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Entrevista con Carlos Chile, Secretario General de la
Central de Trabajadores de Argentina de la Ciudad de Buenos Aires y líder del
Movimiento Territorial de Liberación.
“Eres los Estados Unidos,
eres el futuro
invasor…
Crees
que la vida es incendio,
que el progreso es erupción;
en donde pones la bala
el porvenir pones.
No.”
que el progreso es erupción;
en donde pones la bala
el porvenir pones.
No.”
Rubén Darío, fragmento del poema ‘A Roosevelt’.
Andrés Figueroa Cornejo
La Central de Trabajadores
de Argentina, dirigida por Pablo Micheli a escala nacional, enfrenta el desafío
de edificar una agrupación capaz de dar cuenta de los actuales modos de la
acumulación del capital y la organización del trabajo. Es decir, la CTA quiere
ser una herramienta al servicio de los intereses históricos de los
trabajadores, a años luz del sindicalismo tradicional, ineficaz, impotente ante
las nuevas formas de explotación, obsecuente con los que mandan. La CTA quiere
ser la organización de lo trabajadores del siglo XXI en Argentina.
El Secretario General de la
CTA de la Ciudad de Buenos Aires proviene del movimiento social no sindical, y
aunque es porteño de nacimiento y se llama Juan Carlos Huerta, todo el mundo lo
conoce como Carlos Chile. “Mi nombre sintetiza mi vida”, dice el líder del
Movimiento Territorial de Liberación –inspirado en la construcción creativa del
poder popular- que de muchacho, antes del triunfo de la Unidad Popular en
Chile, conoció a Salvador Allende en 1969 en un fundo tomado por los pobladores
entre las comunas de San Bernardo y La Cisterna, el entonces, Campamento
Venceremos, “en un acto sobre dos tambores de 200 litros y un tablón”, hoy
Población Las Acacias. Fue militante del Partido Comunista, participó de la
resistencia luego del golpe de Estado de 1973. En 1985, cumpliendo tareas militantes a propósito del
denominado “Caso Degollados” (http://www.youtube.com/watch?v=N80y3hWOEUo),
fue hecho prisionero y estuvo en los cuarteles de la siniestra Central Nacional
de Informaciones (CNI) de Pinochet, administrada entonces por Humberto Gordon
Rubio (http://www.memoriaviva.com/culpables/criminales_g/Gordon.htm).
Allí Carlos Chile estuvo un mes desaparecido, sufriendo interrogatorios y torturas, acusado por la supuesta autoría en
la colocación de dos explosivos en la municipalidad de Las Condes. Fue liberado
luego de duras gestiones del pueblo argentino hacía poco fuera del circuito de
las dictaduras militares que, como peste, fueron impuestas por el imperialismo
norteamericano en América Latina desde 1964 (Brasil), y que cobraron 250 mil
desaparecidos en todo el Continente. Fue expulsado por la dictadura de Pinochet,
pero también el primer presidente civil post tiranía, el demócrata cristiano
Patricio Aylwin (golpista), mantuvo la prohibición de su ingreso al país
andino. Ahora bien, sólo la semana pasada estuvo de visita en la región alzada popularmente
de Aysén.
A comienzos del milenio
“formamos el Movimiento Territorial de Liberación (MTL) con el objetivo de que
se convirtiera en un referente político-social”, recuerda Carlos, “y a poco de
crearlo, se fue llenando de pobres y de hambrientos, de gente sin casa, y fue
volviéndose lo que más tarde se llamó movimiento piquetero. Actualmente el MTL
goza de experiencias de trabajo autogestionado, vivienda autogestionada, barrio
propio, como el de Monteagudo en Buenos Aires donde funciona la radio Sur (http://www.radiosur1027.org.ar/)”.
