domingo, 31 de marzo de 2019

Chile. Macha No+ AFP: 10 mil personas contra el robo sin fin y la miseria previsional

Andrés Figueroa Cornejo 
Alrededor de diez mil personas marcharon este 31 de marzo en Santiago de Chile, en contra del sistema previsional de capitalización individual, forzoso, privado y gestionado por el sistema financiero a través de las denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones, AFP.
Abundantes son las pruebas del fracaso social estrepitoso del modelo AFP impuesto por primera vez en el mundo en 1980, en el Chile de la tiranía de Augusto Pinochet, por medio del ultra liberal José Piñera, entonces ministro del Trabajo y Previsión Social, y hermano del actual presidente del país Sebastián Piñera. En su momento, ni siquiera el dictador accedió a que la fórmula del economista liberal ortodoxo José Piñera se implementara en las Fuerzas Armadas por el temor a provocar descontento en la “familia militar”. En los hechos, con las AFP, las y los trabajadores terminan con pensiones de hambre y que en el mejor de los casos, mensualmente alcanza a un tercio del último sueldo obtenido como empleado activo. De cada trabajador es obligatoriamente retirado de manera automática un 13% de su salario, del cual un porcentaje significativo se juega en el casino especulativo bursátil. De esta manera, los ahorros suelen perder su precio ante las sucesivas crisis financieras mundiales que han ocurrido desde 1980 hasta la fecha. Las decisiones sobre los recursos de las y los asalariados son adoptadas por los tecnócratas de las finanzas que hacen parte del personal de las distintas AFP, o corporaciones de capitales privados y transnacionales (dos de las AFP que más mercado concentran son estadounidenses). Especialistas de la salud mental, entre otras variables, han asociado el suicidio de las personas de la tercera edad a la depresión feroz causada por la miseria que sufren por los montos de sus pensiones. Y Chile, junto a Corea del Sur, son los países que ostentan las cifras récord en suicidio de ancianos a escala internacional.
“Estamos hablando de una catástrofe social”
Orietta Fuenzalida es dirigenta nacional de los empleados fiscales del país andino, agrupados en la ANEF, y pertenece a la Coordinadora No + AFP. La lideresa evaluó la jornada de protesta como “el hito inicial de 2019 que expresa nuestro rechazo a la propuesta previsional que el gobierno pretende realizar en el corto plazo y que favorece todavía más al capital en desmedro del trabajo. Las organizaciones sociales aquí reunidas no permitiremos que la reforma de la extrema derecha prospere. El Estado y sus administraciones de turno, sistemáticamente buscan arrebatarnos los escasos derechos que nos quedan. Sin embargo, no cejaremos en el objetivo justo de conquistar una verdadera seguridad social para nuestro pueblo, basado en un sistema previsional de reparto, solidario, público, y que incluso postula que los excedentes sean invertidos en industria productiva y economía real, que no en capital especulativo, financiero y ficticio”.
