mujeres; de los mapuche cuya pelea rime con la de los mestizos castigados; de los ecologistas auténticos cuyas luchas se contraponen al capital; de los intelectuales críticos; de los artistas incómodos; de los sexualmente marginados; del pueblo profundo que advierte su desgracia como potencia y necesidad liberadora. Y de los militantes populares provenientes de esas fuentes. De la memoria y la recreación de la convicción de poder.
En este sentido, la independencia política de los intereses de los trabajadores y el pueblo es el eje determinante a la hora de recomponer las fuerzas y el proyecto emancipador de los de abajo. De no cautelar con celo metálico este principio, se corre el riesgo alto de, al igual que bajo la dictadura pinochetista, de entregar la hegemonía política a fracciones sociales formalmente democráticas y pro populares, pero incapacitadas para transformar el orden estructural de las cosas. De ganar el empresario derechista Sebastián Piñera las elecciones presidenciales de fines de 2009, los cuadros de la Concertación deberán aterrizar –al menos en algún porcentaje significativo- al territorio popular que abandonaron hace 20 años. Al respecto, sólo la convicción y madurez política de las agrupaciones anticapitalistas estarán en condiciones de jugarse políticamente en la disputa. Y toda política de alianzas debe conducirse sobre esta matriz.
La diáspora de los empeños políticos anticapitalistas e inspiración emancipadora deben abandonar la autoreferencia infructuosa, cobrar fuerzas e incorporarse desde el seno mismo de las luchas concretas de los trabajadores y el pueblo. De lo contrario, simplemente, no existe sintonía entre el empeño político y los intereses, modos, ritmos y expresiones mixtas del pueblo, y se corre rápidamente hacia el encapsulamiento sin porvenir. En el mejor de los casos, sus ilustraciones propagandísticas se convierten en puro lema estrategista, deseo o máxima edificante, pero jamás en comunicación o política justa para el período. Lo que sí tiene sentido es la promoción popular de la lucha directa y llana contra los enclaves patronales, donde, de algún modo, se produce la mayor densidad de lucha de clases.
En el actual período, los trabajadores y el pueblo están recién comenzando un nuevo ciclo de luchas sociales, el cual, si supera su fragilidad sensible, puede aspirar a sostenerse sobre dos pies. La frecuencia de la lucha, la urgencia de victorias parciales, el aumento de su tonelaje, junto a la recomposición de los embriones aspirantes a compartir la conducción política, al menos, territorial y sectorial, son las condiciones para la multiplicación y reunión de las fuerzas anticapitalistas. La incipiente organización del o los futuros destacamentos orgánicos y políticos de los intereses de los trabajadores y el pueblo serán fruto de la lucha de clases, su naturaleza, composición, maneras nuevas y continuidad liberadora. Más allá de los segmentos sociales ordenadores, los sujetos centrales y las formas de lucha adecuadas al estadio potencial de los de abajo, hoy debe abrazarse toda lucha que atente contra el imperio del capital. La cualidad del conflicto no es escindible de sus posibilidades de futuro multiplicado.

7. De cara a la actual coyuntura, entregada la lectura sobre la naturaleza del Estado chileno y sus extensiones, se advierte la debilidad menos que relativa del cuerpo legislativo, la realidad tangible de habitar una democracia sin pueblo y oligárquica (como condición sin la cual el capital no podría gozar de las tasas de ganancia que luce, ni la burguesía podría llevar un tren de vida primermundista a expensas de la sobrevida de la mayoría) y, por tanto, el papel probadamente adjetivo que comporta la participación en las elecciones de los poderosos. Los empeños anticapitalistas no pueden desdeñar por principio ningún modo de lucha, aunque sea en el ámbito testimonial de un parlamento sin fueros y reflejo fiel de la hegemonía de los intereses de la burguesía. Pero las iniciativas capilares de los empeños anticapitalistas diseminados deben reconcentrase en la formulación de las fuerzas populares por abajo. Aun para aquellos que todavía consideran que es posible reeditar una experiencia meridianamente parecida a la Unidad Popular de 1970, como para quienes apuran su cabeza, manos y corazón en la transformación integral de la sociedad, no esquivan el poder como objetivo, y comprenden la política emancipadora como un conjunto complejo de construcción de fuerzas, incluso más allá de las fronteras acotadas que enjaula el concepto de país en la era de la mundialización del devenir en todas las esferas del quehacer humano.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo
Julio de 2008





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jueves, 17 de julio de 2008

CHILE: EMPRESA SANTANDER ESPAÑA ORDENA REPRESIÒN POLICIAL CONTRA TRABAJADORES EN HUELGA LEGAL


En el día 14 de huelga legal (jueves 17 de julio), los trabajadores de Santander Banefe, en otro capítulo del complejo proceso de negociación que protagonizan, fueron duramente reprimidos por carros lanzaaguas y gases lacrimógenos de Fuerzas Especiales de carabineros en las puertas de la casa matriz del Holding Santander, por orden de la gerencia de la empresa.
Sin embargo, pese a la ofensiva de la administración bancaria a través de carabineros, los empleados del Sindicato, en un 85 % mujeres, resistieron pacíficamente, entonando cánticos contra la institución. Luego de largas negociaciones entre los dirigentes sindicales, la Intendencia de Santiago y oficiales policiales, carabineros debió retirarse del lugar para alegría de los empleados movilizados, y desdicha de la gerencia y la jefatura de vigilancia de la empresa, que desplegó a sus funcionarios en la vía pública con el fin de intimidar a los huelguistas a través de fotografías.
La huelga de los trabajadores, que fue hecha efectiva el pasado 3 de julio, ha resultado extremadamente dura ante la intransigente negativa de la gerencia de acoger las demandas de los empleados (aumento del salario base que está actualmente en $ 53 mil pesos (100 dólares), bonos de locomoción y colación que contempla la ley y un bono de fin de conflicto). Cuatro dirigentes bancarios han sido malheridos por la policía y los vigilantes de la multimillonaria institución durante el transcurso de la huelga. Una trabajadora fue víctima de agresiones sexuales durante una masiva detención, y el dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores Bancarios, Marcelo Rojas (ver foto), fue brutalmente golpeado por vigilantes de la sucursal principal ante la mirada impotente de una cincuentena de personas (incluso de carabineros) que no pudieron hacer ingreso al edificio para auxiliar a Rojas debido al cierre de las puertas del banco por dentro. Ya existen interpuestas dos demandas judiciales por parte de los trabajadores; una por agresión sexual a una empleada y otra por secuestro al dirigente antes mencionado.
El Sindicato Santander Banefe Multinegocios, que agrupa a 700 trabajadores a nivel nacional, y es parte de la Federación de los empleados del holding y de la única Confederación del sector, ha recibido el apoyo de innumerables agrupaciones de trabajadores en el ámbito nacional. Ha contado con la solidaridad expresa de senadores de la República; y ha empleado diversas estrategias de movilización; desde ocupar pacíficamente las dependencias del banco, protestar ante la embajada de España en Chile, sostener conversaciones con el Ministro del Trabajo e irrumpir en las sucursales de Santander Banefe para protestar y explicar las causas de la huelga. Los trabajadores nada han dejado de hacer para procurar instalar una mesa de negociaciones con la dirección empresarial o recibir una oferta que se aproxime a lo demandado. Sin embargo, sólo han recibido a cambio, negativas y represión.
Asimismo, las organizaciones sindicales más importantes en el país hispano han presionado solidariamente ante las gerencias centrales del holding español, y han exigido un pronunciamiento del Presidente del grupo financiero en Chile, Mauricio Larraín, el cual no ha hecho más que deshacerse en excusas y malas explicaciones. Al respecto, el Secretario General de la Confederación de Trabajadores Bancarios de Chile, Luis Mesina, afirmó que “aquí hay un doble estándar de la gerencia, porque mientras gastan millones en publicidad para dar una imagen de empresa responsable socialmente, por otro lado, tienen a los trabajadores desempeñándose con sueldos insignificantes y condiciones laborales absolutamente precarias.”
El grupo Santander España es el primer holding financiero en Chile en materia de utilidades y tercero a escala planetaria. La solución del conflicto resulta económica para la empresa. No obstante, razones de naturaleza desconocida han llevado a la gerencia a golpear con especial brutalidad a los empleados en huelga, y con la más extraordinaria indolencia gubernamental.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio 17 de 2008




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martes, 15 de julio de 2008

CHILE: TAREAS PARA LOS EMPEÑOS ANTICAPITALISTAS: CONTEXTO DE PRODUCCIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE HEGEMONÍA


1. Lo que viene son apenas algunos titulares para la construcción colectiva de una política propia de los trabajadores y el pueblo en perspectiva de un diseño de ambiciones estratégicas para la emancipación de las grandes mayorías.