“DESDEÑO DE LOS MANUALES, LOS DOGMAS Y LAS VERDADES
REVELADAS”
“La CTA intenta polemizar
con la idea tradicional de que el trabajador sólo es aquel que tiene esa
condición cuando labora. Pero para nosotros, trabajador es todo aquel que
trabaja, que quiere trabajar y que trabajó. Por lo tanto, el universo es mucho
más vasto que el convencional”, expresa Carlos Chile.
-¿Cuál es la diferencia entre el movimiento social y
los partidos políticos y los propios sindicatos clásicos?
“Cuando uno es parte del
movimiento social se convierte en parte de la familia. En los partidos, los
compañeros hacen visitas un par de veces por semana, haciendo elocuentes
discursos sobre la revolución y se retiran. Cumplen con pagar las cotizaciones
y vender la prensa, y en privado pueden ser unos bandidos que golpean a su
mujer. Sin embargo, en los movimientos sociales no se puede mentir. Nos
conocemos demasiado, porque convivimos. En todo caso, no conspiro contra los
partidos: que cada cual haga su experiencia. Y estimo que la década de los 80’
es el período de mayor debate y producción intelectual de los movimientos
sociales, con la educación popular, los Sin Tierra de Brasil, etc. Esto es, se
originaron nuevos paradigmas desde Nuestra América. Aquí el aporte sustantivo
del peruano Juan Carlos Mariátegui es sustantivo (“ni calco ni copia, sino
creación heroica”). Uno de los resultados políticos más visibles es la
Presidencia del originario Evo Morales en Bolivia. Considero que los 80 fueron más ricos en los
60 y 70, excepto por la aparición de la Teología de la Liberación.”
-¿Cuál es tu concepción ideológica, entonces?
“Yo creo en la teoría
práctica del ensayo y desdeño de los manuales, los dogmas y las verdades
reveladas.”
-¿Cuál es tu lectura de la actual fase del
capitalismo mundializado?
“En la década de los 80’ el
capitalismo dio un salto de calidad bañado de sangre. La nueva táctica
capitalista para garantizar su tasa de ganancia, destruye capital productivo,
multiplica la exclusión social respecto del consumo. El liberalismo que hizo
crisis en los 30’, se modificó luego de la desaparición de la URSS. Pero los
que hicieron fiesta cuando cayó el muro de Berlín, olvidaron que los ladrillos
se desplomaron para ambos lados. Por tanto, en medio del delirio exitista, el
capitalismo imaginó que podría mantener sus privilegios incluso con la
desaparición del trabajo. Como si el valor y la riqueza no emanaran justamente
del trabajo. Se habló hasta del fin de la historia y las ideologías. De allí a
la hegemonía del capital especulativo y su crisis en curso, sólo pasó poco
tiempo.”
“ARGENTINA TIENE UN GOBIERNO ‘GESTUAL’: COMO EL VIOLÍN,
LO TOMA CON LA IZQUIERDA Y LO TOCA CON LA DERECHA”
-En Argentina resulta impresionante la opacidad de
las cifras, la oscuridad respecto de la realidad que padecen las grandes
mayorías, la reivindicación obscena del denominado “relato” –en el colmo del
post modernismo, la manipulación a todo nivel, tanto del oficialismo como de la
oposición burguesa; el discurso resuelto en una composición literaria de
intereses de clase y de facciones de clase…
“Aquí existe un país virtual
y otro real. Si la historia la cuentan los que ganan, entonces hay otra
historia verdadera. Esa realidad se verifica en los ingenios azucareros, en el
tabacal, en la disputa por la industria del petróleo, la megaminería, los pueblos
originarios, la de los luchan por la soberanía de la flota fluvial argentina y
de los puertos. Entre las visiones de Página 12 y La Nación (periódicos del
oficialismo y de la oposición, respectivamente) existe la coincidencia de negar
la realidad de las grandes mayorías. Nosotros no somos gobiernistas ni anti
gobiernistas. No nos interesa discutir con quien administra el modelo en
Argentina. Queremos polemizar con el modelo. Más allá de las diferencias
nominales, los gobiernos de las provincias aplican el modelo a rajatabla,
indiferenciadamente. Plantan soja, transfieren recursos naturales
inconsultamente e hipotecan el futuro de todos mediante políticas que sólo
benefician a corporaciones transnacionales y a la mafia política.”
