jueves, 29 de noviembre de 2007

Entrevista a Rubén Villanueva, Dirigente Nacional

Entrevista a Rubén Villanueva, Dirigente Nacional de la Confederación de Trabajadores de la Empresa Privada de Chile:
CHILE: “Nuestro horizonte siempre debe ser el establecimiento de un gobierno de trabajadores y el mundo popular”

Rubén Villanueva enciende un cigarrillo sin filtro y en el fondo de sus palabras vibran innumerables luchadores revolucionarios caídos durante la dictadura pinochetista. En 1966, siendo apenas un muchacho y cuando el Movimiento de Izquierda Revolucionaria contaba sólo con un puñado de militantes tocados por la rebeldía estelar de Ernesto Guevara, se incorporó a las tareas de la construcción de una conducción revolucionaria inspirada en el poder popular, la acción directa, los pobres del campo y la ciudad y la llamada “superación del reformismo obrero”.
Los años han pasado, pero su mirada cobriza no se desorienta, parece no tener precio, continúa empeñada en la lucha contra la explotación y por la felicidad de la clase mayoritaria.
Rubén Villanueva en la actualidad es Dirigente Nacional y Tesorero de la CEPCH (Confederación de Trabajadores de la Empresa Privada de Chile), agrupación que constela a 65 sindicatos a lo largo de todo el país: trabajadores universitarios, guardias privados, obreros del aseo, muchos empleados del sector servicios y subcontratistas. Hoy la Confederación cuentan con 6 mil asociados, y siguen creciendo.

¿Qué incidente puntual enfrenta la CEPCH en estos momentos?

“Hace una semana murieron dos trabajadores de un sindicato de la empresa de limpieza SLIMP, perteneciente a nuestra Confederación. Hoy estamos realizando al respecto una serie de acciones legales, y de otro tipo, exigiendo con más fuerza que antes la supervisión de las condiciones de seguridad laboral en las cuales se desempeñaban estos jóvenes trabajadores que cayeron desde un octavo piso mientras limpiaban las ventanas de un banco, producto del mal estado de andamios con más de 25 años de uso. Pese a insistentes reclamos sindicales, nunca fueron fiscalizadas las condiciones de seguridad, ni por la empresa mandante, ni por la subcontratista, ni por la Inspección del Trabajo. Hace unos días, el Directorio de la CEPCH sostuvo una reunión con la Directora del Trabajo, Patricia Silva, donde le representamos la demanda urgente de fiscalizar las condiciones de trabajo del conjunto de empresas que laboran en el área del aseo. La autoridad se comprometió a fiscalizar.”

¿Los problemas de fiscalización son muy corrientes?

“Cuando alguno de los sindicatos de la CEPCH pide intervenciones a la Inspección del Trabajo, hemos debido enfrentar numerosas dificultades para que los organismos estatales pertinentes hagan la tarea para la que fueron creados. Estos problemas de incumplimientos normativos no sólo afectan a los sectores del trabajo más precarizado, como el subcontratismo, sino también a las empresas asociadas a universidades, Administradoras de Fondos de Pensiones, etc. Lo cierto es que advertimos que no existe una voluntad política por parte de la Inspección de cumplir sus funciones, salvo en situaciones muy puntuales.”

LAS NOTAS DE UNA CRISIS EN LA CEPCH

¿Cuál es el contexto de la crisis que hoy enfrenta la Confederación?

“El 2007, por Estatutos, correspondía realizar el Congreso de la organización. Sus objetivos permanecen ligados a elaborar una política de la Confederación desde y hacia los trabajadores en relación a los empresarios y al gobierno. Además, en el marco del Congreso, se eligen a los dirigentes del Directorio Nacional de la CEPCH para los próximos dos años. El Congreso también buscaba efectuar una reforma estatutaria porque la legislación interna de la organización es muy antigua y ha sido reformada por partes solamente. Sin embargo, los Estatutos, en general, ya no responden a las necesidades de la Confederación. Por eso se estaba promoviendo una reforma integral que permitiera un mayor dinamismo y agilidad en el funcionamiento de la CEPCH de acuerdo a las demandas del actual período.”

¿Cuándo comenzaron los problemas?

“Tanto frente a la reforma de Estatutos, como para la elección del nuevo Directorio, se solicitaron ministros de fe. Al interior de la CEPCH, junto a un complejo de organizaciones, existían dos entidades: la Federación de Trabajadores del Área Metropolitana y una Federación de Trabajadores de Rancagua, controladas fundamentalmente por el Partido Comunista. Durante el presente proceso y en particular, en relación a los requisitos para participar, es primordial reglamentariamente contar con las cuotas sociales al día y las certificaciones provenientes de la Inspección del Trabajo para saber el número de socios que tiene cada sindicato y federación, con el objetivo de saber cuáles y cuántos son los dirigentes que tienen derecho a voz y voto en el Congreso y la elección. Sin embargo, las dos federaciones antes mencionadas no cumplieron con estos requisitos: ni con las certificaciones, ni con las cuotas sociales requeridas. Con respecto a las cuotas, ellos pretendieron cancelarlas a través de dos cheques que sumaban 5 millones quinientos mil pesos, pero que estaban sin fondos. Dentro del reglamento, cuando el pago de las cuotas sociales se realiza mediante cheques, únicamente se validan en el momento de liberarse concretamente los dineros. Junto con estas dos federaciones, otras 15 organizaciones incumplieron los requisitos, las que, en total, suman alrededor de un 10 % de la CEPCH. Este fue el marco donde se sucedieron un conjunto de graves acontecimientos. El primer día del Congreso, cuando debía realizarse la reforma estatutaria, la votación sobre el tema comenzó a las 9 de la mañana en la sede de la Confederación (Valentín Letelier 18, en el corazón cívico de Santiago). A las 11:00 horas, cerca de 90 miembros de las dos federaciones impedidas de participar, demandaron poder votar. En el momento, la Ministra de Fe les señaló que no estaban facultados legalmente para hacerlo. No obstante, continuaron insistiendo al punto de llegar a la agresión física, coronando su accionar rompiendo las urnas y los votos. Estos incidentes están refrendados por el propio informe de la Ministra de Fe de la Inspección del Trabajo. Ante esta situación, los dirigentes de la Confederación decidimos continuar con el Congreso, esta vez, en Punta de Tralca, a las afueras de Santiago, como estaba acordado con antelación. Uno de los primeros acuerdos del Congreso, fue la expulsión de las dos federaciones que intervinieron con las peores maniobras en el proceso congresal. Posteriormente, de la Inspección del Trabajo se nos comunicó que no enviarían a ningún Ministro de Fe a las elecciones del Directorio Nacional, por no contar con garantías. Allí, los congresistas convinieron realizar las elecciones en San Antonio, mediante una notaría, y finalmente se realizó el procedimiento democrático. En San Antonio, la mayoría de las organizaciones afiliadas a la CEPCH pudieron votar adecuadamente y se eligió el nuevo Directorio.”

¿Y en qué terminaron los incidentes?