2. Que el imperio del capital gobierna las relaciones sociales en Chile desde hace 35 años es una verdad lapidaria, científica, histórica.
Mientras durante sus primeros años la dictadura pinochetista de refundación capitalista se dedicó a decapitar la conducción política popular y los destacamentos orgánicos de inspiración revolucionaria, paulatinamente retornó los bienes sociales expropiados a los expropiadores durante la Unidad Popular y antes, y hacia finales de los 70 del siglo pasado entregó la dirección económica del país a los jóvenes graduados de la Escuela Económica de Chicago. La generación capitaneada por Hernán Büchi aplicó en inmejorables condiciones –en medio del terror, persecuciones políticas de toda laya, ejecutados, detenidos desaparecidos, torturados y exiliados- la receta más ultra y ortodoxa del liberalismo económico. Ni siquiera sus promotores mundiales (Reagan y Thatcher) se atrevieron en sus propios países a aplicar el recetario íntegro de la privatización extrema de los recursos naturales, áreas estratégicas de la economía, y derechos sociales, como la salud, la educación, y la previsión social. Ellos nunca dejaron de cautelar zonas de su producción interna mediante medidas proteccionistas (dumping, impuestos a la importación, etc.) Coincidente con el proceso de financiarización de la economía mundial de origen usamericano, producto de la crisis de las tasas de ganancia emanadas de un fordismo en decadencia, se produjo la liberalización del dólar (su autonomía relativa respecto del Banco Central de USA (FED)), el control unidireccional pleno de los medios de comunicación de masas, la importación de los valores y estilos de vida norteamericanizantes (condición para su dominación económica e ideológica), y la descompensación de las relaciones de fuerza mundiales ante el prólogo de la descomposición del llamado “campo socialista”. En Chile, sólo la profunda crisis económica de inicio de los 80 recalentó los motores populares y dinamizó la lucha contra la dictadura. Sus puntos más álgidos estuvieron entre el 83 y 86. Rápidamente, las denominadas “fuerzas democráticas”, auspiciadas por naciones europeas y el Pentágono, ante la radicalización del movimiento popular y su acelerada rearticulación, suscribieron el pacto interburgués con el régimen pinochetista. Pronto llegaría la mega campaña por el “No” a la prolongación del mandato del extinto General Pinochet, y el comienzo de los gobiernos civiles. La Constitución Política de 1980, el traspaso a manos privadas de la administración de un territorio descomunal de la educación escolar y superior; la privatización sobre fundamentos especulativos del sistema de previsión social; y la venta del 70 % de la propiedad estatal del cobre, otrora nacionalizado, fueron, entre otras transformaciones nucleares de la sociedad chilena después del golpe de 1973, la expresión de las relaciones de fuerza entre capital y trabajo, hija del ciclo de lucha de clases durante la dictadura. Al respecto, la hegemonía de las facciones democrático burguesas en la lucha antidictatorial y la correspondiente insuficiencia política de los empeños anticapitalistas de inspiración socialista crearon la materia profunda, la estructura y su esmalte jurídico, la moral y la cultura, la democracia sin pueblo y la razón del capital imperante en Chile hasta hoy. El subdesarrollo del país es condición necesaria para mantener los estadios de desarrollo de los países capitalistas centrales, tanto como la existencia de pobres y la explotación es la condición necesaria para que en Chile una minoría goce de los privilegios que ofrece el actual estatus de la civilización humana. Chile no corre linealmente hacia el desarrollo –salvo en las agencias de publicidad del poder-; muy por el contrario, sigue viviendo malamente de la monoproducción cuprífera, la destrucción irracional de los recursos naturales, y el comercio de bienes importados. De este modo, el capital financiero y especulativo ordena la casa mundial –es decir, la economía-, dibuja con mano de hierro la división internacional del trabajo, y promueve la apertura comercial chilena volviendo estructural su dependencia imperialista en el marco de relaciones desiguales y excluyentes.

3. El contexto de producción de una política anticapitalista está asociado al análisis concreto de las relaciones de fuerza entre capital y trabajo en Chile y en el planeta; el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas del país; las contradicciones esenciales del terreno; las piezas claves de la dominación, las clases principales, aliados y láminas sociales neutralizables para las posibilidades del nacimiento de la fuerza popular; y el “campo de conciencia” de los trabajadores y el pueblo en una situación concreta ofrecida por la realidad. La lucha de clases –resumen de las relaciones dinámicas entre la situación objetiva del capital, sus pliegues, contradicciones y potencias; y el “campo de conciencia” de los de abajo, sus formatos organizacionales, sus expresiones instrumentales de clase, su tonelaje político objetivo y su convicción de lucha y poder- es el termómetro y el insumo sustantivo de la brújula política para los empeños anticapitalistas de inspiración socialista. Lejos del vanguardismo (que no de la necesaria conducción política para la emancipación), del voluntarismo (que no del ánimo inquebrantable por transformar la sociedad), del dirigismo, las iluminaciones, megalomanías, esquematismos reduccionistas, remedos idealistas y sin contexto de experiencias populares liberadoras de otras latitudes, y muy lejos del puro deseo, es como se construye la fuerza social de los desheredados. El conocimiento acabado del actual período constituye el punto de arranque para cualquier diagnóstico ajustado y estado de situación para la formación compartida y democrática del proyecto liberador anticapitalista y antiimperialista.

4. La hegemonía política –o conducción y liderazgo-, en su sentido general, siempre es hegemonía de clase. Y esa hegemonía, que es burguesa y capitalista, corresponde al conjunto de herramientas interdependientes ligadas al dominio y recreación de un modo de producción económico, militar, burocrático, y sus manifestaciones legales, políticas y culturales. Como un todo modular, flexible, complejo, contradictorio, dinámico y funcional, el liderazgo de la burguesía en su fase imperialista mundializada y sin contrapesos todavía significativos, domina, disciplina, construye realidad y se reproduce aún, más allá de sus crisis cíclicas y estructurales. Cuando apenas un 20 % de los habitantes de la Tierra vive en las mejores condiciones materiales históricamente posibles, un 80 % sobrevive y abastece con su sola fuerza de trabajo el presente orden de cosas. En Chile ocurre, salvando las particularidades propias por un momento, exactamente lo mismo.

