Guillermo Rodríguez, ex militantes del Movimiento de
Izquierda Revolucionaria (MIR, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64759);
rebelde inoxidable, protagonista en la construcción de los esbozos de poder
popular durante 1973 y luego de la resistencia contra la dictadura pinochetista;
exiliado y retornado clandestinamente a 6 años de impuesta la tiranía;
torturado hasta perder las cuerdas vocales, salvado a última hora del fusilamiento,
no olvida. Es más, no olvida y la
memoria es para "El Ronco" materia de aprendizaje, acumulación histórica
y política de los trabajadores y el pueblo, y crítica lúcida para las luchas
actuales. No se fue para la casa, ni engordó los servicios de inteligencia de
la Concertación. No es autoflagelante ni se escuda tras la ironía de los que ya
no quieren ofrecer combate al capitalismo.
Esta entrevista es una mirada posible, un testimonio
crítico de la tragedia chilena a casi cuatro décadas de la destrucción del
proyecto de la Unidad Popular y Salvador Allende por el imperialismo, las
clases dominantes titiriteadas por el capital transnacional y los errores de la
propia izquierda de la época.
-¿Qué
hiciste el 11 de septiembre de 1973? ¿En qué andabas? ¿Dónde te encontró la
mañana? ¿Cuándo supiste que el golpe era cierto? ¿Qué edad tenías?
"Tenía
21 años. Ese día me iba a casar. Durante varios días habíamos estado
acuartelados esperando el Golpe y un par de días antes mi jefe político me
informó que Allende estaba en vías de llamar a un plebiscito, lo que nosotros
llamábamos “golpe blando” y que ya todas las fuerzas políticas estaban informadas
de esto. Por eso se levantó el acuartelamiento que sosteníamos, se guardaron
las armas y cada uno se fue a sus casas a retomar la vida normal. En mi caso,
nos levantamos muy temprano porque me casaba por el Civil. Yo estaba parando en
la población la Victoria pero nos casábamos en Ñuñoa, por lo que, dado las
dificultades de transporte de la época, salimos muy temprano para alcanzar a
llegar. No escuchamos radio ni nada. Sólo al llegar a Alameda como a las 7.15
vimos camiones de milicos, pero no nos llamó la atención porque en esa época se
veía mucho milico por la calle por la Zona de Emergencia que decretaba el
Gobierno. Recién al llegar a Ñuñoa nos dimos cuentas que era golpe. Mi suegro
era militante revolucionario, mi pareja también, así que ahí mismo nos
separamos y cada uno se fue por sus medios a su respectivo frente. Ethel se fue
hacia La José María Caro, mi suegro a su población y yo me fui al Cordón
Cerrilllos."
-
¿Habías subestimado las fuerzas de la burguesía?
"Nosotros
habíamos discutido muchas veces el tema y estábamos convencidos a nivel de Dirección
Local Cordón Cerrillos en el MIR, que el golpe venía sí o sí, particularmente
porque las salidas intermedias como el golpe blando no iban a detener el
desarrollo del sector de masas que venia intentando construir Poder Popular.
Sin embargo la Comisión Política pensaba que la convocatoria a plebiscito de
Allende abriría un nuevo período y realineamientos de fuerzas, por lo que el
golpe militar fue una sorpresa real. El MIR había denunciado a los golpistas,
incluido a Frei, y sabía de los planes de la Marina (por el caso de los
marineros detenidos por organizarse para frenar el golpe, pero se equivocaron
al pensar que la maniobra de Allende del plebiscito detendría la ofensiva
reaccionaria)."
LA
RESISTENCIA
-¿Hubo
resistencia desde tu experiencia? ¿De qué tipo?
"Nosotros
como GPM 4 (Grupo Político Militar, nombre de la estructura orgánica local) nos
reunimos alrededor de las 10.00 en la Industria Perlack. Llegó la mayoría de
los responsables del trabajo de masas y resolvimos primero buscar información
de lo que ocurría en el país, contacto con nuestra dirección, acopiar medios
para poner en práctica en Plan de Defensa que habíamos construido. La
exploración del terreno y la información que recogimos nos indicaba: no sabemos
lo que pasa en el resto del país ni de la ciudad, no hay responsables políticos
ni dirigentes del cordón cerrillos en sus industrias con quienes coordinar
algo. Plantada así las cosas, decidimos levantar barricadas y preparar un
pequeño y reducido grupo con las escasas armas que teníamos, mientras en
Perlack un grupo de obreros armaba granadas caseras. No mucho después entró a
la zona un jeep de la aviación, el que se replegó y más tarde comenzó un
helicóptero a ametrallar la barricada en pases sucesivos. Se retiraron quienes
estaban en la barricada (la mayoría mujeres) y luego de una pasada se logro
neutralizar al helicóptero con fuego de dos armas largas que teníamos. El
helicóptero se fue y ya no volvió. Durante la tarde los pocos trabajadores que
permanecían junto a nosotros se fueron y levantamos la barricada. Nos
trasladamos a una casa de acuartelamiento y se decidió constituir una pequeña
fuerza operativa que al menos saliera a hostigar a los golpistas durante la
noche. Ya estaba claro que Allende había muerto en la Moneda, pero seguíamos
sin saber que pasaba en otros lados, sin comunicación alguna. Salimos al
anochecer en un grupo de veinte compañeros bien armados porque logramos
recuperar armamento que otros partidos habían botado. Íbamos a asaltar la
comisaria de Maipú preparados para un combate de encuentro, cuando
lamentablemente un grupo de compañeros que venía a sumársenos entró en la zona
de emboscada a bordo de un vehículo similar a los de las FFAA. Lamentablemente
abrimos fuego y un compañero resultó muerto por nuestra propia acción.
