martes, 29 de mayo de 2012

“Los trabajadores saben que están siendo explotados. Marx ofrece conciencia y precisión al respecto”


· Entrevista con el economista y marxista, Fernando Azcurra a propósito de su última publicación ‘Planteos Sraffianos’.

Andrés Figueroa Cornejo


El académico, investigador, luchador social, que ha impartido clases en la Universidad de Buenos Aires, Lomas de Zamora, del Salvador, de Ciencias Empresariales y Sociales y hoy dicta cátedras y estudia inagotablemente en la Universidad Nacional de Luján, espera en una esquina de la Ciudad de Buenos Aires al periodista que efectúa la presente entrevista, y ya en su departamento austero donde suena el Bolero de Ravel de fondo, sirve café mientras la grabadora se apronta a su labor.

Fernando Hugo Azcurra también se aplicó en lógica y filosofía con el filósofo argentino Raúl Sciarreta, culminando su formación en la escuela de Galvano della Volpe y Mario Rossi. Ha publicado, entre muchos textos, ‘Democracia y proceso socialista en Argentina’ (1985); ‘Fundamentos de Macroeconomía’ (2003); y ‘Capital y Excedente’ junto a Alejandro Fiorito el 2005. Su trabajo del 2011 es “Plusvalor y Excedente”.

 Después de las dos cucharadas de azúcar estalla la primera pregunta.

¿Por qué el economista Piero Sraffa se ha convertido en una verdadera obsesión para un marxista confeso, luchador social de toda la vida y académico universitario?

“Piero Sraffa siempre ha sido una figura de gran dimensión, pero no de gran difusión, para la teoría económica. Es un desconocido aun para muchos profesionales de la economía, y mucho más todavía para el marxismo y los marxistas. Sé de la importancia de lo que hizo Sraffa desde  hace 40 años. Como su producción estuvo entre bambalinas y no aparecía en los conflictos sociales ni académicos, nunca significó una incitación personal para trabajar sobre él. Lo que siempre primó en esa época, y aún prima, es el debate con la ortodoxia –el marginalismo, la vulgaridad neoclásica- que es una cuestión más inmediata, no sólo  un asunto académico, sino que político, pero ahora el sraffianismo ha tomado vuelo en ambos sentidos.”

-¿En qué pie queda la discusión con Sraffa luego de la implosión del campo socialista?

“En general, se produjo una estampida desde las filas políticas y teóricas del marxismo hacia otras posiciones filosóficas, económicas, políticas y hasta personales. Sraffa y el sraffianismo están poblados de “ex - marxistas”.

-¿Qué nombres paradigmáticos refrendan ese fenómeno?

“En filosofía, por ejemplo, tenemos a tres grandes en su tiempo, como  Louis Althusser –quien terminó como un antimarxista furioso- , Lucio Colletti, y también Roger Garaudy del P.C. francés (se convirtió a la religión musulmana). Luego en materia económica son muchos. Está Pierangelo Garegnani, quien se formó prácticamente con Sraffa en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, siendo muy joven. Garegnani no sólo fue militante del Partido Comunista italiano, sino que además tuvo un cargo en la comisión económica de esa agrupación. Después tenemos a un conjunto de economistas menores que asumió las teorías de Sraffa. Por eso comienzo a dedicarme a contender con Piero Sraffa. No se trata de aspectos puramente teóricos y políticos episódicos. El asunto se planteó como que supuestamente Sraffa habría superado definitivamente las concepciones de Marx.”

 SIN TEORÍA DEL VALOR

-¿Qué es lo que hace Piero Sraffa exactamente?

“Para su quehacer, el italiano prescinde de toda Teoría del Valor, tanto subjetiva como objetiva. Ello quiere decir que no parte del conflicto de clases sociales en el proceso de producción y en la ‘generación de excedente’ (plusvalor, en términos de Marx), sino que formula su análisis en el campo de los precios. Lo que habría en el capitalismo son números; incontables cantidades de intercambio de toda mercancía que se hacen a precios. Es decir, el proceso económico capitalista se presenta como precios, mercados, transacciones, oferta y demanda. He aquí el punto central de Sraffa: precios y distribución. No le importa si existe un valor tras los precios o cuál es el origen de la ganancia. Para él eso sería “metafísica”.

-¿Por qué?     

“Porque por su concepción filosófica y epistemológica, él se dedica a realizar un esquema formal y deductivo de la economía. Sraffa se propuso una teoría que fuera más allá de la ortodoxia marginalista y de Marx. De hecho, el italiano sostiene que la economía política con Ricardo desvió su objetivo analítico al ocuparse de que todo valor está basado en el trabajo, en vez de ocuparse únicamente de los intercambios físicos. Cosa que hacen W. Petty, F. Quesnay, y el propio Ricardo en sus primeras etapas. Después Ricardo abandona ese enfoque por el valor basado en el trabajo, que es el enfoque que sigue Marx. Por ello Sraffa afirma que el último Ricardo es el causante de la desviación de la economía y que, por tanto, hay que retornar a Petty, Quesnay y al primer Ricardo. Ahí está la explicación del neo ricardianismo de Sraffa que deja a un lado la teoría del valor trabajo y que debería referirse más bien a Quesnay, habría que decir que se trata de un neoquesnaysianismo más bien.”

-¿Cuál es el objetivo teórico de Sraffa, entonces?

“No es, como dicen muchos sraffianos y marxistas, una vuelta a la economía clásica  y a Ricardo. No es tan sencillo. Primero, es una vuelta a la economía clásica burguesa y abandonar al Ricardo de la teoría valor trabajo. Luego hacer una teoría que permita un conocimiento estricto de la economía y a su vez una reconstrucción de su historia. Así pues, contrario a lo que se sostiene, Sraffa tenía una intención profunda y de muy largo alcance ligada a la reconstrucción teórica e histórica de la economía, basada en la categoría del excedente, dejando a un lado la teoría del plusvalor.”

COMO SI LA ECONOMÍA FUERA ‘PURA’

-¿Cuál es la diferencia entre excedente y plusvalor?

“El plusvalor también es un excedente en el análisis de Marx. Pero es el excedente específico que surge en las relaciones capitalistas de producción, y no puede desprenderse de su vínculo valor-precio. En cambio, Sraffa elimina el aspecto específico que adopta el excedente en el capitalismo, para situarlo genéricamente en todas las sociedades de clases de la historia humana. En el esclavismo hubo excedente, como en la Europa medieval y en las formas asiáticas de producción. Todas las clases sociales subordinadas de la historia han producido excedente. Como no puede ser de otro modo, no obstante hay referencia a la economía del capital en tanto el excedente para él se reparte entre salarios y ganancias”

-¿Y de qué sirve entonces  la teoría sraffiana para la aplicación concreta y específica de políticas económicas en un lugar y momento dado particular?