-¿A qué te refieres con ‘mafia política’?
“En Estados Unidos existe
una mafia siciliana, una china, una rusa, etc., que sostienen vínculos con la
policía y con los políticos. En Argentina no hay mafias así. La mafia es
directamente la clase política. Se trata de una asociación ilícita que gobierna
el país. Y esa mafia matrimoniada con las multinacionales mediante una
corrupción reconocida mundialmente, no tiene nada que ver con una Argentina
anterior históricamente.”
-En el extranjero se vende una Argentina súper titán
de los derechos humanos…
“Es innegable que Argentina
es el único lugar de Latinoamérica donde se ha juzgado a un buen número de genocidas
de la dictadura. Es un proceso fuertemente gestual, porque la mayoría sigue en
libertad. De todos modos, no fue el Ejecutivo el que logró encarcelar
criminales. Fue la fuerza y el clamor del pueblo. En ello no hay que
equivocarse.”
-Sin embargo, las violaciones a los DDHH no
terminaron con la dictadura militar y la ‘Triple A’ de algunos años antes (73’,
76’, hasta 1982)…
“Desde el gobierno se
manifiesta un esfuerzo insostenible de acotar las violaciones a los DDHH a la época
de la tiranía. Pero ocurre que durante los últimos 20 meses ya van 18 muertos
en “democracia”, en manos de ‘patotas’ financiadas por la burocracia sindical,
que, en rigor, actúan como sicarios de las multinacionales, como el caso de
Ferrocarriles, del Indoamericano, en Ledesma, entre muchos.”
-¿Qué hay tras estos métodos?
“Eso está registrado en los
documentos de Santa Fe I y II de Henry Kissinger, en la estrategia de las
democracias tuteladas y restringidas de ‘tercerizar’ la represión a través del
paramilitarismo que azota a Colombia, por ejemplo, pero que recorre todo el
Continente.”
-¿Y qué papel juega el ejecutivo de turno?
“Es puramente gestual. Parte
a Isla Margarita y firma un acuerdo con los gobiernos de Ecuador, Bolivia,
Venezuela, donde todos van con sus empresas petroleras estatales mientras
Argentina representa a la corporación española Repsol, donde se conviene que la
energía es un bien social e inmediatamente después la delegación argentina
vuelve al país y otorga una concesión por 40 años más a la multinacional British Petroleum.
Aquí el gobierno pone los huevos en un lugar y grita en otro lado. Esta gente
cree que el gobierno es un violín: se toma con la izquierda y se toca con la
derecha.”
“NUESTRA RESISTENCIA CENTENARIA HABILITA LA ESPERANZA
DE LA OFENSIVA POPULAR”
-¿Qué busca la CTA?
“Como el sistema capitalista
evoluciona, necesariamente la organización de los trabajadores debe hacerlo
también. El sindicalismo paraestatal no ha evolucionado. Continúa con prácticas
bandoleristas, economicistas. Es parte del problema ya. Si el capitalismo
cierra las fábricas, las fábricas serán los barrios. Desde allí resistiremos.
Si nos echan de las fábricas, ahora sabemos que existen nuevas formas de
detener la economía.”
-¿Y la lucha de clases?
“Hace escaramuzas
permanentemente. Solapada o explícitamente, dependiendo del contexto, y según los
atributos del campo popular hasta convertirse abiertamente en guerra de clases.
Mientras no se recompone el pueblo trabajador, el poder aplica la violencia con
toda libertad, e incluso con el consenso de buena parte de la sociedad.”
-¿Quiénes pueden ingresar a la CTA, en un país donde,
para beneficio del capital, más de la mitad de la fuerza de trabajo labora
ilegalmente, ‘en negro’, sin derechos de ninguna especie, con salarios de
hambre?