Al respecto, como el ahorro forzoso del trabajador que impone la AFP es valor realmente producido y acumulado, toda vez que corresponde a una fracción del salario devenido luego del plusvalor apropiado privadamente por su empleador, entonces funciona como soporte concreto de valor para los dueños de las AFP. Por ello ese ahorro pueden transarlo en las principales bolsas internacionales. Si los ahorros de los trabajadores no representaran valor genuino, no tendrían capacidad de transformarse en valor de cambio, esta vez metabolizado por el momento financiero del capital, el cual no produce valor real ni se reinvierte en trabajo productivo desde hace décadas (de hecho, en Chile prácticamente no se producen mercancías terminadas). O sea, las AFP no invierten los ahorros en industrias de alto valor agregado que amplifican la demanda de empleos seguros y bien pagos, y la fabricación de tecnología productiva. Las AFP usan los ahorros de millones de personas en la compra de acciones e instrumentos financieros de alto riesgo y según su sola “intuición” bursátil.
Orietta añadió que “en el sector público, que es mucho más estable que el privado, independientemente de su creciente precarización y subcontrato, compañeras de carrera que jubilan tras 40 años ininterrumpidos de labor, perciben una pensión menor a un tercio de su último salario. Y es la edad en que más nos enfermamos y más gastos de salud y cuidados tenemos. En igual sentido, con este sistema los jóvenes tienen un futuro negro y además deberán mantener a sus padres. Se verán impedidos de realizarse personal y familiarmente. Estamos hablando de una catástrofe social.”
-¿Y las mujeres?
“Somos las más perjudicadas. Recuerda que el trabajo doméstico no es reconocido laboral, previsional, legal ni socialmente. ¿Cuánto debería recibir de sueldo una dueña de casa por todo el trabajo que hace? ¿Quién es la primera que despierta en los hogares y la última en dormirse? ¿Y qué pasa con las mujeres que trabajan varias jornadas, les pagan a honorarios; que no tienen derecho a enfermarse, ni a pre ni a pos natal? La lucha en contra de las AFP es una tarea del feminismo de clase.”
Rodrigo Oyarzún, Presidente de la Federación de Trabajadoras y Trabajadores de la CCU, industria de bebestibles del grupo económico Luksic, el más poderoso del país, dijo que “aunque vino bastante gente, faltaron muchos. Que sea domingo no es excusa. Y si algún activista social cree que el combate en contra de las nefastas AFP no tiene que ver con su ‘frente de lucha’ está muy equivocado.”
-¿Cómo así?
“Ocurre que el capitalismo y sus poderes, su sentido común y su propaganda, han convencido a muchas personas, incluso luchadores sociales, de que los movimientos sociales tienen ‘identidades’ tan específicas y propias que no son compatibles con otros ámbitos. Por ejemplo, un sector del ambientalismo consecuente no se mezcla con el feminismo activo, o algunas luchas mapuche no se involucran con las protestas de los sin casa. Y pasa que el enemigo es el mismo y se llama régimen capitalista. Se trata del viejo ‘divide y vencerás’, pero ahora con la estrategia que utiliza el poder para que creamos que la lucha de cada cual es más importante que la del otro, cuando son expresiones del mismo capitalismo.”
¿Qué hacer, entonces?
“Articular las luchas, combinar las demandas y las batallas por los derechos humanos, sociales y económicos que consideran todos y cada uno de nuestros empeños. Si nuestro objetivo es cambiar la vida para que prime el bien común y los intereses de las grandes mayorías, entonces hay que destruir lo que nos separa artificialmente. Echar por tierra las falsas diferencias entre las distintas opresiones.”