“Entre sus finalidades teóricas, el italiano deseaba que la economía se convirtiera en una ciencia estricta, con la misma rigurosidad metodológica y deductiva que la Física, la Química y cualquiera de las Ciencias Naturales.”

-¿Y de qué manera lo resolvió?

“Con las matemáticas. Esto no es una característica del pensamiento de Sraffa, en rigor, ya venía como práctica desde fines del siglo XIX y comienzos del XX, con Dimitriev, Bortkiewicz, W, Leontieff, Von Neuman. Sraffa continúa esta tradición aunque él siempre privilegió el razonamiento económico antes que el instrumental matemático, por ello siendo importante como herramienta no le dio un lugar central en su pensamiento. Desconfiaba que la economía terminara dominada por la matemática. El italiano partió de las categorías que se conocen en teoría económica como mercado, precio, ganancia, salario, excedente, y de ello construyó categorías supra históricas. Realizó una matematización de algunos problemas desde su ángulo teórico que Marx no había hecho, lo que hoy se utiliza por los sraffianos como el haber dado con el camino que lleva a la solución de la cuestión de la transformación de valores a precio expuesta en el libro tercero de El Capital.”

-¿Qué refiere la transformación de valores a precio?

“Los valores tienen que ver con la cantidad de trabajo social que toda mercancía tiene, pero que el capitalismo, al agregarle una tasa de ganancia, distorsiona  y las transformaciones se hacen a precios. Marx tenía que solucionar precisamente la relación entre el trabajo como base del valor, y el valor como base de los precios. La literatura económica, luego de muerto Marx y sobre todo en el siglo XX, cree haber detectado un error de carácter matemático ligado al problema de la transformación. Muchos economistas, hasta hoy, continúan ofreciendo respuestas para resolver el asunto lógico-matemático en Marx. Hay otras corrientes marxistas que señalan que no hay nada que transformar. Otros, también marxistas, dicen que sí hay que hacer frente al asunto. Ahora bien, sraffianos, en particular Garegnani afirma que trabajando sobre la base del excedente, sin teoría del valor, se demostraría que tal problema del valor en la sociedad capitalista no existe, y que, en consecuencia, no hay nada que solucionar.”

-¿Y qué efectos tiene en la teoría económica esa posición?

“Que sin la teoría del valor de Marx, lo que quedaría como no demostrado rigurosamente es la relación de explotación económica de los trabajadores. Es decir que Marx no habría demostrado científicamente la explotación del trabajo por el capital.”

-¿Qué ocurre en ese momento de reflexión?

“Los sraffianos parecen padecer de un vínculo culposo con Marx, porque señalan que ‘la teoría del valor se vino abajo, que no es necesaria para resolver las cuestiones económicas teóricas más relevantes ya que se solucionan de manera mucho más simple con Sraffa; pero los otros aspectos de la teoría de Marx, permanecen’. Ahora, jamás dicen cuáles son esos aspectos. Ellos estiman que la teoría del valor de Marx sólo tiene un valor instrumental, de medida. El mismo Sraffa no abrió la boca sobre esos otros aspectos.”

-Y de acuerdo a tus investigaciones, ¿cuáles son los elementos que Sraffa y los sraffianos silencian de la teoría de Marx?

“Las aporías centrales que Sraffa calla, dejando entre paréntesis por un instante la teoría del valor, son el análisis de la mercancía, el origen del dinero, las crisis del capitalismo, la acumulación de capital, inversión, desocupación, teoría del interés. Pero no es justo referirse a lo que Sraffa no hizo, porque comparado con Marx, Keynes o Kalecki, podría decirse que es hasta pobre, pero hay que tener en cuenta lo que hizo y que en las cien páginas que contienen su obra principal produjo un impacto notable que sacudió la teoría económica toda tanto ortodoxa como  marxista”.

-¿Y la lucha de clases?

“Pasa que la teoría económica sraffiana como disciplina estricta ha sido depurada de los conflictos sociales. No se ocupa de cuestiones sociales, históricas, institucionales, culturales. Esta mirada divide el análisis económico  entre una teoría ‘pura’ y una ‘institucional’. La pura se ocupa únicamente de relaciones invariantes y constantes. En cambio la lucha de clases sería inmedible e impredecible porque corresponde al otro ámbito, el social o institucional. No habría economía política, sólo economía.”

 A LO CONCRETO

-¿De qué manera impacta en la vida real de la gente la teoría sraffiana?

“Esas son elaboraciones posteriores. Sraffa no dijo nada al respecto. Nada sobre la demanda efectiva, sobre la política fiscal, la monetaria, ni sobre el Estado o los monopolios. Pero sus discípulos sí trabajan muy concienzudamente. Desarrollaron una teoría de la demanda efectiva mediante una combinación de Keynes, Kalecki y el propio Sraffa; una teoría del crecimiento, del súpermultiplicador. Yo alcanzo a ver que por primera vez, a lo largo de décadas, la teoría de Marx y el marxismo económico han sido puestos en un sitio donde hay que tomar posiciones. Como docente, investigador y luchador social, siempre he enarbolado la teoría de Marx como la más profunda, exigiendo a la teoría ortodoxa respuestas a que absolviera posiciones. Aquí, yo me siento al revés; como si el marxismo y Marx tienen ahora que absolver posiciones ante una teoría que –estando o no de acuerdo con ella- es muy seria.”

-¿Y para qué le sirve a las personas de a pie la teoría del valor de Marx?

“Le permite tomar conciencia en su relación de trabajo qué es lo que está dando y qué lo que está recibiendo. Es una teoría que no se desprende del proceso práctico real. Los trabajadores saben que están siendo explotados; lo sienten en sus pellejos. Marx viene a ofrecer una conciencia y precisión de ello.”

‘PLANTEOS SRAFFIANOS’

-¿Cómo se originó ‘Planteos Sraffianos’, considerando que ya habías publicado antes ‘Plusvalor y Excedente’ sobre la obra de Sraffa ‘Producción de mercancías por medio de mercancías’?

“Surgió a partir de un debate electrónico epistolar con el econometrista español Antonio Mora Plaza, quien expuso en una publicación que con Sraffa se habían establecido nuevos fundamentos para una nueva ciencia económica. Es un hombre admirable por su conocimiento matemático, no así en el manejo teórico, donde yo advierto ciertas falencias. Pero se trata de un intelectual culto, inteligente creativo y nada dogmático.”

-Eso suena más a pretexto…

“No lo sé. Lo que quiero es poner seriedad en el debate ya que son aspectos económicos relevantes y fundamentar que realmente hoy la discusión principal y la más fructífera es entre marxistas y sraffianos. Lo demás carece de valor.”  