5. En la edificación de la hegemonía política de los intereses históricos de los trabajadores y el pueblo (poniendo entre paréntesis por un momento los dispositivos técnico-operativos más menudos y multifuncionales requeridos) es posible convenir que el papel de la reconstrucción de la voluntad, “campo de conciencia”, o rol de la subjetividad popular necesaria para la formación de la fuerza social liberadora está siempre a la orden del día. Incluso después de un eventual control político de la sociedad. Aquí, al parecer, se encuentran dos dimensiones intervinculadas que, de manera sincrónica, es decir, contemporáneamente, operan como tareas de largo plazo para el conjunto de empeños anticapitalistas de inspiración socialista y revolucionaria.
Existiría una suerte de plataforma básica, generalizada, amplia, instrumentalmente necesaria, y ética y políticamente legitimada, asociada a ideas fuerza distantes de la versión sobreideologizada y maximalista de las teorías emancipatorias. La incorporación de los trabajadores y el pueblo a la lucha por derechos incluso ilustrados por fracciones menos reaccionarias de la iglesia y la pequeña burguesía, según las capacidades de la conducción política y sus objetivos puntuales, ya comportan, en potencia, un salto cualitativo en el “campo de la conciencia”. Pero no se reducen estas ideas a los clásicos pliegos sindicales economicistas, sino que deben instalar la concepción de que la pelea es justa no sólo porque el salario no alcanza para vivir, sino que no alcanza para vivir porque el patrón o el empleador se queda con una parte de la riqueza que produce el trabajador. Es decir, porque las relaciones laborales se sostienen sobre un hecho fundadamente injusto, originalmente devenido de un robo legalizado. Rara vez, en las condiciones del Chile actual, las demandas de los trabajadores son satisfechas (de hecho, el código del trabajo obstruye la negociación colectiva y limita como en pocas partes del mundo, la posibilidad y eficiencia de las huelgas). Normalmente, los conflictos laborales se ofrecen en un contexto extraordinariamente asimétrico respecto de la patronal, y de manera aislada, acotada, donde la solidaridad de clase se expresa declarativamente, en el mejor de los casos. En este sentido, la idea de la unidad de los asalariados, el mayor contingente de fuerzas para enfrentar al capital y arrancarle parte de la ganancia proveniente de la explotación, suele ser una conclusión general producto del aprendizaje concreto. Aquí es preciso instalar la unidad, pero no sin contenidos; es la unidad para ganar demandas y promover la solidaridad activa, militante, entre personas que viven de un salario. Como la impotencia y premeditadas pobres facultades de la cartera del Trabajo –más allá de sus conflictos más o menos reales con Hacienda- se manifiestan como inútiles en los conflictos laborales, y el sistema de partidos políticos dominante es parte de la cartera de clientes de los patrones, allí tampoco los trabajadores encontrarán colaboración efectiva. Estos datos reales -sustancia de una democracia oligárquica- potencian la independencia política de la clase asalariada, la ponen en la necesidad de aumentar el tonelaje propio y la solidaridad entre pares, y desacredita las instituciones que sostienen el modelo sin pueblo imperante en Chile. Sin embargo, la edificación de un sentido común de los trabajadores en la línea presentada, podrá tener salidas esperanzadoras o demoledoras, dependiendo del tipo de liderazgos autorizados democráticamente por los propios trabajadores. El problema de la conducción no es una perogrullada, o una pieza adjetiva en la construcción de la recomposición de la hegemonía política de los trabajadores y el pueblo; es una condición determinante en el “campo de la conciencia”.
En el plano educacional (como en el de salubridad o previsión social), tan bien instalado como una de las demandas pilares del período en Chile por los estudiantes, el derecho a la enseñanza que no puede subordinarse a la ganancia o al lucro ya ha ganado prestigio en largos territorios sociales. En este sentido, la idea de la “igualdad”, al menos de oportunidades, campea coyunturalmente. No obstante, todavía la fuerza concreta constelada se sintetiza sólo en los actores inmediatamente involucrados. Nuevamente, las conducciones existentes tienen el papel de ampliar la base de apoyo social de la demanda. No basta que las encuestas encumbren el saludo popular a los escolares y sectores de profesores en lucha. De no integrar los trabajadores como demanda propia el derecho a una educación pública como eje del sistema (y a cuenta de un superior financiamiento, participación social y la destrucción de la educación privada subvencionada), se reducen drásticamente las posibilidades de imponer éxitos desde abajo en un plano tan sensible para el país, debido al mito de la educación como palanca de movilidad social.

6. Los ejemplos anteriormente acotados, recorren la colmena integral de la plataforma básica en el plano del “campo de conciencia”, en tanto punto de partida en la batalla de recomponer la hegemonía política de los intereses de los trabajadores y el pueblo. Pero resultan completamente insuficientes para acaudalar fracciones relevantes de las iniciativas de lucha de la clase con el objetivo histórico de construir una nueva generación (en términos más culturales que etarios) mandatada a conducir, a través de nuevos instrumentos políticos y sociales (y/o transformando radicalmente los existentes) los próximos ciclos de lucha de clases en mejores condiciones.
Al mismo tiempo que se provocan -intencionadamente, por un lado, y con rasgos de espontaneidad en su organización, por otro- los fenómenos políticos populares que, de manera incipiente, van despercudiendo el Chile del siglo XXI de la paz de cementerios impuesta por el terror y la alienación de los de arriba, también es una tarea estratégica para los empeños anticapitalistas de inspiración socialista arriesgar racionalmente, ideas fuerza que atenten contra el sostén profundo del capital, sus maneras y contenidos. El ejercicio político necesario al respecto debe provocarse en alta frecuencia popular, en conjunto con los sectores más adelantados de lucha, y con una irrenunciable estatura ética y justificación contextual. La musculatura de la dominación y hegemonía de la minoría en el poder, en términos culturales y en el “campo de la conciencia”, deben enfrentarse con claridad, de manera creativa, y adecuándose a los sujetos que mañana –a través de diversas expresiones político-orgánicas- están llamados a conducir las transformaciones en beneficio de los intereses de las mayorías.
En este sentido, es dable cuestionar críticamente la contradicción capital-trabajo, considerando que la producción de la riqueza es social, pero su apropiación, privada. Que la propiedad privada no es un derecho natural sino el fundamento devenido de los privilegios de una minoría dueña de todo. Que la lucha permanente y creciente, y la unidad de los trabajadores y el pueblo es la condición que abre las posibilidades de una vida plena para las mayorías de Chile. Que el combate contra los patrones es internacional, anticapitalista y antiimperialista. Que la colaboración con los patrones, en toda coyuntura, a la larga, fortalece a la minoría en el poder. Que no es fatal el actual orden de cosas. Que se puede producir mejor y para bien del conjunto social, sin patrones. Que el egoísmo, la competencia, el lucro, el sectarismo y el sobre consumo son los valores y prácticas que publicitan y ejercitan históricamente los poderosos para reproducir y perpetuar sus privilegios. Que si, eventualmente, gana las elecciones presidenciales de 2009 la derecha histórica, y entonces, obligadamente, bajan los funcionarios concertacionistas de palacio con el fin de enrielar el movimiento popular en ciernes sobre objetivos electorales para recobrar el Ejecutivo, es preciso disputar con razones y fuerza la potencial hegemonía política del territorio popular. Que la educación debe volver al Estado, pero esa meta por sí sola, no resuelve las contradicciones irreconciliables de las clases antagónicas existentes objetivamente en Chile. Que detrás de las luchas economicistas en cualquier ámbito, debe palpitar la lucha por el poder político y un proyecto de nueva sociedad que promueva sus instrumentos más adecuados al contexto y las relaciones de fuerza actuales, y tenga a la vista la experiencia –sus aciertos y derrotas- de las batallas populares de la historia de Chile y del mundo. Y que la política es el arte de construir fuerzas y establecer alianzas.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio 15 de 2008

viernes, 11 de julio de 2008

En el marco de la huelga legal nacional que protagonizan hace 9 días los empleados de Santander Banefe

En el marco de la huelga legal nacional que protagonizan hace 9 días los empleados de Santander Banefe

Con el patrocinio del abogado Hugo Gutiérrez y Boris Paredes, el Dirigente Nacional de la Confederación de Sindicatos Bancarios, Marcelo Rojas Cruz, interpuso una querella por secuestro contra los vigilantes y el responsable de los vigilantes de la casa matriz del Holding Santander España en Chile, en el 7 º Tribunal de Garantía del Centro de Justicia de Santiago.
El viernes 4 de julio pasado, en el contexto de la huelga legal que llevan adelante más de 700 trabajadores de Santander Banefe debido al precario sueldo base que reciben (100 dólares mensuales) y el no derecho a colación y transporte para desempeñarse adecuadamente, los vigilantes de la principal sucursal del banco ingresaron por la fuerza al Dirigente Marcelo Rojas, y al interior de la sede financiera le propinaron una brutal golpiza que le produjo un traumatismo encefalocraneano y su hospitalización urgente. Los hechos ocurrieron a vista y presencia de una cincuentena de personas. Los 8 o 9 vigilantes que agredieron a Rojas bajo órdenes del Jefe de Seguridad, Donald Segovia, impidieron la entrada al banco, incluso a carabineros.
El abogado Boris Sepúlveda, enfatizó que “es inaceptable que a los trabajadores del movimiento sindical, no solamente se les pisotee con las leyes, sino que, además, se contrate matones a sueldo dirigidos por el jefe de seguridad del banco, que, a nuestro entender, secuestraron a Marcelo Rojas, dejándolo con lesiones graves. Este hecho es inexplicable.”