La marcha terminó con las palabras de los voceros de la Coordinadora No + AFP, y presentaciones artísticas, entre las cuales se destacó la de Francisco Villa y Patricia Carmona que junto a los miles reunidos entonaron el legendario himno “El Pueblo Unido”.

sábado, 23 de marzo de 2019

Chile. Violenta represión contra disidencia social de Prosur o convenio latinoamericano de extrema derecha

Andrés Figueroa Cornejo
¿De qué manera continúo aislando a Venezuela y Bolivia, suelos ricos en energías fósiles y minerales que me urgen buenas, bonitas y baratas para producir mercancías competitivas en la guerra económica con China, y al mismo tiempo me reposiciono geopolíticamente como dueño absoluto de Latinoamérica?, se preguntó el Presidente Donald Trump, y uno o muchos de sus asesores le respondieron que, por ejemplo, sería buena cosa terminar de una vez con la Unasur e inventar una especie de concierto funcional de extrema derecha que podría llamarse Prosur.

Así fue que entre el 21 y 23 de marzo arribaron a un Chile que administra Sebastián Piñera, el multimillonario pinochetista, los mandatarios de Brasil, Jair Bolsonaro; de Colombia, Iván Duque; de Argentina, Mauricio Macri; y otros de menor tonelaje, pero que adornaron las jornadas disfrutando de la polución de Santiago, metrópolis de la Capitanía General, en el lugar 20 de las ciudades más contaminadas del planeta.
Por su parte, medio millar de personas se autoconvocaron en el Paseo Bulnes, a unos 200 metros frente al Palacio de La Moneda, el mismo que fue vuelto escombros por el ataque militar conjunto de cielo y tierra que también destruyó de golpe los únicos tres años de democracia que ha vivido Chile en toda su historia, el 11 de septiembre de 1973.
“El prontuario de Bolsonaro es conocido y de terror”, dijo el líder de la comunidad LGBTTI, Víctor Hugo Robles, ‘El Che de los Gay’. “Por este brasileño, como por Piñera, que toda la disidencia sexual del mundo nos muriéramos lo antes posible.”
-¿Por qué?
“Los Estados de Brasil y Chile son capitalistas, patriarcales, racistas, homofóbicos, misóginos y odian a todos quienes no son iguales a ellos. En Chile, por ejemplo, la epidemia de VIH entre los jóvenes gay es de tal gravedad que las alarmas han sido encendidas por la OMS de la ONU. Sin embargo, el Estado y sus administraciones de turno, podridos en su conservadurismo de doble moral, no han movido un dedo para evitar la progresión del flagelo. Deben considerar que es el “castigo divino” que nos merecemos por vivir una sexualidad distinta.”
Por su parte, el Presidente del Sindicato de Bomberos de Shell-Copec, Juan Caripán, señaló que todos y cada uno de los presidentes reunidos “se caracterizan por aplicar políticas antilaborales en contra del pueblo trabajador. Bolsonaro admira el ultraliberalismo chileno y quiere vender hasta la Amazonía por metro cuadrado a la empresa privada. Impondrá un ajuste estructural en contra de las y los asalariados. Iván Duque es una suerte de narco-mafioso y fiero extractivista, enemigo de la naturaleza y las comunidades. Mauricio Macri tiene a la Argentina desnutrida. Y Piñera quiere acabar derechamente con cualquier tipo de organización de los trabajadores. Compiten entre ellos para ver quién saca el premio a negrero del mes”.
De igual modo, el Presidente de la Federación de los Trabajadores de la CCU, Rodrigo Oyarzún, destacó, “las comunes direcciones que comparten esas cuatro administraciones gubernativas para acabar con los derechos humanos, sociales y económicos de la gente de trabajo. Asaltan los ahorros previsionales, hunden el precio del trabajo, multiplican el endeudamiento doméstico y ponen por completo al Estado al servicio de los intereses de la minoría social que forman los grandes grupos económicos”.
La manifestación social en contra del llamado Prosur (Pronorte, en realidad), denunció la convergencia fascista con sede en Chile. Junto con los clásicos gritos, carteles y pancartas, la protesta fue pacífica. Lo que no tuvo nada de pacífico fue el violento despliegue policial protagonizado por las Fuerzas Especiales de Carabineros los días previos al evento, el cual se intensificó en sobremanera los días 21 y 22 de marzo. No sólo se empleó la tradicional exposición de amedrentamiento por presencia que ha convertido a Chile es un Estado policial en toda norma, sino que además se agregaron drones y helicópteros que vigilaron lo que no ocurrió.
De hecho, cuando se congregó medio millar de personas para expresar su absoluto desacuerdo con la cumbre de extrema derecha y subordinada a los intereses del imperialismo estadounidense, en la Plaza Bulnes a eso de la 19.00 horas del 22 de marzo, nadie siquiera alcanzó a tocar la calle, cuando la policía militar descargó gases lacrimógenos a granel y agua tóxica, además de tomar detenidos ‘por sospecha’. De acuerdo a Verónica Brito, responsable del Observatorio de Derechos Humanos Sutra-Chile, Convenios Internacionales, Derechos Individuales, al cierre de esta nota se habían registrado diez adultos detenidos que permanecen en la Tercera Comisaría de Santiago Centro, y dos menores de edad que se encuentran en la Comisaría 48.
Producto de la represión policial, un escolar menor de edad fue arrollado por un coche particular mientras huía de los carros blindados de carabineros.