Andrés Figueroa Cornejo
A 36 otoños del golpe de
Estado más feroz que haya sufrido Argentina, según los asistentes, en pocas
ocasiones la marcha convocada en Buenos Aires por la izquierda y organismos de
Derechos Humanos y sociales, aglutinó a tantas y tantas miles de personas que
caminaron desde el Congreso Nacional hasta la Plaza de Mayo, a metros de la Casa Rosada.
La jornada que ocupó las
calles desde la media tarde del 24 de marzo a ya entrada la noche ventosa, fue
testigo de una demostración de fuerzas del pueblo de izquierda que dejó sin
discusión su recomposición, juventud y contenido de clase: trabajadores,
pobres, estudiantes, originarios, intelectuales y segmentos medios.
Si bien el objetivo cardinal
de la iniciativa fue conmemorar las decenas de millares de detenidos
desaparecidos y ejecutados políticos durante la segunda parte de los 70 del
siglo pasado en manos de un régimen
militar inefable y digitado por el imperialismo y la minoría dominante y gran
propietaria, una palabra que sintetiza la conducta política más correcta y
difícil para la izquierda hiló el sentido de la marcha gigante: unidad.
Por cierto que lo que
determina los tramos elementales y últimos de la creación heroica de una
sociedad post capitalista es la lucha de clases y el movimiento real de los
trabajadores y el pueblo. La condición volcánica, por abajo, de las
posibilidades políticas de las grandes mayorías empobrecidas, es la plataforma
que ordena los intereses y formas históricas de su propia conducción política.
Es el propio pueblo conciente y en lucha por sus intereses quien gatilla, talla
y construye su propio instrumento político más adecuado en un momento dado
concretamente. El resto es vanguardismo, bravuconada de barricada, voluntarismo
destinado al fracaso, intento muerto de sustitución administrativa, aparatista
y autoproclamada del movimiento popular.
Sin embargo, las pistas del
concierto reunido de la conducción y
alternativa políticas que todavía no existen cabalmente en Argentina,
corresponden a un momento necesario que facilita dinámicamente la unidad del
propio pueblo. Es decir, aquella batalla multidimensional y compleja por la
hegemonía de sus intereses en medio del conjunto de la sociedad y que, por
tanto, organiza su oportunidad de victoria política.
BASES Y BATALLA CULTURAL
“Rulo” de la
Federación Anarquista
Estudiantil, junto con memoriar a los caídos, señaló que “nosotros bregamos
siempre por la unidad entre obreros y estudiantes. Consideramos que desde las
bases se articula el enfrentamiento contra el capitalismo.”
El combate cultural es el
motivo que da sentido a la agrupación “Razón y Revolución” que realiza un
significativo empeño crítico editorial y publica la revista ‘Los Aromos’.
Fabián Arari indicó que “la izquierda en Argentina tiene una gran oportunidad
para colaborar en la organización del creciente descontento social.
Momentáneamente, el precio de la industria de la soja amortigua los tiempos del
despliegue de la crisis. Es preciso, entonces, superar el Frente de Izquierda que
participó en las últimas elecciones nacionales y crear una organización común.
Como los objetivos y medios de la izquierda multiplicada y dividida
orgánicamente en distintos activos de diverso tonelaje no difieren, la
unificación no debería resultar un problema insoslayable”.
El responsable de las
relaciones internacionales de la Dirección Nacional de Izquierda Socialista, Miguel Solans, formuló que
las demandas inmediatas del pueblo trabajador giran en torno a “la defensa de
los derechos de los asalariados, en instantes en que sufrimos la
criminalización de la protesta social, tanto de trabajadores, ambientalistas
consecuentes, pueblos originarios, y los primeros reflejos de la crisis mundial
del capitalismo” y añadió sobre la unidad que “con el Frente de Izquierda ya
hemos dado un primer paso que se sostiene más allá de una alianza electoral.
Nosotros aspiramos a una unidad superior. Pero con todos los sectores de
izquierda, con todo el pueblo en lucha, incluido, por supuesto, Proyecto Sur.
Hoy nos conjunta el combate por la re-estatización de ferrocarriles, por
ejemplo.”
-Pero aún son pasos insuficientes ante los
requerimientos que impone el período…
“Lo que estamos haciendo no
es usual en la izquierda. Somos organizaciones que antes ni siquiera podíamos
marchar juntos.”
Uno de los líderes
históricos del Partido Obrero, Jorge Altamira, dijo respecto de la
manifestación que “siempre es actual la presencia de los 30 mil compañeros que
fueron secuestrados y asesinados por la dictadura. Sobre todo porque la clase
social que gatilló el golpe de Estado de 1976 continúa gobernando. Ahora
observamos y padecemos, frente al aumento de las luchas sociales, el
subsiguiente incremento de la represión a través de la ley antiterrorista, el
espionaje a las organizaciones populares, y la tragedia de Once.”
-¿Y cuál es la banda ancha que desde tu perspectiva contendría la unidad
acerada de la izquierda?
“Todos aquellos que estén
por la transformación social, por un gobierno de los trabajadores y que
concuerden con que la crisis económica la paguen los capitalistas y no el
pueblo. Eso es más que bastante.”
