Por Andrés Figueroa Cornejo
1. Pero antes de de abrir otra botella de vino, afine la puntería, que de tanto quejarse sería buena cosa que abriera un ojo y después el otro. Es cierto que los políticos de arriba son todos la misma cosa y la cosa ninguna, y que de cualquier modo hay que trabajar todos los días, independientemente de quién se ponga la bandita presidencial. En todo caso tiene que reconocer que si el gerente de su oficina se ausenta un año, la pega sale igual. ¿Por qué? Porque usted ya sabe qué hacer, porque usted se remata haciendo horas extraordinarias para el instituto de su hija y el tiempo no le alcanza ni para cumplir con su mujer, y tiene que andar rogándole al hombre de Recursos Humanos que le cancele los bonos pactados. Sin embargo, si se fija atentamente, la pega, con gerente o sin él, se hace. Y si alcanza las metas imposibles que le imponen no le renuevan ni el uniforme barato que lleva, pero si no las cumple, lo evalúan pésimo y queda condicional, como los cabros chicos en la escuela que se portan como la porra. ¿Necesita al gerente? ¡No lo necesita porque entre la experiencia y las capacitaciones acumuladas sabe perfectamente usted qué hacer! En cambio, el gerente sí lo necesita a usted, porque entonces, ¿del trabajo de quién sale el dinero para hacerse ese sueldo incomprensible, 15 veces más grande que el suyo, sin contar la repartija de utilidades a fin de año? ¿Se imagina lo que es vivir 15 veces mejor que usted? No cabe en la cabeza. Y como ahora hay que pagar hasta el ingreso a los parques y el estacionamiento en la playa ese fin de semana en que puede mojarse los pies en la costa central, y qué decir si se enferma de golpe y las mensualidades del colegio particular subvencionado, y las cotizaciones en la AFP que apenas le alcanzarán para una jubilación de medio salario que hoy percibe como trabajador activo, si es que no tiene lagunas previsionales, que ahí la cosa se pone negra, y con 120 mil pesos paga el arriendo y adiós. El sueldo mensual es la medida de todo. Como el Estado sólo se preocupa de subvencionar a su gerente –sobrino de uno de los dueños, el mismo cara de palo que da sermones sobre meritocracia y transparencia para los aniversarios de la empresa- cuando está en aprietos y corren riesgos sus millones con los que vive como rey. No vaya a bajar su estatus, el pobre. Sí sé que lo mismo ocurría con la Concertación, pero ese no es el punto. El punto es que si la plana mayor de su empresa, y de todas las empresas, desaparecieran o recibieran un sueldo ajustado a lo que realmente hacen –otear a la competencia y abaratar costos- las marcha de sobrevivir a ciegas y endeudado por 7 veces su remuneración, sería historia.
Llene no más el vaso y pida un kilo de aceitunas, que los chilenos somos los campeones mundiales del trago y los cigarrillos. ¿Que es para distraerse y anestesiar las presiones de la oficina? Le creo, sabe usted. Pero no se olvide que bien borrachos nos quieren desde antes de la Independencia. Así nos ponemos mancitos y para qué meterse al sindicato si podemos tratar a garabatos al gerente una vez al año y hasta sacarnos fotos con él, como si fuéramos todos iguales. Lástima que la resaca duele como maldición y las fotos se marchitan en el velador. Pero no se distraiga con las piernas de la mesera. ¿Se imagina que hubiera un fondo común de todo lo que ganan las empresas? Es decir, por un lado el Estado cobrara impuestos de verdad a los dueños, nos reajustarán el sueldo para no endeudarnos hasta el infinito, y el excedente, como dicen los economistas bien nacidos, fuera a un fondo común para tener educación, salud, seguridad social decentes. No me mire así, que ni siquiera estoy mareado todavía. Los propietarios no van a permitir eso por las buenas. Tendríamos que organizarnos y, por lo menos, partir con un paro general para empezar a disputarles el Estado que les pertenece. Porque la cuestión del fondo común tiene que ser un asunto serio, responsable, planificado. Además no podemos vivir de puro cobre, no ve que se acaba y empuerca el agua, y cuando a los chinos se les ocurra, dejan de comprarlo y ahí sí que queda la crema. Tendríamos ahora que crear industrias, y no solamente para tener mejor y más trabajo, sino que para no depender como brutos de los precios del cobre. Incluso si lo nacionalizáramos de nuevo, habría que apretar a los banqueros para que no conviertan el producto de ese recurso en acciones para jugar en la bolsa, que es igual que un casino donde siempre gana la banca. Es allí donde realmente se fijan los precios de las cosas. Es pura especulación. Mire, es como si yo fuera un gran señor y creyera que la gente se va a endeudar para comprar su departamentito y entonces apuesto toda la plata a construir viviendas y pasa que los dividendos se disparan por la famosa demanda y un mal día ya nadie los puede pagar. Viene el remate y usted se queda en la calle. Y a mí, como gran señor, me salva el Estado. Hay que informarse entre botella y botella. Hoy las grandes corporaciones se confunden con los Estado más poderosos del mundo, y están en todas partes con distintos nombres. Y las corporaciones más grandes tienen sus platas en distintos rubros. No sería extraño que los dueños de la fábrica que produce este vinacho nada de malo, también sean accionistas de un banco y concesionarios de un puerto. Pero no se olvide nunca que son los banqueros los que mandan. Y eso que no producen nada. Compran plata barata y nos la venden, si es que cumplimos los requisitos, mucho más cara, como crédito. Pero se la compran al Banco Central, que tampoco produce nada, pero que se queda con el IVA que todos pagamos por todo y con los impuestos miserables de las cupríferas privatizadas más los impuestos importantes del cobre que aún es del Fisco. Es decir, el Banco Central se alimenta con parte de nuestro salario que ganamos trabajando y consumiendo. Y después llega un banco privado y nos vende más caro el mismo dinero nuestro. Sí, es una barbaridad. El año pasado, apenas tres bancos ganaron el 70% de las utilidades de todo el sistema. Y obtuvieron casi el 30% más de ganancias que el 2009. ¿Que cómo sé? Ya le dije que por último ponga una radio en el baño mientras se ducha antes de salir a machucarse en la oficina.
