“Somos los guardianes de la sombra, de los naranjos y de los olivos,
Sembraremos las ideas
como la levadura en la masa.
Cuando tengamos sed,
exprimiremos piedras,
y comeremos tierra
cuando tengamos hambre.
Pero no nos iremos.”
Tawfiq Az-Zayyad
Por Andrés Figueroa Cornejo
- Mediante un Tribunal Ético inédito en América Latina
y Argentina, organismos de DDHH y sociales sancionaron con fundamentos
inexcusables la ocupación y colonización de Israel sobre el pueblo de
Palestina.
“Yo
fui miembro de la colectividad judío sionista en Argentina. Desde niño en mi
casa recibí toda la ‘de-formación’ de lo que ocurre ahora en Palestina. Estudié
hebreo en una escuela judío-argentina, usando libros que llegaban directamente
del Estado de Israel. Los textos generaban una identificación con el soldado
israelí como si fuera parte de un ejército de defensa. Fui orientado desde un
principio a sentir al Estado de Israel como mi país, y a los 18 años –muy
deseoso de cumplir con la práctica sionista- emigré a Israel donde estudié Física”,
relata como testigo del espanto David Comedi durante la primera parte del
Tribunal y Juicio Ético a los más de 65 años de crímenes sionistas contra el
pueblo de Palestina. Pueblo saqueado de vida, territorio, hogar, derechos.
Pueblo luminoso en medio del desprecio de los imperialismos, la cobardía de sus
subalternos, la conducta cínica de la minoría mundial dominante. Pero el físico
Comedi continúa: “Lo primero que me llamó la atención es que cuando empecé mis
estudios me conminaron a no acercarme a los árabes, porque eran ‘peligrosos y
traidores’. En la universidad, el número de palestinos era ínfimo. Mi tesis
doctoral ya estaba avanzada cuando me avisaron que debía alistarme en el ejército
a condición de terminar mi tesis. Yo ya tenía dos hijas pequeñas a través de
las cuales era muy fácil percibir el racismo respecto de los árabes que se
impartía en la escuela. Con el tiempo entendí que todo esto corresponde a un
plan de colonización de la historia donde se introduce el sufrimiento
judío como parte del camino hacia el sionismo.
Y el sionismo es, tanto una estrategia de ocupación de Palestina, como
una alianza entre Israel, primero con el imperialismo inglés y hoy con el
norteamericano con el fin de tener el control geopolítico del Oriente Medio. En dos meses de instrucción militar, los
comandantes israelíes me enseñaron que siempre hay que apuntar al corazón del
enemigo. Ese período coincidió con la masacre de refugiados palestinos de Sabra
y Chatila en el Líbano, 1982 ( http://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_Sabra_y_Chatila
). Conseguí salir del ejército y huí de Israel
con mi familia. Hoy soy un activista anti-sionista.”
EL GENOCIO, EL APARTHEID Y DOS MADRES
PALESTINAS
El
presidente consultivo de la Asociación Americana de Juristas, Belnusz Szmukler,
en su papel de testigo del Tribunal, explica por escrito las razones que signan
a Israel como un Estado genocida que impone el apartheid: “Se evidencia una
política de terrorismo de Estado por crímenes de genocidio y apartheid. Se entiende por genocidio a los actos
perpetrados tendientes a destruir a un grupo nacional, étnico, racial o
religioso. Y el apartheid incluye las políticas de discriminación y segregación
parcial o total, como se practica en el África Meridional, con el fin de
mantener la dominación de un grupo racial de personas sobre otro grupo racial
de personas.”
La
psiquiatra y testigo Lucila Edelman, informa que “En junio de 2012 integré una
delegación de médicos psiquiatras que viajó a Ramala (Palestina) para realizar una
investigación psicosocial de víctimas de torturas”. Edelman ilustra con cifras
y casos: “Un 40 % de la población palestina ha pasado por cárceles israelíes y
un 15 % presenta secuelas severas por la
tortura. Estuvimos con mujeres que habían perdido a sus hijos, asesinados por
las balas del ejército israelí. Contaré un caso. Estuvimos con la mamá de Ahmed,
un niño de 12 años que vivía en el campo de refugiados de Yenín cuando la
escuela donde se encontraba fue rodeada por los militares de Israel. Se
decidió que los chicos se fueran a sus casas para protegerse. Los niños
salieron en tropel y Ahmed cayó muerto por una bala en la cabeza que su madre
conserva hasta ahora junto con su ropa ensangrentada como es la costumbre entre
las madres palestinas. El hijo adolescente de otra madre que conocimos murió
peleando en la resistencia de Yenín (en 2002 hubo una matanza allí). Esa mujer
estuvo dos años deambulando sin cambiarse la ropa porque no podía tolerar la pérdida
de su hijo.”