“Posteriormente, nos enteramos que las federaciones que pretendieron romper el proceso de Congreso de la Confederación, habían realizado sus propias elecciones en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores –CUT- donde constituyeron una directiva paralela. Al respecto, cuando representamos nuestros reclamos ante la Inspección del Trabajo, se nos señaló que dentro del marco de la llamada “libertad sindical”, ella no podía determinar cuál era la elección válida. Por lo tanto, la Inspección se vio obligada a entregar certificados a ambos directorios. Entonces, se aparece con una duplicidad de cargos en el directorio de la CEPCH. Frente a esta situación, nosotros colocamos una demanda en el Tribunal Calificador de Elecciones, la cual se encuentra en curso y se funda en los Estatutos de la organización, y, por tanto, los dirigentes legítimamente elegidos son los autorizados en San Antonio. Este incidente ha provocado que la CEPCH hoy tenga dificultades con cuentas bancarias donde los asociados depositan sus cuotas sociales. Además, la minoría agrupada en dos federaciones, rompió las chapas, los candados del local de la Confederación e intentó apropiarse de esa sede. Las acciones cometidas por los dirigentes de estas dos federaciones bordean la ilegalidad. Frente a los sucesos relatados, la CEPCH está siguiendo tres vías de demandas: una ante el Tribunal Calificador de Elecciones; otra por prácticas anti sindicales; y una demanda criminal. Nosotros estimamos que el conjunto de procedimientos legales se extenderá por 4 o 5 meses antes de arrojar resultados.”

“LA CEPCH ESTÁ EN UNA SITUACIÓN CONTRADICTORIA FRENTE A LA DIRECTIVA DE LA CUT”

¿Qué perspectiva tiene la Confederación respecto de la Central Unitaria de Trabajadores?

“La Confederación tiene una mirada bastante crítica desde los trabajadores en su conjunto. Pese a que la CEPCH permanece afiliada a la CUT, tanto en las bases como en nuestros dirigentes, existe una enorme disconformidad con las conductas que ha sostenido la dirigencia de la CUT en la “defensa” de los trabajadores chilenos. Hoy la CEPCH está en una situación contradictoria frente a la CUT. Reconociendo a la Central Unitaria, hasta el momento, como la organización matriz de los trabajadores, la Confederación estima que una CUT conducida por militantes del Partido Socialista y Comunista, no es más que una correa de transmisión de las políticas gubernamentales al interior de los trabajadores organizados. Por ello la CEPCH estos dos últimos años ha funcionado con una política de independencia tanto del gobierno, como del empresariado. De este modo, la Confederación ha determinado soberanamente representar de manera independiente los intereses inmediatos de los trabajadores, y, a su vez, los intereses históricos de la fuerza laboral de sus asociados.”

¿A qué te refieres con los “intereses históricos de los trabajadores”?

“Los trabajadores sabemos que en la sociedad capitalista el trabajador nunca va lograr su emancipación en términos salariales, de condiciones laborales, de sus derechos fundamentales, como la educación, la salud y la previsión social. En definitiva, la CEPCH se plantea desde un lugar distinto a las políticas del gobierno en todas las temáticas enumeradas. Las actuales condiciones impuestas por la versión neoliberal del capitalismo no pueden resolverse a través de las negociaciones que encabeza el presidente de la CUT, Arturo Martínez, con el gobierno y el empresariado. Nosotros creemos que es preciso privilegiar la lucha directa de los trabajadores por la conquista de sus intereses. Ese es el horizonte actual que autónomamente ha resuelto el conjunto de la CEPCH. Nosotros no caeremos en el juego de criticar permanentemente a la CUT, sino que, simplemente, vamos a levantar una política alternativa junto a los trabajadores y frente a la CUT.”

¿Qué piensas de la participación de los partidos políticos en el mundo sindical?

“Nosotros jamás nos hemos planteado como una Confederación apolítica, sino que, por el contrario, creemos que los partidos políticos deben ponerse al servicio de los intereses de los trabajadores. Los partidos políticos deben colaborar con la organización de los trabajadores.”

¿Cuál es tu opinión respecto de la firma del último acuerdo de reajuste salarial de la mesa del sector público entre el presidente de la CUT, Arturo Martínez, y el gobierno, sin la anuencia de la agrupación gremial más importante de los trabajadores estatales como es la Asociación Nacional de Empleados Públicos (de cuyas filas, hace varias décadas surgió el mítico líder sindical chileno, Clotario Blest)?

“La evalúo enormemente negativa. Considero que fue una traición abierta a los trabajadores del sector público, a pesar de lo que dice el órgano oficial de la burguesía, el periódico El Mercurio, en relación a que los empleados estatales han tenido un reajuste salarial superior al promedio nacional. Sin embargo, para todos es sabido que el promedio de los salarios de los trabajadores para nada es un indicador positivo sobre las condiciones salariales y laborales de la fuerza de trabajo chilena. No me cabe duda, que el reajuste salarial se caerá estrepitosamente ante las alzas en el costo general de la vida de los chilenos. Arturo Martínez pasó desenfadadamente por encima de los dirigentes genuinos de los empleados públicos, sirviendo, en consecuencia, a las políticas laborales digitadas por el gobierno”.

LOS TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO

¿Cómo observas el nacimiento del Polo de Trabajadores por el Socialismo?

“Me parece una iniciativa extraordinaria, básicamente porque todos los intentos de la maquinaria gubernamental durante estos últimos 30 años, han corrido por la vereda de mantener las super ganancias de las grandes empresas en Chile. El socialismo es, evidentemente, el horizonte de todos los trabajadores, y el capitalismo es el modelo antagónico a los intereses del trabajo. Me parece una iniciativa muy importante porque, hasta hoy, se ha obviado la discusión al interior de la propia izquierda en los marcos de un reformismo que no termina nunca y un planteamiento en que los trabajadores comiencen a cobrar una voz cada vez más potente. Nuestro horizonte siempre debe ser el establecimiento de un gobierno de trabajadores y el mundo popular.”

Andrés Figueroa Cornejo
De la Memoria al Poder
Polo de Trabajadores por el Socialismo

martes, 27 de noviembre de 2007

POLO DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO Y UNA PLATAFORMA DE LUCHA PARA EL PERÍODO

POLO DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO Y UNA PLATAFORMA DE LUCHA PARA EL PERÍODO

"En la unidad del Pueblo está el motor que mueve la carroza del molino".
Patricio Manns.

Antecedentes preliminares: aspectos del contexto global de lucha y el lugar de Chile

· Iniciado el siglo XXI, el mundo transita un período signado por el predominio mundial del imperialismo capitalista (norteamericano, europeo y japonés), en su brutal versión neoliberal, que permite el bienestar de un 20 % de la población mundial a costa de la explotación, empobrecimiento y miseria del 80 % de la humanidad, y que hoy pone en riesgo cierto la misma sobrevivencia del planeta.

· En el continente, Chile juega el papel paradigmático de la hegemonía del capital financiero y especulativo, fundado en el profundo menoscabo del capital industrial (monopolio del llamado "primer mundo", productor central de la tecnología de punta, y los bienes estratégicos); la reprivatización y explotación irracional de los recursos naturales de la Región y el país; y la extinción del llamado "Estado de Bienestar o Desarrollista" existente, al menos parcialmente, antes de la dictadura. Asimismo, el modelo de acumulación neoliberal sostiene sus millonarias tasas de ganancias sobre la administración privada de los servicios básicos y la capitalización del ahorro del pueblo trabajador a través de las AFP's; la explotación y exportación privatizadas de los recursos primarios no renovables (cobre, madera, productos del mar); la concentración monopólica de los medios de comunicación de masas; y la aniquilación y desmantelamiento sistemático de las organizaciones de la clase trabajadora y el pueblo. Ello, con la conjunta destrucción de los destacamentos de inspiración revolucionaria que tuvieron un importante crecimiento e influencia en las décadas de los 70 y 80, para terminar diezmados políticamente durante los 90, debido al pacto interburgués (diseñado por el imperialismo norteamericano) que electoralizó la lucha popular y sacó a Pinochet del Ejecutivo; a las debilidades propias de la clase, y a la bancarrota de los llamados "socialismos históricos".