LA INTRANSIGENCIA DE LA EMPRESA Y LA FORTALEZA DE LOS TRABAJADORES

Hasta el viernes 11 de julio, y luego de dos reuniones entre la gerencia del banco y los representantes sindicales en huelga desde el 3 de julio, los empleadores no han ofrecido una mínima oferta aceptable por los empleados que demandan $ 200 mil pesos (400 dólares) de sueldo base, dinero para colación y movilización y un bono de fin de conflicto. Al respecto, la Presidenta de la Confederación de Sindicatos Bancarios, Andrea Riquelme, señaló que “para nosotros la negociación de Santander Banefe no tiene que ver con el costo del conflicto, el cual para una de las principales transnacionales del país es muy económico; sino que hay un tema de fuerzas, donde, lamentablemente, el gobierno, hasta el momento, ha favorecido al capital por sobre los derechos y reivindicaciones de los trabajadores”.
Durante los 9 días de huelga, los empleados movilizados han realizado ocupaciones pacíficas en todas las sucursales del Santander Banefe del centro de Santiago con el fin de denunciar ante los clientes y la opinión pública las pésimas condiciones salariales y laborales en las que trabajan.
La Presidenta del Sindicato Banefe Multinegocios, Jaqueline Herrera, indicó que “los trabajadores cada vez están más unidos y decididos a emprender acciones superiores debido a la intransigencia de la empresa. Lo hemos dicho hasta el cansancio: seguiremos fuertes y cohesionados porque no tenemos nada que perder.”
Los funcionarios en huelga legal han recibido el apoyo generalizado de organizaciones sindicales internacionales, nacionales y de los senadores de la República, Alejandro Navarro y Nelson Ávila.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo
Julio 11 de 2008



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jueves, 10 de julio de 2008

LA CONTINGENCIA Y UN DESTELLO DEL FUTURO

1.En 1987, Alvaro Erazo, estudiante de Medicina de la Universidad de Chile y miembro de la Juventud Rebelde Miguel Enríquez (rama juvenil de la fracción del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, dirigida por Nelson Gutiérrez), se presentó como candidato a las elecciones presidenciales de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, organización histórica del país. Su programa era uno de los más adelantados de la época, y estaba cruzado, tanto por la lucha contra la dictadura pinochetista de refundación capitalista, como por la defensa intransigente de la Educación Pública. Muchos jóvenes de la época gastaron vida en la campaña de Erazo. 21 años después, Alvaro Erazo es militante de la Concertación –rostro gobernante del bloque en el poder- e Intendente de Santiago. Él fue quien no permitió el pasado 8 de julio la concentración de estudiantes, profesores y trabajadores en el bandejón central de la estación del metro Los Héroes y es el responsable político inmediato de la dura represión ante la movilización contra el lucro en la enseñanza propiciada por la Ley General de Educación (LGE) y pactada entre concertacionistas y la derecha histórica. La LGE consolida una educación de clases inaugurada durante la era Pinochet, y la privatización de la mitad del sistema escolar en Chile. Ya fue aprobada por la Cámara de Diputados y es posible que se ratifique por el Senado mientras los estudiantes estén en vacaciones de invierno, próximamente. La protesta se ofreció desordenadamente debido a la actuación de las Fuerzas Especiales de Carabineros y término con cientos de detenidos, cuestión que se ha vuelto práctica habitual del Gobierno frente a la recomposición y expresión de los movimientos sociales de cualquier naturaleza en Chile. Efectivamente, es dable hipotetizar que si la convocatoria de la Central Unitaria de Trabajadores se hubiera realizado en la Plaza Almagro (distante del centro de Santiago y donde no está prohibido reunirse) podría haberse desarrollado un acto compacto, masivo, y se habría manifestado mayor fuerza tras el objetivo de instalar el “No a la LGE” (demanda insuficiente y oblicua, toda vez que la contradicción sustantiva se encuentra entre una buena educación pública, de propiedad social y administración y superior financiamiento estatal versus la privatización de la enseñanza vía subvenciones). Si se piensa bien, los dirigentes de la CUT buscaron imponer un itinerario legítimamente propio y visible en el centro de Santiago. Si se piensa mal, el Presidente de la CUT, el socialista Arturo Martínez, optó por un recorrido sabidamente expuesto a la represión debido a la no autorización de la Intendencia, con los efectos de apresurar la intervención clásica de Fuerzas Especiales, la dispersión prematura de la manifestación, y la puesta en vitrina de una aparente debilidad del justo movimiento, mayoritariamente estudiantil. Cada cual debe sacar sus conclusiones.

2.Mientras a escala internacional, son 12 ya los países desarrollados declarados en recesión económica como efecto de la crisis cíclica del capital, esta vez originada por las hipotecas subprime en USA, y la crisis estructural devenida de la especulación del precios del petróleo, anidada en las principales bolsas de los llamados “países centrales”, en Chile, la desaceleración económica se despliega, parcialmente ralentizada por el alto precio del cobre. El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC) de mayo marcó un 2,1 %, lo que redundará en un pobre crecimiento anual proyectado de alrededor de un 4 %. Al mismo tiempo, según las convenientemente cautelosas cifras gubernamentales, la cesantía promedia el 8 % (el porcentaje de trabajadores empleados que contabiliza el Gobierno considera cualquier actividad, formal o informal, con horario o sin horario, con contrato o sin él, que redunde en algún tipo de compensación económica, no importando su monto), y la inflación acumulada desde junio de 2007 de casi un 10 % (que para el 40 % de los chilenos en realidad es de más de un 20 %), producto de las alzas energéticas y los insumos alimenticios. Al respecto, ofendiendo la estatura poética del país, el Vicepresidente de la República, Edmundo Pérez Yoma, dijo que, ante los números derrumbados de la economía, “hay que apretar los dientes y seguir adelante”. La extraña figura literaria significa en concreto que, una vez más, los trabajadores y el pueblo deberán pagar las crisis del capital a través de la destrucción de trabajo y fuerzas productivas, inflación creciente e indeterminada, precarización de las condiciones laborales y profundización de la mala calidad de vida de la mayoría nacional. Cuando en los 90, Chile llegó a crecer más de un 7 % anual, entonces se hablaba por arriba de un país “jaguar de América Latina”, y que pronto la riqueza desbordante acortaría las brechas sociales de una de las naciones más asimétricas en la distribución del ingreso del planeta. Naturalmente, no ocurrió nada de ello. En dictadura los militares ocupaban la metáfora más campechana de “apretarse el cinturón” frente a las crisis. Hoy los trabajadores y el pueblo tienen que “apretar los dientes y seguir adelante”. ¿Adelante hacia dónde?
En tanto, la Presidenta Bachelet, a poco más de un año de finalizar su magro mandato, se fotografía en Nueva York con el fascistoide
Arnold Schwarzenegger (¿Sabrá el musculoso sheriff dónde queda Chile?), promueve a Premio Nóbel de la Paz a Ingrid Betancourt (!), y agenda una reunión entre el Presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC, gremio patronal) y el Ministro de Hacienda, Andrés Velasco, para que convengan criterios (¿Son posibles más acuerdos y mejor sintonía entre ambos?). Por su parte, el líder de la CPC, Alfredo Ovalle –que llama a la crisis económica, “remezón”-, afirmó que los empresarios deben aportar “tratando de no despedir trabajadores, siempre que sea posible evidentemente.” Evidentemente, no será posible garantizar la tasa de ganancia del capital sin aumentar la cesantía, congelar y/o reducir los salarios, y reprimir y criminalizar la organización de los trabajadores. Lo cierto es que los asesores comunicacionales de la Presidenta Bachelet han ingresado a una fase de franco descalabro creativo, dejándola en ridículo deportivamente ante la indiferencia mortal de los chilenos.

