“El pueblo aprendió que estaba solo...
El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que
de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza.”
Rodolfo Walsh
Andrés
Figueroa Cornejo
El
auditorio de la sede nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)
está colmado de jóvenes, mujeres y hombres. Un migrante chileno, un periodista,
un asalariado más, uno que podría ser perfectamente peruano, boliviano,
paraguayo, colombiano, ecuatoriano, se reconoce en medio de las palabras
y los rostros cuando uno de los convocantes invita a que “hay que
comenzar a actuar diferente, alejándonos de las viejas políticas. Por eso nos
juntamos aquí. Para intentar explicarnos qué fue lo que sucedió el 24 de marzo
de 1976, antes, después y ahora mismo. Y no sólo en la calle, sino que en los
barrios, las universidades, en los sindicatos, en los lugares de trabajo”, y
remata con la voluntad de quien no escogió atajos: “Hay dos formas de ver la historia:
o la leemos o la escribimos. En este caso, la escribiremos. Por eso
precisamente fundamos la Resistencia (®).”
Leo,
que oficia de presentador espontáneo, aclara que “El golpe de Estado no fue una
casualidad. Fue una arremetida brutal de la burguesía y el imperialismo tras un
proceso de lucha popular que venía gestándose desde hace muchos años antes y
que había logrado desestabilizar al capitalismo en Argentina a través de todas
las organizaciones del pueblo y sus propias fuerzas armadas.”
Inmediatamente
ofrece el micrófono al dirigente político Eduardo Soares (http://www.adital.com.br/ site/noticia_imp.asp?lang=ES& img=N&cod=56478).
“NO TENEMOS OTRA ALTERNATIVA”
El
‘Negro’ Soares señala que le interesa hablar desde la Convocatoria por la
Liberación Nacional y Social, una de fuerzas que componen el Frente de
Resistencia Nacional.
“Si
algo hemos aprendido del 24 de marzo y de lo que siguió después, es que el
golpe intentó retornar a la edad de piedra un largo proceso revolucionario.
Pero hay que acentuar el hoy y las tareas que tenemos por delante. No
sólo para que nunca más se repita un 24 de marzo, sino para que podamos
resolver de una vez por todas aquello que quedó inconcluso en marzo de 1976:
construir una Argentina sin explotadores ni explotados, construir una Argentina
socialista. Y esa arquitectura pasa por nosotros mismos. Pasa por multiplicar
la ® en los barrios, en los lugares
de trabajo, estudio y en la juventud, que será cabeza y heredera de otras
juventudes que llevaron lo más lejos posible las banderas de la liberación y el
socialismo.”
El
‘Negro’ ubica en contexto el horizonte de la actual situación cuando arguye que
“Para nosotros este 24 de marzo de 2013 es un desafío. Poco está quedando de
las agrupaciones que florecieron hace casi 15 años (‘Argentinazo’). Gran parte
de ellas fue cooptada por proyectos que continúan profundizando la explotación
y la miseria, como el kirchnerismo. Y otro costado social y político donde
pusimos y ponemos esperanzas permanentes, hoy no logran superar las luchas
aisladas, reivindicativas, postergando el aspecto fundamental de la
construcción política: luchar por el poder para terminar y desplazar a los
representantes de las clases dominantes que hoy imponen un país de exclusión,
miseria, explotación y represión. Necesitamos una construcción fuerte. No
tenemos otra alternativa.”
Soares
asegura que “El FRN y sus organizaciones hermanas y aliadas, allegadas y
compañeras –fuerza impensable hace un año, un año y medio-, tenemos que
juramentar que no puede darse un solo paso atrás en esta herramienta dotada de
características estratégicas. En estos momentos estamos enfrentando una
política de exclusión, productora de pobres. Si hay algo que nos enseñó el 24
de marzo es que la oligarquía y el imperialismo mediante las fuerzas armadas tuvieron
que enfrentar el nivel más alto de resistencia del pueblo en la historia
argentina. De aquello, justamente, carecemos hoy. Muchos de los que estamos
construyendo el FRN estamos realizando un gran esfuerzo para ampliarnos con
otras organizaciones. Hay algunas con las que podemos coincidir mucho en
ámbitos de la política y lo organizativo, pero todavía nos cuesta concordar en
un aspecto esencial: luchar por la toma del poder. Porque el socialismo no se
edifica solamente desde las bases. Avanzar hacia una sociedad sin clases
sociales implica necesariamente hacerse del poder, en la actualidad en
manos de los grandes monopolios, la megaminería, la industria sojera, los
nuevos ricos, que están devorando los recursos y el trabajo del pueblo argentino.