Mayo 29 de 2012

domingo, 20 de mayo de 2012

Palestina: Entre las manos de un médico late la paz como una criatura por venir


Andrés Figueroa Cornejo



“La gente tiene derecho a odiar y tenemos la bendición del libre albedrío, la posibilidad de elegir no odiar. Realmente, yo tengo mucha rabia, un enojo terrible, pero no odio. ¿Por qué? Porque el odio es ceguera y nos destruye como seres humanos. Cuando uno repite conductas de odio, se liquida así mismo. Lo que odio es la acción cometida por odio. Estoy furioso, pero no odiaré. Tengo que tener la fortaleza necesaria para darles justicia a mis hijas. Si odio, malgasto mis energías. Tenemos demasiado qué hacer por Palestina como para sumergirnos en el odio. En este momento estamos siendo asesinados por la artillería israelí. La manera de asumir la responsabilidad con mi pueblo es comunicarle al mundo lo que nos ocurre. Si odiara,  ahora mismo no podría hablar.”   

De este modo, el doctor Izzeldin Abuelaish contesta una consulta del público asistente a su encuentro en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales en la Ciudad de Buenos Aires. Dos horas antes ha recibido la mención de ‘Huésped de Honor’ de la metrópolis en el salón Evita Perón de la Legislatura porteña. También el gobierno capital ha firmado un convenio de reconocimiento con la asamblea de Ramala, Jericó y Belén,  a través del embajador de la Misión Diplomática de Palestina en ese país latinoamericano, Walid Muaqqat.

¿Por qué? Izzeldin Abuelaish es un médico que nació y creció en el campo de refugiados de Jabalia. Por sus méritos académicos obtuvo una beca para estudiar medicina en El Cairo, Egipto. Entre 1997 a 2002 Izzeldin completó su residencia  médica en las especialidades de Obstetricia y Ginecología en el hospital Soroka  University en Beer Sheva, Israel. Trabajó como investigador en el Gertner Institute  en el Sheva Hospital en Tel Aviv.

En eso andaba el doctor palestino, atendiendo sin distinciones a palestinos e israelíes cuando cayó como maldición la Operación Plomo Fundido en enero de 2009. Israel cuenta con uno de los 5 ejércitos más poderosos del planeta, avalado y alimentado militar y económicamente por el Imperio norteamericano (que por sí solo es productor de la mitad de la tecnología bélica existente en el mundo, soporte de su hegemonía). Entonces se abalanzó sobre Palestina, en Gaza, como relámpago de muerte contra un pueblo de pastores y campesinos. Pocas veces en los registros de la historia humana la violencia colonial se desplegó con peor saña y en condiciones de absoluta disparidad de fuerzas. En el episodio inefable, fueron asesinadas tres hijas del doctor Abuelaish, en su casa, frente a sus ojos. Dos de ellas fueron literalmente decapitadas. La materia encefálica de las muchachas estalló contra el techo de la vivienda. Un rastro espantoso de la ignomia. Las huellas imborrables del oprobio y la brutalidad sin nombre.

Otro padre, simplemente convierte su propio cuerpo en un explosivo y se arroja contra los cañones, como una mota azul frente a todos los poderes de la Tierra.

Sin embargo, Izzeldin, médico y hombre, salvador de vidas y palestino, amante de la paz y reparador de dolores y palestino siempre, escogió otra manera de luchar por sus hijas muertas y su pueblo castigado.    

“Después del asesinato de mis hijas, hablamos de justicia. Yo vi cómo las asesinaron, pero en vez de tener la valentía de admitir lo que había pasado y asumir la responsabilidad, el gobierno israelí comenzó a falsificar la situación con una sarta de mentiras hasta hoy, donde ni siquiera han reconocido los crímenes. Situaron francotiradores alrededor de mi casa incluso después de haberlas matado. La primera bomba ya había caído. ¿Por qué lanzaron una segunda bomba? Siempre el blanco militar fue el mismo dormitorio. Unas semana después -y eso es lo que queremos que sepa todo el pueblo, para que no sea engañado por la propaganda mediática de Israel- dijeron que mis hijas estaban armadas. Sin embargo, sus únicas armas eran la educación y la humanidad. Hasta luego de una semana nos seguían dando tiros desde la zona aledaña a la casa. La justicia. La justicia. Mi sobrina recibió heridas gravísimas. Ellos dijeron que los fragmentos de las bombas fueron examinadas y habrían sido de misiles de Hamas, no de Israel. ¡Eso fue inmoral! Por un mes entero siguieron las mentiras y yo continué luchando por sacar a luz la verdad. Finalmente admitieron su responsabilidad de haber bombardeado la casa, pero con el argumento de que había armas de Hamas en ella. Ellos sabían que yo era el doctor de Palestina desempeñándome en un hospital de Israel desde 1999 hasta el 2009, a 20 metros de líderes y ministros de su Estado. Pero nadie se acercó. Nadie caminó esos 20 metros, nadie me preguntó por mis otras hijas o mi sobrina”, relata Izzeldin y agrega que “Hay una ley en Israel que se llama ‘la prescripción’ y se aplica a los palestinos luego de dos años de supuesta investigación sobre crímenes como el cometido. ¡Dos años para olvidar a los que uno ama! Algunos se atrevieron a decir que la muerte de mis niñas fue ‘daño colateral’. ¡La vida humana un ‘daño colateral! Ni siquiera les pedí una compensación para la entidad humanitaria que fundé –Daughters for Life Foudation- o para educación.”

“LOS PALESTINOS TENEMOS NUESTRAS RAÍCES EN ESAS TIERRAS Y, POR FORTUNA, CARECEMOS DE OTRO LUGAR DONDE IR”

Como Izzeldin Abuelaish ha cobrado una estatura ética mundial, refrendada en su libro “No voy a odiar”, ha ofrecido su testimonio en un sinnúmero de auditorios de relevancia internacional (Parlamento Europeo, Parlamento belga, Cámara de los Comunes del Reino Unido, Congreso estadounidense; en Praga, Canadá y recientemente en la Universidad de los Andes en Mérida, Venezuela), entonces no sólo se le han concedido valiosos reconocimientos en Europa y Estados Unidos, sino que ha sido nominado estos últimos años como candidato al Premio Nobel de la Paz.

En su presentación en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales el pasado 18 de mayo, el embajador palestino Walid Muaqqat, en el territorio de Adolfo Pérez Esquivel y Osvaldo Bayer; cuna de Ernesto de Guevara de la Serna y Jorge Luis Borges, declaró que “Izzeldin es un verdadero paradigma de humanidad y amor, y un ejemplo vivo de los hijos e hijas de Palestina. Su lucha sintetiza la lucha de todo un pueblo y representa los objetivos que hemos acariciado históricamente ante la ocupación feroz del Estado de Israel en nuestros territorios ancestrales.”

- Izzeldin, ¿y la justicia para sus hijas y los palestinos que corrieron la misma suerte?