· La dictadura pinochetista logró a sangre y fuego la refundación capitalista del país; la dominación, control, y administración sin contrapesos de los intereses de la minoría burguesa subordinada al capital extranjero mediante, por un lado, la reposición en gloria y majestad de sus intereses en Chile, y por otra parte, a través de la fidedigna implementación de los mandatos político económicos provenientes del FMI , el Banco Mundial y la OMC –todas instituciones tuteladas por los intereses imperialistas, principalmente norteamericanos (el 49 % de las sedes corporativas de las principales multinacionales del mundo están en Estados Unidos; el 40% de la inversión transnacional en América Latina es norteamericana, y el 60 % se reparte en capitales europeos y asiáticos)-.

· El término pactado de la dictadura pinochetista, entre la derecha y los sectores de oposición burguesa de la época junto a ex miembros del conglomerado de la UP –comandada por los mismos personajes y fuerzas políticas que facilitaron las condiciones para el golpe de Estado de 1973 -sólo comportó una readecuación del escenario político, garantizando algunas libertades civiles y la democracia formal de las elecciones generales, manteniendo incólume los intereses y procedimientos de control social de la clase entronizada en el poder; modificando cosméticamente aspectos de la Constitución del 80, y creando, en el tiempo, una casta de nuevos ricos –demoliberales y de retórica antidictatorial-.

· El modelo de reproducción capitalista impuesto a mediados de los 70 del siglo pasado, y hoy perfeccionado, legitimado y administrado por la Concertación de Partidos por la Democracia , sólo ha profundizado la diferencia de clases que ha convertido a Chile en uno de los países más desiguales del mundo (entre las 15 naciones de peor distribución del ingreso del planeta); con estándares educativos extraordinariamente deficitarios (de paso, destruyendo el mito burgués de la educación como vehículo de movilidad social, y proletarizando a la marginalidad social juvenil mediante los 12 años de escolaridad obligatoria); una insuficiente e ineficiente salud pública (donde se atiende el 80 % de los chilenos); crisis de la vivienda y creciente demanda de los derechos sociales básicos insatisfechos. Asimismo, por arriba, el poder criminaliza la movilización social, las demandas históricas del pueblo mapuche, y emplea como mano de obra barata la fuerza de trabajo inmigrante.
En el plano laboral, el actual Código del Trabajo resulta extremadamente antipopular y pro empresarial, obstruye la sindicalización, cuya realidad habla de que sólo un 7 % de la fuerza laboral chilena (es decir, 500 mil trabajadores de un universo de 7 millones) está capacitada jurídicamente para negociar colectivamente sus condiciones de trabajo, lo cual, en los hechos, se limita a pelear por la actualización del poder adquisitivo de quienes negocian y los clásicos bonos compensatorios de fin de conflicto.
De este mismo modo, la cartera del ramo –donde se atrincheran las rémoras del “progresismo” concertacionista- emplea groseramente a la CUT –multisindical más numerosa del país, pero presa de la mañosa burocracia del reformismo obrero y sus partidos- como apéndice y extensión de sus políticas, más allá de los discursos accidentalmente insolentes de sus "dirigentes" cada Primero de Mayo.
Lo cierto es que en Chile aumenta sostenidamente el sector de trabajadores contratistas y subcontratistas (más del 70 % de la fuerza productiva y de servicios del país ya está tercerizada); en general, las mujeres ganan un tercio menos que los hombres por realizar el mismo trabajo; el ingreso promedio de una familia de 5 integrantes no supera los $ 250 mil pesos (el salario de la mitad de los chilenos bordea los $ 150 mil pesos) , y la línea de la pobreza está delimitada arbitrariamente en los $ 49 mil pesos; cifras, en general, que simplemente no alcanzan para vivir.
Estos números son los causantes del sideral endeudamiento de los chilenos, cuyo monto duplica y triplica sus salarios, y demanda la distracción de alrededor de un 60 % de sus remuneraciones mensuales en pago de deudas. A lo anterior se agrega la costumbre patronal (multada en cifras ridículas por el Estado) de no cancelar las imposiciones de los asalariados, y el empeoramiento de las condiciones contractuales y laborales de los trabajadores. Al respecto, un 70 % de la fuerza laboral en Chile cambia de empleo (o de relación contractual) entre 3 y 4 veces al año.
Por su parte, la fuerza laboral ligada a la explotación de productos agrarios sufre condiciones laborales todavía peores que los trabajadores de las grandes ciudades. Su situación de obrero agrícola, empeora aún más en el llamado "sector temporero" donde los salarios son miserables y los trabajadores (normalmente mujeres y menores de edad) laboran en peligrosas condiciones de higiene y seguridad. Sólo marginalmente logran cristalizar sus demandas a través de una ínfima expresión sindical.

Algunos elementos para la implementación de una Plataforma de Lucha de los Trabajadores para el actual período

Durante el último tercio de 2007, un conjunto de dirigentes sindicales, trabajadores en lucha, y profesionales y militancia asociada al mundo laboral se ha entregado a la formación de un polo de trabajadores por el socialismo, ante la inexistencia de un espacio articulador que sea capaz de elaborar colectivamente un compacto de análisis y proyecciones desde el campo político anticapitalista, dirigido a los trabajadores llamados a intervenir de manera protagónica y creciente en las luchas contra el capital y sus expresiones. La presentación de este debate –cuya composición mestiza permanece abierta y en crecimiento, por necesidad y convicción- se materializa a través de reuniones permanentes y de la publicación mensual de “El Piquete de Huelga”.
El espacio en construcción se funda sobre dos ejes básicos: la independencia de la clase trabajadora –autonomía respecto de la burguesía y sus expresiones institucionales, el empresariado y el Estado- y el horizonte político de la edificación del socialismo en Chile. Es decir, en último término, la conquista de un gobierno de los trabajadores y el pueblo, la destrucción de las relaciones sociales y de poder dominantes, el aniquilamiento de la propiedad privada, y la hegemonía de un proyecto político, ético, científico y estético fundado en la clase mayoritaria y sus maneras.
Considerando estos elementos, y teniendo clara la labor pendiente de un acabado análisis de la realidad material e ideológica que sostiene el actual estado de cosas, se aventuran aquí algunos puntos que podrían ser útiles como herramientas de lucha de los trabajadores en el actual período.

· A igual trabajo, igual salario. Esta demanda no sólo tiene sentido en el mundo del contratismo, el subcontratismo, el trabajo eventual y transitorio; sino que también en el ámbito de la mujer trabajadora y los inmigrantes.

· Establecimiento de un sueldo base que tienda a resolver las condiciones de vida de los trabajadores. En este sentido, la lucha por un sueldo base debe instalarse como aspecto de negociación predominante ante la embestida patronal de su relativización y el acento en la parte “variable” de la renta, sobre todo en un país donde el 70 % se desempeña en áreas ligadas al sector terciario o de “servicios”.