LAS CIFRAS DE LA INFAMIA Y EL CINISMO DE
LA MINORÍA MUNDIAL EN EL PODER
La
escritora y especialista del horror organizado por el denominado Plan Cóndor
durante los trágicos años 70’ y su reguero de dictaduras militares en Latinoamérica,
Stella Calloli, hace de perito en el juicio. Con propiedad califica a Gaza como el más grande campo de concentración
del mundo y un laboratorio de armas de última generación. Es sabido que Israel
ha probado armas químicas prohibidas internacionalmente, además del fósforo
blanco, como las DIME ( http://es.wikipedia.org/wiki/Explosivos_de_Metal_Inerte_Denso
).
De acuerdo a un equipo de médicos holandeses
que atendieron a más de 5 mil 800 heridos en Gaza que sufrieron amputaciones en sus extremidades
inferiores e intestinos, los profesionales de la salud enfrentaron la realidad
negra de que la mayoría de los heridos moría inevitablemente por septicemia.
Las
DIME son fabricadas en conjunto por las industrias armamentistas de Israel y
EEUU y se emplean en todo Medio Oriente. Calloni asegura que “jamás la ONU hizo
algo al respecto, pese a los completos informes médicos. Por lo demás, las
guerras coloniales en curso en Medio Oriente empeorarán la situación de
Palestina. La destrucción del Estado de Libia y lo que pasa en Siria, son un
par de ejemplos. Henry Kissinger ( http://www.youtube.com/watch?v=ucuqeoq6p5g
) ha dicho que ‘en escaso tiempo Israel
controlará más de la mitad de Medio Oriente.’”
Por
su parte, en su calidad de perito y de legendario psiquiatra de víctimas de la
represión estatal y la tortura, Darío Lagos testimonia que “Lo que aprendí de Palestina fue fruto
del trabajo de colegas originarios y de visitas concretas. De todas mis
experiencias en América Latina y el Caribe, jamás había estado en un país
ocupado donde se está sacudiendo la identidad de todo un pueblo.” Lagos la
emprende con guarismos irrefutables: “En 1948, el 52 % de las tierras eran para
los palestinos y el 48 % para Israel. En este momento a Palestina sólo le resta
el 13 % de su territorio, mientras avanza la colonización sobre todos los
acuerdos y dictámenes de la ONU y su Consejo de Seguridad. Existen 4.901
palestinos prisioneros. Las mujeres son 14; jóvenes 236, de los cuales 39 son
menores de 16 años. Hay 14 legisladores tras las rejas; 183 personas de Jerusalén
Este; 433 de Gaza; los prisioneros de por vida alcanzan los 530; los que tienen
alrededor de los 20 años, 451. Condenados por más de 25 años, 25, etc. Cada uno
de ellos es sometido a brutales torturas; encerrados en piezas de dos metros
por uno, muchas veces aislados por meses sin permisos de visita, ni control médico
adecuado. El 25 % de la población palestina ha perdido a un ser querido; el 50
% está desocupada y bajo la línea de la pobreza. Una de las torturas habituales
consiste en tener a una persona de pie durante uno o dos días, sin comida ni
agua. Luego sus carceleros le toman la
cabeza, provocándole un movimiento hacia adelante y hacia atrás (shocking)
hasta que muere de un derrame cerebral. Una autopsia corriente no revela la
causa del fallecimiento por esta tortura.”
Maren
Mantovani, coordinadora de las relaciones internacionales de ‘Stop the Wall’,
miembro del secretariado del Comité Nacional Palestino por el Boicot, Desinversiones
y Sanciones contra Israel y perita en el juicio, sentencia que “Hay una complicidad del concierto
internacional, incluyendo a Argentina, de los horrores de la ocupación de
Palestina. Existiendo la legislación de DDHH que podría protegerla, no se
ejecuta, toda vez que en la propia América Latina se crearon las leyes que
prohíben la apropiación de la tierra por la fuerza. En particular, Argentina en
el caso de Malvinas y la ocupación criminal de Inglaterra, ya está usando el
marco legal mencionado. Como es una legislación universal, con Palestina se
debería tener la misma actitud”, y dice que “La comunidad internacional tiene
tres obligaciones según sus propios acuerdos: cada Estado debe cumplir con sus
obligaciones legales; cooperar en conjunto o individualmente en el término de
las violaciones graves de la ley internacional; y no proporcionar ayuda a la
implementación de las graves violaciones de la misma ley internacional. Los Estados
terceros que incumplen lo anterior se convierten en violadores de la legislación
mundial. Nada de esto se ha llevado a cabo por ningún Estado en el caso de
Palestina que, lejos, reúne todas las condiciones enumeradas. Al menos debería revisarse, como efecto de compromisos
jurídicos, el Tratado de Libre Comercio del Mercosur con Israel.”