3. Por arriba, en el sistema político dominante -expresión de las diversas fracciones del capital y la estrategia única de la reificación de la propiedad privada y la reproducción de los privilegios de una minoría a costa de la sobrevida de la mayoría-, ya se traman y evacúan los nombres presidenciables para fines de 2009. Como se señalara en artículos anteriores, la dirección del PS y el PPD aventuran la eventual candidatura de Ricardo Lagos Escobar –famoso por su obra privatizadora, antipopular y pro imperialista-, y también suena el pronto ex Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza (quien alguna vez dijera que si Lagos se postula, el retiraría su pre candidatura). Por la Democracia Cristiana corre la Presidenta de esa tienda desvencijada, Soledad Alvear, esposa de Gutemberg Martínez (probadamente, amigo de la CIA norteamericana), y Eduardo Frei Ruiz Tagle, quien, por estos días, sospechosamente, ha sido portada por la comprobación del asesinato de su padre, el ex Presidente Frei Montalva, a manos de la dictadura que alguna vez saludó con la esperanza infame de que los militares sólo estarían un breve tiempo en el poder luego del golpe de Estado de 1973, para después entregarle la presidencia del Ejecutivo. No advirtió el ex Mandatario falangista que el fascismo pinochetista había llegado para quedarse, y que la colaboración de la mayoría de la conducción democratacristiana a los golpistas era sólo un instrumento para los objetivos refundacionales del capital a través de su recurso castrense contra el peligroso avance de los desheredados.
La derecha histórica, contradictoria, y representante y financiada por los dueños de todo, se esperanza con las encuestas que ponen al empresario Sebastián Piñera, propietario y presidente de Renovación Nacional, con “posibilidades”; mientras el ex presidente de la UDI y Senador, Pablo Longueira (¿El cortafuegos de Joaquín Lavín?) manifiesta sus ganas de enlistarse en la competencia.

4. Mientras se termina este artículo, más de 100 deudores habitacionales de la Agrupación ANDHA Chile a Luchar, son violentamente detenidos por Fuerzas Especiales de Carabineros luego de protagonizar una toma pacífica del Banco Central de Chile, a un costado de la Plaza de La Constitución. Debido a las medidas del principal ente emisor del país en orden a elevar una vez más las tasas de interés como método para paliar la inflación de origen internacional, las casas de los deudores, de golpe, han cuadruplicado su valor. Pese a que la iniciativa no es reactivadora probadamente, contrae los créditos y el propio crecimiento, y es la receta neoliberal clásica para destruir el precio del dinero circulante a costa del conjunto de la sociedad y en especial, de los más pobres. El Gobierno, en vez de emplear el superávit fiscal de casi 40 mil millones de dólares (en virtud del período alcista de las materias primas demandadas por las llamadas “economías emergentes”, como China) en creación de empleo y empresas productivas, ha optado ortodoxamente por implementar subsidios limitados y bonos transitorios para contrarrestar la inflación galopante. Sin embargo, un hecho altamente significativo ha ocurrido. El azar ha querido que a menos de una cuadra del Banco Central se encuentre la Casa Matriz del Holding Santander España, donde los trabajadores de una de sus principales brazos de fuerza de venta, Santander Banefe, llevan una semana de huelga legal. Ellos obtienen un salario base de $ 59 mil pesos (100 dólares) y no tienen derecho a colación y trasporte para hacer su trabajo adecuadamente, y han sido víctimas de brutales agresiones, tanto por Fuerzas Especiales, como por los vigilantes del banco. Los gritos de protesta de los deudores habitaciones funcionaron como un llamado de solidaridad para los empleados bancarios en huelga y se produjo una reunión de demandas y luchas por un largo rato. Simplemente, los megáfonos, las pancartas, las consignas, los trabajadores y los pobladores se confundieron en un solo empeño contra el abuso estratégico de los poderosos. No es extraño que se hayan fundido las demandas, cuando el enemigo de clase, en la forma del capital financiero especulativo y su crisis, golpea duramente las condiciones de vida de las mayorías. Por un tramo de tiempo fortuito y reunido, trabajadores y pobladores –o trabajadores pobres que viven en poblaciones, o pobladores que laboran en el trabajo precario-, abandonaron sus reivindicaciones particulares para agitar arengas comunes contra el Gobierno y los patrones. Lejos estaban el folletín palaciego y las pre candidaturas presidenciales de los mismos de siempre. Lejos estaban las ilusiones de la marqueteada “participación ciudadana” amplificada por arriba, pero absolutamente irreal en los hechos. Por un momento, en el corazón de Santiago de Chile, justo en medio del país, se provocó la síntesis que, en potencia, señala el derrotero largo, necesariamente unido, generosamente resuelto, que debe alentar la esperanza de la recomposición del conjunto de las fracciones de los trabajadores y el pueblo con voluntad de lucha y convicción de hegemonía de los de abajo. Fue un destello de las maneras y los contenidos con que los de abajo abren una ventana, todavía en ciernes, pero desde donde se puede mirar el futuro.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio 10 de 2008

miércoles, 9 de julio de 2008

Huelga en Holding Santander España en Chile

CHILE: EL MUNDO AL REVÉS: MIENTRAS EL GRUPO SANTANDER REPRIME A LOS TRABAJADORES EN HUELGA LEGAL, RECIBE 1 LUGAR EN RANKING DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EMPRESA

El 27 de junio recién pasado, la Fundación Prohumana y la revista Capital, con el patrocinio de la Confederación de la Producción y el Comercio (agrupación gremial de los patrones en el país), otorgaron el Primer Lugar en el ranking de Responsabilidad Social de la Empresa al Holding multimillonario Santander España en Chile. ¿Las razones? Su “implementación de políticas en el ámbito económico, social y ambiental, que tiene como eje de actuación el compromiso con la educación, la solidaridad social, relación con sus proveedores, medio ambiente y responsabilidad interna”. Entre las “iniciativas” sociales del Grupo financiero que, lejos, más utilidades renta en Chile, se encuentra el “Programa Equilibrio Trabajo y Familia dirigido a sus empleados”.
Lo cierto es que los trabajadores, principalmente mujeres, de la rama de fuerza de ventas Santander Banefe Multinegocios se encuentran en su sexto día de huelga legal por las precarias condiciones salariales y laborales en la que se desempeñan, y la negativa de la empresa a resolver un conflicto extraordinariamente económico para una institución cuyas ganancias, sólo en el primer trimestre de 2008, alcanzó la friolera de 400 millones de dólares, ubicándose en el segundo lugar de todas las industrias que operan en el país, después de la minera cuprífera La Escondida.
Los empleados de Santander Banefe obtienen por su trabajo, $ 53 mil pesos (100 dólares) de sueldo base, en un ciclo económico signado por la contracción crediticia de la banca y el disparo de la inflación. Además, no tienen derecho a colación, ni a movilización para desarrollar adecuadamente su labor.
Como si no fuera suficiente castigo contra los funcionarios bancarios, a causa de la brutal represión propiciada por órdenes de la empresa, 83 trabajadores fueron golpeados y detenidos por Fuerzas Especiales de Carabineros el primer día de la huelga legal; la Presidenta de la Confederación de Sindicatos Bancarios, Andrea Riquelme, terminó en la Posta Central de Santiago como efecto de las agresiones policiales; dos dirigentes debieron guardar reposo producto de la golpiza; una trabajadora debió interponer una demanda por agresión sexual contra Carabineros; y el dirigente nacional de la Confederación, Marcelo Rojas, todavía permanece hospitalizado luego de ser víctima de la violencia desatada de 7 guardias del banco, que actuaron con la misma impunidad con la que operaban los agentes de Pinochet en los peores tiempos de la dictadura militar.
Pero eso no es todo. Durante el acto de premiación por el Primer Lugar en el ranking de Responsabilidad Social de la Empresa obtenido por el Grupo Santander España en Chile, aparecido a todo color en las páginas sociales del órgano medial oficial de la burguesía, El Mercurio del 28 de junio de 2008, junto a los representantes empresariales se encuentran muy sonrientes la Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, y el Ministro Secretario General de la Presidencia del Gobierno chileno, Antonio Viera-Gallo.
Al respecto, el Secretario General de la Confederación de Trabajadores Bancarios, Luis Mesina, calificó de “inmoral la presencia de miembros del Ejecutivo de la Concertación en la preminación. El discurso matriz de la Presidenta Michelle Bachelet durante su campaña y el ejercicio de su mandato se ha fundado mediáticamente en el protagonismo ciudadano. Esto quiere decir, en la participación activa de los sujetos individuales y sociales proveídos de un conjunto de deberes y derechos. En el caso de los trabajadores de Santander Banefe, sus deberes laborales con la empresa están claros y se sobre cumplen, mientras sus derechos son violentamente coartados con represión y explotación. Los empleados de Santander Banefe y el conjunto de los empleados financieros de Chile llamamos a las autoridades de Gobierno a tomar cartas en un conflicto que se extiende infructuosamente, y actúe en consecuencia a las máximas que dice propiciar.”