· La precarización del empleo y la llamada “flexibilidad laboral” se expresan jurídicamente en las condiciones contractuales de los trabajadores. En este sentido, para cautelar la estabilidad del salario, es preciso demandar contratos indefinidos y reimponer la indemnización por años de servicio.

· Las alzas en la electricidad y en los alimentos de primera necesidad impactan negativamente en los salarios refrigerados de los trabajadores. La lucha por el término de las alzas está íntimamente ligada a las condiciones remuneracionales y laborales de la clase trabajadora. Otro tanto ocurre en el transporte público.

· Fin a las prácticas antisindicales, a las llamadas “listas negras”, la criminalización de la lucha de los trabajadores, el derecho a huelga sin reemplazo de los trabajadores.

· Potenciación de una sindicalización masiva en clave socialista y con independencia de clase.

· Instalación de demandas asociadas a los Derechos Humanos, tanto en el ámbito de la memoria actualizada de las víctimas de la dictadura y la lucha por la verdad y la justicia de los trabajadores asesinados por el pinochetismo, como en el plano de los derechos sociales fundamentales de las personas (educación, salud, vivienda, previsión social, trabajo, medioambiente, tolerancia sexual, reconocimiento de las demandas históricas del pueblo mapuche). Al respecto, la acción y proyección renovadas por los Derechos Humanos en el siglo XXI deben ponerse a la altura de las actuales luchas de los trabajadores y el pueblo.

· Renacionalización del Cobre. En la actualidad, la explotación cuprífera y el precio del mineral rojo son el sostén predominante de la economía nacional. Sin embargo, casi el 70 % de su propiedad y explotación están en manos de corporaciones transnacionales. La lucha conjunta de los trabajadores y el pueblo por volver el cobre propiedad social son prioridad central a la hora de construir un proyecto de desarrollo nacional sustentable, y resorte para salir de la pobreza.

· Establecimiento de un nuevo Código del Trabajo, donde las expresiones organizadas de la clase tengan un peso cualitativamente sustantivo en su rediseño.
Se podría engrosar esta nómina de demandas de acuerdo a las reivindicaciones sectoriales de las distintas áreas del trabajo, pero se estima que para el actual período, la presente propuesta ya comporta las condiciones y punto de arranque necesarios para la unidad y lucha de los trabajadores.
Muchas tareas quedan pendientes. Sin embargo, estas propuestas, las fuerzas en construcción, la edificación de un proyecto y orgánicas políticas propias de los trabajadores y el pueblo serán las mandatadas a su constante evaluación y modificación de acuerdo a los diversos estadios de la lucha de clases orientadas políticamente hacia la emancipación definitiva de las mayorías nacionales.

POLO DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO
Chile, primavera de 2007.
Contacto: piquetedehuelga@yahoo.es

Andrés Figueroa Cornejo
De la Memoria al Poder

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Los nudos fundacionales del polo de trabajadores

LOS NUDOS FUNDACIONALES DEL POLO DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO Y UNA PLATAFORMA DE LUCHA PARA EL PERÍODO

"En la unidad del Pueblo está el motor que mueve la carroza del molino".
Patricio Manns.

Antecedentes preliminares: el contexto global de lucha y el lugar de Chile

· Comenzando el siglo XXI, el mundo transita un período signado por el predominio mundial del imperialismo capitalista (norteamericano, europeo y japonés), en su brutal versión neoliberal, que permite el bienestar de un 20 % de la población mundial a costa de la explotación, empobrecimiento y miseria del 80 % de la humanidad, y que hoy pone en riesgo cierto la misma sobrevivencia del planeta.

· En el continente, Chile juega el papel paradigmático de la hegemonía del capital financiero y especulativo, fundado en el profundo menoscabo del capital industrial (monopolio del llamado "primer mundo", productor central de la tecnología de punta, y los bienes estratégicos); la reprivatización y explotación irracional de los recursos naturales de la Región y el país; y la extinción del llamado "Estado de Bienestar o desarrollista" existente antes de la dictadura. Asimismo, el modelo de acumulación neoliberal sostiene sus millonarias tasas de ganancias sobre la administración privada de los servicios básicos y la capitalización del ahorro del pueblo trabajador a través de las AFP's; la explotación y exportación privatizadas de los recursos primarios no renovables (cobre, madera, productos del mar); la concentración monopólica de los medios de comunicación de masas; y la aniquilación y desmantelamiento sistemático de las organizaciones de la clase trabajadora y el pueblo. Ello, con la conjunta destrucción de los destacamentos de inspiración revolucionaria que tuvieron un importante crecimiento e influencia en las décadas de los 70 y 80, para terminar diezmados políticamente durante los 90, debido al pacto interburgués (diseñado por el imperialismo norteamericano) que electoralizó la lucha popular y sacó a Pinochet del Ejecutivo; a las debilidades propias de la clase, y a la bancarrota de los llamados "socialismos históricos".

· La dictadura pinochetista logró a sangre y fuego la refundación capitalista del país; la dominación, control, y administración sin contrapesos de los intereses de la minoría burguesa subordinada al capital extranjero mediante, por un lado, la reposición en gloria y majestad de sus intereses en Chile, y por otra parte, mediante la fidedigna implementación de los mandatos político económicos provenientes del FMI , el Banco Mundial y la OMC –todas instituciones tuteladas por los intereses imperialistas, principalmente norteamericanos (el 49 % de las sedes corporativas de las principales multinacionales del mundo están en Estados Unidos; el 40% de la inversión transnacional en América Latina es norteamericana, y el 60 % se reparte en capitales europeos, asiáticos, y en particular en Chile, españoles )-.

· El término pactado de la dictadura pinochetista, entre la derecha y los sectores de oposición burguesa de la época junto a ex miembros del conglomerado de la UP –comandada por los mismos personajes y fuerzas políticas que facilitaron las condiciones para el golpe de Estado de 1973 -sólo comportó una readecuación del escenario político, garantizando algunas libertades civiles y la democracia formal de las elecciones generales, manteniendo incólume los intereses y procedimientos de control social de la clase entronizada en el poder; modificando cosméticamente aspectos de la Constitución del 80, y creando, en el tiempo, una casta de nuevos ricos –demo neoliberal y de retórica antidictatorial-.