2. Mientras más estupenda encuentro a la mesera, la tarde se pone cenicienta y los parroquianos orinan desordenadamente en el único water del boliche, más me emputezco. Pida un pipeño ahora, que el tinto ya no refresca. Vale lo mismo, y no se preocupe tanto que aquí no se escucha ni el celular. Y si lo castigan en la casa, condenándolo al sillón, dígale a la señora que estuvo en una exposición muy versada. Para que le crea, cuéntele que mientras los salarios el año pasado aumentaron menos de un 3%, los alimentos y la electricidad lo harán en más de un 10%. Ni hablar del combustible, la colegiatura y las deudas de las tiendas que ahora tienen bancos propios que prestan dinero sin condiciones, pero con intereses cósmicos. Cósmicos, no cómicos. Mientras pacta a más cuotas, paga el crédito original más veces. Y si compra al contado, se convierte en mal cliente. ¡Linda cosa! Me acuerdo cuando el presidente Aylwin, a principios de los 90 dijo que había que ahorrar y ser austero, y el ministro de Hacienda afirmó al día siguiente lo contrario. Ambas órdenes contradictorias son payasadas. Es como si el salario nos alcanzara para ahorrar, cuando gastamos todo lo que ganamos la primera semana del mes. Y si nos endeudamos, el sueldo queda tan mordisqueado que le quedamos debiendo a la empresa. En cambio, los dueños invierten todo lo que ganan. Y así se quejan. Como el dólar vale cada vez menos, los importadores se hacen la América, y los exportadores, exceptuando el cobre, se van por el caño. Entonces para que no lloren, el Estado los subvenciona y así se amortiguan las peleas entre patrones. Total, queda tan poca industria productiva en el paisito, que el Fisco tiene de sobra para distraer recursos menores. Los dueños de la leche y la fruta argumentan que si no les echan una mano, no pueden dar empleo. Como si el empleo fuera un ejercicio caritativo y los trabajadores, mendigos con salario a fecha. Como si los propietarios fueran filántropos. Yo soy huevón hasta el mediodía no más, y al próximo pipeño que le pongan un poco de chicha. Ahora Piñera dice que la cesantía bajó. “El manitos cortas” cuenta a los trabajadores empleados igual que la Concertación. ¿Realizó alguna actividad la semana pasada que le reportara algún ingreso en dinero o especies? Y sí. Ah, entonces no es cesante. ¿Quién no saca cuentas alegres de esa manera? Además que lo que aumenta no es el trabajo formal, con contrato indefinido, con previsión. Lo que abulta las cifras es el trabajo informal, el subcontratismo, la boleta a honorarios, el empleo a cuenta propia, ¿o no se ha fijado en la cantidad de ferias libres, taxistas y familias enteras que fabrican empanadas y las venden puerta a puerta entre los vecinos? Ahora los trabajos duran menos que un suspiro. Nos pasamos rotando, y entre pega y pega puede pasar hasta un año. Usted es un administrativo. Pero a los profesionales no les va distinto. Los ingenieros comerciales venden tarjetas bancarias y los psicólogos seleccionan personal en las empresas. Los abogados cobran hasta por los trámites que pueden realizarse sin su asistencia, las notarias hacen nata y un sobrino periodista vende publicidad y para escribir lo que piensa con libertad se hizo un blog. Un blog le digo, internet le digo. Eso hay que aprender a usar. Pero no sólo para ver pornografía, transar chucherías o hacer apuestas a distancia. Ese sobrino periodista me contó que los tunecinos, los egipcios y los europeos organizan sus protestas por internet o redes sociales, que les dicen. Aquí en Chile se está ocupando como alternativa. Como los noticiarios de la televisión parecen cadena nacional permanente donde hablan los mismos y al mismo tiempo, y si llega a enfocarse a un trabajador es para reafirmar lo que quieren los dueños de las televisoras, internet no es la cura contra la ausencia de pluralismo informativo tradicional de papel o televisado o radial, pero si se usa bien, sirve increíblemente. No me salga con que es muy complicado. Cualquier niño le enseña. En Chile existe hasta una Red de Medios de los Pueblos. No es para que se envicie y sustituya la pelea concreta por nuestros derechos virtualmente. Apure el botellón antes de que se entibie. ¿Ya sabe que viene Obama, el presidente de Estados Unidos a Chile a mediados de mes? Sí, el mismo tipo que mantiene sus tropas –asesinas de niños- ocupando Irak, Afganistán, que continúa bloqueando económicamente a los cubanos, metiéndose en la política interna de medio mundo y en particular de América Latina para beneficio de su Estado corporativo, ampliando la industria armamentista, colaborando estratégicamente con el gobierno de Israel contra el pueblo palestino, y que nombra como terrorista a cualquiera que no le siga el amén. La mesera peruana de piernas duras debe ser una de ellos. No hay nada más excitante que lo prohibido.