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio 9 2008

martes, 8 de julio de 2008

TRABAJADORES DEL SANTANDER BANEFE HACEN “OLLA COMÚN” EN PUERTAS DE CASA MATRIZ DEL BANCO


En su cuarto día de huelga legal, los cientos de trabajadores del Santander Banefe Multinegocios, asociados a la Federación del Grupo Santander y a la Confederación de Sindicatos Bancarios de Chile, realizaron una “olla común” para almorzar en las escalinatas de la Casa Matriz de la principal empresa financiera del país.
Luego de una brutal golpiza por parte de guardias del banco, bajo las órdenes del Jefe de Seguridad, Donald Segovia, el dirigente nacional de la multisindical, Marcelo Rojas Cruz permanece en delicado estado de salud y bajo observación médica. La agresión de los guardias bancarios fue cometida el viernes 4 de julio. En la ocasión, los funcionarios de seguridad impidieron incluso el ingreso de carabineros a la sucursal bancaria, mientras descargaban sus golpes contra Marcelo Rojas. El martes 8 de julio se interpondrán dos querellas ante la justicia producto del violento acontecimiento que recuerda los peores años de la dictadura militar.
Mientras almorzaban en la calle, los trabajadores bancarios recibieron la visita del Presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, y líder de los obreros subcontratistas de CODELCO, Cristian Cuevas, y un equipo de dirigentes asociados al comercio. Allí Cuevas alentó a los empleados a seguir la huelga y respaldó incondicionalmente el movimiento.
La solidaridad a los trabajadores de Santander Banefe –que luchan por un sueldo base de $ 200 mil pesos (400 dólares), derecho a colación, transporte y un bono de fin de conflicto- ha llegado del mundo sindical y político de todo Chile. Asimismo ha ocurrido a nivel internacional, donde, particularmente en España, las organizaciones sindicales ligadas al Grupo Santander demandan al Presidente del Grupo a nivel mundial, Emilio Botín, una pronta solución a las reivindicaciones de los funcionarios chilenos y han condenado profusamente la represión contra los trabajadores movilizados. De la misma manera, la solidaridad ha provenido de los empleados bancarios de todo el Continente, de la UNI, y del sindicalismo norteamericano. Los apoyos ciudadanos particulares han sido innumerables.
Sin embargo, la gerencia del Santander todavía no ha dado señales de instalar una pronta mesa negociadora. Más allá de ello, el ánimo general de los trabajadores es inmejorable.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio 7 de 2008

viernes, 4 de julio de 2008

CHILE:GUARDIAS DEL GRUPO SANTANDER DAN VIOLENTA GOLPIZA A DIRIGENTE NACIONAL DE LOS TRABAJADORES BANCARIOS EN HUELGA

Como en los mejores tiempos de la dictadura militar de Pinochet

Ronald Segovia, Jefe de Seguridad del Santander y ex funcionario del régimen pinochetista dio la orden, avalado por el Presidente del Grupo financiero, Mauricio Larraín, ex Intendente de Bancos en los tiempos de Pinochet.

En su segundo día de huelga legal, los trabajadores del Santander Banefe Multinegocios, asociados a la Confederación de Sindicatos Bancarios de Chile, continúan siendo violentamente reprimidos por la empresa.
En un hecho inédito, en las puertas de la Casa Matriz del Grupo Santander (Bandera 140), a las 9:00 hrs., los guardias de la empresa aprehendieron al dirigente nacional de la multisindical de empleados bancarios, Marcelo Rojas Cruz; lo ingresaros a las dependencias del banco donde lo agredieron con especial brutalidad.. En estos momentos, el dirigente permanece en un centro hospitalario de la Capital mientras los abogados de la Confederación sindical preparan demandas criminales contra los agresores. Pero los guardias no se contentaron con
violentar físicamente a Marcelo Rojas, sino que impidieron por la fuerza el ingreso de Carabineros a la sucursal para evitar que se interrumpiera la brutal golpiza.
El responsable inmediato del acto de violencia de los guardias, es el jefe de seguridad del Grupo Santander, Ronald Segovia, ex funcionario del régimen militar del extinto general Augusto Pinochet. Asimismo, el responsable institucional de la feroz medida es el Presidente del Grupo Santander España en Chile, Mauricio Larraín, quien fuera Intendente de bancos durante la dictadura pinochetista.
Ayer, 3 de julio, en medio de la huelga legal y pacífica de los trabajadores, por orden de la empresa, fueron golpeados y detenidos alrededor de 80 empleados y dirigentes sindicales. La Presidenta de la máxima y única organización de los trabajadores bancarios en Chile debió ser trasladada a la Posta Central de Santiago, mientras otros dos dirigentes nacionales fueron agredidos de tal manera, que hoy 4 de julio permanecen con reposo por orden médica.
Pese a la dura represión empresarial, los trabajadores en huelga legal mantienen con más fuerzas sus demandas y posiciones.

Andrés Figueroa Cornejo
Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio 4 de 2008

BRUTAL REPRESIÓN POLICIAL CONTRA TRABAJADORES BANCARIOS EN HUELGA LEGAL


La Presidenta Nacional de la Confederación Bancaria, Andrea Riquelme, se mantiene hospitalizada producto de la agresión de Fuerzas Especiales de Carabineros, mientras 80 empleados y dirigentes fueron detenidos.

El 3 de julio, durante la mañana, se hizo efectiva la huelga legal de los trabajadores de Santander Banefe Multinegocios, organización asociada a la Federación de Sindicatos del Grupo Santander España y la Confederación de Sindicatos Bancarios de Chile, única multisindical de los empleados bancarios y financieros del país. La huelga fue la última herramienta jurídica utilizada por los trabajadores ante la negativa absoluta de la administración del principal banco en Chile a atender las demandas sindicales.
Alrededor del mediodía, 300 funcionarios en huelga, junto al conjunto de los dirigentes sindicales del sector, ocuparon pacíficamente las dependencias de la casa matriz del Grupo Santander, ubicada en Bandera 140, a dos calles de La Moneda, en el corazón de la Capital. Allí realizaron un sitting, mientras procuraban contactarse con Mauricio Larraín, Presidente del Grupo Santander España en Chile, o algún representante de los empleadores, con el fin de restaurar la mesa de negociaciones rota por la mandante.
Sin embargo, en vez de establecerse una mesa de negociación, la gerencia del banco optó por llamar a un fuerte contingente de la policía militarizada de Fuerzas Especiales, el cual, con varios vehículos blindados, carros lanza-aguas y gases tóxicos, irrumpió violentamente a través del subterráneo del edificio financiero. Haciendo alarde de una agresividad totalmente descontextualizada ante la presencia de trabajadores sentados en el piso del hall, en la entrada de la sucursal central del holding, aprehendieron con golpes y patadas a más de 80 funcionarios, entre los que se cuenta la mayoría de los miembros del Directorio Nacional de la Confederación de Sindicatos Bancarios, el Directorio Nacional de la Federación del Grupo Santander, y el Directorio Nacional del Sindicato Santander Banefe Multinegocios. Inmediatamente fueron trasladados a la Tercera Comisaría de Santiago, donde se desconoce el procedimiento al que serán sometidos.


LA PRINCIPAL DIRIGENTA BANCARIA DE CHILE EN LA POSTA CENTRAL

El punto más grave de la arremetida policial, en el marco de la huelga legal, fue la agresión sufrida por la propia Presidenta de la Confederación Bancaria, Andrea Riquelme, quien, como efecto de los maltratos de carabineros, perdió el conocimiento y debió ser conducida a la Posta Central de la Capital. Hasta ahora está siendo sometida a exámenes, mientras los abogados de la multisindical preparan las querellas y demandas criminales respectivas contra los agresores uniformados.