· El modelo de reproducción capitalista impuesto a mediados de los 70 del siglo pasado, y hoy perfeccionado, legitimado y administrado por la Concertación de Partidos por la Democracia , sólo ha profundizado la diferencia de clases que ha convertido a Chile en uno de los países más desiguales del mundo (segundo en Latinoamérica después de Panamá, y 12 en el listado de 124 naciones del mundo); con estándares educativos extraordinariamente deficitarios (de paso, destruyendo el mito burgués de la educación como vehículo de movilidad social, y proletarizando a la marginalidad social juvenil mediante los 12 años de escolaridad obligatoria); una insuficiente e ineficiente salud pública (donde se atiende el 80 % de los chilenos); crisis de la vivienda y creciente demanda de los derechos sociales básicos insatisfechos.
En el plano laboral, el actual Código del Trabajo resulta extremadamente antipopular y pro empresarial, obstruye la sindicalización, cuya realidad habla de que sólo un 7 % de la fuerza laboral chilena (es decir, 500 mil trabajadores de un universo de 7 millones) está capacitada jurídicamente para negociar colectivamente sus condiciones de trabajo, lo cual, en los hechos, se limita a pelear por la actualización del poder adquisitivo de quienes negocian y los clásicos bonos compensatorios de fin de conflicto.
Asimismo, la cartera del ramo –donde se atrincheran las rémoras del “progresismo” concertacionista- emplea groseramente a la CUT –multisindical más numerosa del país, pero presa de la mañosa burocracia del reformismo obrero y sus partidos- como apéndice de sus políticas, más allá de los discursos accidentalmente insolentes de sus "dirigentes" cada Primero de Mayo. Lo cierto es que en Chile aumenta sostenidamente el sector de trabajadores contratistas y subcontratistas (más del 70 % de la fuerza productiva y de servicios del país ya está tercerizada); en general, las mujeres ganan un tercio menos que los hombres por realizar el mismo trabajo; el ingreso promedio de una familia de 5 integrantes no supera los $ 250 mil pesos (el salario de la mitad de los chilenos bordea los $ 150 mil pesos) , y la línea de la pobreza está delimitada arbitrariamente en los $ 49 mil pesos; cifras, en general, que simplemente no alcanzan para vivir.
Estos números son los causantes del sideral endeudamiento de los chilenos, cuyo monto duplica y triplica sus salarios, y demanda la distracción de alrededor de un 60 % de sus remuneraciones mensuales en pago de deudas. A lo anterior se agrega la costumbre patronal (multada en cifras ridículas por el Estado) de no cancelar las imposiciones de los asalariados, y el empeoramiento de las condiciones contractuales y laborales de los trabajadores. Al respecto, un 70 % de la fuerza laboral en Chile cambia de empleo (o de relación contractual) entre 3 y 4 veces al año.
Por su parte, el campesinado chileno sufre condiciones laborales todavía peores que los trabajadores de las grandes ciudades. Su situación de obrero agrícola y barata mano de obra, empeora aún más en el llamado "sector temporero" donde los salarios son miserables y los trabajadores (normalmente mujeres y menores de edad) laboran en peligrosas condiciones de higiene y seguridad. Sólo marginalmente logran cristalizar sus demandas a través de una ínfima expresión sindical.

Algunos elementos para la implementación de una Plataforma de Lucha de los Trabajadores para el actual período

Durante el último tercio de 2007, un conjunto de compañeros se ha entregado a la formación de un polo de trabajadores por el socialismo, ante la inexistencia de un espacio articulador que sea capaz de elaborar colectivamente un compacto de análisis y proyecciones desde el campo político, dirigido a los trabajadores llamados a intervenir de manera protagónica y creciente en las luchas contra el capital y sus expresiones. La presentación de este debate –cuya composición mestiza permanece abierta y en crecimiento, por necesidad y convicción- se materializa a través de reuniones permanentes y de la publicación mensual de “El Piquete de Huelga”.
El espacio en construcción se funda sobre dos ejes básicos: la independencia de la clase trabajadora –independencia de la burguesía y sus expresiones institucionales, el empresariado y el Estado- y el horizonte político de la edificación del socialismo en Chile. Es decir, en último término, la conquista de un gobierno de los trabajadores y el pueblo, la destrucción de las relaciones sociales y de poder dominantes, el aniquilamiento de la propiedad privada, y la hegemonía de un proyecto político, ético, científico y estético fundado en la clase mayoritaria y sus maneras.
Considerando estos elementos, y teniendo clara la labor pendiente de un acabado análisis de la realidad material e ideológica que sostiene el actual estado de cosas, aventuramos aquí algunos puntos que podrían ser útiles como herramientas de lucha de los trabajadores en el actual período.

· A igual trabajo, igual salario. Esta demanda no sólo tiene sentido en el mundo del contratismo, el subcontratismo, el trabajo eventual y transitorio; sino que también en el ámbito de la mujer trabajadora y los inmigrantes.

· Establecimiento de un sueldo base que tienda a resolver las condiciones de vida de los trabajadores. En este sentido, la lucha por un sueldo base debe instalarse como aspecto de negociación predominante ante la embestida patronal de su relativización y el acento en la parte “variable” de la renta, sobre todo en un país donde el 70 % se desempeña en áreas ligadas al sector terciario o de “servicios”.

· La precarización del empleo y la llamada “flexibilidad laboral” se expresan jurídicamente en las condiciones contractuales de los trabajadores. En este sentido, para cautelar la estabilidad del salario, es preciso demandar contratos indefinidos.

· Las alzas en la electricidad y en los alimentos de primera necesidad impactan negativamente en los salarios refrigerados de los trabajadores. La lucha por el término de las alzas está íntimamente ligada a las condiciones remuneracionales y laborales de la clase trabajadora. Otro tanto ocurre en el transporte público.

· Reinstalar el trabajo pesado como una variante laboral que demanda mejores condiciones en el precio de la fuerza de trabajo involucrada en este sector.

· Fin a las prácticas antisindicales, a las llamadas “listas negras”, la criminalización de la lucha de los trabajadores, el derecho a huelga sin reemplazo de los trabajadores.

· Potenciación de una sindicalización masiva en clave socialista y con independencia de clase.

· Instalación de demandas asociadas a los Derechos Humanos, tanto en el ámbito de la memoria actualizada de las víctimas de la dictadura y la lucha por la verdad y la justicia de los trabajadores asesinados por el pinochetismo, como en el plano de los derechos sociales fundamentales de las personas (educación, salud, vivienda, previsión social, trabajo).


· Renalización del Cobre.

· Establecimiento de un nuevo Código del Trabajo, donde las expresiones organizadas de la clase tengan un peso cualitativamente sustantivo en su rediseño.

Podríamos engrosar esta nómina de demandas de manera infinita, pero estimamos que para el actual período, la presente propuesta ya comporta las condiciones y punto de arranque necesarios para la unidad y lucha de los trabajadores.
Muchas tareas quedan pendientes. Sin embargo, estas propuestas, las fuerzas en construcción, la edificación de un proyecto y orgánicas políticas propias de los trabajadores y el pueblo serán las mandatadas a su constante evaluación y modificación de acuerdo a los diversos estadios de la lucha de clases orientadas políticamente hacia la emancipación definitiva de las mayorías nacionales.

POLO DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO
CHILE

jueves, 15 de noviembre de 2007

Entrevista al ´PRESTIGIOSO ECONOMISTA HUGO FAZIO

Entrevista al prestigioso economista Hugo Fazio, Director del CENDA y ex Presidente del Banco Central

CHILE: FUSIONES BANCARIAS, EXPORTACIONES Y LA CRISIS INMOBILARIA


El economista Hugo Fazio Rigazzi es actualmente Director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, CENDA, uno de los polos de producción de conocimientos económicos y sociales más importante de Chile, y en particular, del mundo del trabajo y el pueblo.
Hugo Fazio bebe una taza de té mientras revisa las informaciones del periódico. Tiene su camisa abierta hasta su segundo botón y sonríe con los ojos. Hugo Fazio es uno de los intelectuales que se ubica en el campo de los trabajadores de más reconocido prestigio internacional y criollo; fue Presidente del Banco Central durante la experiencia de la Unidad Popular , y tiene a su haber un sinnúmero de publicaciones imprescindibles para conocer las tramas profundas del capitalismo en el país. Habla bajo, sin pausas y de manera exacta y amable.
En diciembre de 2007 se producirá la fusión entre el Citigroup –la colisión bancaria más grande del mundo- y el Banco de Chile, propiedad del Grupo Lucsik, uno de los más poderosos del país. En el marco de los procedimientos y consecuencias de este nuevo paso de la concentración del capital financiero, se realizó la siguiente entrevista.

