- Entrevista
con el Secretario General de la Central de Trabajadores de Argentina –
Capital, Carlos Chile.
Andrés
Figueroa Cornejo
Para
el 10 de octubre está convocado un paro y movilización nacional en Argentina
por la Central de Trabajadores de la Argentina, CTA, agrupación sindical de
nuevo tipo cuyo principio constitutivo es la independencia política respecto de
las clases propietarias, el Estado y sus expresiones partidistas. Sus miembros
se afilian y votan directa y secretamente a sus representantes. La CTA busca
ponerse al día respecto de las nuevas formas de la organización del trabajo en
la presente fase del capitalismo y sobre la base de la pluralidad política. En
la Ciudad de Buenos Aires, la marcha comienza en 9 de julio y Avenida de Mayo,
a las 14:00 hrs., y termina en Plaza de Mayo.
Carlos
Chile, secretario general de la CTA Capital y dirigente del Movimiento
Territorial de Liberación (MTL), entrevistado por el programa Canto Libre de
Radio Sur (http://www.radiosur.org.ar/),
dice que el paro del 10 de octubre “es
una iniciativa de una Central que crece junto a su prestigio político y con
capacidad para llamar a la sociedad del país. La convocatoria está acompañada
de una urgencia permanente que se resume en propiciar como eje la unidad de la
clase trabajadora.”
-¿Qué concepto tienes de la unidad de
la clase?
“Es
una necesidad estratégica. El paro se inscribe en este camino en el campo de la
unidad de acción, que no es igual que la unidad de la clase y unidad
estratégica. Pero en la medida que la CTA ha construido un pliego de carácter
nacional, propugna que muchos sectores adhieran. En este caso, la unidad no
suma: multiplica. El 10 se van a reunir muchas personas que no pertenecen a las
centrales.”
-¿Qué tipo de adhesiones?
“Hace
unos días el titular de la Central General de Trabajadores (CGT), Hugo Moyano,
nos ha visitado en momentos de crisis institucional del sindicalismo argentino,
donde el unicato ya no parece tan estable como ha ocurrido en los últimos
tiempos. Durante 20 años la CTA, salvo la que lleva el mismo nombre y es una
extensión del gobierno de turno, ha sido negada en forma sistemática, castigada
no dotándola de personalidad gremial. Por eso resulta histórica la unidad de
acción con la confederal CGT. Por otra parte, se ha agregado la lista violeta
de la Unión Ferroviaria, una corriente opositora a Pedraza que está siendo
procesado por el asesinato de Mariano Ferreyra, joven que murió peleando contra
la tercerización (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=137929).
De hecho, el mismo Pedraza, desde la cárcel, envió su adhesión a la fracción de
la CGT dependiente del gobierno nacional que lidera Caló y Gerardo Martínez,
este último, agente de servicios de Inteligencia. En fin; se han plegado múltiples
organizaciones como Barrios de Pie, Teresa Vive, la CCC, etc.”
-¿Cuáles son las demandas?
“Los
criterios cardinales del petitorio son que el trabajo no es ganancia y, por
tanto no se le puede cobrar impuestos. El trabajo no es plusvalía. Sí debe cobrarse al empresariado. Sin embargo, el
gobierno nacional insiste y masifica esta política. De hecho, el presupuesto
enviado por el Ejecutivo al parlamento establece $45 mil millones de pesos que
espera recaudar del impuesto a las ‘ganancias’ de los asalariados. Nosotros
decimos que no pueden existir impuestos sobre los trabajadores federados,
porque está muy bien que un gerente de una multinacional que remunera $30 mil,
$40 mil pesos, tribute. Lo que está muy mal es que un trabajador soltero que
gana $5 mil pesos (que son $4.300 pesos en el bolsillo) y uno casado que
obtiene $7 mil pesos ($6.200 en el bolsillo) tengan que pagar impuestos sobre
sus magras remuneraciones.”
-Y sin descontar la inflación que se
encuentra entre un 22 a un 30%…
“En
efecto, la inflación orada aún más los salarios. Paralelamente, a los
trabajadores que ganan más de $5 mil pesos mensuales se les descuenta la
asignación familiar. Pero ocurre que el presupuesto nacional para el 2013
contiene 450 mil asignaciones familiares menos. Es decir, cada vez son más los
laburantes que pagan impuestos a la ganancia, mientras cada vez son menos los
trabajadores que perciben la asignación familiar. Y la asignación familiar es
una conquista histórica de los trabajadores, no es un regalo de nadie. Entonces
el pliego del 10 de octubre es ‘no impuesto sobre el salario’; ‘no al impuesto
a las ganancia sobre los trabajadores federados’; ‘universalidad del salario
familiar’, esto es que todos los chicos del país ‘valgan’ lo mismo porque no es
posible que en El Chaco cada niño ‘valga’ $60 pesos y en otras provincias mucho
más. A lo anterior es preciso sumar las reivindicaciones respecto del salario
mínimo. El actual está en $2.600 pesos y nosotros exigimos $5 mil pesos.”
