·Con leves modificaciones fue aprobado por el Senado y luego por los parlamentarios la propuesta gubernamental de “royalty” minero asociado a la invariabilidad tributaria. En tanto se espera la firma del presidente Piñera, ya se asoma la movilización de los trabajadores del cobre.
Por Andrés Figueroa Cornejo
El martes 12 de octubre, a las 20:00 horas, se aprobó en el Senado el denominado “proyecto de royalty” del gobierno que implica una tasa impositiva para las empresas que explotan el cobre de un 5 a un 14 %, y la invariabilidad de esas cifras por seis años. El único voto en contra lo sostuvo el senador Mariano Ruiz-Ezquide, en tanto hubo tres abstenciones: los senadores Eugenio Tuma, Guido Girardi y Jaime Quintana (PPD’s). Al respecto, Guido Girardi indicó que “la invariabilidad, tal como está, es un tema lesivo. Debiéramos tener una tasa de tributación efectiva cercana al 50 % y estamos muy lejos de ello”.
Dos días después, el parlamento ratificó la votación de la Cámara Alta. A pesar de la inicial negativa de varios parlamentarios opositores a la aprobación de esta ley, finalmente el proyecto fue aceptado con amplia mayoría.
Además de establecer un aumento general del 5 al 14 % en la tributación de las empresas dependiendo del porcentaje de márgenes operacionales, se fijó un período de transición entre el año 2010 y 2012 que varía entre el 4 y el 9%.
El diputado, Enrique Accorsi –uno de los que estuvo contra el proyecto- indicó que la propuesta es un traje a la medida para que las mineras privadas puedan mantener sus altos niveles de ingreso de aquí a los próximos 10 años “siendo los chilenos y chilenas los grandes perdedores”. El parlamentario aseguró que entre el 2003 al 2009 las empresas obtuvieron más de 100 mil millones de dólares en ganancias y amortizaron todas sus inversiones “por lo tanto, pagar mil millones en tres años es claramente insuficiente”.
Por su parte, el diputado Rodrigo González, afirmó que el proyecto en lugar de establecer derechos compensatorios por la merma de un recurso natural no renovable, es una regalía a favor de las grandes compañías mineras transnacionales y de ninguna forma beneficia al Estado.
Ahora las mineras podrán acogerse voluntariamente a la iniciativa, con un plazo de dos meses (mediados de diciembre).
Como si fuera poco, la tabla del régimen general y permanente del impuesto específico a la actividad minera, se aplicará en doce tramos, dependiendo de los márgenes de operaciones de cada empresa.
“ESTE NO ES UN VERDADERO ROYALTY”
Chile produce entre el 40 al 45 % del cobre del mundo. De lo que se transa en las bolsas mineras internacionales, el 60 % corresponde al metal rojo chileno.
Según el ex senador Jorge Lavandero, Chile es “el séptimo país potencialmente más rico del planeta, pero desgraciadamente hemos entregado nuestras riquezas a transnacionales extranjeras que nada dejan aquí.”
Además, el país es segundo exportador del planeta de litio y se cuenta con molibdeno, azufre, renio y plata.
“Luego de 20 años de la Concertación se ha llegado a que sólo un tercio del cobre es chileno. Y Codelco ha aportado más de cinco veces lo que entrega la totalidad de compañías extranjeras, pese a todo.”, aseguró Lavandero.
De acuerdo a Lavandero, la minería privada no paga los impuestos debidos “porque se acoge a una serie de franquicias. No paga ni el IVA, mientras Codelco quintuplica los recursos en este ámbito.”
Como el cobre, constitucionalmente pertenece al Estado chileno, debería cancelar la renta minera o royalty- regalía. ¿Qué es eso? Un precio. Cada tonelada que se extrae de metal rojo es una tonelada menos que le queda al país. El royalty es el pago tendiente a compensar esa pérdida. Otro impuesto está ligado a las ganancias que obtiene la industria cuprífera. Es decir, son cosas distintas.
¿Qué precio paga Codelco, siendo una empresa estatal? El 10 % de las rentas. Sin considerar el costo, e independientemente de las utilidades que obtenga.
El cobre, en rigor, es una concesión para que sea explotado en nombre del Estado. Las multinacionales privadas deberían pagar un 35 % de impuestos, pero sólo entregan un 16 % que, por lo demás, no cancelan. Mientras Codelco desembolsa un 40 % al Fisco, y el 2010 le reportará 10 mil millones de dólares, las corporaciones multinacionales que explotan dos tercios del cobre, apenas pagarán este año 2.500 millones de dólares.
“En ningún país del mundo existe una invariabilidad tributaria como la que aquí se ha aprobado. Este no es un verdadero royalty, es simplemente un impuesto adicional”, dijo Lavandero.
“El royalty o regalía viene de cuando el rey de España era dueño de las colonias americanas. Entonces cada colonia debía pagarle a la corona “el quinto real”, la quinta parte de la producción agrícola y la quinta parte de la producción minera. Entonces cuando se realiza la independencia, los nuevos gobiernos criollos se quedan con ese quinto real. Royal, real, regalía. Ese es el origen del royalty. Ahora el royalty es un precio, y debe ser regional para que no pase lo que ocurrió con el salitre. De este modo, cuando se acabe el mineral, exista en las regiones y comunas más afectadas otros elementos económicos y productivos que reemplacen la antigua explotación. El royalty también es un sustitutivo para cuando el cobre se agote. Sino cundirá la cesantía, las migraciones, la miseria.”, informó Jorge Lavandero.
Asimismo, el ex senador indicó que “El proyecto tiene una serie de falencias. Por lo menos, es discriminatorio porque grava a una parte de la actividad, pero no a toda la actividad. Podría ser impugnado en el Tribunal Constitucional.”
LOS TRABAJADORES PREPARAN “SORPRESAS”
Por otro lado, el presidente de la Federación Minera de Chile, Cristian Arancibia, quien fue parte de quienes protestaron en la sala del Congreso Nacional ante la aprobación del proyecto, enfatizó que “queremos que los trabajadores conozcan lo que aprobaron los legisladores: el regalo del royalty. La Concertación no entendió que perdió el poder porque no hizo nada para los trabajadores y sigue cometiendo los errores de hace 20 años atrás. Esto lo informaremos a las bases. Iremos al Congreso a exponer a las comisiones de Salud, Minería y Trabajo. Es un compromiso que tenemos desde el punto de vista del diálogo, pero creo que no tendremos muchas respuestas. Es algo que debemos hacer nosotros”, y agregó que “Terminados estos procesos vendrán decisiones de nosotros y van a tener sorpresas de parte del sector en general en cuanto a movilizaciones.”
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