Andrés Figueroa Cornejo
Al mediodía del 15 de diciembre de 2014, el estudiante de Antropología de la Universidad de Artes y Ciencias Sociales, Arcis, Manuel Erazo Soto (http://www.rebelion.org/ noticia.php?id=163358), interrumpió junto a otro compañero el curso plácido y pre-navideño de la sesión de la comisión parlamentaria que dice investigar las razones de la crisis de esa institución de estudios superiores (http://www.rebelion.org/ noticia.php?id=192582).
Manuel Erazo viene de abajo y se encumbra por convicción personal y colectiva, por lucha e iniciativa. Hijo de obrero y de madre dueña de casa y costurera, es uno entre 5 hermanos. De su infancia, Manuel recuerda en especial “la batalla de mi familia por la subsistencia diaria, de lo que cuesta comprar un kilo de pan y pagar la electricidad. De trabajar desde los 9 años en los empaques de los supermercados. Yo vivo en una zona de la comuna de Santiago que al principio era terreno de chacras. La ‘civilización’ llegó con las instalaciones de los supermercados y del agua potable. También pasé mi niñez con mi abuelo en la villa México de la misma comuna. Mi familia es pueblo”.
-Los sociólogos que justifican la miseria y la juventud chilena apabullada por la droga, te habrían situado en el lumpen. ¿Qué explica tu conducta y consciencia de clase?
“El 2006 vi por la televisión a un grupo de dirigentes secundarios de los calificados colegios públicos emblemáticos –el Instituto Nacional, el Carmela Carvajal, etc.-, hablando de lo mal que está la educación. Yo provengo del Centro Técnico Profesional de Maipú, un establecimiento municipal donde llegan los estudiantes de secundaria expulsados de todos los colegios. Era de los que leían, con suerte, las primeras 15 páginas de los libros: un ‘flaite’ más entre tantos (http://es.wikipedia.org/wiki/ Flaite). Entonces, sin militancias partidistas previas, me di cuenta de que la realidad de mis compañeros y mía era bien distinta a la de los muchachos aparecidos en la tele. Al día siguiente conversé con los chicos de mi curso sobre la urgencia de movilizarnos por lo que ocurría en el país. 48 horas después paramos las actividades regulares del liceo y asistimos por primera vez a una manifestación en el centro de Santiago. Como llegamos atrasados, nos dirigimos a las dependencias del Ministerio de Educación (MINEDUC). Ya éramos medio millar de pingüinos frente a una institución gubernamental cercada por la policía. Allí no teníamos nada que hacer, así es que marchamos por la Alameda hasta la Universidad de Santiago (USACH), a una media hora del ministerio. En el camino se fueron sumando más chicos. Cuando arribamos a la USACH nos preguntaron quién era el dirigente. Los dos mil que éramos me señalaron a mí. Le propuse a los universitarios que cortáramos la Alameda donde protestamos hasta las 9 de la noche. Ese fue mi ‘bautismo de fuego’.”
-¿Y qué pasó luego en tu liceo?
“En menos de una semana nos tomamos el colegio. Ahí aprendí a hablar, a dirigirme a la asamblea. Que en la lucha tenemos que ser los primeros en estar adelante, los primeros en llegar, los primeros en saltar la reja; el primero que se levanta y el último que se acuesta.”
“Todos podemos ser Ernesto Guevara”
-Lo que dices, me recuerda inmediatamente la poli-ética de Ernesto Guevara. ¿Qué significado tiene para ti su figura?
“Yo descubrí que Guevara es un compañero. Que está muy lejos de los mitos y los altares. Que no es un ícono inaccesible. Que está en la huelga, que toma posición ante una movilización, que entrega un volante en la calle. Todos podemos ser Guevara. Es un ser humano que lucha por la liberación del pueblo.”
La insubordinación
-¿Qué pasó y por qué interrumpieron la comisión parlamentaria en el ex Congreso Nacional (ver link al final de la entrevista)?
“En la Arcis estamos en la más absoluta incertidumbre desde abril de 2014. No sabemos si la universidad continuará o no el 2015. La rectora Elisa Neumann dice que sí, pero nadie sabe en qué condiciones. Hemos realizado alrededor de 10 manifestaciones masivas, tomas del MINEDUC, de sedes parlamentarias. En este contexto, la UDI (partido político de la derecha más fundamentalista) armó una comisión investigadora sobre las irregularidades de la Arcis. Sin embargo, nosotros consideramos que esa comisión es un show y que no está resolviendo nada, cuando la comunidad universitaria precisa de todo lo contrario.”
-¿Qué ha hecho la comisión hasta ahora?
“La comisión sólo se ha dedicado a discutir respecto de responsabilidades menores en la crisis de la institución. En su interior están pactando desde la UDI hasta la dirección del Partido Comunista chileno (PCCh), debido al caso Penta (http://es.wikipedia.org/wiki/ Empresas_Penta). En consecuencia, están inhabilitados para solucionar nuestra situación. Por lo mismo, nosotros, los estudiantes, no estamos dispuestos a que se utilice a los trabajadores a cambio de dividendos electorales baratos.”
-¿Cómo sucedió la irrupción que protagonizaste mientras sesionaba esa comisión?