¿Cómo ha sido el movimiento de las fusiones de capitales bancarios en Chile?

“Las fusiones bancarias corresponden a un fenómeno mundial, no es propiamente chileno. Desde el punto de vista de las fusiones y adquisiciones de empresas, en el curso de 2007, ha habido etapas distintas. Una muy intensa en la primera parte del año, que se caracterizó por pasar de una frontera a otra. Parecía, al respecto, que sería un “año record”. Incluso superior al 2000, que fue un año de fuertes fusiones y adquisiciones. Sin embargo, pronto vino la recesión en Estados Unidos y la caída de la economía europea, y ese proceso disminuyó, hasta recobrar fuerzas recién el 2006 y, en especial, el 2007.”

¿En qué marco se provoca la fusión entre el Citigroup y el Banco de Chile?

“Ahora, en agosto se produjo el impacto en el sistema financiero como efecto de la “crisis inmobiliaria”, y la práctica de fusiones bajó. En este momento –y esto resulta particularmente importante en el caso de la fusión entre el Citigroup y el Grupo Lucsik-, estamos en presencia de una situación bastante nueva. En el tercer trimestre de este año, varios grandes bancos, empezando por el Citigroup, anotaron reducciones muy fuertes durante el trimestre en curso. Y comenzó la aplicación de rebajas contables.”

EN CUESTIÓN LA CONVENIENCIA ACTUAL DE LA FUSIÓN

¿Qué significa esto?

“Los bancos, cuando hacen su estado de situación, contabilizan los créditos que tienen otorgados, los activos que poseen. En ese ámbito tenían contempladas muchas operaciones hipotecarias. Las clasificadoras norteamericanas, que fueron bastante permisivas durante la burbuja bursátil y colaboraron con su creación, ahora están exigiendo que se recalcule contablemente el valor real de esos activos, que claramente es menor. Entonces le ha aplicado distintas disminuciones a esos activos del Citigroup en el 2007. En octubre hizo una, luego anunció otra. Toda la información indica que son muchas más. Entonces no sería nada extraño que el Citigroup arroje pérdidas. Aquí hay que analizar cuál es la forma en que se realiza el acuerdo entre el Banco de Chile y el Citigroup, en el sentido que con la recepción por parte del Grupo Lucsik de determinado porcentaje de acciones del Citigroup, en el fondo, se están perdiendo valores. En lo concreto, el Banco de Chile se está fusionando con una institución que permanece cuestionada por las maniobras especulativas que realizó este año.”

¿Cuáles son las condiciones de una fusión?

“En los momentos más estables del capital, es cuando existen más recursos. Cuando se realiza una fusión o adquisición tú tienes que disponer de recursos para hacerlas, o debes crear un estímulo al que se va a asociar contigo. Entonces, a lo menos, podría decirse, que esta operación del Grupo Lucsik y el Citigroup se hizo sin considerar la situación de fondo por la cual atraviesa el Citigroup.”

Se habla de la creación del Citi-Chile...

“El Citi-Chile es lo que se autorizó ahora a inscribir para permitir la fusión, y para realizarse tenía que corresponder a una institución constituida en Chile. Ese es el mecanismo para permitir la fusión. La institución que va a existir es el Banco de Chile, que a su vez es controlado por “LQ Inversiones Financieras”, que pertenece al Grupo Lucsik. El Citigroup entra ahí.”

¿Qué papel juega la institución contra monopolios en Chile?

“Los organismos de control anti monopólicos de Chile no controlan absolutamente nada; por el contrario, autorizan todo. Más allá de esto, la eventual fusión no hace variar considerablemente en Chile la concentración, porque la presencia del Citi en el país es muy pequeña. Se mantiene la concentración absolutamente alta entre el Santander y el Banco de Chile, que crece, más o menos, en 2 puntos más. Al respecto, la riqueza de un banco se define por la cantidad de colocaciones; eso determina su presencia en el mercado.”

EL ORIGEN DE LA CRISIS HIPOTECARIA EN USA

¿En qué consiste la gravedad de la crisis inmobiliaria?

“Las operaciones de crédito hipotecario en Estados Unidos permitían altas utilidades. Allí se produjo toda una cadena de operaciones en el crédito hipotecario en sí mismo. Como se sabe, se comenzaron a otorgar créditos a sectores denominados de “alto riesgo”, y con eso hacían “paquetes” que los recolocaban en el mercado financiero. Allí diluyeron los créditos hipotecarios otorgados, y sobre eso, hicieron otras operaciones, que son las llamadas “CDO”, las cuales corresponden a operaciones colaterizadas, que están hoy fuertemente cuestionadas. Y en esta dinámica el Citigroup se encuentra involucrado directamente. O sea, especuló en los mercado financieros, y hoy está pagando el costo de la especulación que, entre otras cosas, explica la renuncia del presidente del banco.”

¿Cuál es la dialéctica de la crisis?

“Hoy observamos una caída violenta del mercado inmobiliario en Estados Unidos, que está en pleno desarrollo. La intervención realizada los primeros días de noviembre del Presidente de la Reserva Federal Norteamericana al Congreso, señala que la crisis está en curso y se producirá una desaceleración económica “notable”, que en este momento afecta fuertemente a los bancos norteamericanos y europeos. Esto se produce como consecuencia de la mundialización del mercado de capitales. Ahora, la profundidad que este fenómeno puede alcanzar, es difícil de prever.
Según el Presidente de la Reserva Federal Norteamericana, el impacto de la crisis se hará sentir hasta, por lo menos, la primera parte de 2008. La situación de este momento es distinta a la de agosto. Entonces, la crisis se dejó caer no sobre los grandes bancos, sino sobre las instituciones financieras. Este hecho se frenó de algún modo. Allí se produjo un fenómeno de liquidez crediticia, que persiste, lo que es un factor de desaceleración económica porque significa que los bancos están en condiciones más restrictivas para prestar. Eso en agosto, en cierta medida, se amortiguó mediante las medidas adoptadas por los bancos centrales de prestar dinero, bajar las tasa de interés, y el crecimiento de China y Rusia. Hasta ese momento, Europa tenía un crecimiento “decente”, pero la estructura de la manera en que manejaron los créditos hipotecarios están golpeando a los bancos directamente. Porque aquí hicieron esto: las instituciones financieras concedieron créditos hipotecarios. Lo hicieron claramente a sectores que estaban en riesgo, cuestión que afecta centralmente la capacidad de pago. Con estos créditos se constituyeron “paquetes” y los colocaron en el mercado financiero. Allí entraron inversionistas y bancos que comenzaron a comprar los “paquetes”, y sobre ellos crearon un nuevo instrumento superior, que es lo que está siendo golpeado en este instante.”


EL IMPACTO DE LA FUSIÓN BANCARIA EN LA FUERZA LABORAL

De un tiempo a esta parte, se han precipitado cientos de despidos en el Citibank...