Desmoralizados respecto de la misión principal, nos devolvimos al camino
principal tendiendo nuevas emboscadas, pero ya nadie más circuló por esa vía
durante la noche. Al otro día nos replegamos porque la fuerza que llegó a la
zona era enormemente superior y ya sabíamos que no había mayor resistencia en
Santiago."
-¿Cuál
era tu situación en el partido? ¿Qué hizo el MIR el 11?
"En
el MIR yo era Encargado Militar de Masas del GPM 4 y tenia similar puesto en el
Cordón Cerrillos, el frente social. El Mir no pudo articular ninguna respuesta
a escala nacional ni regional, salvo la intentona de la CP con parte de Fuerza
Central en la zona de San Joaquín en conjunto con una fracción del PS que es
conocida como los enfrentamientos de la Legua."
-¿Y el
pueblo y los obreros?
"El pueblo y las masas venían retrocediendo
desde junio del 73 a partir de la aprobación de la Ley de Control de Armas que
entregó a las FFAA la facultad de allanar industrias y frentes sociales,
particularmente después del allanamiento de Lanera Austral donde fueron asesinados
dirigentes sindicales. Por otro lado, la detención de marinos antigolpista, las
torturas infringidas por haber intentado detener a los oficiales golpistas
había jugado en dos sentidos: de una parte hacia los pocos soldados, marinos y aviadores
que estaban de parte del pueblo, que entendían claramente que Allende por su
respeto a la legalidad burguesa no los respaldaba, y por otro lado, una clara
señal hacia las masas mas radicalizadas, que no había determinación de
enfrentar a los golpistas. Ello significó que ya cuando las FFAA comenzaron a
allanar industrias, comenzó el reflujo de masas. La mayoría de los trabajadores
se fue para sus casas, salvo en algunas industrias, sin intentar ningún tipo de
resistencia."
-¿Cómo evalúas la resistencia desde los
primeros momentos del golpe? ¿Cuáles fueron trabajadores? ¿Cómo reaccionaron?
"Salvo
en La Moneda, el intento de La Legua y algunos conatos como el nuestro, no hubo
resistencia mayor al golpe que se consolidó a partir de la sorpresa, la rapidez
y brutalidad de las acciones (bombardeo a La Moneda) y la unidad de las FFAA."
-¿Qué
pasó contigo?
"Yo
regrese a la zona dos días después a rescatar las armas. Las escondimos y no
logramos salir de allí, siendo detenido
junto a seis compañeros. Pasé dos o tres meses detenido sin que supieran quiénes
éramos (pasábamos por detenidos por toque de queda), pero finalmente fue
detenido en Maipú uno de los heridos del incidente mencionados quien me delató.
Fui condenado por Consejo de Guerra a 23 años por mis actividades y expulsado
del país en 1977 regresando de manera clandestina a la lucha en 1979."
"LA LUCHA DE CLASES ES UNA
GUERRA MÁS O MENOS ENCUBIERTA"
¿Cuáles
fueron las principales debilidades del MIR y del resto de la UP ante un golpe
que cambió el orden de las cosas de un país hasta nuestros días?
"Debilidad
política: creer que era o es posible un cambio revolucionario sin violencia y
dentro de la legalidad. En el caso del reformismo, no tener ninguna alternativa
o variable para resistir el golpe o trabajo militar de masas (lo que años después
ellos llamarían “el vacío histórico). En el caso del MIR, haber galopado en dos
caballos estratégicos pero sin asumir ninguno en profundidad: ni guerra del
pueblo, ni insurrección. Digo esto porque el partido se abrió a las masas,
perdió clandestinidad, se expuso totalmente en la variable trabajo de masas-
respuesta insurreccional, y fue absolutamente inconsecuente con su propia
estrategia de guerra popular.
-¿Cuáles
son tus principales aprendizajes como revolucionario respecto del golpe?
"Lo que ya sabíamos de antemano: que la lucha de clases
es una guerra más o menos encubierta, y que levantar una política
revolucionaria significa asumir consecuentemente que se enfrenta a un poder
militar superior y por tanto que la lucha armada debe asumirse con y desde las
masas en una estrategia de acumulación de fuerzas y de desgaste del
enemigo a largo plazo. "
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