“EL PRESIDENTE DEL GRUPO SANTANDER, MAURICIO LARRAÍN, ES EL RESPONSABLE DE LA VIOLENCIA”

A través de un llamado telefónico desde el interior de un vehículo policial, el Secretario General de la Confederación Bancaria, Luis Mesina, dijo que “la responsabilidad principal de la represión policial contra simples trabajadores en huelga legal, recae sobre el Presidente del Grupo Santander, Mauricio Larraín. Aquí vemos con claridad cómo empresarios de capitales extranjeros, en este caso españoles, tienen todas las garantías jurídicas para reprimir con la policía chilena a empleadas y empleados chilenos que viven con sueldos de miseria y acuerdan movilizaciones legales.”
Los cientos de trabajadores en huelga legal del Santander Banefe Multinegocios, reciben un salario base de $ 53 mil pesos mensuales (100 dólares), toda vez que, además de que es una cifra que no alcanza para vivir, hace sólo dos días la Cámara de Diputados votó una ley donde el salario mínimo legal debe convertirse en sueldo base, y cuyo monto es de $ 159 mil pesos (más de 300 dólares). Esa ley está dirigida especialmente a los empleados que laboran en el área de captaciones, tal cual ocurre con los funcionarios de Santander Banefe. Asimismo, los empleados reivindican el derecho a colación, locomoción, un salario base de $ 200 mil pesos, y un bono de fin de conflicto de $ 2 millones de pesos (4 mil dólares), considerando que el holding Santander es el Grupo bancario y financiero que más utilidades renta en Chile (400 millones de dólares sólo en el primer trimestre de 2008), y está quinto en el ranking mundial.
La Presidenta del Sindicato en huelga, Jacqueline Herrera –también detenida- enfatizó que “no cejaremos en nuestra lucha justa. Hoy es apenas el primer día de huelga legal. No tenemos miedo y no tenemos nada que perder. Sólo podemos ganar dignidad y mejor calidad de vida para nosotros y nuestras familias. Ni con represión policial nos quitarán la convicción de pelear por derechos elementales, humanos y necesarios.”
Durante la embestida de Fuerzas Especiales de Carabineros, fueron agredidos miembros de la prensa, quienes, sencillamente, cumplían con su deber profesional de cubrir los hechos para darlos a conocer a la opinión pública. Ellos también estudian demandas judiciales contra la violencia de la cual fueron objeto por la policía y algunos guardias del banco.

Departamento de Comunicaciones
Confederación de Sindicatos Bancarios de Chile

Julio 3 de 2008

miércoles, 2 de julio de 2008

las reformas de Bachellet , el desempleo y la lucha por la educación pública



La Presidenta Michelle Bachelet, a través de cadena nacional de radio y televisión, anunció el pasado 30 de junio después de la telenovela, la puesta en marcha de la primera fase de la joya de su gobierno asociada a la mal explicada reforma previsional. Con los modos de una monitora motivacional de empresa japonesa o entrenadora de fútbol antes de salir a la cancha, la mandataria realizó una arenga insípida donde, en concreto, afirmó que 600 mil pensionados chilenos obtendrían los primeros beneficios de la reforma desde el 1 de julio. Lo que convenientemente no dijo Bachelet fue que el monto de la pensión para las franjas más precarias del país se reduce a $ 60 mil pesos, es decir $ 2 mil pesos diarios (menos de 4 dólares) en un contexto de alza inflacionaria, aumento de los precios de los alimentos, la especulación escandalosa del valor de los medicamentos (que demandan especialmente las personas de tercera edad) y la crisis energética que redunda en un incremento del costo de la vida, sin plazo de término anunciado. Ahora el gobierno podrá decir que, prácticamente, duplicamos los ingresos de los 3 mil millones de personas más pobres entre los pobres de la Tierra, que sobreviven con 2 dólares diarios, de los cuales deben destinar el 80 % en alimentos. En fin, siempre habrá un haitiano más pobre bajo un chileno de existencia material miserable.

Lo que tampoco informó, de manera premeditada, la Presidenta Bachelet, fue que la reforma previsional consolida el sistema de previsión social impuesto bajo la dictadura militar de refundación capitalista, que se arquitectura en la capitalización individual, la especulación financiera, y la concentración oligopólica de la propiedad de la administración del ahorro forzoso de los trabajadores. Bachelet ni siquiera hizo alusión a que, en la práctica, la “iniciativa” aumenta por razones absolutamente economicistas y no integrales, la edad de jubilación de las mujeres más pobres. La reforma en cuestión elimina las pocas restricciones de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP’s) que quedaban respecto de la liberalización de sus inversiones (con recursos de los trabajadores, claro está), las cuales quedan excluidas del sistema de Impuesto al Valor Agregado (IVA) y pueden colocarse enteramente en negocios extranjeros. Por su parte, los menos pobres o, poéticamente, la llamada “clase media”, continúa al arbitrio de las Administradoras, las que se embolsan uno de cada tres pesos que el trabajador impone para su vejez, mientras los otros dos son presa de la glotonería de las corporaciones financieras y sus turbulencias internacionales. Asimismo, la reforma no fija un tope a las comisiones de las AFP’s y sus compañías de seguros relacionadas. Después de los anuncios multimediales de la Presidenta, los chilenos y chilenas no son menos pobres. Simplemente su miseria se ordena jurídica y económicamente de acuerdo a la consolidación de una de las claves del patrón de acumulación capitalista en el país en los tiempos de la hegemonía del capital financiero y especulativo, esto es, la privatización de un derecho básico tan elemental y central como es el sistema de Seguridad Social.

Según la Dirección del Trabajo del Gobierno (o impotente Departamento de Recursos Humanos del bloque en el poder), cada trabajador chileno está endeudado en $ 3 millones de pesos (más de 6 mil dólares), en un país donde los salarios promedian $ 250 mil pesos (500 dólares) y el salario mínimo 300 dólares. Más del 50 % de los trabajadores no cuenta con contrato ni estabilidad laboral. Sólo un 14 % de la fuerza de trabajo está sindicalizada y de ella, apenas un 8, 7 % puede negociar colectivamente. Más de un 90 % de los más de 6 millones de personas que viven de un sueldo, permanecen al arbitrio del precio a su trabajo que resuelva la patronal. Como punto de comparación, la OCDE –a la cual desea ingresar la Concertación por todos los medios- exige a los países miembros que cuenten con un 50 % de la fuerza de trabajo sindicalizada y que un 25 % tenga facultades para negociar colectivamente, entre otros requisitos. Las aspiraciones de cobrar mayor estatus internacional por parte del Ejecutivo se rompen la cabeza contra los estándares de vida de los países más desarrollados del globo, y no sólo en esta dimensión.
Como si fuera poco, el Instituto Nacional de Estadísticas informó que durante el trimestre marzo-mayo de 2008, la cesantía aumentó hasta un 8 %, sobre todo entre los jóvenes (20 %). De esta manera, el desempleo crece invariablemente por octavo mes consecutivo, lo cual, según algunos economistas, ya puede considerarse una tendencia. Las autoridades gubernamentales, agrediendo la inteligencia pública y haciendo alarde de sofismos de poca monta, señalaron que el problema no es que haya disminuido la oferta laboral, sino que “ahora hay más gente que busca trabajo por primera vez” (!). Casi 600 mil desocupados existen en el Chile del bicentenario independentista. En las regiones de Arica-Parinacota (norte) y Valparaíso (centro), las cifras superan con creces el 10 %.
Por eso, los números del sueldo mínimo cobran una relevancia estratégica para la sobrevida de los trabajadores. En los países que gozan de altos niveles de sindicalización, el salario es materia de negociación colectiva y, lejos, supera los montos del sueldo mínimo, el cual allí es apenas una referencia. En cambio en Chile, la baja y dispersa fuerza de los trabajadores organizados, condena de un 20 % a un 30 % de casi 6 millones de personas, a vender su empeño y sus horas productivas al precio del salario mínimo fijado por arriba, con el agravante de ser rubricado por el propio Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y militante de gobierno, Arturo Martínez. Al respecto, por esto y otras materias sustantivas –como la educación, la salud, la seguridad social y la vivienda- es una condición de arranque modificar la actual composición de la dirección político sindical de la CUT, ubicando sus motores en la independencia política de los intereses de la clase trabajadora, la movilización y organización creciente, y la lucha frontal contra los intereses del capital. De lo contrario, la recomposición política y orgánica destacada para las grandes transformaciones populares en el país, se posterga, se distrae, no deja de ser funcional al poder y escasea de sentidos.