“Tenemos afiliación directa.
Cualquier trabajador que pase por la vereda puede entrar y afiliarse
libremente. Tiene derecho a voto y a ser electo por sufragio directo. No existe
otra central de trabajadores así en el país. Las demás destacan a sus
representantes en congresos, mediante delegados, indirectamente. Y a la CTA puede
asociarse cualquier trabajador que no
haya colaborado con la represión dictatorial, ni nadie que sea probadamente
corrupto y haya atentado contra los intereses de la clase.”
-¿Cuáles son los principios básicos de la CTA?
“Los trabajadores debemos
autogobernarnos donde las prioridades están organizadas por las necesidades. La
primera tarea es terminar con el hambre y la pobreza en Argentina. Es retribuir
a nuestros viejos lo que aportaron al país. Retornar la dignidad a los
jubilados. Por supuesto, realizar la reforma agraria. Por otra parte, los
compañeros de Misiones no quieren represas; pero los que viven rodeados de
predios y necesitan agua requieren represas. Las represas no son malas en sí.
La cuestión es para qué, para quién, dónde y cómo. Combatimos para
industrializar el país y cautelar la soberanía popular de nuestros recursos
naturales (bienes comunes). Aquí crece la macroeconomía con retraso tecnológico,
concentración capitalista y desigualdad social. Debemos liberarnos de la
dependencia científica, y estamos en condiciones de hacerlo. Aquí sólo se está
vendiendo la fertilidad del suelo y el agua. Queremos recuperar la economía
agraria, las tierras de los pueblos originarios. Nosotros luchamos por una
democracia de nuevo tipo; por forjar una nueva hegemonía social y construir
masa crítica. Cuando decimos ‘trabajadores al poder’, significamos que nosotros
debemos ser los sujetos protagónicos en la toma de las decisiones de nuestro
presente y futuro.”
-¿Y cómo se pasa de la resistencia a la ofensiva?
“Sin resistencia no habría
perspectiva de triunfo. Nuestra resistencia centenaria habilita la esperanza de
la ofensiva popular.”
“CONTINUAMOS SOSTENIENDO LA CONVICCIÓN DE QUE LA
SUPERACIÓN DEL CAPITALISMO ES EL SOCIALISMO”
-Las fronteras no son una invención de los pueblos…
“Debemos terminar con las
luchas encapsuladas de los pueblos de América Latina. Nosotros somos
guevaristas, bolivarianos. Muchos y yo mismo, peleamos en Chile como en
Centroamérica. Es urgente el encuentro
de los movimientos sociales en el ALBA.”
-¿Se puede pensar en la emancipación y bienestar de
nuestros pueblos sin una nueva conducción que supere los límites nacionales?
“Antes que todo, hay que
habilitar un nuevo pensamiento. Nosotros nos reafirmamos en que sólo los
trabajadores, como clase social ampliada, pueden asumir los desafíos del
porvenir de la humanidad. Y nos referimos a todos aquellos que viven de su
trabajo y no del trabajo ajeno. En ese sentido, creemos que se están ofreciendo
ensayos continentales que es preciso aquilatar en su diversidad. Hoy nuestra
visión no es la de la década de los 70’. Continuamos sosteniendo la convicción
de que la superación del capitalismo es el socialismo. Pero, aprendiendo de las
derrotas, no estamos con la visión de un ‘socialismo estatista y súper
centralizado’. Por eso la importancia del poder popular, de la
pluriculturalidad, del antipatriarcalismo. Y es posible sintetizar, como tarea
que camina, las experiencias actuales de América Latina. Y soy un convencido de
que nosotros, los trabajadores y el pueblo, hacemos historia cuando perdemos y
cuando ganamos. La clase trabajadora tiene que estar a la cabeza de las
transformaciones liberadoras, pero no es la fuerza social exclusiva de la
emancipación humana.”
14 de abril de 2012
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