“Lo primero que hicimos fue arrojar los documentos de la comisión sobre la mesa en la que se encontraban reunidos. Se levantó el diputado de derecha Felipe Kast, diciéndonos que él nos podía responder, pero lo emplazamos inmediatamente a callarse por ser ‘un payaso más de este circo’. Después la diputada de las Juventudes Comunistas (JJCC) Karol Cariola, que debió haber creído que éramos ‘de los suyos’, intervino en ‘buena onda’, y también le pedimos que se sentara porque ella es una cómplice pasiva de la crisis de la universidad. Lo más probable, es que parte de su campaña electoral haya sido financiada por nuestras propias matrículas. Luego le tocó el turno a la diputada democratacristiana Yasna Provoste (http://es.wikipedia.org/wiki/ Yasna_Provoste), ex ministra de Educación de la Concertación y que incluso resultó destituida para ejercer cargos públicos hasta el 2013 a través de una acusación constitucional por problemas de negligencias millonarias en las subvenciones estatales a los colegios. A ella le recordé que yo mismo le había manifestado en el 2006 y 2007 que yo acabaría en una universidad privada por provenir de un colegio tremendamente precarizado. Y, claro, por eso estoy en la universidad privada Arcis. Por tanto, la hice responsable directa de la situación de mis compañeros y mía. Ella me reconoció, y como los demás diputados, bajó la cabeza. Varios parlamentarios huyeron de la sala. Temblaban de miedo. Uno de ellos nos dijo que ‘esa no era la forma como los estudiantes deben manifestarse’. Esa es su forma de relacionarse, pero no es nuestra forma. Nuestra forma no es institucional. Nuestra forma es la relación cara a cara, mutua, entre iguales, y no entre una elite y el resto de la gente. En ese momento comprobamos que los políticos le tienen miedo al pueblo y a la verdad. En suma, la única respuesta sobre la crisis universitaria que sufrimos fue ser desalojados por los guardias. Rectoría ahora culpa a los estudiantes morosos de la falta de recursos. ¿Pero cómo pagar los sueldos de las autoridades sin saber qué va a suceder con nosotros el año entrante? Por eso también llamamos a los estudiantes a no pagar un peso hasta no tener certezas del porvenir de la entidad.”
-En ese instante, pero en otra sala del mismo edificio, la presidenta Bachelet le rendía un homenaje a los 25 años del triunfo electoral del golpista y democratacristiano Patricio Aylwin, y que inauguró el actual ciclo de gobiernos civiles…
“Nosotros desconocíamos la información. De saberlo, hubiéramos ingresado a esa ceremonia. Es una enorme falta de respeto homenajear a uno de los principales instigadores del golpe de Estado de 1973 contra el gobierno de la Unidad Popular.”
La actual coordinadora contra el alza de los aranceles
-En gran parte del sistema educacional (universidades, institutos profesionales, centros de formación técnica, enseñanza primaria y secundaria) existe un aumento arbitrario de los aranceles y matrículas. ¿Tienen algún planteamiento al respecto?
“Una de las primeras cosas que hicimos fue partir con el dirigente Felipe Sánchez (http://www.rebelion.org/ noticia.php?id=190566), a la toma estudiantil de la Escuela Moderna (http://www.rebelion.org/ noticia.php?id=192771). Nos percatamos de que ellos viven el mismo incremento indiscriminado que la Universidad Alberto Hurtado, la Andrés Bello, la Silva Henríquez, la Central y otras. Los aumentos van desde un 6 a un 13%. Realizamos rápidamente una asamblea contra el alza el lunes 15 de diciembre donde participaron alrededor de 15 representantes de distintas casas de estudio movilizadas. Allí mismo formamos la coordinación contra el alza a través de un plan de lucha.”
-Con la reforma o sin la reforma educacional del gobierno, los problemas de la enseñanza en Chile continuarán el 2015. ¿No han pensado en la creación de algún instrumento unitario que le ofrezca mayor fuerza, estabilidad, continuidad y planificación a la lucha común del estudiantado?
“Ese es el objetivo fundamental de la coordinación desde su punto de arranque. Pero nosotros no nos estamos reuniendo con aparatos –que ya existen, por cierto, sino que consideramos que hay que dar un salto superior con el estudiante mismo que está movilizándose. Hoy la crisis es mucho más tangible y, además, tenemos más experiencia en el cuerpo.”
“Y ahora tenemos que ganar. No tenemos otra alternativa.”
-Tú eres un estudiante-trabajador, y un hijo de la particular y limitadísima democracia, o del actual formato de la dictadura del capital en Chile. ¿Cómo te imaginas la sociedad del futuro?
“Creo que las luces vienen de la mano de la realización de la solidaridad concreta que vivimos en las distintas formas de las luchas de nuestro pueblo (ambiental, Mapuche, sindical, de la disidencia sexual, contra el patriarcado, etc.), que tienen una misma raíz y que, por ejemplo, el marxismo ortodoxo no logra explicar. Hoy se están construyendo nuevas relaciones sociales (eso que Guevara llamó ‘el hombre nuevo’). Ese germen ya existe. Es preciso articularlo. Que en Chile exista un sinnúmero de colectivos anticapitalistas habla por sí solo de la necesidad de aquello nuevo que adviene. Nuestro desafío es cómo convertir a ese germen coordinado y en lucha en un proyecto ampliado de sociedad totalmente otro al dominante. Y cada uno de nosotros/as es la condensación del partido revolucionario necesario y en proceso de formación. Yo creo que ese germen que protagonizamos mientras se multiplica, se llama comunismo, porque, al decir de Salvador Allende, ‘la historia es nuestra y la hacen los pueblos’. Y ahora tenemos que ganar. No tenemos otra alternativa. Nuestro pueblo ya comprendió y la nostalgia está prohibida, como tampoco podemos recrear los antiguos instrumentos políticos de los cuales se dotó el pueblo en otras épocas.”
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