“El 2011, como todos los años después del aniversario de los asesinatos, la situación continúa igual. Y según me señaló mi abogado, no llevarán el caso a los tribunales. Sólo para abrir el caso  habría que pagar 80 mil shekel (21 mil dólares) que no tengo. ¿Qué harán todos los otros palestinos que están peleando por sobrevivir, por obtener un solo shekel después de un día de trabajo? Yo jamás me rendiré. No abandonaré a mis hijas ni la lucha hasta lograr la justicia. ¿Cómo podemos hablar de un tribunal penal internacional, si todavía esa misma comunidad internacional no entiende ni práctica la justicia para Palestina? La gente debe levantarse, debe alzar la voz.”

Alguien del público pregunta al médico que rezuma humanidad y convicción pacifista, qué alternativas advierte para la construcción de dos Estados ante las actuales relaciones de fuerzas mundiales. Izzeldin Abuelaish responde sin vacilaciones que “Para fortalecer la esperanza hay que actuar. No nos podemos sentar cómodamente a que el tiempo pase. La solución de los dos Estados independientes, a la cual yo aspiro, sobre la base de la colaboración entre israelíes y palestinos, es una cuestión que, por el momento, hay que considerar. Toda vez que a los palestinos aún no se les permite conmemorar el Nakba (la catástrofe o éxodo masivo de beduinos por la ocupación israelí de 1948), o ni siquiera me han pedido disculpas por el asesinato de mis hijas. Es difícil esperar en lo inmediato algo positivo. Piensen. Las mujeres palestinas dan a luz en medio de las bombas. Además del sufrimiento del parto, tienen el sufrimiento de la guerra. Entonces, lo primero es congelar los asentamientos israelíes en territorio palestino. Para llegar a eso debemos ser muy realistas y tomar estas medidas. Es muy doloroso. Pero esto no será así para siempre. Los palestinos tenemos nuestras raíces en esas tierras y, por fortuna, no tenemos ningún otro lugar donde ir.”


Mayo 20 de 2012

lunes, 14 de mayo de 2012

El Trabajo o la verdad de la milanesa laboral en Argentina



·         Completa entrevista sobre el estado del trabajo y los asalariados en Argentina con el co-Director del Taller de Estudios Laborales (TEL), Oscar Martínez.

“(…) Lo han matado, obligándole a morir
a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquél
que nació muy niñín, mirando al cielo,
y que luego creció, se puso rojo
y luchó con sus células, sus nos, sus todavías, sus hambres, sus pedazos.
(…)Su cadáver estaba lleno de mundo.”

César Vallejo



Andrés Figueroa Cornejo

Con 22 de experiencia, actividades en 24 ciudades de Argentina y 3 de Uruguay, más de 500 talleres y cursos, 60 encuentros y seminarios locales e internacionales, numerosos estudios y publicaciones, el Taller de Estudios Laborales (TEL) es uno de los contados empeños de acompañamiento y colaboración formativa para potenciar los intereses de los trabajadores en uno de los países con mayor sindicalización del mundo.

Oscar Martínez es co-Director de TEL y como sociólogo laboral forma parte de un equipo multidisciplinario, científico e independiente, que se desvive con escasos recursos por un quehacer de alcances estratégicos para la clase mayoritaria, la única que produce la riqueza y el valor en la sociedad, la que un día gobernará todas las relaciones de existencia.

En un piso compartido, atochado de anuncios y recordatorios, sencillo y cálido como refugio y laboratorio de asalariados, quien suscribe comparte un café con Oscar Martínez. De cara a la realidad, ofrece una completa panorámica de la situación del trabajo en Argentina. Con argumentos, con cifras, con pasión.

-Hace unos días, la Presidenta Fernández demandó con “rabia contenida, sensatez y responsabilidad” (sic) a los trabajadores metalúrgicos que están exigiendo un reajuste de un 25 % del salario, mientras la patronal les oferta un 18 %. El 25 % es un guarismo de consenso público en relación a la inflación existente.

“La metalurgia y sus paritarias es uno de los procesos más importantes, no el único, de referencia hacia el resto del mundo de los trabajadores con capacidad de negociación. En las décadas de los 60’ y 70’, los metalúrgicos marcaban la tendencia al respecto. En la actualidad, también están los camioneros, los bancarios, los docentes.  Ahora bien, el empresariado metalúrgico les ofrece un 18 % a los obreros, y en cuotas, además. Como el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) no es confiable para nadie, sobre todo a los datos de la inflación, los trabajadores sólo están pidiendo conservar el poder adquisitivo de su remuneración, no un aumento.”

-Un área de los trabajadores del Estado se bajó de su reivindicación original de más de un 25 % de reajuste, y aceptaron el 21 % del Estado empleador.

“Sólo uno de los sectores,  la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), que es de los más pro gubernamentales.”

-La Presidenta pidió un esfuerzo a trabajadores y empresarios para “ponerle el hombro al país”…

“Los asalariados están ganando lo mismo que en 1998; la jornada laboral en Argentina es una de las más altas de América Latina y el mundo (sobre las 47 horas semanales); oficialmente hay más de mil muertos al año por accidentes laborales; existen enfermedades asociadas al trabajo de todo tipo. ¿Qué otro esfuerzo quieren?”

-¿Qué efectos tiene que cualquier territorio laboral capaz de negociar colectivamente firme acuerdos bajo el 25 %, en medio de un relato oficial que no se agota de hablar de soportar la economía sobre el consumo del mercado interno?

“Se pierde salario frente al alza del costo de la vida, primero que todo. Pero otro aspecto grave es que nos encontramos ante un contrasentido. En realidad, el Ejecutivo  cuenta con dos grandes líneas que contienen el modelo: todo lo que pueda obtener de las exportaciones, de las retenciones agropecuarias y de lo poco que queda en el país del extractivismo minero; y el mantenimiento de ciertos niveles de consumo interno. Sin embargo, de acuerdo a los últimos discursos de la Presidente, el gobierno quiere cumplir esas políticas bajo reglas asociadas a ataques a los trabajadores (docentes, petroleros, asalariados del metro subterráneo, etc.). En resumen, los reajustes deben ser aquellos que la presidencia  quiera. Es decir, se pretende apostar al mercado interno, pero sin tocar las ganancias a las empresas.”

-¿El gobierno busca mantener y aumentar la tasa de ganancia de los dueños, del capital?

“Entre 2001 y 2011, fuera de todo mito, el salario real de los trabajadores creció menos de un 2 %, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó un 90 %. El salario y el empleo aumentaron, efectivamente. Con ello subió la masa salarial; pero mucho más engordó el PBI. Esa diferencia es la ganancia creciente que tiene el empresariado.”

LOS TRABAJADORES QUE NO EXISTEN, EL SALARIO, LOS ESCLAVOS

-En Chile, vanguardia capitalista de América Latina, el movimiento del capital se caracteriza por una incesante concentración de la apropiación empresarial del excedente producido por los trabajadores, y las enormes desigualdades sociales. ¿Qué ocurre en Argentina?