Por su costado, el dirigente
del Partido de los Trabajadores de Izquierda (PTS), Cristian Castillo, señaló
que en la actualidad “estamos planteando la derogación de la ley
antiterrorista, basta de ajustes antipopulares, saqueo y represión. Queremos
terminar con la clase social que impuso el golpe y que hoy es la gran
beneficiaria del sistema económico imperante”.
-Desde abajo se reclama la unidad más amplia contra
un modo injusto de reproducción de la vida, ¿cuál es la posición de PTS?
“Existe el Frente de
Izquierda. Se trata de un avance concreto en ese sentido y en medio de un
contexto donde el gobierno de turno descubre a diario su doble discurso. Creo
que estamos asistiendo al surgimiento de un polo anticapitalista muy importante
con presencia en las luchas sociales más relevantes. A diferencia del
Ejecutivo, nosotros reivindicamos la lucha por los derechos humanos de ayer con
los violados actualmente.”
El diputado de la República y militante de Proyecto Sur, Alejandro Bodart,
aclaró que la realidad presente “nos impone no sólo marchar por los derechos
humanos transgredidos brutalmente por la dictadura, sino también por los
derechos humanos violentados hoy. La ley
antiterrorista votada recientemente no sólo posibilita el procesamiento de los
luchadores sociales; también pueden ir presos. Esta gran demostración de fuerza
debe hacer entender al gobierno que todo plan económico que pretenda seguir
sometiendo a amplios sectores de la
sociedad, por un lado, y continuar enriqueciendo a unos pocos, por otro,
generará necesariamente más resistencias.”
-Pero de la resistencia a la ofensiva popular es
vital la unidad…
“Por cierto. Pero la unidad
alrededor de un proyecto de verdadera alternativa y cambio. Hay que recuperar
todos los recursos naturales; no permitir que el fruto del trabajo de millones
se vaya al pago de la deuda externa; no permitir que la industria megaminera
acabe con el agua, el bien más importante con que cuenta Argentina.
Sintéticamente, debemos ir hacia una segunda independencia. Y únicamente por
medio de la más extendida y honda unidad será posible realizar las
transformaciones profundas de la sociedad. Al respecto, estimo que todos
quienes estamos en esta marcha –grandes, pequeños, independientes- somos un
punto de arranque para la construcción democrática de una salida a los graves
problemas del país. Por lo demás, los dirigentes debemos tener la habilidad y
voluntad políticas para dar con la unidad y convertirnos e una alternativa
creíble desde y para nuestro pueblo.”
CANTAN CONMIGO
El Premio Nobel de la Paz , Adolfo Pérez Esquivel, comunicó que los derechos
humanos del siglo XXI en Argentina también están asociados a “la pelea contra
la impunidad, el ambientalismo, la pobreza. Me esperanza la cantidad de jóvenes
que están hoy en la Plaza ”. Consultado sobre los objetivos de la ley
antiterrorista, Pérez Esquivel contestó que “se aprobó con el fin de garantizar
la inversión transnacional en el país.”
Julia Castillo es una de las
tres primeras madres que comenzaron a marchar en la Plaza de Mayo en diciembre de 1976. Su hijo detenido y
desaparecido en Tucumán se llama Hugo Pastor Juárez. “Yo sigo buscando a mi
hijo y no voy a bajar los brazos”, manifestó Julia con todos los tiempos del
mundo en su cara azul. “Mi hijo ya tendrá que aparecer. Sólo quiero sus restos
y saber dónde está sepultado.”
NO TODOS TIENEN PRECIO
La diputada Victoria Donda fue
parte del gobierno de CFK hasta el 2008. Es hija de detenidos desaparecidos e
hizo el trayecto de homenaje y denuncia junto a la izquierda.
-¿Por qué, diputada?
“Marcho aquí aunque el
gobierno en una primera etapa hizo cosas correctas en materia de los derechos
humanos del pasado. Pero no sólo se violaron entonces. Ya contamos 18 asesinados
bajo esta administración por la policía.”
-¿Cuáles son las demandas más sensibles de las
grandes mayorías en esta hora?
“Sin duda, la pobreza, los
niveles desocupación y la inflación arman ‘un combo’ de miseria que si no es
reconocido por el gobierno, traerá graves problemas. Por otra parte, se
encuentra la espantosa cantidad de mujeres muertas por femicidios (casi 300
sólo el 2011). Así como la ausencia de dignidad en la vida de tantos, y los
desplazados a la condena de las villas miseria.”
-¿Qué ocurre con la corrupción en las alturas?
“Es uno de los puntos más
flojos del gobierno. Para la opinión pública ya es evidente que roban mucho.”
-¿Y la bullada ley antiterrorista?
“Antes y durante la
dictadura a los detenidos desaparecidos se les tildaba de ‘terroristas` también.”
-¿Cuál fue la reacción del gobierno cuando decidiste
tu distanciamiento?
“Mala, como reaccionan
siempre cuando alguien les representa alguna crítica y no pueden comprar a la
gente. Pero no todo se puede comprar en esta vida.”
Marzo 25 de 2012
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