“En general, cuando se fusionan dos empresas, duplican cosas. Entonces, es más o menos normal, que reduzcan la planta de trabajadores. Las empresas se fusionan para obtener una rentabilidad mayor, por tanto, deben buscar reducir costos por todos los lados que puedan.”

¿Cuáles son los fines de la fusión?

“El objetivo principal de la fusión, mirado desde el Grupo Lucsik, no está en Chile, sino el mundo. Aquí, a mi juicio, el Banco de Chile se mete en un muy mal momento, porque se asocia con el Citigroup en un período en que esa empresa está “en la picota”, cuestionada por el manejo especulativo que ha hecho. En estas circunstancias, el Citigroup es un muy mal “paraguas”; uno que se está permeando por todos lados.”

¿Por qué con el tonelaje de capitales que posee el Citibank, simplemente no agrega al Banco de Chile a su continente?

“Normalmente, en otras latitudes, el Citigroup no se asocia a otras instituciones, sino que las absorbe. Aquí en Chile ello no ha ocurrido porque, a mi juicio, la presencia del Citigroup es muy pequeña. Todo lo que trató de hacer en materia de aumentar su presencia de manera natural, aumentando clientes, no se produjo. Sus colocaciones y rentabilidad son bajas en relación al resto del sistema bancario chileno, que son extremadamente elevadas (de alrededor de un 17 % a un 18 %). En otras naciones de América Latina, por el contrario, tiene una gran presencia, como en Brasil y México. Sin embargo, desde el punto de vista del grupo Lucsik, la idea es cobrar presencia internacional mediante “las espaldas mojadas” de Citi.”

LA CRISIS EN CHILE Y SU DINÁMICA MUNDIAL

¿Qué medidas se han tomado en Chile respecto de la crisis?

“Las actuales políticas respecto de las tasas de interés del Banco Central de Chile, que en la práctica no tienen ningún reflejo en el crecimiento económico – que, por lo demás, está sufriendo un proceso de desaceleración en este momento-, se calcula en los grandes negocios bancarios. Eso no se verá en las utilidades de este año.”

¿Qué sucede con las exportaciones chilenas y los tratados de libre comercio?

“El principal mercado de exportaciones chilenas es Asia, particularmente China, que son los grandes clientes de materias primas, lo que coincide con la política exportadora predominante en Chile, y la cual no piensa variar. Más allá de todos los tratados de libre comercio firmados, Chile sigue siendo un país que depende de la exportación de unos pocos recursos primarios. Entonces aquí se produce una confusión, porque se identifica el crecimiento de las exportaciones con un supuesto éxito de los tratados de libre comercio, cuando el éxito de las exportaciones se debe al aumento del precio del cobre y otros recursos primarios, cuestión que no tiene nada que ver con los tratados de libre comercio, sino con la alta demanda de los países asiáticos. Por esto, somos fuertemente dependientes de lo que suceda en esos mercados, los cuales todavía se mantienen altos. El crecimiento de China este año será de cerca de un 12 %. Y con esto, en Chile están ganando, fundamentalmente, las empresas exportadoras del cobre, pero no precisamente CODELCO. Las eventuales fusiones mineras corresponden a procesos profundamente anti nacionales. El Estado, en efecto, esta recibiendo más recursos, pero lo que hace con ellos es guardarlos, por razones ligadas a cautelar el superhabit fiscal, pero perdiendo de vista las enormes necesidades del país, entre otras, las ligadas a modificar la estructura productiva del país.”

EL CAPITAL CONCENTRADO VERSUS EL TRABAJO DISPERSO

¿En qué situación se encuentran los trabajadores bancarios frente al capital financiero?

“Las fusiones bancarias o de empresas en general, fortalecen al capital ante la dispersión de la fuerza de los trabajadores, expresada en una multiplicidad de sindicatos. La relación entre el capital y trabajo es, entonces, completamente asimétrica. Lo que se requiere es un proceso de entendimiento entre los trabajadores no sólo nacional, sino también internacional, de lo contrario la lucha se ofrece en condiciones muy difíciles.”

Andrés Figueroa Cornejo
De la Memoria al Poder

jueves, 8 de noviembre de 2007

Algunas claves para la construcción de la conducción poítica revolucionaria

.CHILE: ALGUNAS CLAVES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA CONDUCCIÓN POLÍTICA REVOLUCIONARIA DE LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO


Arrancando de la premisa palpable a todas luces de la inexistencia de la conducción política revolucionaria de los trabajadores y el pueblo de Chile, aventuramos aquí algunas ideas en perspectiva de su necesaria construcción.

La organización revolucionaria pendiente

Hoy están en curso algunos intentos de convergencia político sociales cuyos horizontes de sentido se sostienen sobre la independencia política e ideológica de la clase mayoritaria, y de inspiración socialista y revolucionaria. Colocando entre paréntesis mientras tanto, que el contexto de producción histórica de los movimientos políticos revolucionarios que tuvieron su mejor momento en el país entre los 60’ y 80’ (guevarismo galopante, guerra de Vietnam, múltiples frentes de liberación nacional en los países coloniales y neocoloniales, reformas universitarias radicales, existencia del polo soviético, novedad de la revolución cubana, luego nicaragüense y casi salvadoreña; optimismo mundial sobre la parcial hegemonía socialista en los pueblos de la Tierra , etc.); de acuerdo a las condiciones materiales objetivas del actual período, la emancipación popular y el establecimiento de un gobierno de los trabajadores y el pueblo en un solo movimiento antiimperialista y anticapitalista, continúan pendientes.

El signo del capital

La refundación capitalista impuesta por la dictadura pinochetista y digitada por el imperialismo norteamericano asociada a las clases dominantes –sintetizada con acierto profundo por un campesino de Lonquén como “la venganza de los patrones”- luego de la experiencia allendista, ha modificado de manera relevante, en relación al período pre dictatorial, el patrón de acumulación del capital y la manera radical de expropiar el plusvalor generado por la fuerza de trabajo chilena.
Muy lejos del Estado desarrollista, hoy la precarización del empleo, la flexibilidad laboral, la situación ultra debilitada del trabajo en relación al capital (sólo un 7 % de los asalariados chilenos cuenta con los instrumentos legales para, colectivamente, actualizar su poder adquisitivo, mientras el 93 % permanece expuesto a la explotación e indefensión sin ninguna capacidad negociadora frente al empresariado), son las condiciones necesarias que emplea la patronal para reproducir e incrementar sus privilegios, en uno de los países más desiguales del mundo.
Por arriba, a través de un pacto interburgués, las piezas del sistema binominal de partidos políticos se colaboran explícitamente, tuteladas por un gremio patronal con una estrategia inflexible y transnacionalizada, y una táctica de presión que le brinda inmejorables resultados (tratados de libre comercio por doquier, explotación desenfrenada y blindada jurídicamente de los recursos naturales no renovables, papel decorativo del Ministerio del Trabajo ante la dirección de hierro neocapitalista de la cartera de Hacienda, consolidación ideológica consensuada con la Concertación del capitalismo como único modelo para el “desarrollo nacional”; y criminalización y represión inmediata de cualquier incidente franco de lucha de clases, demanda popular o de los pueblos originarios).
La burguesía, en general, galopa graciosamente con la legitimidad política que le ofrece la Concertación de Partidos por la Democracia , y ocupa a la derecha como fuerza negociadora y de contención ante eventuales “aventuras populistas” de franjas testimoniales del gobierno que persiguen sin éxito y más bien, declarativamente, políticas de naturaleza redistributiva.