No hay otra manera para enfrentar el despojo si no es con organización. En eso
estamos. Ese es el desafío y compromiso al que nos obligamos.”
‘HOY LA HUMANIDAD ESTÁ EN CRISIS. Y DE ESA CRISIS LA VAMOS A
SACAR NOSOTROS, NO EL CAPITALISMO’
Kike,
representante de Militancia Guevarista, vibrante y franco explica que “Los que
formamos este panel somos, de alguna manera, los exponentes de las luchas de
las décadas de los 60’ y 70’. De esa lucha queda una deuda muy profunda. Nos
quedó la deuda del accionar y el combate unido de las fuerzas revolucionarias.”
-¿Y ahora?
“Pensamos
en el futuro; no venimos con nostalgia. Venimos para construir en el futuro una
sociedad mejor, sin explotadores ni explotados. Y como la historia parece
propiedad privada cuyos dueños son los mismos dueños de todas las cosas, como
decía Rodolfo Walsh, nosotros tenemos que plantear con claridad desde dónde
hablamos. Nosotros decimos y actuamos desde un compromiso ineludible, de vida,
de corazón, de cuerpo con la clase trabajadora ocupada y desocupada. Con los
campesinos pobres del campo y con los marginados en la villas.”
Kike
analiza y pasa revista a que “El genocidio comenzó mucho antes del golpe
de Estado. La historia de la dominación de una clase sobre otra viene desde
lejos. En América Latina y Argentina basta recordar el genocidio contra los
pueblos originarios y agregarnos a sus demandas actuales. Y cuando hablo de la
unidad de los revolucionarios, tengo presente al comandante Mario Roberto
Santucho (http://www.youtube.com/watch? v=vBZ03I3qUCc ) que cayó tratando de unir a los
revolucionarios. En aquel entonces, los trabajadores estaban en la calle,
luchando por mejores condiciones de vida. Pero también estaba muy presente la
lucha por el socialismo. Toda América Latina bullía al calor de los movimientos
revolucionarios. Ya el ‘Che’ había planteado como estrategia crear uno, dos,
tres, mil Vietnam, para derrotar al imperio y desmantelar a la burguesía. En
toda Latinoamérica el imperio regó de dictaduras militares y nuestro país no
fue una excepción. Por eso el objetivo final de la ® es pasar a la ofensiva con los
trabajadores hasta llegar al poder y construir una sociedad mejor.”
-¿Y en la actualidad?
“Nosotros
no estamos con la oligarquía agraria, no estamos con los hacendados ni los
latifundistas. Estamos con los campesinos. Tampoco estamos con la llamada
burguesía industrial, que se supone que representa Cristina Fernández. La
misión de esa burguesía es explotarnos como trabajadores. Y todavía tienen la
ilusión de generar un poder económico independiente. Ello es una imposibilidad
histórica. De las 500 grandes empresas que operan en nuestro país, el 70 % son
transnacionales. La burguesía argentina no tiene poder para decidir. Es
totalmente dependiente. Más aún cuando estamos en medio de una crisis mundial
donde el capitalismo ya no puede resolver más los problemas de la población.
Hoy la humanidad está en crisis. Y de esa crisis la vamos a sacar nosotros, no
el capitalismo. La concentración del capital nunca había sido tan extrema e
inhumana. Está destruyendo al planeta. Nos encontramos frente a una
crisis multidimensional, de producción, alimentaria, energética, ambiental,
financiera. Por otra parte, el gobierno actual habla mucho de los
DDHH, pero casi el 60 % de las muertes ocasionadas por las balas policiales
desde la vuelta de los gobiernos civiles se ha provocado bajo los gobiernos
kirchneristas. ¿Dónde están los DDHH entonces? Hay más de 6 mil personas
procesadas judicialmente por luchar. Y hasta tenemos un Papa argentino que
proviene de la alta curia y que bendecía los ‘vuelos de la muerte’ de la
dictadura. El Papa dice que va a combatir la pobreza, pero en la realidad la
alta jerarquía católica ha combatido siempre a los pobres. Además, la caridad
del actual gobierno, a través de sus programas asistenciales, es producto de
las luchas que ofrecimos el 2001. De lo contrario ni esa caridad existiría.”
“¿SI LA EXPLOTACIÓN Y LAS INJUSTICIAS SIGUEN EXISTIENDO, POR QUÉ
EL SOCIALISMO AHORA NO?”
Leo
es un ex combatiente del Ejército Revolucionario del Pueblo ( http://www.youtube.com/watch? v=HGciTxTxECw ). Es el último panelista del acto
político del presente FRN.