EL AGUA PALESTINA Y LOS NEGOCIOS DEL
GOBERNADOR DE BUENOS AIRES Y PRESIDENCIABLE NACIONAL, DANIEL SCIOLI
La investigadora y perito Elsa Bruzzone acusa que “Israel
controla los recursos hídricos de la región a su antojo e interés. El informe
de Desarrollo Humano elaborado por la ONU en 2006 determinó que el 85 % de la
población palestina no tenía acceso al agua salida de su propia zona porque ese
mismo porcentaje del acuífero montañoso era drenado hacia las colonias y
territorios israelíes. Se ha asignado un consumo de 40 litros de agua al día por
persona para Palestina, mientras un colono israelí puede acceder libremente a
500 litros o más al día. Peor aún, los recursos acuíferos son
bombeados por Israel desde Palestina. Por tanto, no hay posibilidad de
actividades agropecuarias ni producción de alimentos. Esto se agravó con el
muro del apartheid. Los campesinos de Palestina han debido abandonar por la
fuerza las tierras cultivables. Hay dos empresas tras el desastre y la
industria del agua: una agroindustrial y otra, la estatal israelí Mekorod, que
para mayor gravedad, vende sus servicios a la provincia de Buenos Aires a través
del gobierno oficialista de Daniel Scioli para abastecer de agua a barrios de los
alrededores de La Plata. Ambas empresas, según un equipo de DDHH de la ONU,
también funcionan como motivo para la colonización. Sólo este hecho, viola el
conjunto de acuerdos y tratados de derechos humanos aprobados por el mundo
desde la Convención de Ginebra de 1949 hasta nuestros días. Estamos frente a crímenes
de guerra y de lesa humanidad”, remata.
Después
de la defensa de Israel en el juicio, basada en argumentos construidos como
relatos de conveniencia para justificar los intereses y hechos consumados del
Estado sionista, viene la sentencia del Tribunal, coincidente con la del
jurado.
En
ella se concluye que “la conducta antes descrita, resulta atribuible
centralmente al Estado de Israel, así como a sus cómplices, Estados Unidos y
países de la OTAN (…) Los hechos
producidos por tales imputados expresan una clara naturaleza expansionista y
anexionista, que genera crímenes de guerra y de lesa humanidad, especialmente
el apartheid, segregación y crímenes del Terrorismo de Estado (…) Que los
pueblos del mundo deben tomar medidas sobre esos ilegítimos procederes y
condenar a los agresores con las pertinentes estigmatizaciones morales y
exigencias de que respeten las insoslayables normativas internacionales en
busca de la paz y la seguridad en la región (…) No podrían los argentinos, como
parte de la comunidad latinoamericana, soslayar el recuerdo de las
responsabilidades que atañen a la potencia aquí imputada, Israel, en cuanto a que
favoreció las condiciones para el accionar de las cruentas dictaduras impuestas
en nuestros países en los años 70, a través de la provisión de equipamientos
bélicos, asesoramiento y auspicio político. Más aún, cuando nuestro país
sostiene su justa reivindicación sobre Malvinas, Georgia e Islas del Atlántico
Sur. Debemos constatar que los tres votos adversos en la ONU, insistentes y
reiterados, son los de Gran Bretaña, Estados Unidos e Israel (…) Que el pueblo
argentino debe participar activamente en la convocatoria original de los
palestinos al boicot, desinversión y sanción al Estado de Israel a causa de su
conducta en Palestina. Hoy se plantea la necesidad de boicotear productos y
servicios de grandes empresas israelíes estatales o privadas, así como las no
israelíes que comercian conspicuamente con Israel. También se incluye el boicot
a equipos culturales y deportivos (…) Solicitar a nuestro pueblo en general que
tome debida nota de esta sentencia ética y la proclame como una bandera más,
incorporada a sus reivindicaciones permanentes, asumiéndola como parte de las
fuerzas que en el mundo suelen alcanzar los objetivos de justicia y redención
humana que se expresan en este fallo.”
El
cronista -con Palestina enredada en el corazón- deja al final del texto el link de la
versión palestina de ‘Gracias a la Vida’ de la chilena Violeta Parra
interpretada por la cantante Mariem Labidi.
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