Los de abajo se convocan

Abajo, los trabajadores y el pueblo, mientras acumulan indignación y rabia social inorgánica e inexpresiva aún, son presa de la expoliación laboral, la cooptación ideológica –ética y estética- según la epistemología patronal, el sobreendeudamiento paralizante, la lumpenización de algunas de sus láminas juveniles (efecto de la miseria y la ignorancia), la enajenación y la impotencia política.
En medio de un concierto regional mucho más promisorio que hace una década, propiciado por los gobiernos pro populares de Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua, el pueblo de Chile se mantiene impermeabilizado a estas experiencias ante la pericia mediática de los de arriba y las falencias de los núcleos políticos fragmentados y a la vez, paradójicamente, mandatados a reconstruir el proyecto y la fuerza social revolucionaria liberadora.
El aniquilamiento físico y político de los destacamentos de inspiración revolucionaria durante la década de los 80’ , más la victoria mundial y nativa indiscutible de la burguesía en casi todos los planos, signa, delimita y explica la diáspora de los múltiples empeños revolucionarios genuinos que pululan descoyuntadamente por el paisaje popular. La derrota de los proyectos emancipadores a costa de la vida de los mejores hijos del pueblo durante el pinochetismo, por un lado, y la capitulación ideológica de muchos sobrevivientes –con honrosas salvedades-, enmarcan el territorio histórico sobre el cual la reformulación de los de abajo prologa su nueva convocatoria.

Los acuerdos de la reunión revolucionaria

Pero ya existen coincidencias significativas en algunos activos políticos de inspiración revolucionaria, que a través de pequeñas convergencias, comienzan el pedregoso proceso de su constelación, el sinceramiento de sus fuerzas y el debate de sus certezas, deseos, políticas y carencias.
Ya se apura el acuerdo de que la futura conducción política de los trabajadores y el pueblo y su formulación orgánica y material, debe surgir al calor de las incipientes luchas actuales y desde el seno del pueblo profundo. Que el próximo instrumento político de la clase debe ser la síntesis, actualización y superación de las iniciativas revolucionarias históricas de Chile, y no su repetición: la nostalgia no se reorganiza, independientemente que los aprendizajes de los intentos radicalmente anticapitalistas precedentes tengan que estar siempre a la vista, como bagaje, memoria, origen y continuidad en superación. Que el papel protagónico de los actores populares son el material sensible desde donde, democráticamente debe originarse la plataforma de lucha para el período y el futuro programa del pueblo. Que los trabajadores son la clave motriz cualitativa de la fuerza social que oriente el empeño político revolucionario y sea capaz, a la vez, de concertar al conjunto de rebeldías anticapitalistas hoy dispersas (la demanda de los pueblos originarios, ecologistas consecuentes, feminismo de clase, juventud en lucha, pobladores organizados en torno a demandas autónomamente convenidas, intelectuales críticos, etc.). Que la voluntad y convicción de poder son resortes fundacionales de cualquier conducción que apueste a la transformación revolucionaria de las relaciones sociales dominantes. Que urge rescatar de manera crítica, creativa y dialéctica el profuso acervo teórico y experencial del pueblo rebelde cuya fuente tiene nota marxista, mundial y especialmente latinoamericana. Y que junto a la armadura política de los trabajadores y las demás franjas populares, debe caminar la reestructuración del intelectual orgánico y colectivo de la clase.

La fuerza política y orgánica mínima necesaria o el punto de inflexión

Son altamente importantes los acuerdos y los ejercicios de convergencia de los diversos empeños revolucionarios chilenos. De hecho, hasta hace muy poco ni siquiera existían. Sin embargo, distan mucho de resultar suficientes y eficientes cuando se ubica el objetivo en la conducción política de la emancipación con perspectivas de éxito. Al respecto, aún queda un trecho no menor de concordancias y producción política y orgánica ligadas a la construcción del proyecto, el diseño estratégico –en todos sus ámbitos-, los problemas de la hegemonía de la clase, el programa adecuado y las fuerzas asociadas para constituirse mediante la lucha y la evaluación permanente, en auténtica alternativa para importantes segmentos de los trabajadores y el pueblo.
Considerando positivamente la voluntad política de varios por cortar distancias y acentuar acuerdos, es preciso transparentar el estadio de las organizaciones y convergencias de inspiración socialistas y revolucionarias del pueblo en su dimensión justa.
Las reuniones coyunturales deben ser cada vez más sintéticas y hermanadas con los sentidos superiores de un pacto político de las agrupaciones de la clase, y tienen que arribar con celeridad a una suerte de fuerza política y orgánica mínima –o punto de inflexión y arranque- que permita enfrentar un conjunto de tareas urgentes que demanda el período.
Es decir, un punto de arranque que signifique la fuerza mínima necesaria para establecer un diseño orgánico que considere labores de dirección política; construcción de pueblo organizado en aquellos núcleos de la clase definidos como estratégicos; producción de medios de comunicación que visibilicen un debate orientador, de vanguardia y con estatura histórica, la formulación colectiva del proyecto, y los rostros de la política convenida. Se trata de constelar la fuerza mínima necesaria para la división del trabajo político, la presencia nacional, la intervención y conducción concreta en procesos de lucha de clases que conviertan a la organización genuina de los trabajadores y el pueblo en sujeto en disputa consecuente y coherente de la realidad nacional.
Ya no más pueblo como víctima o victimario, sino que pueblo protagonista, tensionado, rico en expresiones y empuñado en acciones. Pueblo organizado a través de instrumentos políticos reconocidos que, por sí solos, constituyan polos de atracción de más franjas de asalariados y desheredados.
La marginalidad política, desde una perspectiva revolucionaria, no se define tanto por la presencia mayor o menor en el parlamento burgués –independientemente de su empleo táctico o adjetivo en la construcción de la fuerza- sino en sus posibilidades de enfrentarse directamente al capital y sus poderes, a sus maniobras e instituciones, con tonelaje cualitativo y vocación conductora de mayorías.
De aquí que el punto de arranque rima con la unidad de los segmentos más avanzados de los trabajadores y el pueblo. Por eso hoy el centro hay que ubicarlo en el empeño unitario del archipiélago de organizaciones actualmente desatadas, que provoque con generosidad, recreación constante y producción política y práctica, el punto de inflexión, la crisis y superación de la marginalidad política.
Es cierto; el contexto de producción de la necesaria y nueva organización de inspiración revolucionaria chilena, socialista, antiimperialista y anticapitalista, no cuenta con la retaguardia de los llamados socialismos reales, ni con la victoria fresca, apasionada y tremendamente esperanzadora y dinamizadora del Che, ni la épica y estética de las luchas liberadoras de tantos pueblos de hace tres o cuatro décadas. Sin embargo, las relaciones de poder, propiedad y subordinación entre la mayoría popular y los dueños de todo no han variado para mejor. Por el contrario; las maneras del socialismo son actualmente la auténtica salida a la perpetuación de las guerras del capital, las desigualdades insultantes e inhumanas, la desintegración ecológica potencial del planeta, y comportan las únicas posibilidades de ser felices. Tod@s, sin excepciones.


Andrés Figueroa Cornejo
De la Memoria al Poder

Noviembre de 2007