3. De política lo que quiera, que la religión es asunto peliagudo y para qué vamos a estropear la noche que nos enmascara la torpeza. Rematemos ahora sí con un vino blanco polar. Usted es un caballero vivido. Los políticos, gobierno y oposición actúan como un solo bloque a la hora de aprobar cuestiones importantes, como la reforma educacional privatizadora, o en materias laborales, o en la venta de la propiedad estatal de la que no alcanzó a deshacerse la Concertación. Es decir, son grupos de interés y concesionarios alternos en competencia de un Estado cuyo contenido está determinado por la hegemonía del capital financiero mundial y sus instituciones rectoras. Sí sé que suena un poco difícil, pero el trago me ajusta misteriosamente los tornillos. Piñera y su proyecto especifico, tecnócrata y de administración empresarial del Ejecutivo se derrumbaron, como hundido está en las encuestas cuando todavía no lleva un año en el gobierno. En rigor, ya empezaron las próximas elecciones presidenciales de 2013. ¿Se acuerda de Lavín? Por ahora él es el precandidato de la UDI. Hay que ver cómo le va a Allamand de RN como ministro de Defensa, y a Golborne, biministro de Energía y Minería. La Bachelet lleva las de ganar, pese al desprestigio de la Concertación y su crisis. Para variar, la Democracia Cristiana está rota. La derecha tradicional le coquetea sin enfado, y ella se deja besar las mejillas. Allí la derecha se juega los votos para un segundo período. Mientras tanto, como Piñera cae y cae mientras mayor es la conflictividad social –sobre todo después del paro en Magallanes-, el socialista Osvaldo Andrade con lo que queda de la CUT -golpeada su dirección mortalmente tras la fracasada negociación de los empleados públicos agrupados en la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) realizada a espaldas y contra los intereses y demandas de los trabajadores, toda vez que la ANEF es la fuerza principal de la CUT- intenta sacar gente a la calle el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, como parte de la maniobra de recomponer la Concertación acercándose a los “problemas de la ciudadanía”. Esto, mi amigo, es de un cinismo sin nombre, considerando que el propio Osvaldo Andrade fue ministro del Trabajo durante el gobierno de Bachelet, donde consolidó, con matices invisibles, el Código Laboral antisocial instaurado en la dictadura militar. Por lo menos se están transparentando las relaciones sanguíneas entre la CUT, la Concertación y el Partido Comunista. Por otra parte, no se olvide de pedir vasos limpios mientras le comunico que la Concertación también cuenta con iniciativas auxiliares dirigidas al progresismo no PC, encabezadas por el ex ministro socialista de esa componenda, Jorge Arrate y el diputado renunciado hace poco del Partido Socialista, Sergio Aguiló. Al parecer, el objetivo es ampliar por la izquierda moderada las bases de sustentación de un proyecto político cuyo eje sería la demanda de una Asamblea Constituyente, toda vez que bajo las relaciones de fuerza actuales, es hasta más factible reivindicar la Constitución de 1925, con todo respeto.
Y ahora mismo usted puede ver que se ofrecen luchas parciales de comerciantes en Temuco, movimientos contra las alzas del Transantiago y el metro, y peleas ambientalistas en Caimanes y Pascua Lama. Pero le aseguro, antes de que se termine la botella, que marzo se viene bravo con el retorno a las clases de estudiantes secundarios, universitarios, y profesores debido a la reforma educacional privatizadora aprobada en el Congreso, la coordinación de trabajadores de distintos sectores por derechos laborales elementales conculcados y eventuales movilizaciones por el alza general del costo de la vida. También puede ocurrir un “magallanazo”, esta vez en Concepción por problemas asociados a la reconstrucción no sólo arquitectónica, sino económica de una de las ciudades más castigadas por el terremoto de febrero del año pasado. El porvenir del movimiento y la protesta debería facilitar las condiciones para un paro general sin fecha, y establecer, todavía en potencia, la cancha para la disputa política y social de las agrupaciones que persiguen una sociedad no capitalista, y las posibilidades para la creación de una alternativa política que sintetice los intereses de los trabajadores y los pueblos, independientemente de la Concertación. Salud por eso.
Febrero 5 de 2011
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