“En Argentina existe un fenómeno de concentración de la riqueza que lleva décadas y décadas. Se observa fácilmente, por ejemplo, en el sector de los alimentos básicos donde 4 o 5 empresas concentran la amplísima producción de mercancías. En verdad, ese movimiento corresponde a la dinámica general del capitalismo. La distribución de la riqueza empeora entre los trabajadores, y además, Argentina es uno de los países que tiene una mayor asimetría, inequidad, entre los propios salarios, dejando por un momento de lado las distancias entre ingresos empresariales versus ingresos de los trabajadores.”

¿Cuáles son las determinaciones de la diferencia remuneracional entre asalariados?

“La dispersión salarial tan alta arrancó en 1975-76 con la hegemonía del capital financiero y el cambio de acumulación capitalista; y se profundizó en los 90’ con la flexibilidad laboral a través de la destrucción de la negociación colectiva, la cual se ha retomado sólo los últimos años. Así y todo, aquí enfrentamos un tipo de negociación por empresa, no por rama sectorial, con componentes salariales muy variables. Por eso existen tantos lugares de trabajo donde dos trabajadores que hacen lo mismo, obtienen distintos sueldos. Asimismo, se ve una disparidad mayor, por ejemplo, entre un trabajador petrolero y uno de la construcción o el comercio que son los que menos ganan. Al respecto, según la Presidenta, el petrolero “gana mucho”. Lo que omite es que el petrolero se desempeña en condiciones atroces, en campamentos aislados de la sociedad y de sus familias.”

-¿Y qué ocurre con el trabajo “en negro” o ilegal en comparación con el trabajo “en blanco” o formal y legal?

“Alrededor de una tercera parte de los trabajadores lo hace “en negro”, y remuneran menos que los legales, no está registrados, no existen. Carecen de jubilación, en algunos casos no tienen vacaciones pagadas; no cuentan con protección sindical, están absolutamente indefensos. Sin embargo, no hay que caer en la trampa que menciona la OIT cuando homologa al trabajo “en blanco” como “trabajo digno o decente”. El trabajador puede estar registrado, con todos los papeles en orden, pero sus condiciones laborales son terribles.”

-De acuerdo a investigaciones internacionales, la fuerza de trabajo en Argentina correspondería a más de un 40 % de toda la población, esto es, unos 17 millones de trabajadores. Sin embargo, las cifras oficiales hablan de 8 millones de trabajadores “en blanco” y cerca de 3 millones “en negro”. Además de entender esta opacidad de las cifras en todos los ámbitos como una de las causas de un periodismo hegemonizado por la “opinología”, ¿a quién creerle?

“Mira, basta que nos quedemos con el 35 % oficial y ya es una cifra altísima. Se dice que existe un 8 % de cesantía. Pero la tasa de desocupación histórica del país se ubica en un 4 %. Si bien decreció el más de un 20 % de desempleo de la crisis de principios del siglo XXI, hoy la tasa de cesantía del país duplica el 4 % histórico. Hay que agregar a la población desocupada, subocupada, la que no busca porque no va a encontrar, la que hace cualquier cosa para sobrevivir.”

-¿Y el salario visto en perspectiva?

“El salario promedio hoy es poco más de la mitad de lo que fue en la década de los 70’. Esto es, el poder adquisitivo de los salarios es un 54 % de los salarios de entonces. En números, los trabajadores “en blanco”, considerando las diferencias que existen dentro de la misma clase social, remuneran entre 4 mil (US$ 897) y 4.900 pesos (US$ 1.098) mensuales. La cifra desciende bastante si se toman en cuenta a los asalariados “en negro”, llegando el promedio a 3.800 pesos al mes (US$ 850).”

-¿Por qué?

“Por la brutal caída de un 30 % de los sueldos provocada por la dictadura militar en su momento. Por la recaída de la hiperinflación de 1989 debido a la “crisis Tequila”.

-Hace poco y con publicidad, se desbarataron tres talleres textiles donde laboraban migrantes bolivianos y que la prensa calificó de “trabajo esclavo”…

“Tal vez llamar a eso trabajo esclavo, como denuncia política, no es incorrecto. No obstante, es una definición que no da cuenta del hecho objetivo. En realidad, es trabajo capitalista en condiciones extremas de explotación y expoliación, funcional a las grandes cadenas empresariales. Y no sólo se encuentra en el área textil, donde en condiciones infrahumanas se desempeñan personas para grandes marcas exportables. Del mismo modo ocurre en la producción agropecuaria que termina con mercancías de valores altísimos en el mercado mundial y que parten con mano de obra infantil. Pero en rigor no es trabajo esclavo; no se trata de alguien que le  pertenece a un amo. Simplemente, la persona está vendiendo su fuerza de trabajo al peor precio, incluso a cambio de un plato de comida, y en la más degradante situación imaginable. Ni siquiera se trata de alguien que tiene un amo que lo tendrá que mantener de por vida. Es el eslabón más precarizado de la cadena capitalista, y no de pequeños empresarios, sino de grandes y sofisticados sectores capitalistas.”

-En territorio de la  pequeña y mediana empresa se desempeña el 70 % de los trabajadores del país…

“Es una tendencia mundial. Y buena parte de la ganancia de la que se apropian esos empresarios, en concreto es transferida por distintos caminos a los grandes capitales. Hay que pensar que la ganancia de los pequeños auto partistas se  queda en la gran empresa automotriz; como hay que pensar que los pequeños negocios de comida a bajo costo lo que en verdad hacen es abaratar la fuerza de trabajo para que el gran empleador pueda pagar menos.”

LAS CONDICIONES DE EXPLOTACIÓN

-¿Un gobierno administrado por cualquiera de los conglomerados y partidos de la llamada “oposición política” que está en el Congreso, haría diferencia respecto del actual Ejecutivo para el pueblo trabajador que habita Argentina?

“Si uno dejara ese papel al PRO (ultraliberalismo económico, ultraconservadurismo social y cultural) o al Justicialismo alternativo (ultraliberales), o al radicalismo (ídem), el mundo de los trabajadores estaría peor. Al respecto, uno de los problemas de la izquierda es la incapacidad de hacer matices y distinciones entre las componendas políticas y los propios intereses de las distintas clases sociales. Ello aleja a la izquierda de los trabajadores reales y concretos. Muchos trabajadores sienten y tienen motivos objetivos para considerar que su situación mejoró respecto de las crisis más recientes. Los miles de trabajadores que consiguieron empleo cuando antes no lo tenían, por ejemplo. Por otra parte, entre un 60 a un 80 % son nuevos trabajadores. Es decir, después de la hiperdesocupación y el crecimiento del empleo, las nuevas generaciones de asalariados ven que existe en algunas partes negociación paritaria, cierto aumento salarial (aunque sea puramente nominal) y ocupación. De no hacer estas consideraciones, tendría que pensarse que los trabajadores son estúpidos, cuando lo que pasa es que están menos mal que antes, que hace una década.”