Sectores significativos de estudiantes secundarios, universitarios y profesores mantienen la lucha consignada como “No al Lucro” en el área de la enseñanza ante la inminente aprobación de la Ley General de Educación (LGE) patrocinada por el gobierno y que debe ser sancionada en algunas semanas más por el Senado, luego de su ratificación por la Cámara de Diputados hace algunos días. La LGE es producto de un acuerdo al interior del bloque en el poder, obligado por la multitudinaria movilización escolar de 2006, que busca modificar cosméticamente la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) de Pinochet. La LGE postula una mayor fiscalización a la educación privada subvencionada (que ya se empina sobre un 40 %), y plantea la ganancia en el ámbito educativo como giro exclusivo de los privados involucrados (lo cual es un escollo salvable fácilmente para el capital en Chile). En otros artículos se ha planteado que sin la incorporación sustantiva de los trabajadores en general al combate por la restauración de la Educación Pública como viga maestra del sistema escolar y universitario, las fuerzas hasta ahora en movimiento, resultan insuficientes. Al respecto, ya algunos dirigentes magisteriales se han pronunciado en un sentido favorable a una lógica de constelación superior de fuerzas e instalación de la protesta a escala país. Sin embargo, todavía la consigna convocante (“No al Lucro”) se presenta de manera relevante, pero de fondo, indirecta y escasamente propositiva. En esa dirección, el movimiento estudiantil y magisterial, y mañana de los trabajadores, está emplazado a definir el horizonte nuclear reivindicado sobre una demanda tan concreta como que la enseñanza, al igual que en la mayoría de los países del planeta, sea de propiedad social y administración y financiamiento estatal. El objetivo del movimiento, tanto para aumentar su tonelaje político social, como su nitidez pública, debe perder ambigüedades y revelarse como una ofensiva de alcances y fundamentos estratégicos. Incluso, si en el actual ciclo de luchas ligadas al derecho básico de contar con un sistema educacional de propiedad social y administración estatal, en todos sus niveles, no se alcanza u obtiene sólo reformas parciales, debe quedar fijada en el complejo nacional la solución propuesta por abajo. Sólo de este modo, la reivindicación central se constituye en plataforma de lucha venidera, y se ancla como eje y punto de llegada en la pelea dura de recomponer las pistas e ideas fuerza de una futura hegemonía política de los intereses de los trabajadores y el pueblo. El resto es posibilismo, miopía política, falta de conducción y convicción, o mera conveniencia coyuntural.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Julio de 2008

martes, 1 de julio de 2008

gerencia de santander banefe rompe mesa de negociaciones y precipita huelga de trabajadores


Fueron suficientes sólo dos reuniones en el proceso legal de mediación entre el Sindicato Banefe Multinegocios y la gerencia de la empresa, para que, ante las demandas de los trabajadores, la empresa rompiera unilateralmente las conversaciones con los empleados.
El 25 de junio pasado, casi el 100 % de los funcionarios de Santander Banefe –arteria ligada a la fuerza de venta del holding financiero español Santander- votaron la huelga debido a las negativas reiteradas de la administración a sus reivindicaciones.
En la actualidad, los trabajadores, mayoritariamente mujeres, de Santander Banefe, obtienen un sueldo base de $ 53 mil pesos (100 dólares), y no tienen derecho a colación, movilización, ni jardín infantil. Las demandas de los empleados se sintetizan en un reajuste del sueldo base de $ 200 mil pesos (400 dólares), y los derechos a colar, transportarse para realizar su trabajo, contar con un jardín infantil adecuado para el cuidado de los niños y niñas mientras sus madres laboran, y un bono de fin de negociación de $ 2 millones de pesos (4 mil dólares). En Chile, el salario mínimo está cifrado en $ 159 mil pesos (más de 300 dólares); el kilo de pan cuesta dos dólares, el gasto diario en transporte público es de más de dos dólares; y un arriendo habitacional promedia los 180 dólares.
“El banco, en una actitud insólita, rompió la mesa de negociación”, informó el Secretario General de la Confederación de Sindicatos Bancarios, Luis Mesina, quien es parte de la mesa negociadora debido a que el Sindicato en conflicto está asociado a la única multisindical de los empleados bancarios y financieros de Chile.
Como efecto de la intransigencia y nula voluntad de diálogo y negociación del empleador, los trabajadores de Santander Banefe Multinegocios harán efectiva la huelga, ya aprobada, el jueves 3 de julio, desde las 00:00 hrs., a lo largo del conjunto de oficinas de la empresa existente en todo Chile.
La negativa de la administración no deja otra alternativa a los empleados.
El holding español Santander es el gigante financiero que, lejos, más renta en la banca chilena (el primer trimestre de 2008 superó los 400 millones de dólares en utilidades), y se sitúa en el quinto lugar a nivel planetario. Además de contar con una presencia de capitales siderales –entre colocaciones y captaciones- en el país, su publicidad suele asociarse a la supuesta Responsabilidad Social de la Empresa y sus aportes a instituciones de beneficencia con el claro objetivo de edulcorar su presencia hegemónica financiera en Chile. Asimismo, sus gastos en publicidad institucional y relaciones públicas resultan incalculables, toda vez que su avisaje comercial bombardea los principales medios de comunicación televisivos, radiales y de papel, además de innumerables espacios públicos. Sin embargo, el trato que sostiene con los trabajadores de Santander Banefe contradice en los hechos todo el marketing invertido.
La Presidenta del Sindicato de Trabajadores del Banefe Multinegocios, Jacqueline Valenzuela, señaló que “los empleados están en un inmejorable pie de lucha por sus derechos básicos. El ánimo es impecable, y no tenemos miedo porque, prácticamente, no tenemos nada que perder.”
La llamada “reconquista española”, fruto de las multimillonarias inversiones hispanas en áreas económicas estratégicas en el país, como la telefonía y la banca, se funda en la pobre legislación laboral chilena –modificada apenas cosméticamente por los gobiernos civiles luego de 17 años de dictadura militar capitalista-, la cual resulta premeditadamente impotente ante la precarización del empleo, los bajos salarios, y la escasa sindicalización (apenas un 8,7 % de los trabajadores chilenos están facultados para negociar colectivamente).
Para los empleados bancarios del holding Santander España, los salarios y condiciones laborales de esa industria están muy lejos de las luminarias y bienestar prometidos por la propaganda institucional de la empresa.
Al respecto, Luis Mesina enfatizó la necesidad imperiosa de contar “con la solidaridad internacional y sobre todo de los trabajadores españoles del Grupo Santander. Ellos, nuestros compañeros y compañeras de la Península, deben saber que las utilidades astronómicas del holding Santander obtenidas en nuestra patria son producto de la explotación laboral; de remuneraciones que no alcanzan para vivir; de condiciones de trabajo infrahumanas”.
La desaceleración económica local provocada por la recesión norteamericana, y la crisis estructural de los precios de la energía y los alimentos debido, principalmente, a la especulación financiera, han impulsado al sistema bancario a limitar los créditos que consideran de alto riesgo (a eso le llaman “medidas provisorias”). De esta manera, los trabajadores ligados a las “fuerzas de venta” de la banca sufren la jibarización de sus carteras de clientes y la imposibilidad de ampliar la venta de los instrumentos crediticios, fuente de la parte variable de sus salarios. Ante los acontecimientos, los trabajadores del área deben fortalecer la fracción estable de su sueldo o abundar las cifras de desocupación, que ya alcanzan un 8 % a nivel nacional.
Los resultados de la dura batalla que están enfrentando los cientos de funcionarios de Santander Banefe Multinegocios por lograr derechos elementales, también están sujetos a la colaboración y solidaridad activa de los trabajadores del Grupo Santander en el mundo, Chile, y en especial, en España.

Andrés Figueroa Cornejo
Miembro del Polo de Trabajador@s por el Socialismo.
Julio de 2008