-Esta fecha feroz reivindica una reflexión de sus causas…
“Lo
que pasó el 24 de marzo de 1976 no sólo tuvo como objetivo destruir las
organizaciones guerrilleras que combatíamos entonces, sino a todo el pueblo
argentino. Y la ®
existió durante la dictadura. Aún en momentos extraordinariamente difíciles,
los argentinos se levantaron contra aquellos que los masacraban y aterrorizaban
desde el Estado. Pero también es preciso considerar que después del 83, cuando
se inició la llamada democracia capitalista, muchos de los que participaron de
la dictadura se instalaron con sus prácticas, con su ideología, dinero y
empresas en las distintas combinaciones que llegaron a la administración del
Estado. Y digo administrar, porque el poder del Estado está bajo control de las
multinacionales y el imperialismo. El poder está resguardado por el ejército,
la marina, la fuerza aérea, la gendarmería y la prefectura, las policías
nacionales y provinciales, que son los custodios de la riqueza producida por
todos, pero apropiada por unos pocos. Por eso, como pueblo debemos volver
práctica concreta nuestras propias ideas. La ® debe servir para levantar los
cimientos de un posterior equilibrio de fuerzas que nos acerque a nuestro
objetivo principal: el poder; no una parte del poder, sino todo el poder para
la mayoría explotada, malviviente, humillada y víctima de la injusticia en todo
el orden de las cosas en Argentina.”
-El objetivo estratégico es claro. La cuestión política es el
cómo…
“¿Será
a través puramente de las elecciones, metiendo a uno o dos diputados en el
congreso? Siempre ha habido diputados de izquierda en los parlamentos de la
burguesía y no hemos triunfado. En todo caso, pueden ser un apoyo secundario
para nuestros objetivos estratégicos. Pero las formas determinantes se
encuentran en la lucha, en la calle, en los campos y montañas. La guerra de
clases se resuelve definitivamente fuera de los parlamentos y mediante la razón
y la fuerza populares tanto para defenderse, como para pasar a la ofensiva.”
-¿Cuál es el rol de los revolucionarios de los 60’ y 70’?
“Los
luchadores vivos de los 60’ y 70’, como los tantos que ya no están, no somos
héroes ni nada que se le parezca. Somos comunes seres humanos que vivimos
situaciones poco comunes en momentos poco comunes. Hicimos lo que teníamos que
hacer. Cuando no teníamos nada, como dijo San Martín, combatimos ‘en pelotas’
como nuestros paisanos, los indios. Porque lo importante es ser libre.”
-El socialismo ha sido vilipendiado como alternativa por todos
los medios del poder e incluso por muchos que no sólo defendieron el
socialismo, sino que participaron en la lucha por su construcción…
“De
la primera Independencia en adelante, nos queda la segunda Independencia,
aquella necesaria para crear entre todos una sociedad justa y libre, una
sociedad socialista. Ahora hay algunos que dicen que el socialismo es algo
viejo. ¿Si la explotación y las injusticias siguen existiendo, por qué el
socialismo ahora no? La ® no
es sólo para quienes integramos hoy el FRN, sino para todos quienes prestan
oído y ponen en acción el legado del ‘Che’, que siempre es nacional en su forma
y mundial en su contenido. Por eso sostenemos el internacionalismo, y nos
solidarizamos de manera militante con los prisioneros políticos encarcelados
por el capital de cualquier parte del mundo. Y el poder popular no sólo se
construye desde abajo sino en todos los sentidos.”
El
periodista-migrante-chileno abraza a los panelistas y como si fuera una
patología sin vuelta, piensa no sólo en la unidad de los revolucionarios. Se
cabecea con la unidad de los trabajadores y el pueblo y sus expresiones
políticas ampliadas; con la articulación de todas las formas de combate según
dicte la lucha de clases en un momento dado. Sabe que la autodeterminación de
los pueblos indígenas, el ambientalismo consecuente, el antipatriarcado, el
internacionalismo -ya no como pura solidaridad, sino como constelación orgánica
de los pueblos sin más fronteras que la situación objetiva de la grandes mayorías
de Latinoamérica, Asia, Medio Oriente, África y los empobrecidos de Europa y
Estados Unidos- son núcleos insoslayables para la emancipación del género
humano. Que el imperialismo financiero determina la actual fase del
capitalismo, que la voluntad concreta de mujeres y hombres concretos son la
variable que determina las posibilidades de una sociedad postcapitalista.
El
periodista-migrante-chileno sabe que eso lo sabe la ®. Por eso con ella marcha por
la avenida Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, al final de la tarde y a 37
años del golpe de Estado en Argentina.
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