-El mejoramiento del salario y la tasa de empleo siempre se hace en referencia comparativa al desastre económico de comienzos del siglo XXI. ¿Qué acontece en otras facetas del trabajo?

“Lo que jamás se menciona es lo que pasa al interior de los lugares de empleo. Nadie se ocupa del cómo se trabaja. Ningún gobierno ha tocado la legislación relativa a la flexibilidad laboral, la polivalencia, la arbitrariedad del empleador en materia de tiempos y horarios de trabajo, la accidentabilidad, etc. Y sólo ha habido cambios significativos de las condiciones laborales donde existen cuerpos de delegados sindicales fuertes. Porque en las grandes paritarias, en un 90 %, únicamente se discute la remuneración. Está fuera de agenda cómo se organiza el trabajo, las condiciones laborales y la salud de los ocupados.”

-¿Y en el ámbito contractual?

“Está, antes que todo, el trabajo “en negro”, que en el campo se dispara a un 70 % y es estacional. Por otro lado, hay una ley que se usa de manera fraudulenta sobre el trabajo transitorio. Claro que existen agencias de empleo eventual para ocupaciones, efectivamente eventuales (de meses o días). Sin embargo, muchos trabajadores –metalúrgicos, por ejemplo- llevan 10 a 15 años en agencias de trabajo eventual. Otra de las formas de uso y abuso, aun del propio Estado, es tener asalariados como si fueran cuentapropistas y que funcionan como monotributistas. Se encuentran obligados a facturar como si fueran autónomos cuando en realidad trabajan en las instalaciones del empleador, a órdenes de los jefes, con tiempos impuestos. El Estado que dice combatir el trabajo “en negro” es uno de los principales precarizadores. Otro ámbito grave corresponde a la tercerización o subcontratación que se ha extendido a todas las ramas económicas. Naturalmente, se trata de una estrategia patronal tanto para economizar mano de obra, como para dividir a los trabajadores.”

CUERPOS DE DELEGADOS, ORGANIZACIÓN ESTRATÉGICA

-¿Por qué no se levantan, en general y masivamente, los trabajadores frente a la realidad descrita?

“Argentina sufrió un golpe militar feroz; fue a una guerra absurda y la perdió (Las Malvinas); tuvo dos episodios de hiperinflación que para quien no los padeció resultan muy difíciles de entender (alza de precios de los productos en sólo horas del mismo día); y un episodio de hiperdesocupación. Todos esos fenómenos han minado la fuerza del movimiento obrero. Los de arriba no lograron la desmovilización, porque a pesar de lo anterior, continúa habiendo lucha y conflicto (subterráneo metropolitano, alimentación, industria del neumático, etc.). De todas maneras, la sindicalización en el país en el sector privado (desde más de 10 trabajadores organizados) está en un 38 %, y en el Estado la afiliación es más alta todavía. Sin duda, Argentina se haya entre las naciones con mayores niveles de sindicalización del mundo.”

-¿Cómo se explica?

 “Una de las fortalezas del movimiento obrero argentino, es la existencia en los lugares de trabajo de cuerpos de delegados elegidos por los trabajadores directamente (afiliados y no afiliados), con capacidad de generar conflictos, organizar asambleas, peticionar independientemente de las direcciones sindicales macro. La presencia de los cuerpos de delegados, conocidos desde los 30’ del siglo XX, es la manera en que los trabajadores han logrado resistir tanto. Por eso mismo, desde los 50’, las patronales exigen que se les quite poder a los delegados. De hecho, los principales procesos de recuperación de derechos conculcados los últimos años han sido obra de los cuerpos de delegados.”

-¿Y cómo conviven los cuerpos de delegados con la poderosa burocracia sindical?

“Todo el tiempo hay tensiones entre ambos espacios, todo el tiempo hay acuerdos entre algunas direcciones sindicales y las empresas para pasar por alto a los cuerpos de delegados. Si bien este tipo de organización corresponde a un 13 % de los lugares de trabajo privados, están en las grandes empresas, lo que resulta intolerable para la burguesía. Y lo dice abiertamente. ‘¿Cómo es posible que haya trabajadores que me puedan detener la producción?’”

-Entonces, de provocarse la necesaria puesta al día del sindicalismo ante las nuevas formas de organización del trabajado asalariado impuestas por la actual fase de reproducción capitalista, los cuerpos de delegados jugarían un rol cardinal…

“Los primeros que enfrentan las nuevas formas de organización capitalista son precisamente los cuerpos de delegados. ¿Quiénes son los que están en los lugares de trabajo y sufren cotidianamente la súper explotación? Los propios trabajadores del lugar que, a su vez, eligen a aquellos, entre ellos mismos, que mejor representan sus intereses. En buenas cuentas, para bien de los asalariados, resulta imprescindible la organización en los lugares de trabajo y su participación democrática para revertir las presentes relaciones de fuerzas con la patronal.”

PROLETARIZACIÓN DE LOS PROFESIONALES

-¿Qué sucede con la situación de los profesionales universitarios?

“Lo que a mediados del siglo XX fue el profesional liberal, el abogado, el arquitecto, el ingeniero, etc., con la chapa en la puerta, se acabó. El caso más paradigmático se advierte en la salud, donde la  mayoría de los médicos trabajan para obras sociales, para clínicas, para el sector privado. Y en condiciones en las que se les plantea cuánto tiempo tienen para atender, qué puede recetar y qué no, qué tipo de exámenes pueden solicitar a la gente y cuáles no. Es decir, están sometidos a normativas y relaciones idénticas a las de cualquier otro asalariado. Asimismo, cada vez más crecen los estudios de abogados que laboran para patronales, convertidos en mano de obra asalariada como cualquiera. Aquí se está transitando del doctor, orgullo de la familia, hacia un trabajador que corre de una clínica a otra, atendiendo mal porque no tiene tiempo. En Argentina egresan muchos más profesionales de los que pueden conseguir empleo en su profesión. Estamos frente a una sobrecalificación profesional, en la cual hay profesionales trabajando de técnicos, técnicos trabajando de operarios, y así. Por eso también existen muchos profesionales argentinos que migran a otros países.”

LA CUESTIÓN DEL PODER

-Se “argentinizó” parte de YPF con los subsecuentes relatos nacional desarrollistas del oficialismo, por un lado, y la estridencia crítica y ultraliberal de la burguesía más dura expresada en la derecha fundamentalista, por otro; pero el gobierno español acaba de estatizar el cuarto principal banco de la plaza hispana para socorrerlo de su quiebra. ¿Cuál es el contenido del Estado argentino?

“Estamos en una sociedad capitalista. Y en una sociedad capitalista el Estado representa los intereses de las clases dominantes. Eso es una generalidad que para hacer política no sirve demasiado. No es lo mismo Carlos Menem o Duhalde que este gobierno. ¿Esto es lo que uno quiere? Por supuesto que no. Uno quiere mucho más.”