-¿Sobre qué base plantean ese número?
“Proponemos
un sistema de escala salarial para Argentina, como existe en muchos países del
mundo, de 1 a 10, donde el que más gane sea el Presidente de la República,
10, y el que menos rente sea 1. Si la actual presidenta gana $50
mil pesos al mes, lo lógico es que el que está en 1, obtenga $5 mil pesos.
Claro, este es un país anárquico, donde un juez obtiene $70 mil pesos
mensuales. Pero el objetivo es impedir que aumente todavía más la brecha en los
ingresos, en medio de un proceso de concentración de la riqueza, donde una
minoría vive en el primer mundo y la inmensa mayoría, en el subsuelo de la
historia.”
“LAS ORGANIZACIONES DE LOS TRABAJADORES
SON POLÍTICAS Y DEBEN DISPUTAR EL PODER”
-¿Cómo te explicas que un gobierno que
se autodefine como ‘nacional y popular’, ‘defensor de los derechos humanos’ y
‘favorable a los trabajadores’ imponga medidas antisociales?
“En
este país pensar distinto y ser coherente con los intereses de la clase
trabajadora parece ser destituyente y de derecha. Nuestra discusión es con el
modelo y con quienes lo administran. En Argentina estamos frente a una
diversidad de fuerzas políticas que funcionan como administradores de la
injusticia. Por supuesto entre ellas se ponen de acuerdo, como por ejemplo en
la Ciudad de Buenos Aires, al realizar una reforma en la escolaridad técnica (http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/32966-argentina-estudiantes-en-lucha-con-casi-60-escuelas-tomadas-vamos-contra-los-2-gobiernos-el-nacional-y-el-de-la-ciudad.html)
que es, ni más ni menos, convalidar en la Capital la reforma educativa que en
los años 90 impuso el ultra liberalismo de la mano con el Banco Mundial, y que
en la Ciudad no pudo pasar entonces.”
-¿Qué caracterización haces del llamado
‘modelo’?
“Argentina
es un país subdesarrollado, dependiente, que ha crecido a un ritmo asiático,
pero que ha atrasado su producción tecnológica. Es un país neoliberal. Está determinado
no por los discursos, sino por lo que hace y para quién lo hace. Argentina se
ha primarizado, perdido soberanía agraria; se ha ‘sojizado’; mientras aumenta
su capacidad de producción, disminuye su soberanía alimentaria. Produce 120
millones de toneladas de grano, pero cuando hay que sembrar una planta hay que
comprarle las semillas a las transnacionales. La matriz neoliberal permanece
intacta y, en consecuencia, la matriz distributiva. Se trata de un modelo alentado
por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial que hablan de ‘política
focalizadas’, en tanto nosotros hablamos de universalidad. No sólo para comer,
educarnos y tener salud, sino también nos referimos a la participación política.”
-¿La CTA quiere ser parte de la
formación de una alternativa política de y para las grandes mayorías ante las
administraciones temporalmente hegemónicas del Estado?
“Hace
ya algunos años que nosotros votamos en el Congreso de la Central la construcción
de un nuevo movimiento político-social y cultural de liberación. Las organizaciones
de los trabajadores son políticas y deben disputar el poder. El problema en
este sentido es cómo funciona la institucionalidad en Argentina, es decir,
sabemos que estamos frente a una institucionalidad tramposa que arrebata los
derechos de nuestro pueblo. Por eso uno de nuestros pilares es la creación de
condiciones para llegar a una Constituyente Social que destruya la
institucionalidad perversa que preserva la tradicional y componga la que hace
falta. En Argentina no se resuelve el problema del modelo imperante cambiando a los representantes, sino
que hay que ganar más poder para los representados. La actual Constitución del
país es producto del Consenso de Washington y genuflexa a los intereses
norteamericanos en la Región. Se estableció en un momento de debilidad del
pueblo, y las constituciones son expresiones de la lucha de clases. Ahora estamos
en un período de ensayos.”
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