-Dada tu larga experiencia en el mundo laboral, ¿puedes advertir pistas que concurran al origen de una alternativa política propia del pueblo trabajador?

“Estamos en un momento de mucho debate, de confusión. El movimiento obrero argentino no está derrotado, pero pareciera estar en un compás de espera. Hay prácticas menores muy combativas de organizaciones realmente interesantes. Pero existe otro sector que aún confía en el gobierno actual, lo que no significa obsecuencia eterna y no pelear por negociaciones colectivas reñidas con las pretensiones del Ejecutivo. Se observan procesos de recomposición parcial en algunos sectores.”

-¿El pueblo trabajador argentino es capaz de luchar por mejores condiciones salariales y laborales exclusivamente, o palpita en su seno la convicción de poder político? ¿Cómo se resuelve fotográficamente ese movimiento en el momento actual y de acuerdo a su historia?

“Históricamente, el movimiento obrero argentino se ha planteado el problema del poder. Claro que hay que establecer que la constante de los trabajadores organizados a escala mundial se reduce a la lucha por mejorar las condiciones en que vende su fuerza de trabajo. Esto tiene ver con la conciencia. Si la clase trabajadora quisiera ir mucho más allá, se hubiera tomado el poder en muchas partes. Pero sobre el combate por el poder está la década de los 70’. Ello fundamenta políticamente la dictadura militar de 1976 y que la inmensa mayoría de los desaparecidos hayan sido trabajadores, dirigentes, activistas. La burguesía sabe muy bien dónde golpear.”

-¿Y los trabajadores saben dónde golpear?

“Al menos en los lugares de trabajo donde están decididos a pelear, saben dónde golpear.”

-¿Cuál es la relación entre los partidos de izquierda de Argentina y el pueblo trabajador concreto?

“Aunque resulte obvio, la izquierda adolece de una inserción masiva en el movimiento obrero del país. Ahora, también es cierto que toda lucha de trabajadores siempre se encuentra gente de izquierda. Más allá de lo correcto o no  de las tácticas, siempre existe militancia de izquierda en la pelea de los asalariados. A diferencia de otros países, en Argentina la izquierda no está a la cabeza de las centrales sindicales.”

“LA HISTORIA ESTÁ ABIERTA”

-Lo que me asombra es la cantidad de juventud que participa en lo que existe de movimiento de los trabajadores, de las luchas ambientales consecuentes, de los pueblos originarios, de la diversidad sexual. Como más me asombra cómo, a contrapelo de los derrotistas y los enemigos de la humanidad, la imagen señera de Ernesto Guevara habita como actualidad en el corazón de esos jóvenes, aunque el punto de sintonía inicial sea puramente romántico o emocional. “El Che” adquiere formas, desde las luchas más riesgosas hasta los actos más sencillos, que no por ello tan necesarios, de solidaridad.

“En los lugares de trabajo, en las movilizaciones, las marchas de Derechos Humanos hay una fortísima participación de la juventud. Algunos parecen haberlo descubierto ahora, pero data de hace mucho. Alguien tendrá que estudiar (que sea tal vez un sociólogo que tenga más tiempo que yo) cómo se transmite la conciencia de lucha y de clase. Porque si bien los de arriba han quebrado muchas cosas, los jóvenes están militando, saben cómo hacer un corte, un paro. Es verdad, hay muchos jóvenes que han naturalizado la precarización y la flexibilidad laboral. Sin embargo, siempre están los que se rebelan frente a ello. Y aunque desconocen los tecnicismos de la pelea sindical, no desconocen cómo luchar. En el activismo joven existe una búsqueda muy poderosa.”

-¿Y la convicción de lucha de esa juventud podría convertirse en vocación de poder?

“Espero que sí. Muchos ya saben que sin vocación de poder, la lucha será un ciclo permanente de caer y levantarse. Y hay otros que portan una intuición de justicia que simplemente pelean y sólo les falta que incorporen elementos para tener la certeza de que no basta ganarle un metro a la patronal. La historia está abierta.”


Mayo 13 de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012

Día de los Trabajadores en Argentina: Sin Unidad, jamás


"(…) nuestro pueblo comprendió desde el primer momento la necesidad de la unidad, y la unidad se convirtió en una cuestión esencial para la Revolución, la unidad se convirtió en un clamor de las masas, la unidad se convirtió en una consigna de todo el pueblo. (…)"

Fidel Castro

“El Proletariado sólo puede hacerse y se hará inevitablemente una fuerza invencible siempre y cuando que su unión ideológica por medio de los principios del marxismo se afiance mediante la unidad material de la organización, que cohesiona a los millones de trabajadores…” 

Vladimir Lenin




Andrés Figueroa Cornejo

1. “Hoy es una jornada de lucha por la independencia política de los trabajadores, por la unidad socialista de América Latina; por el salario, las condiciones laborales, la tercerización; contra la burocracia sindical para que los sindicatos se conviertan en efectivas herramientas del mejoramiento material, moral y político de la clase trabajadora”, dice Néstor de la Asociación de Profesionales en Lucha bajo la tarde del primero de mayo en Buenos Aires y agrega que a la hora de defender trabajadores castigados por la patronal o en huelga “no hacemos discriminaciones partidistas”.

Matías Cisneros, dirigente de los asalariados de Metrovías que integra la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro, afirma que “en estos momentos estamos peleando la paritaria salarial y que se respete nuestra demanda de un 28 % de reajuste, mientras nos imponen un 18 % y los precios están disparados”.

Por su parte, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción (Regional Sur), Víctor Grosi expresa que su agrupación lucha “por 4.500 pesos de salario básico (US$ 1.022); recategorización; jubilación a los 55 años; ley penal para los accidentes de trabajo y mejores condiciones de seguridad e higiene”.

La profesora Claudia Conciglio de la corriente Tribuna Docente informa que se moviliza con sus compañeros, tanto para recordar a los Mártires de Chicago, como “por las reivindicaciones del magisterio, ya que nos han colocado un salario muy por debajo del valor de la canasta familiar: nos pagan entre 2 y 3 mil pesos mensuales (US$ 454 / US$ 681) y la canasta está en alrededor de 6 mil pesos (US$ 1.363). Las escuelas públicas se están cayendo a pedazos por la mala infraestructura. En particular, en la provincia de Buenos Aires hay un presupuesto muy insuficiente para la enseñanza. No hay nombramientos ni cobertura de cargos. Y en la Ciudad Capital están cerrando cursos. Aquí el gobierno de la Ciudad con la venia del nacional, deja correr el achique de grados, sobrepoblando las salas de clases, desmejorando la atención de los chicos y despidiendo docentes.” Sobre el mismo ámbito, la maestra, luchadora social y dirigente de la Asociación de Maestros, Ademys, María Laura Frecha, esclarece que “continuamos con la campaña contra el cierre de cursos en la Ciudad. Ya hemos logrado reducir más del 50 % de los cierres programados. Estamos defendiendo uno por uno los cursos. Lo que hemos advertido es que la política contra la educación pública corresponde a una estrategia nacional, donde varía sólo la forma según el lugar. El objetivo es dejar la escuela pública para pobres y la escuela privada para quienes puedan pagarla”. A su vez, el maestro Domingo Garro del Colectivo de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación  de la provincia de La Plata suma que “no podemos perder la memoria, antes que todo. Y en materia de enseñanza, siempre hemos tenido problemas con las organizaciones sindicales burocráticas que terminan acordando a espaldas de los docentes, salarios a la baja. Luchamos contra el mal llamado ‘impuesto a las ganancias’, que se nos cobra a los que sobrevivimos de un salario. Remuneracionalmente, estábamos por un básico de 4 mil pesos (US$ 909 mensuales), y los de arriba acordaron la mitad. Sin contar a los maestros que trabajan ‘en negro’ (informalmente) o en ‘gris’ (mitad ‘en blanco, mitad en negro’).”

Resulta indudable la unidad de sentido, demandas y horizonte de lucha y sociedad de los trabajadores que salieron a la calle el Primero de Mayo en Buenos Aires. Sería todo un avance -notable en los tiempos de la hegemonía transitoria, pero brutal de los intereses de la minoría dueña de todo- que los asalariados, las fuerzas sociales aún insuficientes, pero condición necesaria  para cualquier transformación popular, hubieran hecho un punto de fuerza para expresar la madrugada de un nuevo proyecto y sus reivindicaciones.

Sin embargo, los trabajadores entrevistados en este artículo estuvieron en la misma ciudad, el mismo día, a la misma hora y a 10 calles o menos de distancia, en distintas concentraciones. En Buenos Aires hubo por lo menos 5 manifestaciones convocadas principalmente por organizaciones políticas de izquierda. Pero no como parte de una estrategia de distribución de fuerzas bajo una convocatoria unitaria y común. Por el contrario. Unas más, otras menos, las convocatorias se efectuaron precisamente para no fundirse, para no ser uno. Más de algún patrón sonrió con placer de clase.


2. Que dicen que es un problema mundial, que la ofensiva imperialista en medio de una de sus peores crisis conocidas, encuentra al pueblo trabajador internacional y de cada país, de capa caída, desarmado políticamente, sorprendido, sin memoria ni voluntad de resistir. Que la caída de la URSS, que la tiranía de los relatos de grupos de interés y la crisis de los mega relatos, que el individualismo, que los medios de comunicación, que las condiciones objetivas (que involucran las subjetivas) no maduran, que falta tanto, que el miedo, que la pobreza relativa no es la absoluta, que lo último que se pierde es la esperanza, que por lo menos algo se hizo, que ‘hacen falta dictaduras’ para agudizar las contradicciones sociales, que todo podría ser peor.

Es cierto que sólo el movimiento real y las formas más explícitas de la lucha de clases, históricamente, han derrotado las diásporas políticas no capitalistas. Es cierto que cuando la  movilización, en todas sus esferas, de los trabajadores y el pueblo, de las grandes mayorías en acción contra la explotación, la expoliación, el arrebato de derechos conquistados, el empeoramiento de la vida en general se expresan concretamente en un momento dado, crean en conjunto las condiciones de la alternativa política propia de los intereses de las clases subalternas.

Las direcciones políticas de los partidos, organismos, colectivos, movimientos y cualquier instrumento que declara la emancipación del género humano y el combate convincente y decidido contra el capitalismo, con la mirilla puesta en una sociedad donde gobierne la combinación interdependiente entre igualdad económica y social, libertad y democracia participativa y real, lo saben.

Sin embargo, esas mismas direcciones políticas saben –salvo que carezcan de convicción de poder y abunden en vocación de minoría- que el movimiento e instrumento emancipador, dialécticamente, siempre debe estar en construcción, afinamiento, en sintonía con el pueblo profundo, es decir, con el único protagonista que puede superar de manera histórica y objetiva las relaciones de clases y de poder, el trabajo asalariado, los dolores inhumanos del capitalismo. Y que para ello, dado los aprendizajes de la minoría burguesa mundial y sus extensiones nativas o nacionales, se precisa de fuerzas sociales más que voluminosas, que trasciendan las diferencias aparentes, las banderas que limitan y no abarcan, las visiones sobreideologizadas, el deseo o la moral en su peor sentido y que pueden llegar al absurdo imperdonable de cortar las piernas de la realidad para que calce en el ataúd de los manuales.

Argentina no está desconectada de la mundialización de las relaciones capitalistas. Como país dependiente, tiene su lugar bien definido en la división internacional del trabajo. Esa es su condición. Su problema, como el de toda Latinoamérica para no ir más lejos, no es que partió ‘tarde’ en la carrera desarrollista o industrial o progresista. Ese es su sitio estructural mientras no sea derrotado el imperialismo. Esas son sus condiciones para la emancipación. Sin atajos, pero sin míticas etapas que por ahí alguien todavía considere que debe quemar el país para convertirse en potencia primermundista. En un planeta deshabitado, tal vez.

La unidad de todos aquellos que están dispuestos a ofrecer lucha contra el capitalismo se construye desde ya. Con los trabajadores concientes (que no solamente con los obreros ligados a la producción industrial de mercancías materiales), con el estudiantado dinamizador, la juventud sin futuro, con el ambientalismo consecuente, con los pueblos originarios, los campesinos repletos de niños trabajadores, con los inmigrantes, con los que batallan ante el patriarcado criminal y cotidiano, con esa inmensa mayoría que padece sin saber bien por qué la mala vida, pero que ya perdió la paciencia.   

Ante la vergüenza inoficiosa y funcional del aparcelamiento político, esas direcciones iluminadas, pero nunca luminosas, que pretextan con inventiva insuperable los argumentos más peregrinos para postergar la reunión que demandan los de abajo, aquí y ahora es perentoria la creación básica del instrumento político de las mayorías. Aunque lo nuevo necesariamente trae de lo viejo, aquel territorio que concuerde para combatir en mejor pie el actual movimiento  del capital, por fuerza y razón, debe hegemonizar la herramienta por venir. Y considerando que así ocurriera, apenas se estaría ante una fuerza mínima de arranque, en el prólogo, en la edificación laboriosa para iniciar la resistencia sin la cual no hay ofensiva posible. ¿O es que la lucha de clases también existe en las organizaciones de izquierda? ¿O es que a algún autodenominado militante preclaro y archirevolucionario le conviene el actual estado de cosas?

Cuando amanecen los pueblos reivindican la unidad. Los pueblos no subestiman jamás al enemigo de clase y conocen por experiencia su golpe y de lo que es capaz por mantener sus privilegios. Práctica y teoría, análisis concreto de la realidad concreta, voluntad de victoria. Unidad inquebrantable o renuncia canina.


Mayo 2 de 2012